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Desiree Cisneros


Dos amigas que no sabían que la vida las quería juntas, una confesión y sentimientos escondidos que darán paso a caminos que no imaginaron recorrer.


LGBT+ Sólo para mayores de 18.

#loquenoimagine
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LO QUE NO IMAGINE

Nos conocimos siendo niñas, éramos vecinas y fuimos a la escuela juntas, desde entonces nos convertimos en las mejores amigas. Al crecer cada una escogió carreras distintas, a mí siempre me gustó el periodismo así que estudie comunicación social en una distinguida universidad al sur de donde vivíamos y ella le encantaba el arte y todo ese mundo bohemio, así que se mudó también al sur a estudiar en una escuela de arte.

La vida nos mantenía unidas, porque al irnos las dos a la misma zona nuestros padres acordaron que nos ayudarían a pagar unos meses de renta en un pequeño estudio, si vivíamos juntas por supuesto, aceptamos la condición sin pensarlo y nos sorprendimos al ver un lugar donde apenas entraban unas cuantas cosas, entre mis libros y sus materiales ocupábamos más espacio del que teníamos, pero lo que importaba era que éramos libres de hacer todo lo que se nos viniera en gana.

Reichel pronto encontró un grupo de amigos con los que vivía metida en esos sitios con luz baja donde se reúnen a recitar poemas y a escuchar a las personas improvisar, muy artístico todo, yo en cambio pasaba el tiempo revolucionando con mis compañeros, buscando historias que publicar en el periódico de la universidad, pero al final del día terminábamos encontrándonos en casa.

Un día la note extraña, no sé, me pareció que le pasaba algo y le pregunte:

- ¿Te pasa algo? – le dije con mi instinto de periodista en ON.

- No nena, estoy bien ¿Cómo te fue hoy? – me dijo intentando cambiar el tema.

- Tienes cara de que te pasa algo, ¡anda dime! – me senté frente a ella e intente buscar su mirada.

- Bueno la verdad es que tengo que contarte algo, quiero que me escuches primero y luego si tienes algo que decirme pues adelante.

- Wao, sé que eres actriz, pero ¿porque tanto drama?

- Jess, me gustan las chicas. – no se explicarles lo que sentí en ese momento, fue extraño y me tomo por sorpresa. No estoy en contra de las diferentes preferencias sexuales pero no pensé que ella me diría eso, es una chica hermosa, femenina y con una gran cantidad de admiradores. Me quede por un momento sin palabras y como no obtuvo respuesta continuo.

- Sé, por tu cara, que ni te lo imaginabas si te soy sincera yo tampoco, pero no puedo mentirte, hace unos meses me bese con una chica en la escuela, en una de esas reuniones “hippies” como tú las llamas, al principio fue curiosidad pero después de eso afloraron sensaciones y emociones en mí, que no sentía, o quizá no me había dado cuenta. – seguía sin decir nada, no sé cómo era la expresión en mi cara, pero debió ser épica, después de un silencio un poco incómodo reaccione.

- Te juro que no sé qué decir Rei, tú… no pensé que... – las palabras no me salían – y… ¿no lo supiste sino hasta ahora?

- No – recibir una silaba como respuesta, me hizo ver que no era lo que ella esperaba escuchar de mí, su mejor amiga.

- Disculpa, no sé qué estoy diciendo – le tome las manos y la mire a los ojos – somos amigas y lo seguiremos siendo, no importa si te gustan las chicas, los chicos o si eres extraterrestre – le dije para intentar romper la tensión, obtuve una sonrisa por el chiste y en seguida me abrazo, pero fue un abrazo fuerte como si sintiera que nos íbamos a separar de alguna forma – tranquila preciosa que no te vas a deshacer de mi tan fácil.

- Y yo que pensaba que con la noticia tendría todo el piso para mí – nos separamos y reímos las dos.

Me mataba la curiosidad, de verdad, soy periodista no puedo evitarlo, quería hacerle mil preguntas, pero me pareció que no era el momento, así que me contuve para no incomodarla. Pase gran parte de la noche sin dormir, pensando en que momento mi amiga cambio y no me di cuenta, porque no fue un cambio de color de cabello, fue un cambio de vida, me decía que era hasta gracioso porque ella siempre me pareció la que tendría miles de novios y yo quien la vería casarse, tener hijos y formar una familia, mientras escribía para un periódico famoso y seguía admirándola por su vida perfecta.

Pasaron días, días muy largos para mí, porque no pensaba en otra cosa sino en lo que Rei me había dicho, no sé si porque quería saber todos los detalles o porque cada vez me parecía más atractiva, si, comencé a verla más linda cada día, su sonrisa se ilumino de repente, esos enormes ojos verdes brillaban mucho más, y no era eso lo que me sorprendía, era el hecho de que lo notaba, es decir, notaba cada uno de esos detalles en ella.

