Esto pasó hace una semana. Mis tres amigos y yo, al terminar el colegio en verano, decidimos ir a celebrarlo yendo a una discoteca. Estábamos convencidos de ir y pasadnoslo bien, iba a ser nuestra primera discoteca en nuestras vidas.
Mi mejor amigo Rubén tenía expectativas de ligar con alguna chica, Roberto ni siquiera quería venir, al menos le convencimos, Sergio quería emborracharse por alguna razón que desconozco y yo, Samuel, solo quería ser feliz, disfrutar del momento y pasarmelo bien. Al final cada uno tenía distintos deseos.
Cuando por fín llegó el día, todos muy ilusionados, a las diez de la noche Sergio me recogió de mi casa, él ya tenía carné de conducir, era el único aunque los demás ya sabíamos conducir. Fui el último al que recogió. Aparcó en el primer sitio que encontró, estaba todo petado. Había muchos adolescentes como nosotros que iban a la misma discoteca.
Cuando llegamos todos juntos, que intentabamos ir pegados de toda la gente que había, al principio no sabíamos qué hacer. Era nustra primera discoteca. Simplemente nos copiamos un poco de lo que hacían los demás. Pedimos algo de bebida. Yo me fui por limonada sin alcohol, igual que Roberto que se copió de mi. Rubén y Samuel se pidieron una sangría para empezar con alegría.
Antes de salir de casa le prometí a mi madre que no bebería ni una gota y tendría cuidado ya que si no, no me hubiese dejado salir. Ella siempre ha sido muy estricta con eso, mi padre era alcohólico y se suicidó.
A la media hora ya nos habíamos separado, Rubén ya tenía el ojo puesto en una chica y a Sergio le había perdido completamente de vista.
Roberto estuvo todo el rato a mi lado medio parado todo el tiempo excepto cuando me dijo que iba al baño un momento. Mientras tanto yo bailaba a mi manera, saltaba y cantaba las canciones que me sabía. Cuando volvió del baño vino acompañado de Sergio que iba piripi. A lo tonto ya eran la una de la mañana y al menos se nos ocurrió ir a buscar a Rubén. Estuvimos sin exagerar cuarenta minutos, justo cuando le vimos fue la parte en la que se iba a besar con la chica de antes pero de repente apareció el supuesto novio de ella y se la llevó de una. Arrastramos a Rubén con nosotros, que él ya estaba decepcionado y con ganas de irnos. Sergio nos convenció de tomarnos nuestra última bebida, y esta sí fue con alcohol, por una no pasaba nada y estaba claro que Sergio no iba a conducir. Cuando estábamos los cuatro juntos con nuestra bebida, ví a mi hermana Laura en la discoteca. Ella tenía un año menos que yo y mamá no la había dejado ir así que dijo que iría al cine con unas amigas. Ya era tarde y mamá estaría preocupada así que primero me acerqué a Laura y le dije que debería estar ya en casa. Ella ni me miró. Llamé a mamá y mi hermana me quitó el móvil y lo lanzó llamandome vocazas. Intenté buscar mi móvil pero era imposible y me dí por vencido. Fui con mis amigos y les conté lo que había pasado. Ni siquiera sé si me escucharon bien porque no les preocupó para nada. Estuve con ellos media hora más y esta vez si se nos fue de la mano. Bebí más de lo que pensé que haría. En mi mente estaba flotando en el espacio y los demás ya estaban en Marte a este paso. Fui el que menos bebí, me quedaba más consciencia que a los demás, les guié al coche, fue muy difícil lidiar con cuatro borrachos incluyendome a mí y buscar el coche del que no me acordaba donde lo había aparcado.
Eran sobre las dos y media y al fin estábamos todos en el coche. En ese momento volví a pensar en mi hermana y que luego vendría a por ella. Mientras, mis amigos jugaban al piedra, papel o tijeras para ver quién conducia cuando yo pensaba que ya era obvio. Yo conduje. Estaba a diez minutos de mi casa pero yo era el conductor que tenía que dejar a todos en sus casas. Al principio estaba concentrado, luego se me fue la cabeza pensando en todo lo que había pasado y seguía pasando, me empecé a poner nervioso y empecé a tener un ataque de ansiedad, lo intentaba controlar yo solo y más o menos cuando me centré en la carretera de verdad me dí cuenta que estaba en sentido contrario. No sabía cómo había llegado allí. Intentaba esquivar los coches y no sabía como salir de ahí. Pedí ayuda a los demás pero el copiloto estaba dormido y los de atrás estaban cantando una canción que ni sabía cuál era. Estuve dos segundo mirando a los de atras, pero al parecer fueron eternos, cuando volví a mirar hacia al frente ya era
demasiado tarde, un coche directamente hacia nosotros.
Desperté, solo escuchaba la ambulancia. Primero vi como empezaban a sacar a Roberto, el copiloto, casi ni miré pero aún así solo veía mucha sangre. Yo llegué a salir como pude. Vi a Samuel y Rubén un poco mareados con algunos rasguños. Antes de acercarme, quise ver como estaba la persona del otro coche. No vi a nadie, solo al coche destrozado.
Al rato vi a mi madre con mi hermana, yo me acerqué pero no dijeron nada. Mi madre estaba enfadada conmigo por romper la promesa y el lio que había montado.
