anaika-guillermo1571925832 Anaika Guillermo

Una historia de amor, donde ambas chicas no saben que un destino las puede juntar, siendo polos opuestos, viviendo lejos una de la otra... ¿el amor ganará para las dos? ¿será que el amor es tan fuerte como dicen? ¿superarán la distancia con esas ganas tan grandes de amarse? ¿Qué es lo que pasará con ellas?


LGBT+ Todo público.

#amor #romance #lgbt #distancia #drama #romantico #parejadechicas
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CAPITULO 1

Jared

  • Despertarme a las 5:30 de la mañana.
  • Ser más ordenada y organizada.
  • Beber menos alcohol y salir dos veces por mes.
  • Asistir a todas las clases de la universidad.
  • Intentar estar como máximo dos horas en el Internet.
  • Dejar de ver netflix.
  • Hacer menos fiesta en mi departamento.
  • Hablar con mis padres diariamente.

Ahí va mi lista de metas o al menos cosas que debía haberlas hecho en este mes, típico de enero, donde quieres empezar el año con el pie derecho, intentando poder lograr metas de años anteriores, menudo lío. Ya sé, por si leen mi lista, esa debe ser mis responsabilidades y una que otras cosas ser parte de mi carácter como diría mi madre.

Intento abrir mis ojos, este enero se me fue en un abrir y cerrar de ojos, bueno aún falta una semana para que se acabe este bendito mes amarillo. Mi nariz no capta aromas ligeros, solo el olor del whisky y el vodka. Qué esperaban, es fin de semana, al menos eso lo creo, no tengo noción de que día es hoy, pero me la estoy pasando súper bien.

Mi celular empieza a sonar con tono de llamada entrante, casi no oigo bien, creo que está en el desastre que está en el sofá dentro de mi habitación, si mi madre estuviera aquí, me diría, ¨Jared, ¿no tienes un armario para poner toda esa ropa ahí? ¨luego me haría esa mirada matadora que tienen las mamás, esos ojos donde te ven y te paralizas justo antes de hacer una travesurilla porque sabes que si lo haces acabarás súper mal.

Trato de encontrar mi celular, pantalones tirados en la cama, luego siguen los polerones, uno que otro polo o blusas, la ropa que usé el día de ayer, antes de este desmadre, si mi habitación esta así no me imagino como estará el resto de mi departamento.

Tomo mi celular rápidamente antes que el tono deja de sonar, veo en la pantalla y es mi mamá llamándome, sin pensarlo solo deslizo el icono verde de teléfono para contestar.

-Buenos días mamá, estaba ordenando mi departamento, por eso no pude contestarte, tenía la música súper alta.

- ¿Buenos días Jared? ¿Te has fijado la hora que es? música súper alta, mentiras que siempre dices.

Oigo su risa que se lleva el premio en sarcasmo, mierda no me había fijado en la hora, suele pasar eso de tomar tu móvil y no fijarte en la hora, y ahora mi mamá está aquí con el tono de ley autoridad, creo que los efectos del alcohol aún siguen en mí, me pondré calma y que esté todo bajo control.

-Como podría fijarme en la hora mamá, si ya sabes el tiempo se pasa volando cuando ordenas las cosas y la música, me dejé llevar por la emoción de limpiar mamá. - trato de reírme para disimular los mililitros de alcohol que me quedan en la sangre y mi nerviosismo por ser descubierta.

- ¿El tiempo se pasa volando limpiando y ordenando o tomando y de fiesta? Sé muy bien lo que hiciste en tu departamento, venirme a mí con mentiras Jared, ¿creías que no me iba a enterar? Doña Ramona del tercer piso se estuvo quejando de ti, no sabes la vergüenza que siento, vives en el piso 10 Jared, ¿Qué desastre has estado haciendo para que se escuche hasta el tercer piso? Pero ya conversarás con tu papá.

-mamá no es cierto, Doña Ramona es muy chismosa y exagerada, si hice una pequeña reunión, ya sabes con los amigos que ya conoces, los de siempre, estaba Paty, Alfredo, Sofie, Octa y Mass. –digo Mass entre dientes e incomodidad después de recordarme un pequeño episodio de la noche anterior.

