masterkirov Master Kirov

Master Kirov presenta Pintoresco, una obra de comedia, romance y 96 b6 54 54 b6 54 (Recomendado para personas mayores de 15 años). Sigue la vida del famoso artista Pintoresco, donde revelaremos uno de sus secretos más íntimos sobre sus asombrosas pinturas y de su vida personal. Encriptación: b4 82 a4 77 f3 52 56 b4


Humor No para niños menores de 13.

##Pintoresco ##Pintura ##Phinteschko ##MK ##Master Kirov ##Primera Antología ##Programación Literaria ##Literatura Cifragmentada
Cuento corto
1
8.6mil VISITAS
En progreso
tiempo de lectura
AA Compartir

Pintoresco

¡Qué buena siesta tuve hoy! - Decía justo ahorita al momento de levantarme mientras estiraba bien rico espalda, brazos y piernas – aghhh que a gusto me siento ahora – Así que sin más me levanto de la cama y reviso el reloj – oh son las 7:38 a.m., nada, mal – me preparo un poco para salir con mi chica, jeje y por si no lo saben, afirmo que es la mejor de todas, una obra maestra que deseo inmortalizar esta tarde una vez pinte esa hermosa silueta suya.

Pero sin distracciones ahorita, a un buen día como este, hay que darse un buen desayuno…

Las cosas van de bien a mejor, ¿Qué más podría pedir? Jeje, Oh, pero por supuesto, claro, ya se me ocurrirán una vez que quiera pintarlas, pero bueno pasando a otro asunto un poco más relevante, donde habré dejado esos huevos…

Ahí están – y justo cuando levanto la tapadera de la caja que contiene esos redondeados huevos y tomo un par de estos, escucho timbrar el teléfono – Vaya ¿Pero quién será aquel que osa llamar a esta hora? – Me preguntaba mientras me acercaba al teléfono con los huevos bien firmes en la mano.

¿Diga? – Le preguntaba al sujeto de la otra línea – hola, ¿Es usted el famoso artista Pin…? – Por supuesto – Oh vaya, que buena suerte tuve hoy, vale el asunto de mi llamada era para poder acordar una cotización por su más reciente cuadro… - ah, con que está hablando de mi obra Safaris Ocularis – ah, vaya, si, exacto, esa obra andaba… - ¡EGHHHH!, Error, era Zaphiris Ocularis – ah, bueno, yo… - Déjeme le digo algo, ahmm, señor… - Rogelio, Rogelio de Amaranto – Señor Rogelio de Amaranto, ¿le parece si hablamos luego?, no es por ser descortés verdad, pero… me atrapo justo cuando estaba a punto de tener una buena mañana con mis huevos - ¡Oh santo dios! ¿De verdad? – Oh si, y no es por nada verdad, pero tengo un asunto por resolver justo aquí en mano propia– oh si claro, entiendo, debe concentrarse en sus cosas para que fluya la inspiración – Exacto - ¿Le parece bien si contactamos, este…? ¿Domingo? – ah bien, me parece perfecto – acto seguido colgamos ambos y me fui a la cocina con huevos en mano a preparar mi omelette, pero para sorpresa mía justo al volver a la cocina y empezar a calentar el sartén con un poco de aceite, vuelve a sonar el teléfono, así que vuelvo sin soltar mis huevos en mano, a contestar el teléfono

¿Bueno? – Pregunta una señorita, a lo que le contesto – Bueno - ¿Hablo a casa del artista Pin…? – Claro – Ay qué alivio, disculpe, lo puedo molestar tantito – Hmmm, que sea rápido, aún tengo una serie de actividades por hacer – Ah, no sabía que usted era una persona muy ocupada – por supuesto - ¿Y qué se disponía hacer justo ahora? – Pues vera, andaba a punto de empezar el asunto que estaba dejando pendiente con mis huevos tras la anterior llamada - ¿Su asunto pendiente con sus huevos? Creo que no le entiendo, señor… - Si, es algo cómico, pues resulta que agarré par en mano para empezar lleno de energía el día y de pronto el teléfono suena, así que sin más, en mano el par me dispuse a contestar el teléfono - ¡¿En serio?! ¡Vaya pero que…! - Si lo sé, un asunto un poco desagradable pero así son las cosas - ¿Desagradable? Por favor, es muy pero muy desagradable – Bueno tampoco es para tanto jaja – y ehmm ¿Ya termino con su asunto pendiente…? – Pues la verdad no, de hecho, aquí todavía tengo en mano los huevos que voy a… - ¡Hay no! ¡No, No, NOOO! – Se escucha que se corta la llamada la señorita – hmm vaya parece que se le cayó el teléfono, bueno a lo que iba.

