J
Juda Zabdi Hernández Cuatepitzi


Un Joven de nombre Kitai va en busca de su verdadero amor humano, en su viaje, recordara todo el trayecto de su vida, pasando por sus vivencias.


Historias de vida Todo público.
0
4.6mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Despechado corazón

Despechado corazón

Hoy día admitiré

Todas esas cosas que no hice ayer…

Con sus 20 años de edad Kitai ya tiene nociones de lo que es el amor, sabe que el amor verdadero proviene de la más grande divinidad, Dios; sin embargo, aún le queda descifrar la respuesta a su gran incógnita ¿Cuál es el verdadero amor humano? El afán por encontrar su respuesta lo llevara por diversas aventuras emocionales para que finalmente Kitai nos pueda demostrar si existe el amor humano verdadero.

¿Con cuanto amor, cariño, ternura, amaron los grandes poetas como; Benedetti, Pablo Neruda, José Emilio Pacheco, Octavio Paz? Un amor por aquellas sus musas, la inspiración de cada uno de ellos, un amor increíble, sorprendente, magnifico ¿Dónde quedo ese amor? ¿Por qué ahora se esconde en los rincones más oscuros y profundos del corazón? Cuando es de lo más profundo del corazón que el amor sale a flote; solo soy un niño aparentado ser ya alguien maduro, puedo decir que todo el mundo me conoce sin antes haberme visto por lo menos una vez. Mi nombre es Kitai, soy un joven de 20 años repleto de misterios sin resolver.

─ Mucho pensar me hará daño, decía, y si ¿tal vez el amor humano de verdad no existe? y ¿si solo es una ideología que nosotros mismos nos realizamos?

Mucha gente saca sus conclusiones sin respuesta, unos dicen que si en verdad sientes que amas a una persona eso es amor, otros solo dicen frases afirmando que conocen lo que es el amor; pocos son los que aún de no saber lo que es el amor humano siguen batallando por conseguirlo.

Recuerdo como un día conversando con Dios le pregunte

─ ¿Cuál es el verdadero amor humano? Dios contesto:

─ A la verdad todos con sus pobres hipótesis nunca demuestran nada, solo yo puedo darte amor verdadero, mi amor te quitara todo dolor, todo lamento, toda impotencia; en cuanto al hombre le queda bastante camino por recorrer, pensara haber descubierto el amor, pero, en realidad quedara más confundido de lo que empezó con tanto entusiasmo. Finalmente todo es relativo, nada está claro por más que busquemos a detalle, yo soy amor, sin embargo, es necesario seguir buscando el amor humano verdadero.

Buscando el amor

Desperté un día cualquiera, en mi mente razonaba ¿Qué es el amor? Aquello que te exalta y al mismo tiempo hace menguar al más fuerte; si decimos “Te amo” qué sentido tiene enunciarlo ¿Qué cosa es el amor?

Noche oscura dime.

─ ¿Qué figura encantadora me espera en este lago de sufrimientos? ¿Será que me quedaré solo acompañando al sol? Iluminando desde arriba al universo sin que nadie ilumine mí esencia.

─ Sabes hijo, decía mi madre; todo llega a su tiempo, pareciese que el tiempo traiciona, la fórmula es esperar al tiempo y que el tiempo no te espere.

¡Basta! Estoy cansado de esperar, que el tiempo me traicione si gusta; prefiero buscar las cosas por mi cuenta que esperar, llegar a la vejez sin obtener lo que tanto quiero.

No, yo no puedo estar solo para siempre, quizás en la mala vida consiga lo que anhelo.

Necesito ser amado solo así mí vida tendrá sentido.

─ Solo recuerda hijo; el sentido de todas las cosas es Dios, Dios es paz, es felicidad, es exaltación, es amor, Dios es…

No me venga con sermones padre, es muy cierto lo que dice, sin embargo, la música también es amor, las palabras llevan la esencia del amor, todo es amor, así como Dios lo es todo.

Ya desde quinto año de primaria solo he pensado ¿Y mi musa en que rincón de este mundo se encuentra? Mi primer amor…

─ ¿Tu primer amor? Hijo tu primer amor es Dios.

