En la madriguera del Conejo Blanco, donde el tiempo se desvanece.
Alicia cae, su mente se enreda en sueños que nunca florecen.
Bienvenidos al país de las maravillas, donde la realidad se quiebra.
Un jardín de las flores marchitas, donde la esperanza se entierra.
La Reina Roja, con su mirada de hielo y su corazón de piedra,
gobierna un reino de sombras, donde la luz nunca llega.
Sus súbditos son niños perdidos, que abandonaron sus sueños,
navegando en un mar de lágrimas, sus risas se volvieron lejanos ecos.
El Sombrerero Loco, con su risa quebrada y su sombrero torcido,
baila en la línea del tiempo, en un vals eterno y perdido.
La Liebre de Marzo, con sus ojos vacíos y su alma rota,
busca en el jardín de las flores una esperanza que ya no brota.
El Gato de Cheshire, con su sonrisa que flota en la oscuridad,
guía a Alicia por senderos de locura y soledad.
Cada paso es un susurro, cada sombra una canción,
en este país de maravillas, donde se pierde la razón.
Alicia, con su vestido manchado de lágrimas y polvo,
camina entre los recuerdos, en un mundo que ya no es justo.
Los niños que abandonaron sus sueños, susurran en el viento
historias de un país olvidado, donde el tiempo es un tormento.
Bienvenidos al país de las maravillas, donde los sueños se desvanecen.
En la madriguera del Conejo Blanco, donde las esperanzas perecen,
Alicia, la niña perdida, busca un camino de regreso.
Pero en este reino de sombras, solo encuentra su reflejo.
En el jardín de las flores, las rosas negras susurran secretos,
cuentan historias de tiempos pasados, de amores y de duelos.
Las margaritas, con sus pétalos marchitos, lloran en silencio,
recordando los días de sol, antes de que llegara el invierno eterno.
La Reina Roja, en su trono de espinas, observa con desdén
a los niños que juegan, sin saber que sus sueños se desvanecerán.
Sus órdenes son ley, su palabra es un decreto,
en este reino de sombras, donde la esperanza es un secreto.
El Sombrerero Loco, con su reloj roto, marca las horas sin sentido.
Cada tic-tac es un lamento, cada segundo un suspiro.
La Liebre de Marzo, con su taza de té vacía, espera en vano un festín
que nunca llega, en un tiempo que no es humano.
El Gato de Cheshire con su risa espectral, se desvanece en la niebla,
dejando a Alicia sola en un laberinto de tinieblas.
Cada esquina es un enigma, cada puerta un misterio,
en este país de maravillas, donde el pasado es un cautiverio.
Alicia, con su corazón lleno de preguntas y su mente enredada,
busca respuestas en un mundo donde la lógica está quebrada.
Los niños que abandonaron sus sueños, la miran con tristeza,
sus ojos reflejan un dolor, una pérdida sin certeza.
Bienvenidos al país de las maravillas, donde los sueños se desvanecen.
En la madriguera del Conejo Blanco, donde las esperanzas perecen,
Alicia, la niña perdida, busca un camino de regreso.
Pero en este reino de sombras, solo encuentra su reflejo.
En el jardín de las flores, las espinas crecen sin control,
enredándose en los sueños, atrapando el corazón.
Las mariposas negras, con sus alas de terciopelo,
vuelan en círculos en un baile de duelo.
La Reina Roja, con su cetro de hierro, dicta su voluntad en un reino
donde la justicia es solo una ilusión, una falsedad.
Sus súbditos, con sus rostros pálidos y sus almas vacías,
vagan sin rumbo en un mar de melancolía.
El Sombrerero Loco, con su risa que resuena en la noche,
baila en la línea del tiempo en un vals sin reproche.
La Liebre de Marzo, con sus ojos llenos de desesperanza,
busca en el jardín de las flores una última danza.
El Gato de Cheshire, con su sonrisa que flota en la oscuridad,
guía a Alicia por senderos de locura y soledad.
Cada paso es un susurro, cada sombra una canción,
en este país de maravillas, donde se pierde la razón.
Alicia, con su vestido manchado de lágrimas y polvo,
camina entre los recuerdos, en un mundo que ya no es justo.
Los niños que abandonaron sus sueños, susurran en el viento,
historias de un país olvidado, donde el tiempo es un tormento.
Bienvenidos al país de las maravillas, donde los sueños se desvanecen.
En la madriguera del Conejo Blanco, donde las esperanzas perecen,
Alicia, la niña perdida, busca un camino de regreso.
Pero en este reino de sombras... ya no puede creer ni en su propio reflejo.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.