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Rocío Vidal


Maite, una joven de 19 años, salva la vida de un joven llamado Félix, y ambos se ven obligados a huir. Félix lleva a Maite a un lugar llamado la Tierra de los Espíritus, un lugar al cual los humanos no logran acceder desde hace 15 años.


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Félix

La joven Maite apagó el portátil luego de oír algo que se aproximaba. Parecía un jadeo. Salió al jardín, pero no vió nada.

Entonces, sintió que una mano le tocaba el hombro. Se dió la vuelta y vió a un joven apuesto: pelo negro rizado y ojos de distinto color.

-Ayudame... - Murmuró, con voz somnolienta.

-Que... ¿Qué te ha pasado? - Preguntó, al ver que cojeaba de un pie.

El joven trató de decir algo, pero estaba muy débil y cansado. Cayó al suelo y se quedó ahí, sin moverse lo más mínimo.

Asustada, la muchacha le dió la vuelta al cuerpo e intentó reanimarlo, pero sin éxito.

¿Quién era aquel joven? ¿Qué le había pasado?

No podía dejarlo ahí fuera. A saber con qué loco se podía topar. Lo cogió con cuidado y lo llevó a casa. Después de dejarlo cuidadosamente en el sofá, fue a cerrar la puerta.

Volvió a examinar al extraño y vió qué su túnica estaba algo raída. ¿Quién sigue llevando túnica hoy en día? Tal vez venía de una fiesta de disfraces... Por suerte, no tenía más heridas. Tan solo una leve cojera y una pequeña hinchazón en el pie.

Fue a la cocina, abrió la puerta de la nevera y volvió con una bolsa con hielo. Se sentó a su lado y le puso la bolsa. Estuvo así quince minutos, hasta que la hinchazón apenas se divisaba.

Fue abriendo poco a poco sus hermosos ojos, uno verde y el otro azul. Maite nunca había visto nada tan hermoso.

El joven se sentó con cuidado y observó a la joven en silencio.

-Muchas gracias por salvarme. -Dijo, al fin.

-No fue nada. No podía dejarte ahí, solo e indefenso. Hay mucho loco suelto por ahí. ¿Ya te encuentras mejor? -Le preguntó.

-Mucho mejor, gracias. - Dijo, con una hermosa sonrisa.

-Yo me llamo Maite. ¿Y tú eres?

-Félix.

-Vaya, como el lince Félix.

-Perdona, pero no sé de qué me hablas...

-¿Vienes de una fiesta de disfraces?

-¿Fiesta de disfraces? -Preguntó, sin comprender a que se refería.

-¿Es correcto preguntar qué te ha pasado? -Preguntó, para cambiar de tema.

-Me atacaron, y me obligaron a venir a vuestra tierra.

-¿Es que vienes de otro país?

-Es... difícil de explicar. - Tomó unos segundos para pensar que decir. - Es... posible que no me creas, pero... yo... vengo de otro mundo. Vengo de un lugar llamado la Tierra de los Espíritus.

-¿La Tierra de los Espíritus? Nunca he oído hablar de ella...

Unos ruidos extraños procedentes del exterior interrumpieron la conversación.

-¿Qué ha sido eso? - Preguntó la muchacha.

Sigilosamente, el atractivo joven se asomó a la ventana y vió un Monstruo de las Pesadillas. Se apartó de la ventana, pero era demasiado tarde: el monstruo lo había visto.

Cogió a la joven de la mano y ambos salieron corriendo de la casa.

-¿Qué era eso? - Preguntó la muchacha.

-Eso... era uno de los monstruos que me atacaron antes. Es un Monstruo de las Pesadillas, y cómo su nombre indica, puede tomar la forma de tu peor pesadilla. O eso, o te hace revivir tus peores pesadillas.

Pararon detrás de una farola para tomar aire y el desconocido miró hacia atrás, pero el monstruo no estaba.

-No lo veo. -Murmuró, frustrado y algo aterrado.

-¿Cómo que no lo ves? Si estaba ahí hace sólo un segundo...

-Ya lo sé, pero ahora no está...

El joven se dispuso a correr de nuevo, pero apenas se dió la vuelta, se vieron rodeados por varios monstruos.

Sin querer, miró a los ojos al Monstruo de las Pesadillas, y aparecieron un grupo de personas con el rostro ensombrecido, riéndose de una persona y llamándola fenómeno.

El joven se dejó caer en el suelo y rogó entre lágrimas que lo dejaran en paz.

-Oye.. ¿Te encuentras bien? Vamos, tenemos que seguir.

-No... No me mires. Porfavor, no me mires... Soy horrible.

-Ese chico... ¿eras tú, verdad? No te preocupes, no es real. Sólo era una ilusión.

Levantó la cabeza y se sorprendió al ver que la chica le ofrecía la mano para ayudarle a levantarse. Sorprendido y agradecido, aceptó la ayuda que se le ofrecía.

-Gracias...




1 de Febrero de 2023 a las 10:13 0 Reporte Insertar Seguir historia
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