Ven tabernero, tráeme otra botella. ¿No ves mi sonrisa esta noche? ¡Tengo una cosa que celebrar!
Esta noche mis labios no tienen un rictus amargo. Mis ojos no se arrasan en lágrimas esta noche.
Ven tabernero, tráeme otra botella y brinda conmigo que tengo algo que celebrar.
¿No oyes mi risa en lugar de mi llanto? No ves que me arreglé esta noche, ¿qué te parece mi traje de fiesta? ¡Brillante como mi corazón esta noche!
Mira, ¡me puse tacones! Y pinté mi boca de rojo.
No hagas caso del rímel corrido ni del pelo mesado, revuelto. No es desesperación, ¡es alegría!
Él ha vuelto, tabernero, tráeme otra botella. Quizá venga a por mí. Quizá esté arrepentido. Quizá me echara de menos. Quizá ha decidido acabar con mi agonía.
Tráeme otra botella tabernero porque no vino a por mí. Y he decidido buscar, en el fondo de esa botella y de muchas más después, el olvido y la paz.
CirKº ·.
Excelente, Luisa!! El leitmotiv va llevando al lector con un muy buen ritmo y profundidad! Saludos!
Paul Larios
Muy buen relato. Me hizo reflexionar mucho de mi pasado.
—Y cuando se termine la botella, no se si mis penas o mi dignidad se habrán ido.
Lisbeth Vargas
Excelente escrito, bien pensado, bien redactado y contundente. Es una buena descripción de alguien a quien le han roto el corazón. Saludos!
Luisa Vázquez
Gracias!!😘😘
February 11, 2020, 21:18
Gracias por leer!
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