-Definitivamente lo de grosera nadie te lo quita en serio, ¿decirle eso a Doña Ramona? ¿Mass? Sí que no sabes ni creerte tus propias mentiras, él fue quien me confirmó de tu gran fiesta, hasta tu novio se queja conmigo, sí que te estás pasando de la raya, que venga tu papá de viaje y conversarás con él, tal vez te llame en el transcurso del día, no importa lo que le digas porque ya está enterado de todo, también hablo con Mass, así que ya estas avisada.

No pude decirle nada a mi madre, estaba regañándome y gritándome por el celular, ojalá haya estado en casa cuando hacia esa llamada, no me imagino la gente que está a su alrededor mirándola en la calle. Encima que me vengo a enterar que Mass le dijo sobre mi fiesta a mis padres, ¿pero qué carajos tiene en la cabeza? No somos nada, y ahora que recuerdo, se andaba quejando anoche del porque no estaba a solas con él, ni siquiera es mi novio, claro salimos, pero es por mi mamá, cree que es un buen muchacho, que por ser un Pietro es que me vaya a ganar la lotería si me caso con él, para colmo nuestros padres son socios en una de las empresas que fundaron juntos, así que no puedo hacer nada. Pero va a ver, le haré pisar tierra, Mass es quien se pasó de la raya y rompió mis límites.

Me pongo de pie, aunque la cama me dice a gritos que siga durmiendo para recuperarme de una resaca que se me aproxima, me dirijo hacia mi balcón que da hacia mi sala principal, cada que me acerco puedo ver papeles que están colgados en el candelabro de mi sala, al menos está segura, cuando pongo mi vista abajo puedo darme cuenta que no fué sólo una simple reunión, bajo las escaleras, escalón por escalón, estas pantuflas que me compré hace días me quiere hacer caer cada que trato de acelerar mis pasos.

Botellas de ron, whisky, vodka, pisco y hasta botellitas de cerveza, ahora ya entiendo porque estoy así, mi celular no para de vibrar por todas las notificaciones que se me almacenaron, me fijo en mi reloj, ya van a ser casi las dos, quito las cortinas de las mamparas que dan hacia el balcón para la ciudad, y me hallo encontrándome con mi piscina que también está hecha un desastre, si mi mamá llegara ahorita seria el total calvario para mí, ordenar todo esto me tomara más de dos días.

Mi cabeza empieza a doler así que voy hacia el bar de mi sala, me sirvo un shot de tequila, siento como me quema la garganta y luego me preparo un whisky súper frío, enciendo el aire acondicionado, me hecho en el sofá, ya es momento de ver todo lo que pasó en mi celular.

Al desbloquear mi celular veo que tengo exactamente 5 llamadas perdidas de mi mamá, con razón no me creía la mentira, él que le sigue es Octavio con 2 llamadas, luego esta Sofie con una llamada perdida a las 7 de la mañana y al final por supuesto que Mass con sus 35 llamadas intensas a mi móvil. Pongo mi vista a las notificaciones, me llama la atención los 30 mensajes de Mass, casi todas con las mismas palabras ‘’contéstame ahora mismo’’. Luego me voy a WhatsApp antes de esto, me tomo todo el vaso de whisky de tiro al tratar de calmarme y darme cuenta que quizás estaba muy tomada para no reaccionar muy fuerte con él. Mensajes y llamadas de Mass, cuando observo bien, resulta que si le había respondido a su mensaje amenazador de que avisaría a mis padres con un ¨has lo que quieras no me importas tú, ni tampoco lo que hagas¨, sigo sin entender como alguien no puede ser capaz de entender un sencillo no, él quería que estemos a solas, sé muy bien sus artimañas, y por no permitirle el capricho reaccionó de una manera tan infantil. También había algunos números que no conozco preguntándome que en que piso estaba ubicado mi departamento, ojeo en estados de WhatsApp una que otras fotos o videos de la fiesta que hice anoche. Ahora paso a seguir en Instagram, la misma cosa, estados y más estados donde me mencionaban, no quiero ver los mensajes en directo que tengo, Facebook de tal manera, la próxima vez que consuma alcohol, le diré adiós a mi celular.

