Me llamo Jannie, tengo diecisiete años, amo los atardeceres y no por lo anaranjados y brillosos que según muchos suelen ser, sino que después de eso sigue la noche que es mi parte favorita del día.
Cuando el sol se oculta y deja salir tras él, miles y millones de estrellas que brillan tintineando una a una en el amplio cielo. Me gusta, pero hay ciertos días que ese cielo que tanto me encanta no me da ganas de verlo, ¿por qué?
Por qué el recuerdo de lo que me traen no es nada agradable, no me gusta, me hace sentir mal, vacía y sin nadie a mi lado.
Gracias por leer!
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