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Introducción

En el año 63.700 aproximadamente, en el séptimo ciclo solar llamado Jhiral.

Una princesa de unos 17 años miraba por la ventana de su balcón, era un enorme castillo con torres y todo, hace poco Esperanza su criada más querida le había traído un poco de té con galletas.

– ¿Se encuentra bien Fernandita? – preguntaba Esperanza quien la vio pensativa en su asiento.

– Sí, solo pensaba en lo que mis padres dijeron, lo del matrimonio arreglado, sabes que no me desagrada el duque, pero esto de que quieran tener más dinero gracias a un matrimonio ¿hipotecar la felicidad de su hija por dinero? – hace unos días había ido de viaje al reino de Solmaris, más específico a las tierras de Mostras donde el hijo de un duque, un tal Tilos se debería casar con ella en un matrimonio arreglado por conveniencia.

– Hija, a mí tampoco me gusta la idea – le movía unos cabellos para acariciar su rostro – pero son sus padres, los reyes y ni yo ni usted puede desobedecer eso – la cara de afligida que tenía Fernanda le rompía el corazón a Esperanza.

Se levanta de su asiento, camina al balcón y mira a los jardines del castillo, eran verdes con preciosas flores y esos que eran los jardines más pequeños, la luz del sol era perfecta, abrigaba su piel que pareciera brillar. Fernanda una princesa de piel morena, meliflua dirían algunos, como la miel alumbrada por el sol otoñal, de voz aguda, cantarina, fuerte y dulce pero potente cuando quería ser escuchada, normalmente por algún capricho, moreno cabello un poco por debajo de los hombros sinuoso pero prolijo, estatura media, ojos pequeños pero expresivos aclarados por alrededor pero profundos en el centro, una mirada altanera cuando quería, pero agregaba una sonrisa juguetona que distendía cualquier ambiente, su figura era como la danza de ballet al sonido del violín.

El mundo que rodeaba a Fernanda siempre ha sido acaudalado, aunque no se lleva muy bien con la gente que solo habla de dinero, prefiere pasar sus días con Olga la cocinera ya que siempre está malcriándola con algo para comer o con Esperanza que de vez en cuando le cuenta historias y siempre ha estado para ella, son las criadas con las que más trato tiene, también le gustaba desde pequeña arrancarse al reino y andar por ahí sin ser reconocida, no le gustaba el trato entre gente que solo veía el poder o el dinero.

Sus padres son el rey Marcos, conocido como uno de los tiranos que en sus tiempos de juventud había sido un vil opresor, entre el pueblo había quienes incluso decían que hacía tratos con la mafia para mantener una pseudo paz entre el norte de Pardella, que es la gran ciudad de los humanos donde se concentraba gran parte de la población y el sur de Pardella donde se criaba el mal, el crimen y la delincuencia. Desde la gran plaza de los pimientos nadie pasaba al sur o al norte. Mientras que la reina Scarlet era la persona más fría y apática que puedas conocer, no trataba con nadie que no tuviera un titulo o mucho dinero, discriminaba mucho mientras que a sus criados los trataba como animales, eran un par bastante despreciable, la cuna de Fernanda no era la mejor si le quitábamos el dinero, pero de apoco las cosas van a ir cambiando y van a sonreír para nuestra princesa, quien tendrá grandes aventuras y duros desafíos que asumir antes de lograr el bien para su pueblo.

9 de Mayo de 2018 a las 19:28 0 Reporte Insertar Seguir historia
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