Ella me conocía, sabía que me moría por saber todo lo que estaba sintiendo y viviendo, así que un sábado por la mañana se levantó, hizo el desayuno y cuando desperté me dijo – Ahora soy yo la que te noto extraña, supongo que tu gen periodista no te ha dejado dormir, así que hoy me voy a quedar contigo todo el día y podrás preguntar todo lo que tu quieras.

- ¿Lo que yo quiera? ¿Esta segura? Porque tengo cantidad de preguntas que necesitan respuesta.

- Lo que tu quieras nena, tratare de dar respuesta a todas tus inquietudes! - me lo dijo con una gran sonrisa que me encanto, por un momento nos quedamos mirando, cuando me di cuenta esquive su mirada y no pude evitar sonrojarme.

- Bueno vamos a desayunar, y así preparo bien mis preguntas - le dije para cambiar el tema.

Comimos sin decir nada, había quedado como algo en el ambiente que se convirtió en un silencio incomodo, Rei rompió el hielo.

- Bueno y que quisieras saber, ten cuenta que hace muy poco que estoy en esto así que quizá hayan algunas cosas que no sepa decirte

- Comencemos por ahí, de verdad ¿no sospechabas esto? ¿No tenías sensaciones extrañas estando con otras chicas? - empezaba la entrevista.

- Lo que puedo decir es que me sentía como incómoda con mis novios, es decir nunca encaje con ninguno, pensaba que eran ellos pero al final parece ser que era yo quien no encajaba - tomo un poco de café y miro por la ventana, así se veía tan perfecta cuando la taza de café rozó sus labios no pude evitar suspirar.

- Bien - dije despertando de mi letargo- y esa chica con la te besaste ¿es tu novia ahora? Porque... no me la has presentado.

- cuando me encontré con esos ojos solo mire a otro lado-

- No es mi novia, de hecho no tengo pareja estoy experimentando, por ahora voy a muchos sitios con amigas, he conocido muchas chicas y hemos quedado pero nada serio, porque... creo que me gusta alguien.. mucho y no se como abordarla.

- Es bueno saberlo... ¿Y se puede saber quien es? ¿la conozco? - la curiosidad me mataba.

-Eh... no seas curiosa... todo a su momento nena - cuando dijo esto cambio su actitud y entendí que ya era hora de acabar con las preguntas, pero no si antes tocar un tema importante.

- ¿Cómo es el tema sexual con una chica? - no pudo evitar soltar una carcajada y yo no pude evitar darme cuenta que la sensación en el estomago se hacia cada vez mas frecuente sobre todo con su risa.

- ¿Qué pregunta es esa? - seguía sonriendo un poco sonrojada- te dije que no tenia mucha experiencia, aún no he.. Llegado a ese nivel, me entiendes - la entendía y sentí algo así como un alivio de escuchar eso, ella continuo- te puedo decir que besar a una mujer es suave y delicado, aún cuando sea apasionado, es húmedo y perfecto porque son labios que saben lo que quieren sentir - en ese momento note que estábamos muy cerca y mientras hablaba del beso se humedecía los labios, su lengua los recorría y yo de un tiro me levante.

- Tengo sed ¿quieres agua... o algo del refri? - se me quedaban las palabras atoradas en la garganta, Rei se recostó en la cama y sonreía de una forma tan pícara, tan ella.

- Si, creo que hay un helado por allí, vamos cerrar la ronda de preguntas o ¿quieres saber algo mas? - tenía algo en las manos que lanzaba al aire y atajaba muy entretenida como una gatita.

- Creo que por ahora es suficiente, todo ha sido muy educativo, gracias por compartir eso conmigo - le dije mientras le llevaba el helado a la cama, donde estaba acostada y ya había dejado de jugar como gatita.

- Tu eres mi mejor amiga y nunca he podido ocultarte las cosas, gracias a ti por escucharme y comprenderme, otra en tu lugar me habría dado la espalda - me quede boba viéndola comer el helado - ¿quieres? - me dijo y me dio un poco.

Hablamos y reímos de anécdotas y situaciones que había vivido y que hasta ahora les encontraba explicación, como su primera relación sexual la cual fue desastrosa y nunca logro llegar al orgasmo aunque su novio se aplico mucho en conseguirlo, cabe acotar, pero no sirvió de nada porque todos sus encuentros fueron monótonos y fingidos, por obvias razones esa relación no duro mucho, ninguna de sus relaciones duro mucho en realidad. Así amanecimos, se me había olvidado lo que me encantaba conversar con ella toda la noche de cualquier tipo de cosas, poco a poco el tema con el que comenzamos fue desvaneciéndose y terminamos hablando de lo mucho que nos gustaría conocer otros países en lo cual estábamos en desacuerdo porque ella quería ir a New York y ver los espectáculos de Broadway, yo en cambio quería ir a la India o a China y ver culturas diferentes a la nuestra, me critico porque decía que mi instinto periodista no cesaba nunca.

