sheelah Grace

¿Alguna vez has soñado algo totalmente increible y luego al siguiente dia al despertar simplemente lo has olvidado todo?Alisson...una chica del mundo de los ricos y el alto estandar que nunca ha podido socializar de manera normal y se ha mantenido dentro de una burbuja creada por sus padres, ahora se encaminara hacia un mundo nuevo donde descubrira como funciona el mundo en realidad y tambien un oscuro acontecimiento del pasado al cual ella tendra que enfrentarse y conocer lo oscuro y a la vez maravilloso, tal cual como una noche estrellada.


Fantasía Viaje en el tiempo Todo público.

#poesia #misterio #amor #mundoparalelo #altaclase
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PRÓLOGO

*****
Aquella chica levantó la vista hacia su habitación o mejor dicho, lo que había sido su habitación...

Todo estaba completamente vacío a excepción de una pequeña caja,
que llamaba mucho la atención por su elegante presentación y por su color dorado que destellaba sobre aquella tenebrosa habitación creando una paleta de colores dorados gracias al reflejo que producía la poca luz del sol que intrusivamente podía entrar antes de ocultarse por completo. La noche estaba cerca y todo estaba tan tranquilo y en silencio...

Paz...paz...susurró aquella chica lentamente exhalando todo el aire de sus pulmones como si quisiera eliminar cualquier rastro de él. Siempre que jugaba con su respiración, terminaba cerrando sus ojos e intentando no respirar esperando en el fondo quedarse así para siempre. La sensación le parecía de lo más deliciosa, aquel corto momento antes de que su cuerpo reaccionara por la falta de aire. En ese instante podía sentir todo y nada a la vez, era simplemente algo magnífico y mágico.

Una ráfaga de viento que pasó por la ventana abierta de su habitación acarició su rostro, la relajó mientras su cabello se ondeaba suavemente dándole una sensación de paz y tranquilidad. Podía imaginarse siendo parte del viento, fluyendo libremente por todo el espacio siendo invisible pero manifestándose tan claramente que no podía pasar desapercibido.

Tranquilidad, era lo que efectivamente necesitaba en su oscura, fría alma, solitaria y aturdida.

Anhelaba en su corazón gozar de libertad, salir de ese mundo enfrascado que se le había construido para "protegerla". Quizás la habían protegido de todo, de todo menos del dolor. A menudo le gustaba observar el comportamiento de las personas desde la lejanía.
A veces ella pensaba y se preguntaba:
¿Por qué? ¿Por qué al pasar por medio de las ciudades la gente actuaba con tanta superficialidad?

Ella solo podía observar a esos apurados y preocupados transeúntes desde lo lejos, nunca pasando por en medio de ellos y tampoco podía ponerse en sus zapatos.

Ella se preguntaba:

¿Por qué se enfocan tanto en su propia vida tratando de dejar una buena impresión? ¿Por qué poco les importaba la vida de los demás?
Ella había visto cómo la gente ignoraba a ciertas personas a las que consideraban "raras" o "diferentes" o los de clases más bajas. Todos se dividían en grupos y cualquier solitario que estuviera fuera era rechazado. Quizás ella también lo era, solo que nadie ni siquiera podía notar su presencia gracias a que no vivía en sociedad. Le impresionaba la indiferencia de las personas con casi cualquier asunto que no concernía en sus vidas.

Aunque debemos admitir que la mayoría de las veces actuamos con indiferencia a cosas verdaderamente significativas y damos demasiada importancia a lo que los demás ven de nosotros, cosas insignificantes y superficiales.

Ella misma era fiel ejemplo de la superficialidad, de la cual ella había sido obligada a adquirir. Una de las cosas que se preguntaba era si las personas alguna vez se detenían a admirar el amanecer o dejaban su rutina para escuchar el canto de las aves.

¿Se dedicarán a admirar el cielo estrellado y la luna que brilla?

Las personas se dedicaban a verse a través de un espejo buscando defectos que arreglar, poses para resaltar o simplemente se miraban y se decían a sí mismos lo hermosos que se veían.

Ella en cambio prefería ver por una ventana las maravillas de la naturaleza o despertarse solo para ver el amanecer. Con una vida tan forzada lo único que le motivaba era la naturaleza pero por sobretodo el cielo, las estrellas y los planetas. Tenía una obsesión por ellos.
Ahora se encontraba admirando el cielo estrellado...un fascinante espectáculo de estrellas danzantes bajo la luna en medio de la oscuridad, la cual era como un escenario. Finalmente el sol había caído y junto con él su luz cegante dando espacio al espectáculo de las estrellas que no dejarían de verse danzar mientras perdurara la oscuridad. Ellas no pararían de danzar, sin embargo solo se dejarían ver durante la noche cuando ninguna luz cegadora pudiese opacarlas.

Ella desearía haber sido una estrella del cielo, o tal vez haber sido una planta o una hermosa flor, pudo haber sido un gran personaje histórico...sin embargo le tocó ser una chica constantemente vigilada y llena de restricciones...le tocó ser ELLA.
Tan simple como eso, la propia existencia es tan compleja y simple a la vez.

Siempre por alguna extraña razón no se sentía parte del lugar donde estaba, no encajaba con nada. Un sonido despeja sus pensamientos y retorna su mente a la realidad.
Se da la vuelta al escuchar pasos que la sacan de su burbuja de pensamientos abstractos mientras se da cuenta que los pasos se escuchan cada vez más próximos hasta detenerse al frente de su habitación.

-¿Qué tal Stella?

Era su adorada madre.

- Bien. Ya está todo guardado.- lo dice casi en un susurro.

Ella observa la postura intimidante que su madre siempre muestra.

Aquella esplendorosa mujer mira todo su alrededor y detiene su vista en la pequeña caja.

-¿Vas a llevar eso?-dice señalando la caja que se encontraba en una esquina y con una mueca de desprecio en su rostro.

-Sí, tranquila lo llevaré en mis manos esta vez-recordó la última vez que casi pierde aquella caja tan valiosa para ella en su anterior mudanza.

-Muy bien. Te espero abajo, recuerda que en 10 minutos salimos. No te tardes- Stella asintió y observó cómo ella se iba con una sonrisa fría que no reflejaba emoción alguna, la vio desaparecer en la oscuridad y se dio la vuelta mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho y lanzaba un suspiro...

Siempre, tarde o temprano tenía que mudarse de un lugar a otro abandonando todo lo que había llegado a conocer, que no era mucho, claramente. Nunca terminaba por acostumbrarse de la misma situación: el encierro.

Fijó su mirada por última vez en la hermosa vista que ofrecía su ventana: un cielo completamente estrellado, como si las estrellas supieran que era su última noche y desearan deslumbrarla reuniéndose todas y luciendo más resplandecientes que nunca. Ella sonríe ilusa y baja la mirada, se da la vuelta, se agacha para tomar la caja y observarla unos momentos y finalmente se dirige hacia la puerta.
Justo antes de cruzar aquella puerta se detiene un momento y da una última mirada hacia atrás...

<<Adiós a mi hermosa guarida estrellada que me trajo paz y compañía en mi soledad...>>
Piensa mientras sus ojos brillan por el reflejo de la luna.

Gira su cabeza y continúa su camino, una esperanza empieza a nacer en su corazón como una chispa que le da una sensación de calidez y paz...un "buen presentimiento" .

Entonces...sonríe ilusa de nuevo.

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29 de Mayo de 2021 a las 23:22 0 Reporte Insertar Seguir historia
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