Un viento helado que mueve los árboles al son de su melodía, un cielo oscuro ausente de estrellas, un lugar al que todos temen por sus extravagantes habitantes, es el sitio prohibido para los estudiantes del colegio de magia y hechicería de Hogwarts; sin embargo un estudiante se encuentra fuera de su habitación recorriendo el lugar en busca de respuestas a contables cuestionantes que surgieron apenas ingreso a su segundo año en el castillo.
Después de todo aún con la magia que envuelve su mundo no es normal soñar con el posible futuro que le aguarda a él y a todo lo que conoce, sabe que no son solo pesadillas provocadas por el estrés ya que la primera noche en la cena de bienvenida a nuevos estudiantes no vió al niño que vivio ni a su inseparable amigo; al inicio pensó que se trataba de una coincidencia pero al día siguiente gracias a los rumores que corrían por el pasillo supo que aquel sueño en el que veía al cuatro ojos y al pobreton en un auto volador y saludando "amablemente" al sause boxeador no era solo un sueño que reflejaba sus deseos oscuros contra ellos.
Dicho evento no fue el único que confirmaba sus sospechas; sino que las próximas semanas el pudo constatar de primera mano que sus sueños no eran más que un vistazo al futuro, no hablo de ello con nadie por miedo, sino fuera porque las últimas noches soñó con el bosque prohibido y una voz melodiosa que lo invitaba a conocer las respuestas a sus preguntas; estaría buscando la forma de escapar de todo aún sin saber como.
Es por ello que corría a pesar del frío y el miedo que lo alberga, en busca de un árbol en particular con forma de arco que es el lugar que indicaba su sueño, corría y corría consiente que se alejaba mucho de la zona segura.
Con las piernas adoloridas, la respiración irregular y el pelo húmedo por el sudor se encontraba encorvado sobre sus rodillas observando el dichoso árbol en forma de arco esperando algo lo que fuera y para su deleite no tuvo que esperar mucho.
-Hola Draco Malfoy- hablo la voz melodiosa de sus sueños- llegaste un poco tarde, apenas y tengo tiempo de explicarte todo antes de que tengas que volver para el desayuno- hablo con tranquilidad.
-¿Quién? o ¿Qué eres?- contesto poniéndose derecho y tratando de dislumbrar al ser que le habla, pero era inútil no podía ver nada.
-Soy lo que le da sentido a tu existencia, mejor dicho la existencia del mundo mágico- un pequeño destello de luz morada se dirigió desde el árbol hasta sus pies.
-Pero que es esto!!!!?- soltó un grito de miedo- ¿Qué es lo que quieres!?- pregunto al darse cuenta que la luz no lo lastimaba solo lo rodeaba en círculos.
- Lo que quiero es cambiar el futuro del mundo mágico.
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