─ Entiendo sus palabras padre, sin embargo yo necesito amor, sé que Dios siempre me amara, pero, el amor que yo quiero proviene de alguna chica, me siento bien al tener el amor de Dios, de ustedes mis padres, de mis hermanos, de mi familia; cuando salgo a las calles siempre visualizo a la pareja de novios siendo felices y me pregunto ¿Existirá para mí tal cosa? Sépase que aun no aprendo a amar por completo y quizás sea eso mi error, primero debo amarme a mí mismo con todos mis defectos y habilidades, lo que resultara que pueda amar a demás gente; al parecer aquella frase que dice “Conócete a ti mismo” tiene mucha razón.

Hace un tiempo atrás

Dejad que el alma hable; nadie será capaz de entender lo que escribo.

Recordando mis primeras odiseas de estudiante una gran variedad de hermosas palomas a mi vida llegaron, pareciese que a determinado tiempo partía una y al mismo tiempo otra entraba en mi desconsolado y triste corazón; solamente fueron aventuras de medio mes, por mucho un mes entero, pero aún seguía buscando a la musa dueña de mi vida, mis anhelos, mis profundos deseos, una mujer con la que comparta para siempre mis días, pocos recuerdos en mi mente se encuentran, si no fuera por mi madre no me hubiera enterado de lo siguiente:

─ Hijo, cuando eras un loquillo de 8 o 9 años de edad, en tu vida tuviste aventurillas peculiares.

─ ¿Cómo cuáles? Cuénteme más.

─ Estando en el salón de clases hallabas algún modo para cautivar; aquella dama que tanto te gustaba, a cada segundo se fijaba en ti, para no perder su atención lo que hacías era escribir recados para después depositarlos en el bote de basura; la chica intrigada por aquel escrito tuyo, se levantaba y se dirigía al bote de basura con la excusa de sacarle punta a su lápiz, su herramienta de escritura; cada segundo que pasaba, la hermosa chica de ojos verdes se sumergía en el bote de basura y por fin se hacía del recado, bastaba un minuto para que tus ojos delataran tu amor por ella; con un pequeño recado elevabas la vida de cualquier doncella, palabras mágicas como saetas disparadas, al corazón cautivaban.

La misma historia se repetía una y otra vez con cada princesa que poseías; como si no tuvieras otra estrategia para conquistar.

─ Recuerdo la vez en que los baños eran el lugar perfecto para un intenso beso; primero yo salía, al minuto y medio ella venía a mi encuentro; punto de reunión, el atractivo baño; mucho dependía mi astucia cuando en el momento menos esperado, plantaba el beso a cualquier blanca paloma que pasara.

─ ¿Quién deposito tan hermoso mensaje en su amada persona? Pregunte.

─Tus maestras me mantenían al tanto de tantas locuras tuyas, respondió mi madre.

─ Vaya, aun así puedo decir:

¡Qué gran infancia tuve!

Amores de primaria, como olvidarlos.

Eso que se va

Aquel globo se aleja ¿Podéis alcanzarlo? Soñando y soñando la vida se acaba; cuando dejas de soñar, tu vida se apaga ¿Dónde se encuentra el globo? ¿En qué parte del cielo se encuentra? Aquel niño buscó y buscó pero el globo ya había muerto, Kitai por su globo murió.

Dulce, dulce sueño

¿Por qué te has extinguido?

¿Dejándome tan desahuciado?

Kitai de repente despertó

─ Pinche vida, todo lo que me da, me ha de quitar, concediéndome solo recuerdos del ayer.

Muchos son felices con la vida de mierda que llevan, cuando realmente no tienen nada ¿Dónde se encuentra la felicidad? ¿En lo alto? ¿En lo bajo? ¿En lo profundo? ¿En lo inmenso? ¿En lo eterno?

Nadie da felicidad en el mundo de hoy; tener belleza no es felicidad, tal como Rubén Darío declara. “Juventud divino tesoro ya te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer.” La felicidad se va junto con la belleza.

Todo es un mundo de ideas según Platón.

Amor, dulce y amargo a la vez

Amor, tierno y rencoroso también

Amor, divino e infernal por doquier

Solo los aptos pueden amar

¿Y los infelices…?

─ ¡Coño!, la vida se ha ido, el amor se ha ido, la felicidad se ha ido, todo se ha ido, día a día me extingo, sin vida, sin nada.

