EL DIFERENTE Seguir historia

El doctor Scott era brillante en su especialidad , genética molecular. Había dedicado toda su vida al estudio del ADN, la información genética, su estructura y función de los genes.

Puede ser una leyenda urbana o no , pero se dice que su primogénito desapareció de forma misteriosa la noche del tres de julio , atraído por una luz incandescente que provenía del cementerio. Su energía vital fue absorbida , transformándose en un ser que ansiaba la carne y la sangre de la especie humana.

Desde ese día el Doctor Scott se dedicaría día y noche al estudio de la reversión de dicha transformación en los genes.

Nadie era capaz de acercarse al cementerio, ni siquiera los más curiosos o escépticos. Hasta ahora no había habido ningún tipo de contacto por ninguna de las partes. Quizás era una leyenda y su hijo se marchó sin más.

Hasta que una noche toda esta percepción cambió.

Había desaparecido el hijo mayor de los Morales, sus padres explicaban que la última vez que lo vieron fue la noche anterior. La luna estaba muy brillante, tenía un color poco habitual pero tampoco le dieron importancia. Su hijo se levantó como atraído por algo y se dirigió hacia el camino que llevaba al cementerio. Sus padres le preguntaron hacia donde se dirigía, pero no contestó y continuó su camino. El padre intentó frenarlo pero su hijo le apartó la mano y le dijo que no le siguiera que tenía que ir hasta allí y que antes del amanecer volvería a casa.

No supieron reaccionar y le dejaron marchar. La madre no pudo pegar un ojo en toda la noche, le recorría la espalda un sudor frío Sentía una fuerte presión en el pecho, en su interior algo le decía que algo malo iba a suceder.

Amaneció y su hijo Eduardo no estaba en casa, la madre desesperada abrió la puerta para ir a buscarlo , pero el padre la retuvo. Le dijo que iría él . Ella lloró y tembló de miedo , no quería perderlo a él también.

El padre se adentró entre la maleza por el camino que le llevaría a un destino sin retorno .

La gente del pueblo comentaba lo sucedido. Conforme pasaban los días sin que ninguno de los tres volviesen , el miedo acrecentaba las calles convirtiéndose en una especie de Psicosis.

Nadie sabía que hacer, tan sólo se refugiaban en sus casas apuntalándolas por si en algún momento venían esos seres extraños a atacarlos.

El caos que se formó fue descomunal. La gente corría al único supermercado que había en el pueblo para hacerse con el máximo de provisiones. Luchaban unos con otros por una lata de atún, el odio y la desconfianza acechaba constantemente.

El Doctor Scott abrió la puerta de su casa , todos los presentes en la calle se detuvieron dirigiendo su mirada hacia él.

—No sabemos a qué nos enfrentamos , pero no podemos vivir atemorizados de por vida. Propongo ir hasta el cementerio para descubrirlo. Es la única forma de poder acabar con esto.

—No entendemos nada, y no vamos a arriesgar nuestras vidas por tres personas desaparecidas.

En ese momento la madre de Eduardo se subió a un banco y alzó la voz.

—Hoy le ha tocado a mi hijo y a mi marido, pero quizás mañana sea vuestro hijo, marido, cualquier familiar. Estoy con el doctor tenemos que hacer algo.

—Pues os vais los dos que sois los afectados.

La madre empezó a chillar de forma descontrolada, nadie se inmutó y prosiguieron su camino.

El Doctor Scott se acercó a la madre y le dijo que él mañana por la noche partiría hacia allí. Había preparado algunos compuestos químicos que cree que le podría ayudar en caso de que le intentasen atacar. Tenía que averiguar qué le pasó a su hijo .

La madre se mantuvo en silencio. Él entró en casa y cerró la puerta.

Al amanecer se escucharon los gritos desgarradores de la Sra. López. Su hija Sofía había desaparecido. También gritaban los padres de Jorge y los de Javier.

El Doctor no se extrañó de los sucesos, esto acababa de comenzar.