When I find you... Seguir historia

El reloj marcaba las 11:59, todos contaban hacia atrás para recibir el año nuevo. Entonces lo mire, él me sonrió y desvió la mirada, siguió en lo suyo.

De pronto todo paso en cámara lenta... la cuenta regresiva llego a uno y el lugar se ahogo en gritos, mientras a mi me invadía el sentimiento de que nunca pertenecí a ese lugar, de que el daño era mucho y debía parar. No se suponía que era debía sentir ni pensar esto si de verdad habría encontrado a la persona que quería siempre a mi lado.

Salí de ahí.

El aire de invierno golpeo mi rostro, comencé a caminar y oí un ruido.

Voltee hacia atrás y él estaba parado ahí. Su mirada era interrogante.

-Feliz año cariño.- Dijo depositando un beso en mi frente. Cariño. Una palabra jamás usada.

-Feliz año.-Dije sin más.

Se limito a mirarme.

-¿Pasa algo?.-preguntó.

-No, ¿Por qué?

-Bueno, te saliste antes del abrazo…

-Oh, yo, no… solo necesitaba aire fresco.

-¿Segura?

-¿Por qué no sería así?

-Te conozco, y sé que estás diciendo menos de lo que quieres…

Reí al no creer lo que argumentaba.

-¿Qué es lo gracioso?.

-No me conoces.-dije.

No dijo nada.

-Escucha…-dije al creer que no diría nada.

-No tu escúchame a mí, yo… siento todo lo que ha pasado, siento todo lo que he hecho mal, pero este es un año nuevo y… solo, quiero que sepas que te amo y eso no ha cambiado, de verdad. Todo será diferente…-me interrumpió.

-No puedo creerte, lo siento.

-Dios Leah, ¿Por qué haces las cosas tan difíciles?, ¿Qué es lo que necesitas de mi para poder estar tranquila?... Porque oye, has querido siempre que me exprese y ahora que lo hago, solo muestras indiferencia.

-Es tarde.

-No Leah, no lo es. Y no pienso quedarme a buscar respuestas inconexas ahora. Te necesito.

-Te necesite mucho tiempo y eso no te importo.-dije en hilo de voz.

-Leah, sé que te hice daño… pero realmente no fue mi intención, quiero estar bien contigo, siempre lo he querido, es solo… todo ha sido demasiado difícil este año. Pero… tu sabes que no necesito nada más que a ti.

-No creo que sea así.

-Oh vamos Leah, que es lo que necesitas para estar bien y dejar de pensar de esta manera.

-Owen… Yo necesito a un hombre seguro de lo que quiere… Y, nunca fuiste tú.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. No tenía nada que decir. El silencio hería más que las palabras.

Me dispuse a marcharme. Comencé a caminar sin rumbo, ni siquiera sabía cómo salir de ahí. Pero, hubo algo que dijo, algo que me detuvo.

-¿Y esa es tu idea de luchar por lo que quieres? ¿Justo ahora decides darte por vencida?.- Preguntó con voz débil.

Voltee.

-No.-camine hacia el hasta estar frente a frente.- No intentes voltear las cosas. Y… sí, es verdad. Me estoy dando por vencida… pero no sabes cómo luche en un principio.-dije y el ahogo un grito. 

Estaba así por que sabia que lo que decía era cierto, luche por un nosotros, sin embargo el jamás lo vio de esa manera, y yo me termine cansando de dar mi parte y la suya también.