Me sirvo otro trago de whisky, al final decidí que en vez de comprarme los nuevos zapatos que tanto quería, optaré por esperar una semana más y pagar para que hagan una limpieza total de mi departamento, entre tanto me pongo a eliminar una que otras fotos, a responder mensajes a mis amigos, recibiendo mensajes de que la fiesta estuvo muy buena. Existían mensajes donde tenía que alistarme para las 11 de la noche que era sábado y que tocaba que salir de fiesta por las discotecas de Miraflores.

Decido enviar un mensaje a Mass, ¨te pasaste con lo de mis padres, en fin, guapo déjame en paz, saludos¨. Subo a mi habitación, trato de ordenarla, enciendo el equipo de sonido, tomo mi celular y pongo ¨hold the line¨ conectando a un parlante en mi habitación, mi estómago se sentía medio vacío, así que pido algo ligero, tomo mi celular para hacer el pedido correspondiente por una app de deliverys, elijo por la pantalla, un jugo de sandía con chía y un sándwich de pollo, lo pido en una cafetería que esta en este distrito, según esta app llegara en 20 minutos, aprovecharé el tiempo.

Como siempre el tiempo no se llevará bien conmigo, ni hoy ni nunca, todo se me fue en un abrir y cerrar de ojos, sólo pude ordenar mi cama. Pongo mis ojos en dirección al reloj que va colgando desde el fondo de mi habitación y me doy cuenta que pasó una hora, suena el interfono llamándome.

Rodo el encargado del edificio me pregunta amablemente por si había hecho el pedido, así que le confirmo y sonriendo me avisa que lo traerá hasta mi departamento. Rodo es un anciano amable y muy confiable, me entendía bien al menos eso parece siempre que nos damos una pequeña conversación.

Toc toc, la puerta principal suena, Rodo es de los que me enseñaron a hacer las cosas con los 5 sentidos, siempre dice que ahí está el alma y la esencia de uno, incluso hasta para tocar es mejor el tacto que un timbre superficial, aparte que la mayoría de los timbres tienen un sonido desagradable.

-Señorita Montalbán, buenas tardes, ¿Cómo le fue en la fiesta de ayer? ¿se ha divertido? -me mira como si fuera mi cómplice sonriéndome.

-Buenas tardes Don Rodo, claro que sí, aunque no me fue tan bien ya que Doña Ramona se quejó con mi mamá. -pongo mis ojos en blanco mirado hacia arriba.

-Ya sabe cómo es, debería de invitarla a una de sus fiestas. -me guiña un ojo. - a ver si se pone de buen humor, como alguien tan guapa, puede tener un mal carácter. - le brillan un poco los ojos así que disimula sonriendo mientras mueve la cabeza. Ahora entiendo, a Rodo le gusta Doña Ramona.

-Ehhhhhh, Don Rodo. - le digo de una manera picara y algo burlona. - parece que le gusta Doña Ramona ¿verdad? Mire lo que esconde, pilluelo.

Don Rodo se pone colorado, es obvio que esta avergonzado, así que me entrega mi pedido, y pone su dedo en su boca haciendo un gesto de silencio no le digas a nadie y sonriendo se dirige al ascensor que lo llevará de vuelta abajo.

Cierro mi puerta, pongo mi pedido sobre el centro de mesa que está en mi sala, saco el sándwich y le doy una mordida, vaya que, si está en su punto, ni muy frío ni muy caliente tal y como me gusta, luego doy un sorbo de mi jugo de sandía, también está en su punto, no está muy dulce y todo parece estar refrescante en mi estómago. Aun no puedo creer que a Don Rodo le guste alguien como Doña Ramona, es una señora muy conservada, me imagino que cuando tenía mi edad era de las pelirrojas inalcanzables y correctas que era muy difícil de conquistar, peor aún con ese carácter que tiene, ¿se habrá divertido? ¿se habrá embriagado alguna vez? Me hecho a reír, vaya pareja que me monto en mi imaginación.

