juan-bello Juan Bello

Cartas escritas por diferentes personas con distintas historias y experiencias que contar


Microrrelatos No para niños menores de 13.
0
8.9mil VISITAS
En progreso - Nuevo capítulo Todos los domingos
tiempo de lectura
AA Compartir

El puente

De seguro te preguntaras ¿cómo termine aquí?, ¿qué fue lo que me llevo a esta fabrica? ¿qué me trajo a este miserable trabajo donde la única luz que nos guía es la de la Luna?, ¿qué me lleva todas las noches a las 12:00 a este viejo puente?, ¿por qué hice lo que hice?, sigue leyendo y lo averiguaras.


Todo empezó cuando mi esposa que en ese entonces era mi novia termino embarazada de mi, por un momento fui inundado por una ola de felicidad tan grande que pensé que en cualquier momento me estallaría el corazón, pero esa ola fue abruptamente remplazada por una tormenta de angustia que me provoco un terrible dolor estomacal y un nudo en mi garganta.


Eramos tan jóvenes e ineptos, ni siquiera aviamos terminado la universidad y peor ella aún vivía con sus padres y yo tenia una relación muy complicada con mis padres, cuando llego el día de anunciar nuestro embarazo todo se vino a abajo, se dijeron muchas hirientes, varios insultos fueron arrojados y sueños fueron destruidos.


Nos forzaron a casarnos y abandonar la universidad, mi padre me llevo buscar trabajo en el mismo puerto que él, el mismo en horribles condiciones y ni hablar del viejo puente que hay que cruzar para llegar al lugar, múltiples accidentes y un tendría que tomar el turno nocturno, donde más empleados salen heridos o incluso perdidos ya que algunos al no tener buena iluminación caen al agua y son arrastrados por la corriente.


Por unos años todo iba bien, no era perfecto pero teníamos estabilidad y todo apuntaba a que hijo nacería sano y sin complicaciones y mi vida amorosa tuvo unos cuantos problemas pero los manejábamos, nos cuidábamos, nos amábamos, o eso creía.


Comencé a notar que mi esposa se distanciaba de mi, no me hablaba, dejo de ser cariñosa, incluso un día me llamo por otro nombre por error y para empeorar las cosas sospecho que mi hijo ni siquiera es mío, no se parece nada a mi y se ve mucho aún amigo de ella.


Mi casa no se siente como mi casa, deje a mis amigos atrás cuando me case, mi familia me detesta, mi esposa no me ama y mi hijo, dios ¿si quiera puedo continuar llamándolo así?, lo único que tengo es este trabajo que odio y este viejo puente el que cada día empeora, el mismo en el que me detengo a pensar, pensar si continuo o me dejo llevar por la corriente, si vivir o morir, todavía no me he decidido, pero si estas leyendo esto, si buscabas las respuestas para ver como termine aquí, es probable que ya haya tomado una decisión, una donde estare perdido, para siempre.

23 de Enero de 2023 a las 04:05 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Leer el siguiente capítulo Mi despedida a la dulce libertad

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 3 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!


o usa la forma tradicional de iniciar sesión