Tengo dos perros
Uno blanco, el otro negro.
El blanco es flaco, casi esquelético
Y no entiendo el por qué
Come todo lo que encuentra
Y camina de un lado a otro
Sin tregua, sin cansancio.
El negro es gordo como el solo
Siempre está dormitando
Y lo prefiero así
Tranquilo en su rincón
Sin estar asechando.
Hace unos días algo extraño pasó
No sé que fué
Ni por qué sucedió
Pero lo cierto es
Que a mis perros no les gustó.
El blanco corrió por todo el lugar
Y el negro lo siguió a su paso
Estaban furiosos
Aullaban y gruñían
Saltaban y empujaban la puerta para entrar.
Entraron.
Hicieron desastres en la sala
El negro comió los libros
Los pinceles y lápices los tragó enteros
El blanco destrozó el violín, no dejó ni una clavija
Trabé las puertas desde fuera
Logré encerrarlos.
O eso creí.
Los sentí rellozar bajo la puerta
Rasgar y empujar la madera
Pero la puerta no era fuerte
Y salieron tras de mi.
Corrí por toda la estancia
Subí las escaleras con todas mis fuerzas
Entré al dormitorio
Pero me alcanzaron.
No pude cerrar la puerta
El negro se comió mis piernas
Y se echó a dormir en mi estómago
El blanco se comió mis brazos
Planea seguir con mi cabeza.
Aún están enojados
Y no entiendo el por qué.
Gracias por leer!
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