Don Rodo y Doña Ramona tomados de la mano como dos enamorados, puedo imaginarme así a Don Rodo, es italiano y tiene 65 años aunque parece de alguien de 48, lleva una vida saludable, aparte que esos ojos azules que se maneja, es alto, esos señores elegantes y ricachones, vive aquí en Perú hace 3 años, se casó con el amor de su vida, Nicoletta, como él cuenta, la conoció a orillas de la playa Monterosso cuando estaba de vacaciones con su familia, que se enamoró desde que la vio y que ha sido dueña de su corazón desde que tenía los 15, eso lo puedo notar ya que le brillaban los ojos cuando me contaba su gran historia de amor, Ay mi Nicoletta, mitad de mi vida, de mi alma y mi corazón. Mi vida puede llamarse vida porque viví muchos años con ella, yo sé que ella está en cielo y ella es el ángel más bello. Los italianos siempre teniendo el romance corriendo por su sangre. Ahora me imagino a alguien como Doña Ramona, de seguro se maneja unos 48 años, eso al menos le calculo, aunque su personalidad parece de alguien de 70, tan antipática, grisácea, amargada, pero como dijo Rodo, guapa. Pensándolo bien, harían una buena pareja, ambos guapos y mayores, el romance combinaría muy bien con la vida de Doña Ramona.

Ordeno toda mi basura en una bolsa, quizás no toda la basura de mi departamento, pero si la que está en mi mesa de centro. Todo es un caos, si la resaca sería una imagen, creo que sería mi departamento.

La música dejó de sonar, eso quiere decir que alguien me está llamando, ojalá no sea Mass, observo la pantalla de mi móvil y no es Mass, sino Octa, no quiero contestar, así que solo ignoro su llamada hasta que vuelva a sonar la música. Pero al parecer no entendió mi mensaje, así que Octa es tan terco que vuelve a llamarme y ahora tengo que contestarle.

-Jareeeeeed. -emite un sonido juguetón y a la vez de vieja chismosa. - hasta que por fin te haces la digna y contestas, de seguro tu departamento está patas arriba. ¿verdad?

-Octaaaa. -respondo con el mismo tono que me habló, siempre jugueteamos así, es mi mejor amigo. - claro que sí estúpido, me dejaron el departamento como la casa del mismísimo shrek, ¿a qué hora se fueron?

-jajajaja el mismísimo shrek, te pasas. -se burla de mí. - yo me fui a las 5 de la mañana, estabas incontrolable y ni que decir de tu pelea con Mass, no entiendo porque sales con él, ah, obviamente no te acuerdas de nada o ¿sí?

Me quedo en silencio, sinceramente no recuerdo por completo, solo pequeños fragmentos, uno era donde estaba haciendo las compras de todo tipo de licor, llegamos a mi edificio, Rodo sonriéndonos, entramos al ascensor, reggaetón antiguo de fondo, los primeros shots, luego se hace todo borroso, hay pequeñas partes donde discuto con Mass, otras donde bailo con mis amigas, otras donde otra vez me dicen shot shot, otra donde estoy poniendo la música y luego despierto en mi cama, así que no tengo idea de lo que hice.

-Vaya que no te acuerdas Jared, lo puedo detectar por tu silencio, todo iba bien, yo te decía que no mezclaras los alcoholes, a eso de las 7 vino ese amigo guapo de Mass acompañándolo, también vino la prima sensual de Sofi, luego discutías con Mass y lo botaste de tu departamento literal, después nos visitó tu vecina la vieja cascarrabias y me mandaste a decirle que no eran horas de visita, al final dijiste que podías hacer lo que quieras cuando quieras, agarraste tu celular, me pediste que te ayudara a entrar a paginas lgbt, me sorprendí mucho.

-Ya entiendo a lo de la vecina Ramona, se quejó con mi mamá ¿puedes creerlo? Detesto a Mass, ¿Paginas lgbt? ¿Qué hice? No me digas que proyecte un vídeo de adultos o algo raro, Octavioooo debiste cuidarme. – le reclamo.

-Si lo creo porque me lo dijo, en lo de Mass yo también lo detesto y no somos los únicos. Sí paginas lgtb, se supone que yo debería inducirte a eso por ser parte del gremio, pero tu buscaste páginas de Facebook e Instagram donde comentaste que querías conocer a una chica o alguien, creo que no es nada grave. - su voz es de sorprendido con lo que busqué y escribí.

-No puede ser, no me acuerdo que hice eso, ¿Cómo que buscaba una chica?

-Sí, buscabas una chica, incluso veías uno que otro perfil calificando del 1 al 10, ¿no te llegó nadie eh?

