Cuento corto
0
5.1mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Amor loco



Pawel Pawlokowski, polaco educado en el Reino Unido, sorprendió al mundo con "Ida", una narración perfecta, de relojería, rodada en blanco y negro, 80 minutos concisos y con un final abierto en la  que no sobra un plano. 


Pawlikowski empezó rodando documentales antes de filmar  sus dos primeros largometrajes. "Ida" apareció de la nada para arrarsar en los círculos del cine de autor, de Arte y Ensayo y ganar una miríada de premios, incluyendo el Oscar a la mejor película extranjera. 


El director polaco tenía el listón muy alto. "Cold War"  ha vuelto a arrasar en el restringido círculo del cine con pretensiones artísticas. La película ganó el Premio a la Mejor Dirección en el pasado Festival de Cannes. 


El gran escritor argentino Jorge Luis Borges escribió que el número de historias posibles que se pueden contar son apenas un puñado y todo lo demás son variantes. "Cold War" empieza recordando a la mítica "Casablanca", pero la película pronto encuentra otro camino. 


El film comienza en el Gris de la Polonia de 1949, en plena sovietización del país. Dos directores artísticos se van a trasladar a una región rural  del este para grabar música popular y localizar talentos en éste formato "folk", la ancestral alma eslava campesina. 


Uno de estos dos buscadores de talento es un hombre refinado, elegante, con inquietudes artísticas propias. Entre ellos está un comisario político fisgando en las vidas de los otros. 


Este primer tramo de la película muestra  la capacidad de Pawlikowski para el cine documental. El retrato de la tierra y de las gentes, muy humilde, está muy bien rodado. El elegante urbanita y su compañera son el contrapunto de un paisaje apenas tocado y de una música nacida de la tierra francamente bella. 



De entre los elegidos va a aparecer una muchacha temperamental, conflictiva, con un pasado problemático  y una belleza prístina, tanto en su voz como en su hermoso rostro eslavo. 


He aquí Wiktor y Zula, los protagonistas de ésta historia de amor contra las circunstancias. Dos personas totalmente diferentes en su educación y personalidad que sin embargo se atraen irresistiblemente. 


Zula se convertirá en una estrella porque borda y siente las canciones que canta. El éxito del conjunto de música popular hará que empiezen a girar dentro de las capitales de los países del Telón de acero. Esto es lo que da sentido al título de la película, la Guerra Fría que partió en dos el continente. 



Llegados a Berlin, Wiktor propondrá a Zula escaparse con él a Occidente. Cuando llega  el momento, Zula no aparecerá. Hasta aquí llega la variante del tema de "Casablanca". 



Wiktor se marchará a París a seguir su camino, a introducirse en el elegante mundo de los  Templos del Jazz de la capital parisina. 


Pero la atracción mutua hará que cruzen las barreras políticas para encontrarse, pelearse, separarse una y otra vez para volver a añorarse y encontrarse de nuevo. 


La música es la clave de interpretación de los dos personajes. Zula, todo temperamento, emotiva, es la música de su tierra. El elegante Wiktor es el jazz, el cosmopolitismo, el mundo abierto. 


Esta bonita versión del tema del amor "fou", loco, está rodada en un suntuoso blanco y negro, dura 88 magníficos minutos y aunque el final tendrá sus detractores y sus defensores es una excelente película. 


Joanna Kulig está fantástica en su papel, Zula es la fuerza motriz de la historia. Más contenido, de más a menos Tomasz Kot dándole la réplica. 

14 de Octubre de 2018 a las 00:00 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Fin

Conoce al autor

José Antonio Chozas Inquieto, apasionado por las letras, escritor por impulsos, alma libre.

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~