Ah, desgraciado amor, también te vas sin despedirte, solo ilusionas con un mundo ideal, pero nada es eterno.

Aquello que se va no regresa, el amor se va, la felicidad se va, la vida se va, la belleza se va, la muerte se va, yo me voy.

La muerte y el amor vuelven después de irse, porque hay algo que aún no se llevan; la muerte viene por otra víctima, el amor se esperanza por un corazón más, y ambos se van sin avisar.

¿Quién me ayudara?

Kitai cumplió 13 años de edad, su idea de un amor humano verdadero cada vez latía con más fuerza; día con día Kitai moría, nadie acudía a su ayuda, desahuciado por todos, solo se queda Kitai con su corazón despechado, no hay nada mejor que llegar a casa y tumbarse en cama pensando en aquélla chica ladrona de sentimientos pero con un corazón de piedra, por más ruegos que realice la respuesta será un no, solo quedan esas ganas de compartir la vida con otra persona.

En fin, todo lo melancólico se olvida ¿Quién ayuda a un corazón despechado? Nadie se interesa por ello; el amor es líquido, por tanto, si es líquido tiene que seguir su recorrido al igual que el agua que continuamente está fluyendo. El amor se queda con las personas que saben cuidarlo, porque según ellos si saben amar, a la verdad nadie sabe amar, amar es saber pasar problemas, es un trabajo mutuo, y según saben amar cuando en verdad no tienen paciencia ante los problemas y solo existe interés por parte de algún individuo.

Igual que el alba, el pensar en una mujer hermosa sin defecto alguno, con altas virtudes, solo dura unos segundos, la imaginación no dura nada, se escapa en el momento menos pensado; muero sin amor, en mis versos nada está escrito, mi música no causa efecto en nadie ¿Qué debo hacer para ser reconocido por una hermosa chica? Cartas y de más, solo tienen un destino, un enorme pozo sin fondo, sin agua para amortiguar el golpe del corazón desahuciado.

─ ¿Qué más puedo hacer? Pensaba Kitai, por más que quiera morir no será posible, el majestuoso no me da esa oportunidad; sin decir más palabras me siento hueco, vacío, despreciado por todos y todas, ya no tengo nada, me he quedado solo ¿Quién acudirá a mí? Todo lo que escribo me han de criticar, son muy pocos los que marcan mis errores literarios, que chingados me importan sus comentarios que no me ayudan.

─ Criticas mi vida cuando la tuya es una mierda, déjame solo con mi despechado corazón.

Para Kitai, la vida es un asco, no le importa si los demás lo quieren animar de algún modo, el solo quiere amor principalmente, todo su coraje, todo su enojo lo ha causado el hombre; Kitai ha visto en diversos casos como el hombre no valora lo que tiene a lado suyo, a su mujer; Kitai siempre se pregunta, si un hombre ya tiene lo que busca ¿Por qué va en busca de algo más? Y no seamos tan inocentes, la mujer también en algunos casos hace lo mismo. Kitai no puede aguantar las ganas para confrontar a ese tipo de “hombres”.

Eso que se va y no vuelve

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia

Filipenses 1:21

Kitai se ha olvidado de la escuela, se ha olvidado del amor, se concentra día a día en descifrar a la muerte, Kitai ya es un poco más maduro que antes, ya piensa mejor las cosas pero aún comete errores ¿Qué es la muerte? Se pregunta; Kitai se ha puesto a investigar y según algunas religiones mencionan que, la muerte es la puerta a la verdadera vida, es un fenómeno pasajero, para los ignorantes, la muerte es el fin de los días, de nuestra existencia y no hay más después de la muerte; Kitai ha pensado en aquella frase que dice “Todo tiene solución, menos la muerte” entonces, si la religión dice que la muerte es una puerta al paraíso, como es posible que la muerte no tenga solución, a mi parecer, la solución a la muerte es Dios.

Un día Kitai se encontró en una plática con Dios, fue allí donde comenzó a recordar a una persona muy especial en su vida, una persona en quien confió por mucho tiempo, una persona increíble, genial; su abuelo. Para Kitai su abuelo era como su guardián, en todo momento el abuelo consentía a su tierno nieto, el abuelo fue quien enseño a caminar a Kitai después de haber pasado dos años sin mover un solo musculo del pie, el abuelo le enseño lo que es ser responsable, a barrer las calles, ser respetuoso y saludar a toda la gente.