-No me he fijado en eso, no vi mis mensajes solicitados, ¿Cómo que calificaba a las chicas?

-Sí, mi radar Bisexual me decía en el fondo que eras de mi club. - se burla más emocionado como si hubiera descubierto algo nuevo.

Ahora recuerdo un poco, claro que eso ocurrió, pero no entiendo porque, fué como un instinto que se guardaba dentro de mí, Octavio estaba a mi lado diciendo a quien podría hablar y a quien no, que si era alguien fake o alguien real.

-No te burles de mi Octavio Romero. -lo llamo con apellido y todo para demostrarle que si me enoja al burlarse de mí.

-Jared cálmate, ¿Quién sabe ahí está tu verdadero amor? ¡pero ya! Me calmo, para que no te enojes, paso por ti a las 10 y media o quizás once de la noche, ya sabes cómo es el tráfico, nos vemos, quiero verte bien sexy como siempre, besitos. - me corta la llamada haciendo sonidos con sus labios.

Me quedo pensativa por un momento en lo que me acaba de contar, miro la hora son casi las 7 de la noche, tengo tiempo para alistarme, ingreso a mi Facebook, pero no hay nada en mi búsqueda ni en mi registro de actividad. Ingreso a mi cuenta de Instagram y encuentro en mi búsqueda muchas páginas al respecto, mi solicitud de mensajes es de 35, sigo en estado de shock. Otra vez ingreso a Instagram y es 38 la solicitud de mensajes, abro la bandeja, encuentro muchos nombres, bajo las opciones, la mayoría es de personas que solo mandan la palabra chat hot, otros con un Hola que hermosa estás, sigo subiendo y el primer mensaje, ¨Hola vi tu comentario, podemos hablar si gustas…¨, me llama la atención, ingreso a su perfil, es una chica guapa con lentes, pero es guapa, su foto me gusta más, es como si destacaría entre las demás.




Ivonne

La alarma empezó a sonar, tomé mi celular, con mis ojos medio dormidos observo las luces de la calle iluminando mi habitación, bajo mis cortinas se esconde un cielo gris que llevaba llorando toda la semana, se oye tan bajito una lluvia que al parecer se quedó con la manía de caer.

Me siento en mi cama, me froto los ojos, termino de bostezar, me hago una cola de caballo para poder arreglarme antes de ir a la secundaria. A lo lejos de mi cama, observo mi pequeña pizarra donde tengo anotadas y organizadas los quehaceres del día.

  • Preparar el almuerzo para todos.
  • Ir a la secundaria a las 9 a.m.
  • Ordenar los documentos del profesor Hanks.
  • Comprar libros de ciencia.
  • Comprar artículos para organizarme.
  • Ir a la panadería.

Me levanto, apenas son las 5 y media de la mañana, mis pantuflas en forma de cerditos me abrigan los pies, ordeno mi cama al despertar, muchas encuestas dicen que si tienes ese hábito te será más fácil llegar a hacer las cosas que quieres, el orden es uno de mis fieles amigos.

Me dirijo hacia el baño, abro el caño entre tanto espero a que el agua esté a temperatura perfecta, pongo una canción en modo aleatorio, me lavo mi cara mientras tarareo la canción, por segundos me pierdo en el espejo, estos últimos días mi vida han cambiado.

Mudarme a otro país, dejar mis amigos, mis vecinos, la gente que me conoce, mi pequeño pueblo que me sé de memoria perfectamente. No es lo mismo hablar por vídeo llamadas con mis amigas, a verlas diariamente al salir de mi casa y dar vueltas por la plaza, lo único que me hace sentir feliz es que estoy con mi hermano Abisay, él me entiende, se esfuerza para que me adapte a esta ciudad, a este país, pero empezando desde la comida no es lo mismo, extraño lo picante, todo aquí es insípido y sin sabor. No entender mucho de lo que hablan, no sé si a veces hablan mal de mí o tal vez lo genial que me ven hasta quizás no hable de mí y solo son suposiciones mías. Mi mente esta en modo maquinita de recuerdos, una lagrimita se me escapa, así que vuelvo a echarme agua a la cara, suspirando profundamente. ¡Ánimos Ivonne! Me hago barras dentro de mí misma.

