Estábamos los dos, ahí sentados, dejando que fluya nuestro amor mutuo. Ella me hizo esa pregunta, la de siempre, la que hace entrar en detalles y palabreos .
-¿Cuánto me quieres? -dijo.
Yo, un hombre lleno de amor hacia ella, admiración, deseos, pero jamás un "cursi", le respondí: " Te quiero tanto como para estar junto a ti aquí y ahora respondiendo esa estúpida pregunta".
Ella soltó una carcajada contenida en su parte de asombro, sabía que yo la quería, que de a poco me convertiría en su poeta.
-J.S Anónimo
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