3. Juventud/Manual para saber cuándo estás enamorado Seguir historia

La primera condición que debe cumplir la pareja es poseer un brillo en los ojos indescriptible. El color no importa, pueden ser verdes, violetas, amarillos o negros pero si no podés descubrirle este mágico detalle, lo siento compañero, tu amor es en vano. El brillo en sus ojos demuestra la reciprocidad del juego, la devolución del amor. Los ojos son el espejo del alma, si estos no brillan al verte, dentro de esa persona no hay tanto amor para vos como de vos hacia ella.

La magia está no en saber el color sino en saber el brillo. Recordar su imagen y recordar su brillo, imaginar su voz e imaginar sus ojos mirándote, esperando esa respuesta que sabe que no siempre va a ser la satisfactoria y que por eso la espera, aguarda el momento de la sorpresa y antes de que tengas que decidir entre la vida y la muerte, te salva, abrazandote, sonriendo, feliz de que la sorpresa siga siendo sorpresa y de que sus vidas sigan estando tan entrecruzadas.

Otra observación importante es su manera de sonreír. Si su sonrisa siempre está a mitad de camino, como si fuera una felicidad obligada o incómoda, como si no quisiera sonreír pero el contexto la obliga, la presiona generándole, finalmente, este gesto tan venenoso, despedite. Por el contrario, si su felicidad acompaña a la tuya, y la tuya, a la suya, todo va sobre ruedas. Si su sonrisa es un viaje de ida, si una vez que la viste no haces otra cosa que querer volverla a ver y no podes estar otro instante sin reírte con ella porque el tiempo pasa y vos seguis recordándola y disfrutando en soledad de este viaje, ay amigo mío, vas por el buen camino.

Dejá que su piel te atraiga, que vos fluyas en ella dejándola ser, acariciala como se toca el agua, lento, creyendo que nunca va a volver hasta que te encontrás de nuevo con la misma curva curva, la misma cosquilla y con la misma sonrisa que tanto te lleva.

Dejá que sus manos te guíen descubriendo sus secretos, dejá que te mire, dejá que te enseñe y dejate aprender.

Soltá todo prejuicio, todo tabú y entregate al amar, a tu amado, a tu amada; dejala ser en vos y sé vos en ella, sepárense y juntense con mas fuerza que nadie ni nada los pueda afectar.

Buscá refugio en ella y que ella sepa que la querés proteger, busca su sonrisa, su mirada; buscala en tus sueños y separate de ella para que, cuando se crucen en la realidad no la quieras soltar mas y, principalmente, busca el Amor. Siempre te encuentra antes que vos a él y sin que te des cuenta tus noches se irán en el intento de imitar su imagen con palabras, buscándola en todas las letras y esperando que llegue el momento en el que se vuelvan a ver para poder viajar un poco.