Entre tanto, oigo un ruido en la puerta, toc toc, alguien susurra muy bajito ¿Ivonne estas despierta?, así que rápidamente corro a abrirle la puerta.

-Buenos días Abisay. -le doy un abrazo fuerte.

-Buenos días hermanita, pensé que seguías durmiendo y no quería despertarte.

-Desperté hace 20 minutos creo, ahora bajo para hacer el almuerzo sino me haré tarde.

-Hermanita no te preocupes, hoy me tomaré el día libre, cocinaré yo, es más, si te parece buena idea, puedo pasar por ti a la secundaria y te llevo a un lugar que me gusta mucho.

-Es una idea excelente, entonces puedo demorarme en cambiar. - sonrío mientras doy pequeños brincos. -gracias por hacernos el almuerzo, te quiero Abisay.

-Yo también, así que anda ponte guapa, pero no tanto, que me voy a poner celoso de cualquier fulano que te hecha el ojo eh.

Veo a Abisay que se va con dirección a la cocina, la idea de ir al lugar que le gusta mucho me emociona, después de tener días monótonos y grises, ahora puedo conocer algún lugar de esta ciudad monocroma, sé que Abisay trata de hacer que me adapte a esta nueva vida, a este clima, éstas comidas, me sentiría más mal y seria todo más duro y pesado si Abisay no estaría acá.

Abisay es el hermano mayor de los tres, luego José Luis y la pequeña soy yo, bueno ni tanto. Lo admiro mucho, de cómo se vino a vivir aquí, de cómo fue muy valiente al decirle a mi papá sobre en verdad quien es, el coraje que tiene al hacer sus sueños realidad, le gusta el arte, las músicas medias antiguas, creo que le apasiona la fotografía y a mí también. Es muy afectuoso, siempre sonríe y es risueño, tengo más confianza con él, me hace sentir en casa y hace de todo por contentarme.

Pongo una canción para sentirme más aminada, tomo mi iPhone, modo aleatorio, sale una de Coldplay, me fijo en el reloj y es hora de alistarme para ir a clases, no me esfuerzo tanto porque hace frío, unos jeans, unas botas, una blusa, una casaca de cuero y una bufanda para no pescar un resfriado. Hoy no me siento la típica chica que quiere pasarse una hora arreglándose, ni maquillándose tanto, nada mejor que lo natural para el frío, base de maquillaje, algo de delineador en los ojos, un labial de tono muy bajo, sin olvidarme de ponerme los lentes.

Agarro mi mochila, compruebo que llevo todos mis cuadernos y los materiales, guardo la lista de mis deberes del día en un bolsillo pequeño de mi mochila, mi celular, mis auriculares y listo, será un día más alegre para mí. Me apresuro a la cocina, meto en mi mochila el almuerzo que Abisay me preparó y hay una nota doblada encima, no la leo porque estoy apurada, así que salgo corriendo para alcanzar el autobús.

Las calles están mojadas, las pequeñas gotas de lluvia caen sobre mi cara, algunas luces están encendidas porque todo es algo oscuro aquí, de lejos observo que el paradero del autobús está vacío, pero mientras más me acerco observo que hay una señora y otra chica como yo. Eso de esperar el autobús es incómodo, cruzas la mirada con personas que no conoces y es incómodo porque te ven de pies a cabeza y un silencio lleno de tensión.

Me siento en la parte derecha del autobús, a estas horas siempre está vacío, quizás porque no hay tantas personas aquí y porque la mayoría va en coche, de hecho, yo también, Abisay me deja en la secundaria antes de ir a su trabajo, pero como hoy tiene el día libre, tengo que ir en autobús. Desbloqueo mi IPhone, cambio de canción y es una media melancólica, siento que estoy en un video musical triste, todo a mi alrededor combina con esta canción. Ingreso a WhatsApp y observo mensajes de mis amigas, te extraño flaca, yo también las extraño. Ingreso a mi cuenta de Instagram, me respondieron dos amigas a las que conocí por un grupo lgbt, no me llama ninguna la atención, así que prefiero no responder sus mensajes, ingreso al grupo por si hay alguien que me llame la atención para hablarle, no es que busque novia, quizás solo alguien con quien conversar. Observo un comentario, Hola, ¿alguna princesa con quien hablar? Y finaliza su comentario con un corazón, lo hizo hace dos horas y tiene 10 me gusta. ¿será alguien interesante? Me meto a su cuenta, pero es privada, por su foto de perfil, juzgo que, si es muy guapa, debe de tener mi edad, su cara dice que sí. Lo pienso un segundo y estoy segura de mandarle un mensaje, pero ¿Cómo?, debe tener más chicas que le hablen y por su foto de perfil es una chica fresa ¿algo que llame su atención? Ya lo tengo, enviaré su propio comentario, mis dedos empiezan a escribir Hola vi tu comentario, podemos hablar si gustas… observo el mensaje, alzo mi vista por un instante y ya estoy cerca de la secundaria, toco el icono de enviar.