Nos quedamos dormidas a eso de las 3am en un fallido intento de ver una película, estábamos en la misma cama así que cuando desperté la tenía frente a mi, dormida parecía un ángel, me quede viéndola y pensando que estaba haciendo, que estaba sintiendo, que me hacía querer acariciarla, que me hacía querer besar esos labios carnosos, me costaba aceptarlo pero desde que me confesó que le gustaban las chicas en mi se liberaron muchas cosas que estaban reprimidas, quizá siempre me había gustado y nunca imagine que podría ser realidad algo entre nosotras.

Cuando despertó ya yo había preparado el desayuno-almuerzo porque eran las 11am, le sorprendió porque me costaba mucho hacer eso, de hecho era ella quien hacia el desayuno los fines de semana.

- Ahora si que voy a hacer una raya en el cielo - dijo mientras se recostaba del mesón de la cocina, el short que llevaba le quedaba tan ajustado y dejaba ver la punta de sus nalgas.

- ¿Por qué? no puedo levantarme muerta de hambre y no poder esperar a que tu te despiertes para que prepares algo - me reí mientras ponía la comida en el mesón.

- Si me imagine que el hambre pudo más que tu resistencia a la cocina, voy lavarme los dientes y vengo a comer - ¡dios! me provocaba darle una nalgada, me reí como una boba y seguí sirviendo la comida.

Hablamos de como nos quedamos dormidas y porque nunca podíamos ver una película completa, planteamos cosas para hacer la tarde de ese domingo pero preferimos pedir comida a domicilio y ver la tele no más, era ya medio día y nos entro la flojera. Eso hicimos, no cambio ese día por nada ni el viejo sofá que fue el lugar perfecto.

- ¿Qué peli vamos a ver? - me pregunto lanzándose en el sofá, ese día se olvido de todo el mundo su teléfono repicaba y en un momento lo apagó sin mas.

- Pues no se, una que no nos haga dormirnos.

- Bueno igual si nos aburre hay otras cosas que podemos hacer - me pico el ojo con una sonrisa de oreja a oreja.

- Si, hay unos juegos de mesa que tenemos escondidos en el armario, ¿te interesa eso? - le dije sin dejar de preparar el equipo para poner la peli.

- En realidad me refería a otras cosas, pero los juegos de mesa no suenan mal podemos intentarlo y hasta hacerlos mas interesantes - cuando me senté y la vi se estaba mordiendo el labio.

- Ya esta veamos algo de comedia y romance - me quito el control, agarro mi cara con sus manos tan suaves y me dijo:

- ¿Por que no tenemos un romance tu y yo? - dicho esto acerco sus labios a los míos y me beso fue como lo había descrito antes, tan delicado, aunque no era muy experta no me sentí perdida todo lo contrario sabia exactamente que debía hacer, su lengua en mi boca y las sensaciones que estaba sintiendo me hicieron acercarme mas a ella y sentir su cuerpo pegado al mío, mis manos que no encontraban lugar al fin se hallaron en sus caderas, nos separamos por un momento, me veía a los ojos - no digas nada Jess solo... dejemos que esto fluya, no sé lo que hago y se que tu tampoco pero en este momento no quiero nada mas sino sentirte mía - mi respuesta fue besarla nuevamente y continuar con lo que ya no podíamos parar.

Estaba tan caliente todo el ambiente, hasta ese momento solo nos besábamos y nuestras manos comenzaban a explorar los cuerpos, así me perdí dentro su blusa y sentí su espalda, su piel tan tersa a mi tacto y la apreté contra mi, ella en cambio quería tocarme toda estaba ansiosa de descubrir mas y mas, nos recostamos en el sofá y dejo de besar mi boca para quitarme la camisa, al comenzar a besar mi cuello hasta llegar a mis pechos sentí un corrientazo en mi espalda que me hizo arquear, llego hasta mi vientre y desabrocho el pantalón, su lengua dejaba caminos en mi piel que ardían de tanta excitación.

Sabíamos bien donde tocar y donde besar para sentir el mayor placer, así que ese encuentro se convirtió en una experiencia que ninguna había imaginado, nuestros cuerpos desnudos se fundían en uno. No se como pude desenvolverme tan bien siendo tan torpe, pero bese hasta el ultimo rincón de su piel y mis manos la recorrieron entera, bese sus labios sin saber nada y me convertí en una experta haciéndola llegar al clímax muchas veces, yo también llegue al clímax y aun cuando nos estábamos quedando dormidas seguía sintiendo un latido entre mis piernas.

Al día siguiente cuando despertamos nos vimos, sonreímos y me dijo: - nunca pensé que mi vida tendría un giro total y mucho menos imagine que tu me estarías esperando.

- Y lo hice sin saberlo, sin saberlo te espere y ahora no te voy a dejar ir preciosa.

- ¿Qué seguiremos viviendo juntas? - nos reímos y nos fundimos en un beso que dio a paso a mucho mas.

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23 de Mayo de 2018 a las 16:58 0 Reporte Insertar Seguir historia
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