Cuento corto
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Juntos

Una noche fría, corría sola por la calle, no existía nada más que mis pensamientos y yo, carecía de sentido, sin un rumbo fijado, me sentía perdida…

Huía de casa, luego de una discusión horrible con mi pareja, me escapé al frío y no me importó salir con lo puesto y alejarme lo más que pude de aquel lugar …

Alcancé a ver una plaza, con poca lumbre , consideré que era un lugar perfecto para ocultarme de mi corazón descompuesto y con algo de temor me dispuse a cruzar, cortando camino hacia ningún lado.

Ahora todo tiene sentido, me odiaba por todo lo que había pasado hasta aquel entonces y me sentía defraudada, ya que me robó mis agallas y frente a sus ataques no conseguí defenderme, mi cuerpo comenzaba a abandonarme, mutando de negro a azul .

No recuerdo cuanto tiempo caminé, tampoco sabía donde estaba, mi casa había quedado en el olvido hace varias cuadras.

No podía parar, pero el frío, mi cuerpo caliente y las lágrimas me obligaron.

Justo en el centro de la plaza, había un banco de cemento, helado por el rocio que había comenzado a caer, me acerqué y ahí dejé que todo mi peso se deposite…

Rendida, mi cuerpo comenzó a doler , pero era un dolor que jamás había sufrido, se sentía como si una piedra gigante me estuviera aplastando…

En plena soledad, empecé a llorar…el viento comenzó a soplar, me recosté sobre el banco y contemple las estrellas… se veían tan lejanas y yo quería poder alcanzarlas o por lo menos transportarme hacia otro mundo.

Las horas pasaban y yo seguía tendida tratando de recuperar fuerzas, debía continuar con mi escape o volver, pero sus ojos, su rostro y sus manos en mi mente, impedían que lo logre.

Mi cuerpo en reposo, dolía de principio a fin, no era capaz de moverlo siquiera, lo único que parecía certero, era el terror que me provocaba revivir cada escena. Su enojo, los gritos, su presencia y el suelo…

No recuerdo que hice para escapar… debo intentar reponerme y terminar con esto… pero no puedo tengo mucho frio, aunque el calor se escurre en algún punto…

¿Porqué no puedo levantarme? – siento mucho sueño, me pesan los párpados… el viento se posa en mis labios y parece que me lleva.

A lo lejos veo una figura acercarse, es oscura y no la distingo… se le ve una especie de sonrisa…

Me estoy durmiendo, el se acerca…

-¡Auxilio, socorro! – grito el barrendero espantado por lo que observaba, -¡Dios no puede ser! ¿Quién puede atreverse a tanto? – se lamentaba entre sollozos desgarradores…

Eran como las siete de la mañana cuando la encontraron y dieron aviso a la policía.

Su cuerpo estaba desnudo en una banca, alguien la asfixió mientras
se desvanecía.Presentaba una herida en la espalda que dejó un rastro rojo por varias cuadras , su pecho estaba abierto y su corazón fue robado.

Dejaron una nota en la banca: -“Para que aprendas a no escaparte, te amo”-

La hipótesis policial fue crimen pasional, para reconstruir la escena del brutal desenlace siguieron el camino de sangre hasta una casa ubicada a cinco cuadras de allí, cuya puerta estaba abierta de par en par,daba aviso de la brutalidad acontecida y allí lo vieron… el corazón de la joven en el suelo y a su lado el mal encarnado, yacía un hombre morocho ,un metro ochenta aproximado, cubierto de sangre, con su cabeza reventada por un calibre veintidós.

Según un oficial, el se quitó la vida para cubrir el crimen , pero la realidad es que su motivo no fue ese, el asesino se quitó la vida porque tenía una sola misión en su cabeza: “si no era de el , no iba a ser de nadie, ni en la tierra ni en el más allá”.

“Por siempre juntos amor” – nota hallada en el cadáver del asesino, ojalá no la encuentre…




2 de Octubre de 2019 a las 12:00 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

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Angeles Hlinka Soy una mujer que está reescribiendo su propia historia, indagando quien es y quien quiere ser.

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