Saco los ingredientes y me dispongo a cocinar.

Un par de huevos, un manojo de cilantro, media cebolla, un diente de ajo, pimienta, unas rodajas de tomate, un tantito de sal, queso, hmmm ¿jamón o chuleta de cerdo? ¡Chuleta de cerdo! Algo de res, un poco de albaca y por supuesto, mi condimento favorito. Paprika.

Tras una serie de agitaciones constantes y desprendimiento de esencias picaras en la cocina a fuego lento, todo iba de acuerdo al plan para esta mañana.

Sin embargo, otra de esas llamadas de otro comprador fanático de mis pinturas es recibido por el teléfono, así que nuevamente voy directo a él, descuelgo el teléfono, lo coloco meticulosamente entre la curvatura de mi oído pasando por el mentón hasta mi boca y lo primero que escucho es:

- TelExt le avisa que su saldo está próximo a vencerse, lo invitamos a que pague antes del 24 de abril… (Mientras hablaba hacia mi tradicional juego de operadora con mi boca y manos)… en las oficinas del Rubio Colorado, lo esperamos señor Pin…-

No pasan ni 2 silabas más antes de que cuelgue el teléfono, así que regreso rápido a la cocina y… ¡Oh Dios Mío…!

¡Mi cuadro se comió mi Omelette! – Inserte un grito interno desgarrador

Si ya se lo tonto que se escucha esto, pero es que si ¿¡Cómo se supone que tenga una vida normal si tengo que cuidarme de escuchar mi nombre artístico cada 2 minutos!?

Ni hablar otro día sin un desayuno ejemplar, y no, no tiene nada que ver con que haya quemado accidentalmente mi Omelette, si me disculpan tendré que limpiar este desastre chamuscado y crocante, ahí van mis vestigios de esta gloriosa mañana, oh que dolor, oh que gran tristeza… ¿Dónde habrá un sofá cama de emergencia para eventos dramáticos en un momento como estos? Ni hablar, luego consigo uno de aquellos sofás camas de emergencias para eventos dramáticos, todavía tengo barritas nutricionales, ¡JA!

Tras unos 20 segundos de una dieta balanceada rica en cereales y frutos secos y alrededor de 20 minutos de limpieza, recuerdo que debo de pagar el servicio del teléfono así que salgo de mi morada, pero luego recuerdo que ocupo dinero, así que subo por las estrechas escaleras, entro de vuelta a mi aposento, recojo el dinero y me dispongo a salir de mi apartamento nuevamente.

Me dispongo en ir sobre mi automóvil para llegar rápido, pagar e ir directamente con mi chica, bueno eso si no me retrasa la acalorada y poco satisfecha muchedumbre, dispuesta a retenerme en contra de mi fluctuosa agenda de actividades.

Oh vaya, por suerte ya llegue a las oficinas, 3 cuadras y medias de pura travesía.

Así que salgo de mi vehículo y camino directo a las oficinas dispuesto a pagar la tarifa que me soliciten, - ya que como artista distinguido no puedo simplemente tener ventajas sociales frente a otro tipo de personas… - Y, Si, lo digo por usted Sra. Imelda.

- Ugh, pero que muchacho tan irrespetuoso… – Inclina su cabeza de forma brusca, para así lograr apartar la mirada de mí, denotando así un sucio y vulgar gesto de odio.

