hwajisung01 HwaJi Sung

"Pudiste haber sido tu" Kim Seokjin x Jeon Jungkook Oneshot JinKook Mención de sangre, violencia, muerte. No se permiten copias, ni adaptaciones o traducciones de ningún tipo.


Fanfiction Bandas/Cantantes Sólo para mayores de 18.

#bts #seokjin #jungkook #jeon #kim #jinkook #rey
Cuento corto
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Capitulo Único

⚠️ Advertencia: Esta historia contiene mención a temas delicados, sangre, muerte, violencia, entre otros ⚠️



El bullicio en el palacio era descomunal


Todos los criados corrían de un lado para otro ultimando detalles: flores, adornos, alfombras, bandejas llenas de las delicias preparadas por los mejores cocineros de todo el reino.


Hoy era el día de la boda entre Jeon Soyeon y Kim Hoseok, ambos hermanos menores de los monarcas de sus respectivos reinos, Jeon Jungkook y Kim Seokjin.


—Esta quedando preciosa, Majestad...


—Los ojos de todos los invitados estarán puestos en usted, luce casi como un ángel...


Las estilistas de Soyeon se movían con rapidez, cuidaron que todo se viera en su lugar, cada joya, cada seda, cada brillo, todo debía lucir perfecto.


Jungkook, quien estaba escondido detrás del falso librero que había en la habitación (el cual conectaba con un pasadizo secreto que conectaba su habitación con la de su hermana, por seguridad en caso tuvieran que esconderse de algún ataque) observaba como una de las estilistas entraba en pánico al notar que la manga del vestido de Soyeon estaba desgarrada, todas comenzaron a gritar y a sostener el vestido para trasladar a la futura reina a la sala de costura y solucionar aquel fallo.


El cuarto quedó vacío y Jungkook empujó el librero, entrando en aquella habitación llena de brillos, toda la opulencia contrastaba con aquella negrura que sentía dentro suyo.



Estaba entregando a su hermana a una vida llena de infelicidad.


Sonrió con tristeza al ver la preciosa tiara que estaba preparada en el cofre, allí sobre un almohadón de terciopelo purpura, brillaba como nunca, acompañada del mas impoluto blanco que caracterizaba el velo de una novia.


El frío material de la joya se sentía pesado en sus manos, mas sin importarle aquello, siguió sosteniéndolo hasta que en un impulso se lo colocó sobre su cabeza, observándose en aquel enorme espejo y viendo que contrastaba de forma extraña contra sus largos cabellos negros.


—Pudiste haber sido tu... —susurró casi como un suspiro.


—Lastima que eso nunca pasará, ¿cierto?


Aquella voz hizo estremecer todo su cuerpo igual que un viento helado, trató de girarse pero unas fuertes manos le sostuvieron de los hombros. Kim Seokjin estaba detrás suyo, imponente con su atuendo, toda la visión de su figura exhalaba realeza y superioridad.


—Suéltame... —ordenó con rabia, mas el agarre del contrario se volvió aun mas férreo, como una tonelada de hierro solido sobre sus hombros.


Sintió la pesada tiara moviéndose sobre su cabello pero aun así no se cayó, sosteniéndose en su cabeza como un halo de luz.


—Es una pena que sean ellos quienes se casen hoy, ¿No lo crees? Estoy seguro que tu te habrías visto mucho mejor de blanco que tu hermana...


—¿Qué haces aquí, Seokjin? —increpó, ignorando lo que había dicho el contrario.


—Vine a asegurarme que todo esté en orden y que a la novia no se le ocurra escaparse... —respondió con burla impregnada en su voz. La respuesta era obvia:


No había adonde huir.


—Bastardo...


—¿Cómo cambian las cosas, no? Antes habría apostado toda mi fortuna a que seríamos nosotros quienes uniríamos los reinos, contigo caminando de blanco por aquel pasillo, conmigo esperándote de pie en ese altar... —soltó los hombros del mas bajo al decir aquello, aunque Jungkook se había quedado petrificado sobre su sitio, observando como Seokjin tomaba una parte del velo y lo pasaba por encima suyo, cubriendo su rostro por completo con la nívea tela.


—... y al final yo habría levantado este velo y te habría mirado a los ojos ya no como el príncipe Jeon, sino como el dueño de todo, como el Rey Kim Jungkook, como mi dueño...


Todas aquellas palabras le sabían a Jungkook como una puñalada, como el mas dulce de los venenos, no entendía como alguien podía sonar tan enamorado y al misma tiempo tan lleno de odio.


—Lastima que eso nunca pasará, ¿cierto? —repitió Jungkook, levantando el velo de su cabeza y observando como Seokjin le regresaba una mirada de desprecio absoluto.


De pronto todos aquellos momentos vividos volvieron a la mente de Jungkook como si fueran miles de luces parpadeantes.




«Cásate conmigo, Kookie... Serás mi Rey y dueño absoluto de mi corazón...»




«Mi padre no quiere aceptar nuestro compromiso, Jinnie...»