Pero algún día tuvo que llegar una terrible noticia, el abuelo había muerto. Kitai habia salido de la escuela, observo a lo lejos con gran entusiasmo una lona color naranja y pensó que una fiesta estaba por comenzar, efectivamente, una fiesta se iba a celebrar, una fiesta de despedida; Kitai llegó a la casa, entro al cuarto del abuelo y lo vio, sin sonrisa, sin gestos de sorpresa, sin vida; Kitai murió junto a su abuelo, murió desconsolado, con un gran vacío en su corazón, solo y desahuciado, estuvo de luto varios días, siempre recordaba los abrazos, los besos en la mejilla de su amado abuelo.

A la verdad, la muerte es un misterio. Kitai solo piensa ¿Se sentirá el dolor al morir? ¿Se puede sentir la muerte o solo son creencias de la gente? Sin vida no hay muerte y por ende sin muerte no hay vida, ya lo he dicho una vez ¿Se vive para morir o se muere para vivir? Algo es seguro, aquello que se va no vuelve, solo queda en nuestros corazones y recuerdos, pero en fin, lo que queda decir es que la vida sigue aun con las sorpresas que puedan llegar.

Falta más

Las aventuras de Kitai no han terminado, atrás ha quedado su vida de infante, sus travesuras de niño, sus amores de primaria; su travesía por la secundaria ha comenzado, sin embargo, su empeño por encontrar el amor humano verdadero continua. Kitai no pierde la esperanza de encontrar un amor adecuado para él ¿Qué tan difícil puede ser? Pensaba, la búsqueda del amor se ha desarrollado por tanto tiempo, algunos lo encuentran, muchos más fracasan en su búsqueda.

Mientras Kitai cursaba la secundaria conoció a un sinfín de bellas palomas, de igual manera conoció diversos mundos, algunos eran mundos hermosos y divertidos, mundos perfectos en donde el amor humano verdadero existía según Kitai, pero, lo que no sabía Kitai es que aun los mundos maravillosos pueden llegar a convertirse en mundos de terror y amargura.

De dicha forma Kitai curso la secundaria buscando la paloma que mostrase un amor sincero sin perjudicarlo olvidándose de sus materias, primero conoció a una tierna chica, tristemente su hermosa chica se fue lejos; así pasaban los días y Kitai no lograba encontrar su verdadero amor humano.

Noche tras noche Kitai a Dios le preguntaba

─ ¿Acaso no existe un amor para mí?

A lo que Dios contestaba--

─ Ya has conocido el amor verdadero ¿Por qué sigues buscando?

Antes de dormir Kitai le imploraba a Dios lo siguiente.

─ Dios, muéstrame quien es la persona, la paloma indicada para mi vida, no me quiero quedar solo con mi corazón despechado.

Interrogante

Seamos sinceros ¿Quién tiene el don de amar? Nadie ha podido amar como lo desea, en cualquier momento algo debe salir mal; Kitai sabe de ante mano que no existe el amor perfecto excepto, el amor divino, no obstante, Kitai se ha dado cuenta de la existencia ante un amor que sabe superar problemas, ante un amor que supone estar extinto, pero, la llama aún existe lo que hace que aquél amor extinto se logre salvar.

Existe un mundo donde Kitai se puede escapar de su cruda realidad, donde Kitai se olvida de su búsqueda y se enfoca en un nuevo amor, realidad virtual es sinónimo de deleite para Kitai.

─ Al menos en lo virtual el amor humano verdadero si existe, claro que Mario consigue atravesar problemas quedándose con la chica.

Veamos nuestra cruda realidad, podemos superar problemas lamentablemente no nos quedamos con la chica.

Seamos sinceros ¿Quién tiene el don de amar? Nadie ha podido amar como lo desea, en cualquier momento algo debe salir mal, no existe el amor perfecto, excepto el amor divino.