Sin darle más importancia a la famosa artista plástica de la década pasada, que por cierto no tiene nada que ver con el hecho de que esa bruja arruino una de mis primeras pinturas cuando estaba deseoso de entrar a la facultad de artes y humanidades en la prestigiosa universidad de mi país… Oh cierto iba a pagar mi servicio de telefonía, cable e internet...

Una vez terminando de pagar mis distinguidos servicios básicos de telecomunicaciones y hacerle mal de ojo a la arpía aquella, me dirigí de vuelta a mi coche dispuesto a conducir donde mi bella novia residía.

Conduje un par de cuadras adicionales de las oficinas de los servicios básicos y llegué donde estaba ella, sentada esperándome sobre las escaleras de su apartamento.

Al bajar del automóvil ella se levantó y se dirigió hacia donde estaba yo, pero sin darle el mérito de haber hecho todo el recorrido me apure para quedar casi a medio camino.

- Ya tenía ganas de verla señorita.

- Ay mi amor... Yo también quería verte…

Charlamos un poco, y me dispongo a sacar mis cuadros y pinturas de la cajuela del vehículo, ella se dispone a ayudarme un poco para comenzar con los preparativos pronto. Las ideas de esta tarde eran las de pintarnos mutuamente, sin hacer desnudos obviamente, pero queríamos pintarnos. Hacía mucho tiempo que no realizaba algo así con una joven chica dispuesta a aventurarse a mis alocadas ideas artísticas. El punto era entonces pintarnos por turnos separados, al terminar tapar nuestra sección del lienzo para que no viera el próximo anfitrión la obra del otro y después continuar con la pintura del otro, para así tener dos estilos diferentes realizados por una pareja sobre un mismo cuadro que representaría nuestra relación como pareja.

Esta relación sí que era amor del bueno, nada malo podría suceder. Yo la quiero mucho y ella esta perdidamente enamorada de mí, algo que mi cuadro está deseoso por probar.

Sin perder más tiempo me ofrezco como voluntario para ser el primero en ser pintado por el otro, ella comienza a trazar sus ideas sobre un cuaderno, me pide que me mueva de un lado, luego del otro, cambie mi postura, incline un poco mi cabeza, moví mis brazos, luego mis piernas, hasta que luego - ¡Lo tengo! Haz la misma posición, pero un poco más recostado a tu derecha…

- ¿Te parece bien así?

- Me encanta, ya te empezare a pintar.

- Muy bien, me avisas cuando termines.

Y entonces comenzó a pintarme sobre el lienzo, lo que veía era la referencia de lo que el cuadro necesitaba para empezar con el toque mágico que uno estaba deseando, lo que yo estaba deseando de ella.

Al cabo de estar allí sentada desde hace rato pintando, rompiendo su posición para observarme en diversas ocasiones, a veces para fastidiarme con sus gestos y otras para adquirir ciertos detalles. Rompió aquel silencio de concentración que se había acumulado en la habitación desde hacía ya un tiempo. Me informo que ya estaba lista su parte, que ya me podía acomodar a mi gusto y que solo iba a esperar a que se secará su parte del cuadro para poder ocultarlo de mi vista en mi turno.

Ah, y para que no hiciera trampa, mejor salimos afuera del estudio donde confeccionábamos pinturas de vez en cuando o realizábamos las nuestras. Entonces salimos y empezamos a charlar de cosas que no eran tan interesantes, pero que igual nos daba gusto compartir.

Ella me hablaba de sus problemas en la familia y yo le decía lo sucia y gorda que se veía la señora Imelda esta mañana, ella reía y yo disfrutaba verla reír. Luego ella me comentaba lo duro que fueron las últimas semanas de trabajo que ha tenido por sus insatisfacibles clientes, yo replicaba lo duro que era ya no tener tantos retos una vez que uno era muy querido, lo fácil que era tener clientes satisfechos, guiados más por un sentido de moda, que por un impulso de movimiento propio.

Como el ying y el yang nosotros conversábamos, sobre un mismo tema, pero en direcciones contrarias.

No discutíamos, era muy tonto hacerlo, pues ya nos conocíamos el uno al otro, podríamos diferir en el punto del otro, pero siempre estábamos de acuerdo que el respeto mutuo era la fuerza que nos unía tanto como socios de trabajo, colegas, amigos y sobre todo novios.