«¡¿Como es posible que te haya comprometido con él? Todo el consejo considera que lo que hizo tu padre es un insulto a nuestra nación... Quieren que declaremos la guerra...»




«No se que hacer... Mi padre quiere apresurar la boda con Yugyeom para que su reino pueda ayudarnos con la guerra... No se como detener todo esto...
No hay forma de detenerlo, Jungkook...»





«Lo siento mucho, Seokjin... Yo no sabía... No sabía lo que mi padre haría...
¿Qué era lo que no sabias? ¿Qué tu padre mataría al mío? Claro, quien podría imaginárselo, ¿verdad?»



—¡No! ¡Seokjin! ¡No! ¡Papá! ¡¿Seokjin, que hiciste?!


Jungkook veía enloquecido por el dolor, como el amor de su vida enterraba su espada en el pecho de su padre.


—Tomen a todos como prisioneros y déjenlos en el salón principal —Seokjin retiró su espada del cadáver del rey, sin darle una mirada a Jungkook, quien gritaba y sollozaba al ser sujetado para que se lo llevaran junto al resto de personas del palacio.


Habían sido tan tontos en confiarse, pensó Seokjin; el rey Jeon, padre de Jungkook, había considerado inferior a su reino, despreciando su propuesta de matrimonio y comprometiendo a Jungkook con un príncipe del reino vecino, creyendo que con esa alianza les sería mas fácil conquistarlos.


«Puede que nuestro reino sea mas pequeño, hijo, pero nuestro ejercito es poderoso» fueron las ultimas palabras que escuchó de su padre, antes de ver como en un descuido los soldados del rey Jeon lo emboscaban, observando con horror como era ejecutado sin que el pudiera hacer algo mas que ordenar la retirada.


Tanto había sido su odio en aquel momento, tan grande era su colera, que en poco tiempo logró rearmar el ejercito, organizando numerosas tropas nunca antes vistas hasta aquel momento, el día de su venganza, placer recorriendo sus venas al vengar a su padre cobrando la vida de su asesino, ya sin importarle siquiera los gritos desesperados de su hijo, ya sin importarle que todos en aquella habitación se arrodillaran ante él como el nuevo Monarca absoluto de ambas naciones.


—El rey Kim ha sido benevolente y decidió perdonar sus vidas, príncipe Jeon... Usted y la princesa podrán mantener sus títulos, aunque el consejo ha recomendado que lo mejor sería una unión entre su hermana y el príncipe Hoseok, a fin de mantener las nuevas Alianzas...


A Jungkook todo aquel discurso le estaba enfermando. ¿Alianza? ¿Unión? Su reino estaba invadido por las tropas del imperio Kim, habían ejecutado a todo el consejo real del palacio, no había visto a su hermana en 2 días ya que seguía confinado en su habitación sin ver a nadie mas excepto el mensajero que le decía todas aquellas estupideces.


¿Tengo acaso otra opción? —ya había perdido a su madre hace tiempo, ahora sin su padre, no podía perder a su hermana, era lo único que le quedaba.


Ya no tenía a nadie mas en el mundo.







—Tienes razón, eso nunca pasará... Pero no te preocupes, ahora que seremos familia, me encargaré de conseguirte un buen marido... Es una lastima que Yugyeom ya no pueda ser un candidato ¿No? —Seokjin recordó con satisfacción como había asesinado también a aquel bastardo, su imperio ahora era el mas grande de todo el continente con aquella victoria.


Sin poder escucharlo mas, Jungkook le dio un puñetazo a Seokjin, aquel rostro que antes le devolvía miradas cargadas de amor y ternura ahora no hacía mas que distorsionarse por la ira. Sin poder evitarlo el contrario lo estampó contra el espejo, sujetándolo del cuello e inmovilizándolo para acercarse y besarlo con furia, mordiendo sus labios hasta hacerle sangrar, cuanto habría querido tener la fuerza de voluntad para no corresponderle aquel beso.


Ambos ignoraron el sabor metálico de la sangre, sus labios se rozaban con desesperación mientras que sus lenguas chocaban incesantemente en un contacto que solo dos amantes podrían ofrecerse. Un hilo de saliva los mantuvo unidos por una milésima de segundo antes de romperse mientras los dos jovenes se observaban fijamente, sus pechos respirando pesadamente luego de aquel fugaz encuentro.


En ese instante, y solo por un instante, la mirada de Seokjin no fue de odio, sino de amor, de todo ese sentimiento tan hermoso que seguía oculto en él, que ya nunca mas saldría debido a todo el rencor que cargaba


—Nos vemos en el altar, Kookie... —mencionó Seokjin para luego salir del cuarto con un paso apresurado.


Y entonces Jungkook no pudo hacer mas que quitarse aquella tiara y retirarse de la habitación.


Tenía que llevar a su hermana al altar





FIN





Hwa Ji Sung

2 de Abril de 2023 a las 08:19 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

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HwaJi Sung 💜 ARMY 💜 💚 Hope right here! 💚 💙 Namjooning: The act of living as Kim Namjoon 💙 🖤 Future's gonna be okay 🖤

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