Dentro de la historia antigua humana pérdida, existió una guardiana creada con el propósito de separar las lágrimas de los humanos. Durante milenios su función era resguardar y contar las lágrimas humanas lloradas desde que el primer humano que fue creado en la faz de la tierra.
Esta guardiana actuaba desde las sombras y en incógnito, su misión la de crear circunstancias para poder curar el corazón en parte o completamente de cada hombre y mujer, las lágrimas de sufrimiento y dolor, de desesperación, de luto y miedo, absolutamente en sentimientos y emociones negativas en el alma de cada persona...
Su trabajo era impecable cada lágrima era contada y separada por el tipo de sentimiento y emoción negativo, a lo largo del tiempo creo esas circunstancias para curar el corazón de niños, jóvenes, adultos y ancianos...
La guardián tiene en claro que los humanos enfrentan fases de desastre naturales, guerras, pestes, hambre y el mayor de ellos los pecados, sabe la realidad de lo que acarrea un pecado como matar, robar y mentir... Ella hará todo lo que este a su alcance sin intervenir demasiado. El aliviar esa carga era su misión como tal. Si intervenía demasiado se enteraran de su existencia o haga que ese humano no pueda atreverse a salir adelante por si mismo...
De la ayuda dada por milenios y siglos, impulso a tantos seres a crecer o de sobrellevar el peso de esa carga.
Entre sus logros consoló y seco las lágrimas de tantos huérfanos de las guerras y desastres naturales, salvo a millones del suicidio, acompaño a ancianos en su soledad y a madres de las pérdidas de sus hijos.
Las circunstancias las creaba con una dedicación divina, comparada casi como la de su creador que es el mismo que del humano. Estas circunstancias las creaba aprendiendo de las vivencias, aprendía del origen de las lágrimas y formaba las posibles eventualidades o coincidencias para curar a su portador. Entendiendo las adversidades de cada uno, uniendo esas desdichas sanaba cada alma y corazón, las lágrimas era las manifestaciones de haber conseguido que ese humano saliera adelante y mejorará. De los huérfanos los unía con las madres que perdían a sus hijos por iguales u otras circunstancia, con los ancianos hacia que hablarán con aquellos que intentaban suicidarse.
En amores no correspondidos era permisiva en no afectar tanto, era sólo vigilar que esas lágrimas no fuesen profundas, por enfermedades graves o impedidos de sus sentidos o funciones de su cuerpo permanentemente, velaba los sueños de aquellos, los calmaba espiritualmente o los hacía conocer gente maravillosa o les daba fortuna.
La guardiana era medio feliz, quería hacer más por los humanos, tenía en claro sus limitaciones como guardián del mundo terrenal. Ella adoraba a los bebés que innatamente eran seres de luz, adoraba a los hombre de ciencia y letras que hacían su trabajo más llevadero al descubrir yerbas curativas o crear medicamentos y a los escritores por contar historias ficticia en sus libros y aquellos que con su ocurrencia divertían a los pequeños...
Antes que este ser guardián del bien desapareciera por no poder con su propósito de creación, el cual era de separar las lágrimas de sentimientos y emociones negativas de los humanos, la guardián en una única vez descubrió que también hay lágrimas de felicidad y que hay personas tan hundidas en la desesperación que ya ni si quiera pueden llorar o les ha ido tan mal que nunca han llorado, esto porque han perdido sus esperanzas o no saben como reaccionar a tanto... De esto conoció en diferentes épocas hace ya cuatro mil setecientos años a Zickfield, una joven mujer virgen y a Sjödren un niño que no es prodigio, ni tiene privilegios ambos con quinientos años de diferencia...
Zickfield con tan solo veinte años enfrentaba la soledad desde muy pequeña, fue apartada por su color de piel y cabello, considerada maligno, era una mujer hermosa y humilde, en soledad y carencias pero siempre con una sonrisa tan bella en su rostro, no pedía mucho en la vida solo encontrar alguien con quien compartir, alguien en quién la amará, lloraba todas las noches en pedir esto al creador. Pese a estar alejada del resto, era comúnmente maldecida y escupida por otros donde se encontrará, si estaba en el río recogiendo agua tenía que agachar la cabeza y huir antes de ser apedreada.
Para Zickfield los años mejoran, decide ir a vivir lejos donde nadie la conociera, le tomó tres largos años en llegar a otro continente, con las pocas monedas que tenía aseguró techo y comestibles por un mes, compró arcilla y moldeo artesanías para vender, con esto su vida se estabilizó y giro a un cambio de paz y de conocer el amor...
Sjödren, un niño de siete años que enfrentó maltrato de sus padres por considerarlo que era enfermizo y feo, incapaz en tener talento o habilidades, a pesar de eso nunca lloró, ni siquiera cuando nació ha llorado, su sonrisa paulatinamente se fue apagando, no sentía rencores, encerrado o en el exterior solo miraba las nubes y el cielo... Cuando cumpliera dieciséis sería un adulto en que tendrá que enfrentarse consigo mismo tras la muerte de su madre y el abandono de su padre... Aunque ha cambiado su entorno y destino no muestra ningún indicio de aferrarse a la vida.
La guardiana después de medio siglo de conocer a Zickfield y Sjödren se desesperó y se apartó un poco de su propósito de haber sido creada de separar y resguardar las lágrimas lloradas, se quedó sin razón al no saber que hacer con las lágrimas de ellos dos. Dios su creador le pidió que lo visitará, la guardiana acudió donde él...
–Dios: te has alejado un poco de tu propósito, ¿te sucede algo?
–La guardiana: no logró entender dos humanos...
–Dios: son Zickfield y Sjödren, dos humanos especiales que te han hecho sentir cosas nuevas. Zickfield es una mujer Philautia Pragma, ella es un tesoro que nunca perderá su brillo. Las lágrimas de ellas eran de fe y felicidad, pocos humanos son así. Con Sjödren, de bebé nunca lloró, sonreía de niño, al crecer ya no lo hacía, con todo lo que enfrentó nunca lloró, él era Alexitímico, por más que lo ayudarás no iba a cambiar.
Ambos te dieron una lección con tu propósito, estabas acostumbrada a solo enfrentar con las lágrimas de sentimientos y emociones negativas de contarlas y no separarlas de sentimientos y emociones positivas. Sjödren nunca lloró, no por es por qué sea malo, insensible, él era distinto a los demás.
–Dios: dime, ¿qué has aprendido con ellos?
–La guardiana: Zickfield, lloraba por tristeza y al final por felicidad, sus lágrimas eran abundante, como manantiales... Esas lágrimas de felicidad no pude separarlas correctamente a la de los restos y las guardé indebidamente, con sus lágrimas cometí negligencia...
Sjödren, le iba mal al igual que a Zickfield, su vida cambiaría para bien pero aún así no demostraba nada, era seco como el desierto. Nunca lo comprendí, fui incapaz en hacer algo por él.
–Dios: has concebido por ti misma porque a los humanos los apreció mucho. Aprendiste de ellos y has llegado a apreciarlos igualmente.
–La guardiana: ¡sí, padre!
–Dios: te asueto a tu propósito de guardián, desde hoy serás un ángel aquí del cielo, estarás cerca de mí Lahef...
En la tierra su nombre fue Adara...
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