- ¡Oh! Mira, ya pasaron dos horas, te toca amiguito.

- jaja, si me lo imagino, en un instante te sorprenderé.

- Espero que así sea, porque el mío sé que te va a fascinar.

- Ya rugiste amor. – Me despido con un beso de ella y la posiciono en el mismo sofá donde yo me senté, posteriormente la acomodé un poco para pintarla, de paso me le avente un poco encima para molestarla por los gestos que me hacía para que rompiera mi posición a veces, luego nos reímos y otra vez la empecé a acomodar.

Una vez que creí ya estaba preparada para ser inmortalizada en mi cuadro, abandoné el sofá donde ella estaba sentada y aun recordando cómo me había posicionado sabía que esta posición seria la adecuada. Al llegar al pupitre junto a mis herramientas de dibujo, acomode un poco el bastidor que al parecer se había movido un poco, entonces me acerque un poco más al caballete y ahora si me senté. La observe fijamente por alrededor de un minuto, ella como una profesional guardo la compostura lo más que pudo. Al finalizar mi observación empecé anotar algunas ideas sobre un cuaderno, entonces posteriormente le dije que solo se inclinara a su izquierda solo unos 15° grados adicionales, ¡Iba a quedar perfecto!

Le agradecí y entonces la magia ocurrió, comencé a pintarla, sinceramente fue más rápido de lo que esperaba, al cabo de un par de minutos había terminado de hacer la primera toma con sus capas iniciales, después de eso rompí la formación. Aparte la mirada del cuadro y la volví a mirar fijamente a ella por un minuto, tras acabar, volví a concentrarme en el cuadro. Volví a realizar algunas pinceladas, terminé con las sombras y algunos detallitos que me imaginaba, y… ¡Listo!

Saque a mi chica del estudio para que dejara secar nuestra obra maestra.

Volvimos a platicar sobre algunas cuestiones familiares, económicas, del trabajo y personales. Pero rompimos con las temáticas serias para hacer algo un poco más placentero, así que fuimos hasta arriba del edificio y nos sentamos en el balcón a mirar el horizonte.

El ocaso era simplemente hermoso, ideal para capturarlo en algún cuadro y presentarlo como una obra de exposición, al estar aquí arriba y observar toda esta ciudad me sorprendería saber la cantidad de historias que se ocultan tras cada rostro, cada objeto y cada calle… simplemente desbordaría mi imaginación.

- Oye amor, ¿En qué estás pensando?

- Pienso en lo grande que es esta ciudad…

- Pero… jaja no importa.

- Cuando veo todo desde aquí arriba me siento tan lleno de inspiración, con un aire nuevo cada vez que me siento aquí.

- Vaya…

- Si, es simplemente magistral…

- Oh, ¡pero mira la hora!

- Vaya, ya es tiempo de revisar nuestra obra maestra.

- ¡Siiii…!

La emoción que teníamos por ver nuestro cuadro terminado era indescriptible, habíamos esperado tanto por verlo. Al bajar y estar ya en nuestro piso de trabajo le pedí a mi chica que guardara un poco de tiempo antes de entrar al estudio, tenía que tapar mi parte del cuadro, logrando así que estuviéramos los dos presentes y retiráramos al mismo tiempo las toallas que ocultaban cada sección de nuestro cuadro. Y así lo hice, entre primero, tape con una toalla mi sección y le pedí a mi novia que entrará, los instantes antes de poder ver el cuadro terminado parecían oro…

No sabíamos lo que había hecho el otro, como el estilo que usamos, la pintura que utilizamos… Inclusive no sabíamos con certeza si el otro no había seguido la silueta del otro y había hecho algo distinto… Sin duda era un completo misterio saber que veríamos como resultado en ese cuadro.

Tomamos cada quien una porción de la toalla del otro, yo tome la toalla rosa de mi chica y ella tomo la toalla azul que correspondía a la de mi sección, al estar listos contamos hasta 3…

- 1… - Nos mirábamos fijamente el uno con el otro…

- 2… - Giramos a voltear a ver el cuadro, ah y cerramos los ojos para ser más dramáticos…

- ¡3!