Me emociona esta nueva chica, a la que tuve agallas de escribirle, ¿de dónde será? ¿es de Latino-américa? Habla español eso está claro. ¿será de mi país? ¿me responderá? ¿me hará caso? Tal vez este hablando con más chicas.

Me siento en mi pupitre, ordeno mi mochila, saco la lista de deberes y lo pongo en el bolsillo de mi polera, saco también la nota que me dejó Abisay, Que tengas un grandioso día hermanita, provecho, espero y te guste, te quiero. Cierro la mochila y la pongo al lado de mi pupitre en el suelo, me vibra el celular, son notificaciones, pero ninguno es de la chica misteriosa.

Alguien me saluda por atrás Ivonne, le digo hola sonriendo, es Debby, una amiga que hice hace unos días ya que no hablaba con nadie, después se acerca Penny y hace lo mismo, también la conocí el mismo día que a Debby.

Debby es de cuba, cabello rizado y dorado, una supergirl, como dirían todos, Penny es asiática, un cuerpo de atleta y delicado, ambas son buenas conmigo, cosas que no entiendo me lo explican. Las tres nos cuidamos, pero también esta Rulo, pero estos dos días no vino porque está enfermo.

El profesor Hanks ingresa por la puerta saludando a todos, Debby se sienta a mi lado y Penny al otro, me pongo de pie, lo saludo y me dirijo a la oficina del profesor Hanks, saco los documentos que pidió para la clase, matemáticas, matemáticas, matemáticas.

Llevo los documentos al salón, los entrego, el profesor Hanks, me recibe alegre como si estuviera satisfecho con mi ayuda, muy bien señorita Iyacomini, tome asiento.

Tomo asiento, saco la hoja de deberes y tacho los dos primeros deberes, otra vez observo mi celular y no hay notificación alguna que me llame la atención. Me concentro en las clases y en la práctica sorpresa que nos dejó el profesor Hanks, sé que todos me deben estar mirando mal, pero al ver la practica esta sencilla, incluso repite dos problemas de la tarea pasada, ¿será que el profesor Hanks no se dio cuenta de ello?

Mi mañana ha sido buena, añadí a mi lista de deberes que saldré de paseo con Abisay, el examen me ha ido de maravilla, el ensayo de literatura que entregué ha obtenido buena calificación, en el receso platique con otra chica del grupo, pero no hay noticias de la chica misteriosa, Debby y Penny me han preguntado qué porque estoy al pendiente de mi celular, más que de costumbre, solo sonrío. La nota de Abisay me ha servido porque he tenido un grandioso día.

Al terminar las clases, como me dijo Abisay, estaba esperando afuera de la secundaria con su auto, nos fuimos a la panadería, compramos café, unos pastelitos y panes, otras cosas que tacho de mi lista de deberes. Abisay puso una radio donde salían canciones bonitas, no me quería decir hacia dónde vamos, pero que el lugar era uno de sus escondites y quería que también fuera el mío. El sol había salido un poco a alumbrarnos, así que el paisaje se veía de maravilla, las gotas de lluvia hacían más intenso los colores de las flores y las hierbas que rodeaban la carretera, después de 8 canciones llegamos a un pequeño pueblo. Es hermoso todo aquí, es un estilo italiano antiguo, casas de colores, flores y jardines a su alrededor, las pistas delgadas y unas veredas de piedra gruesa que le daban elegancia al lugar, sin duda es un trozo de Italia en estados unidos. Mi hermano se adentra más al pueblecito, aún hay cobertura aquí, se estaciona por un jardín de flores moradas y blancas, hay un banquito para poder sentarnos.