Todo se alargó más de la cuenta y al fin mi madre decidió ir a casa. Mi hermana y yo nos sentamos atras. Llegué a mi habitación con sueño pero sin poder dormir, era imposible.
Al final, no sé como alcanzé el sueño y pude dormir, me desperté sobre la una de la tarde, no había nadie en casa, o eso creía ya que no escuché ni un ruido y no me atrevía a abrir la puerta de mi madre por la bronca que me echaría. Luego, encima, tampoco tenía mi móvil. Estuve todo el día en mi habitación, no tenía apetito. Al día siguiente me levanté a las once de la mañana. Fui a la cocina y estaba mi madre sola. Estaba hablando por teléfono llorando hablando de la muerte de alguien. Ahí fue cuando me enteré que era un asesino, que había matado a alguien. Cuando acabó la llamada le pregunté quién había muerto y en ese momento me dio la espalda y se fue de la cocina llorando. Después dijo 'prepárate que vamos al funeral' con una voz cortada.
Iba a ir a un funeral, mi primer funeral en la vida y encima de alguien al que yo mismo había matado. Yo no tenía traje negro, entré a la habitación de mi madre, por un momento me miró. Le pedí si podía coger un traje de papá y ella solo respiró fuerte con su nariz congestionada por haber llorado. Me lo tomé como un "haz lo que quieras". Ella se fue al baño a lavarse la cara, yo cogí el traje y después nos fuimos.
No sé si llegamos tarde o no pero había muchas personas en el funeral, yo no sabía todavía quien era pero sospechaba de Roberto. Solo intentaba averiguar a la víctima y se me fueron los ojos a Rubén y Sergio que estaban juntos. Me puse entre ellos, les miré y después los dos me miraron a la vez. Todos con los ojos llorosos y cara triste.
Nos despedimos y cada uno se iba yendo a su casa, luego vi a la madre de Roberto aebrazando a mi madre, cuando me fui a acercar a ella vi una sombra. Quise mirar detenidamente, me acerqué más y era Roberto. Me dio mucha alegría ver que no era él el que había muerto. Le abracé. Se quedó un poco con cara de susto. Después se fueron y me puse a pensar entonces quién era la víctima. Estaba feliz ya que no era ninguno de mis amigos pero tambien me sentía muy mal por la persona que condujo el otro coche. Fue mi culpa y me sentía culpable.
Llegamos a casa y mi madre preparó la cena, yo dije que no tenía mucha hambre y solo comería una manzana. Me subí a mi habitación y me tumbé en la cama. A continuación llamaron al timbre. Mi hermana dijo 'ya voy yo', era de las primeras veces que iba ella a abrirle la puerta a alguien. Mi madre preguntó por quién era. Seguidamente la voz de mi hermana dijo 'son los amigos de Samuel. En ese momento me puse muy feliz, abrí la puerta y grité que subiesen a mi habitación. Mi madre medio chilló 'pueden subir a su habitación'. Subieron y se sentaron en la cama a mi lado, excepto Rubén que se sentó en mi silla. Nadie decía nada, estabamos todos en silencio. Al instante fui al baño, se lo dije pero igualmente ni se inmutaron. Me quise mirar al espejo, no sabía exactamente qué hacer, ¿hablar de lo ocurrido?, ¿no sacar el tema y jugar a la PS4?, no tenía ni idea. Me froté la cara con agua, me miré al espejo y... no me podía ver. Era totalmente invisible, veía la pared en lugar de a mí, no me podía ver. Me asusté mucho, quería pensar que era todo una broma. Entré corriendo a la habitación y les vi a los tres abrazados. Les intenté mover o sacudir un poco, me ignoraban. Bajé abajo y mi madre seguía enfadada, o ignorandome. Mi hermana igual. En ese momento salí de casa corriendo, estaba lloviendo pero igualmente solo quería saber una cosa. Sabía perfectamente donde estaba el cementerio y cómo llegar. Estaba a un poco más de veinticinco minutos andando, pero yo fui corriendo y acorté un poco. No encontraba la tumba, me tire cinco minutos buscandola hasta que vi flores recientes y me sonaban mucho. Me arrimé y leí. 'Samuel Fernández'. Me quedé sin palabras. Venía mi fecha de nacimiento, la fecha del día del accidente y luego ponía 'un buen y querido hijo, hermano y amigo, nunca se le olvidará'.
Estuve llorando mucho. Estaba en frente de mi tumba. Lo único bueno fue que no maté a ninguno de mis amigos y no sé que pasó con la persona del otro coche.
Al menos vino gente a mi funeral, desde pequeño quise saber quién iría y por fin lo he sabido. 'Perdemos tanto tiempo pensando en el futuro que nos olvidamos del presente', es una frase que me decía mucho mi abuelo y ahora comprendo que tenía razón.
Todo después de saber que siempre fui yo cobraba sentido, mi madre no estaba enfadada, ni mi hermana, nadie, solo estaban tristes, deprimidos, seguro que sentirán soledad y sé que mis amigos siempre se sentirán culpables. Solo espero que me superen pero no me olviden.
SI VAS A CONDUCIR, NO BEBAS. CUIDA TU VIDA Y LA DE LOS DEMÁS.
Gracias por leer!
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