¡Alzamos las toallas…! Y abrimos los ojos, y en ese instante memorable donde las toallas flotaban sobre el cuadro, aun evitando la observación de este, poco a poco se retiraban para dar pie a una genuina obra maestra, era… ¡Era…! – Que… ¡Pintoresco…! – Vi asombrado y aterrado a mi chica…

¡Había dicho la palabra…!

El miedo que sentí al verla en esos segundos fue terrible…

Pareciera como si el tiempo corriera muy lento antes que la tragedia ocurriese…

Y entonces paso…

Mientras yo la veía, ella poco a poco perdía la alegría que se había dibujado sobre su rostro hace unos instantes, en su lugar, se difuminaba un rostro de horror que marcaba todo de ella, lo que una vez fue un rostro encantador se convertía en un alargada y estirada mueca de sorpresa y terror, cuna del miedo más profundo e indescriptible que uno puede tener…

Sus arrugas… ¡Sus horrendas arrugas! Se estaban dibujando cada vez más y más…

Y fue ahí donde volteé a ver nuevamente el cuadro, en una especie de cámara lenta, muy, pero muy lenta… De esté salía una horrenda figura con la forma de lo que una vez habían sido unos tiernos personajes que residían en el cuadro, era una abominación de pintura, tela y una clase de solido similar a la arcilla… Había adoptado la forma tridimensional y apariencia exacta de aquel cuadro abstracto bidimensional… Pero entre más salía de aquel cuadro, aquello absorbía cada vez más las matices y tela de ese cuadro, y entre más salía toda esa mezcla más se revolvía, creando un manto todavía más abstracto de lo que una vez fue nuestro cuadro. Fue en ese entonces, donde una especie de corte mórbido sobresalía sobre la cabeza del personaje de ella transmutado en esa criatura, le empezaron a salir una especie de dientes deformes en su cráneo y un ojo en forma del sofá que había hecho yacía en su oreja izquierda y solo se dibuja más y más este ojo…

Un estruendoso grito provino de ella… empezó a girar y cuando estaba en posición de huir, empezó a correr… todo era muy lento, pero pasaba rápidamente, era una especie de trance hipnótico… Yo no me lo podía creer… Solo estaba ahí parado viendo como sucedía todo, siendo el espectador que siempre he sido desde hace tanto tiempo…

El cuarto de estudio estaba cerrado… yo tenía las llaves… oh joder…

Ella golpeaba y golpeaba la puerta, era evidente que no podría salir del estudio, no era posible evitar confrontar esa criatura que se había materializado con el cuadro que tanto habíamos trabajado, lo siento tanto por ti amor…

Cuando esa cosa llego con ella, aparte la mirada de ella, aquello estaba destrozándola, se la estaba comiendo y estaba haciendo un desastre por todo el estudio… ¡Santo dios!…

Al cabo de unos minutos cuando eso dejo de comerse las sobras de lo que una vez fue mi chica se apartó de donde estaba, y se dirigía lentamente hacia mí, yo no podía mirarlo… ¡Nunca!

Entonces eso me voltea a ver y me dice – Ahh que buen manjar… ¿Seguro qué no quieres que te guarde un poco de tu novia? – Yo estaba asqueado, yo la amaba y no quería ver su cadáver por toda la habitación… - ¡Ni de joda!... Síguetela comiendo Phinteschko…

- Como quieras…. (ÑAM ÑAM ÑAM ÑAM….) – Los ruidos que hacia al comer eran bastante obscenos… - Hay Phinteschko… ¡¿Cuándo dejaras de comerte a mis novias?! ¡Es la tercera en este mes! – Phinteschko se detiene – Hmmm… creo que cuando se dignen a decir bien mi nombre…

Entonces prosiguió a seguir comiéndosela…

Vaya, ya no estaba asustado por que se la comieran… ¡Ahora estaba cabreado con Phinteschko!

¡¿Es que como se le ocurre comerse a mi novia?!

