El camino del centauro Seguir historia

3 a.m. nuevamente. Sofía despierta. Regresa lentamente de un sueño demasiado real. Alguien desconocido la ha tomado del brazo, haciéndole sentir el calor de un hogar añorado, familiarmente desconocido. "Debo regresar con él" recuerda haber pronunciado, y abriendo los ojos miró a su esposo a su lado durmiendo profundamente.

No pudo suponer en ese momento, que ese sueño sería el preludio del despertar de su alma.

Día tras día, la rutina se instala en la vida de Sofía. Trabajo, facultad, hogar e hijos desfilan en su paso por el calendario. Sin embargo, en lo mas profundo de su corazón, un vacío retumba haciendo ecos cada vez mas difíciles de ignorar.

Cae la noche, y como de costumbre, el insomnio es el amigo de turno acompañante junto a la luz de la luna que se filtra tenuemente por la ventana.

Culpable de tener que enfrentar sus sentimientos encontrados, de cara a una realidad perfectamente imperfecta, Sofía llora en el silencio nocturno. 

Sin esperanzas de encontrar respuestas, pregunta para sí misma: "¿Por qué me está pasando esto?". Para su sorpresa, una voz dulce y sabia resuena en su interior y contesta: "PARA APRENDER".