-Bien hermanita, ya llegamos, ¿Qué te parece mi escondite?

-Abisay me encanta, es muy bonito, todo es bonito, las casas, las flores, el olor a humedad. - yo aspiro profundamente. - es una pequeña Italia.

-Claro que sí, y la lluvia ha servido de que se vea más bonita, ven sentémonos aquí. -saca el café y los pastelitos y me guía hacia el asiento.

Nos sentamos, viendo todo, me llega una notificación, la miro y es el cumpleaños de alguien en Facebook, no le doy interés, solo quiero una notificación y no me llega.

-Pareces distraída, ¿te pasa algo? - me mira Abisay confundido.

-No para nada, son cosas mías, esto distraída por este bonito lugar. -le sonrió.

-No te acostumbras ¿verdad? Sé que es duro dejar todo, pero creo que es lo mejor, aparte ya puedo cuidar de ti, tomará tiempo, pero te acostumbrarás.

-Si claro que sí y eso me pone feliz.

Quisiera decirle que quiero volver a México, pero no puedo, se sentiría mal, hasta pensaría que no me siento bien con él, y se esfuerza por hacerme sentir bien en este lugar tan desconocido. Nos pasamos todo el tiempo riendo, me cuenta sobre unos compañeros de su trabajo, me hace chistes y muecas, pasamos burlándonos. Nos terminamos los pastelitos, veo la hora y serán casi las 8 de la tarde, que rápido ha pasado el tiempo, Abisay esta entretenido e su celular, creo que habla con su novio, por las caras que hace puedo deducirlo.

-Ya es hora de irnos, empezará a hacer más frío por aquí, no quiero que nos congelemos. - se frota las manos tratando de calentarlas ya que los guantes no son suficientes.

Lo sigo al auto, nos subimos, pone el calentador, enciende la radio, observo de lejos como se hace gris otra vez, pero los colores de la naturaleza siguen ahí, la música me hace caer poco a poco en sueño. Me quedo dormida por 10 minutos que parecen ser largos, sueño que estoy en una plaza, observando las flores, jugando con un perrito, esperando a alguien y cuando estoy a punto de ver a quien espero me despierto de golpe, el sonido del claxon de otro auto me despierta. La lluvia ha empezado otra vez a caer, saco la nota que tengo en el bolsillo de mi polera, aun me faltan hacer mis deberes del día.

-Aby, ¿te parece si vamos un rato a una librería? Necesito comprar unas cosas que me faltan.

-Claro que sí, gracias por mencionar la palabra librería, necesito un archivador.

Fuimos a la librería, tomé lo que necesitaba al igual que Aby, cada vez hacia más frío, compramos pizza para cenar y luego fuimos a casa.

Ordené todas mis cosas y deje los quehaceres de hoy para mañana, solo este día lo dejo porque fui de paseo con Aby y valió la pena. Enchufé el cargador de mi IPhone y lo puse a cargar, ninguna notificación ni noticias de la chica misteriosa.

Ingreso al chat, pero tampoco me ha dejado en visto, quiere decir que no ve mi mensaje aún, ya ha pasado todo este día y nada. Comemos pizza, preparamos chocolate caliente también. Después de cenar me voy a tomar un baño caliente, me hago la limpieza nocturna y me abrigo lo más que pueda. Aby puso una película era sobre la guerra y una familia que intenta sobrevivir en el holocausto, me quedo dormida en el sillón abrigada por una colcha.

Mi celular vibraba y vibraba, soñaba que alguien me hacía cosquillas y me desperté, observo la hora, son casi las 2 de la mañana, notificaciones nuevas, entre mis ojos dormidos, camino lentamente hacia mi habitación, me siento muy cansada. Me acuesto en mi cama, me abrigo con las cobijas, en mi mente se aparece una idea de echar un último ojo al celular, así que lo desbloqueo, observo mi bandeja de chats, una de ellas es la foto de la chica misteriosa y al lado de ella lleva escrito: Hola, mucho gusto, ¿Cómo estás?...



24 de Octubre de 2019 a las 17:14 0 Reporte Insertar Seguir historia
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