El recorrido cristiano de Kitai

Desde pequeño a Kitai lo han educado de forma cristiana, cuando Kitai era pequeño anhelaba con todo su corazón ir al templo, cuando fue creciendo al parecer ya estaba harto de ir al templo incluso mencionaba que cuando habían vacaciones del templo, Kitai ya no iba por gusto iba con una cara de enojo, pero, estando en el templo su cara de enojo se convertía en alegría, de esa forma Kitai creció, poco a poco Kitai observo como algunas veces el templo al que asistía se llenaba y otras veces quedaba casí vacío ¿Por qué? Kitai no lo sabía. Kitai creció mucho más hasta llegar a la adolescencia, para entonces Kitai ya era un muchacho con sabiduría en la palabra de Dios, era un chico consagrado a Dios, tuvo que llegar el día en que la tentación de la cerveza llegó y Kitai no debía ni podía probar alcohol porque a él le enseñaron que Gálatas Capítulo 5 versículo 9 menciona “Un poco de levadura leuda toda la masa” en este caso Kitai no se podía embriagar ni tomar una gota de alcohol, fue hasta entonces que Kitai analizo y se preguntó ¿Quiero una religión, quiero ser religioso tachando todo lo malo como pecado o quiero obedecer a Dios? Kitai se percató de que su educación fue religiosa, Kitai deseaba probar alcohol y lo hizo por primera vez, logro romper su religiosidad para pasar a otra etapa, ahora Kitai piensa y escribe como si fuera una persona atea, pero lo cierto es que Kitai no tiene religión, antes le preguntaban ¿Qué religión eres? Kitai respondía soy cristiano, entonces tú no puedes bailar, fumar, tomar porque tu religión te lo prohíbe, Kitai no sabía que contestar, hoy día pregúntale ¿Qué religión eres? Kitai va a contestar que no tiene religión, su vida consiste en buscar a Dios, pero no en una religión; para los que conocieron a Kitai de pequeño, se han de sorprender del Kitai que tiene 20 años, pero a Kitai no le importa las críticas hacia su persona, solo le importa estar bien con su creador.

Recuento

Todo comenzó en Octubre del 2017, una idea surgió de lo más profundo del corazón de Kitai, no fue fácil concebir la idea de buscar un verdadero amor humano, todo ha sido muy complejo, sin embargo, nada es imposible; el inicio fue Buscando el Amor, pero ¿Por qué se busca el amor? ¿Acaso el amor se esconde? ¿En dónde se esconde?

Hoy por hoy Kitai puede declarar que el amor humano verdadero si existe, un amor que no se centra en el interés del otro, en el egoísmo, en la envidia, en la ambición, un amor que no se encarcela en el yo, un amor que no piensa, no razona, se eleva sobre todo. El amor no es el amor de Disney, no es el amor de Hollywood, el amor se riega día con día, se aviva con solo una mirada.

El amor no es un regalo, es un don, no se da, se nace con él y de cada quien depende darle vida ¿Vida a la vida? no, la vida por si sola ya contiene vida, de cada quien depende darle vida al amor. Recuento no es todo lo que Kitai ha escrito y vivido, Recuento es saber en qué momento el amor se puede avivar en cada persona.

Para Kitai buscar el amor humano verdadero es su todo, ante su búsqueda, Kitai ha pasado por diversos momentos; la muerte de su abuelo y padre, sus locas aventuras vividas en su niñez, su investigación sobre la muerte, su gran filosofía de vida, su paseo por el mundo de la música y las letras. Para Kitai crear literatura es dejar que el alma hable, no se trata de centrarse en estructuras, en ritmos y rimas, en acentos y puntuación porque la literatura es vaciar los sentimientos, vaciar la personalidad de cada quien; si la literatura es arte, no necesita de aspectos estéticos, la literatura da vida y la vida no tiene por qué vivirse ni seguir líneas determinadas, se vive por placer, por gusto, no para seguir estructuras predeterminadas.

Al tiempo en que Kitai crea Recuento se pone a analizar el por qué todo posee teorías, teóricos, movimientos, cuando todo comenzó por un deseo y no por una lógica, desde un inicio el deseo más grande fue la creación y no una estructura sea cual sea; escribir es dejarse llevar sin tomar en cuenta que elocuentes seamos, es como el amor, no tiene estructura, solo se vive.

17 de Septiembre de 2018 a las 02:33 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Fin

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~