No es tan fácil encontrar una chica hermosa que no me quiera por mi fama en estos días… rayos ¿Ahora qué le voy a decir a sus padres…? ¡Peor! ¡EN SU FUNERAL!

Rayos… ya con esta serán 23 casos de sospecho por homicidio… ahhh como te odio en ciertas ocasiones Phinteschko… como te odio en ciertas ocasiones…

- Vamos, no estés molesto… ¡Te prometo que la otra que tengas no me la como!

- No prometas cosas que no piensas si quiera cumplir Phinteschko…

Es difícil estar enojado con él, siempre ha parecido un niño pequeño.

- Bueno… ¡te prometo entonces que la próxima saldré como un señor con un traje elegante!

- Ja, tu sabes que no puedes hacer eso Phinteschko… Tu forma siempre va de acuerdo a los pigmentos que contenga el cuadro, te materializas en un estado físico tridimensional a través de la tela de los cuadros y gracias a la sustancia que excretas para materializarte, además usas la pintura para reflectar la radiación que te hace bastante mal… Prácticamente eres una amalgama artística…

- Oh cierto, muy cierto… (ÑAM ÑAM ÑAM ÑAM…)

- ¡Oye, recuerda que quiero este lugar impecable!

- ¡Hasta la última gota!

- Claro… - Me retire de la habitación para ir a otro sitio donde no pudiera estar oliendo o viendo como Phinteschko se comía a Olivia… Rayos… Tenía un hermoso presentimiento sobre ella y yo…

Sé que parece enfermo el no sentir tanto desagrado de Phinteschko cuando devora a mis novias, parece inclusive enfermo que conviva con el si quiera…

A pesar de que muy en el fondo está mal, es algo que no puedo controlarlo, va mucho más allá de mi poder, así ha sido desde que tengo 7 años, ya van 15 Años conviviendo con Phinteschko y cada vez que pasa algo similar a esto, no sé si es por costumbre o por simpatizar con Phinteschko, todo esto se vuelve más natural con el tiempo, algunas ciertas emociones no, pero en general, ver a Phinteschko devorar a un ser humano no es novedad para mí, ya lo he visto devorar cosas peores desde mucho antes.

- Ñam Ñam… que buena comida… Ups me falto un poco por aquí, con tu permiso…

- Si adelante, sigue en lo tuyo…

Hay Phinteschko… ¿Cuándo aprenderás que no es bueno comerte a la novia de tu mejor amigo?

- Oye, ¡Estuvo, DELI-CIOSO!

- Que bueno… pero a la próxima dale un par de segundos más para que escape mi novia…

- Si claro, no hay problema… ups, deja limpio un poco el techo…

- Afff, hay Phinteschko…

- ¿Qué paso? Ya casi termino no te preocupes.

- No, no es eso…

- ¿Entonces?

- Sabes, me estaba preguntando… ¿si tu no sientes como nosotros los humanos el amar a otra persona?

- No, oh bueno, eso es lo que creo yo…

- Oh

- Sabes, nunca te lo había agradecido antes, gracias a ti puedo entender este idioma y otros cuatro más, inclusive a entender muchas cosas más…

- Si no hay de que…

- En serio, inclusive me diste hasta un nombre…

- Si… todavía lo recuerdo.

Fue cuando tenía 7 años, en ese entonces vivía en Egipto o un lugar cercano al mediterráneo creo, pero lo que si recuerdo es que había demasiada arena. Mi padre tenía que trabajar en un lugar de excavación para un proyecto arqueológico creo. Pero en ese entonces no estaba tan interesado en el trabajo de mi padre, así que había salido de casa para jugar a los excavadores con mi mejor amigo de ese entonces, recuerdo que nos metimos a una zona no apropiada para jugar, me parecía y estaba siendo custodiada por muchas personas importantes en esa vez…

Recuerdo inclusive cuando encontramos un pasadizo para entrar a una especie de túnel subterráneo sobre esa edificación extraña, la cual estaba oculta sobre lo que parecía ser una montaña de arenisca. Los pasadizos eran muy estrechos a penas y cabíamos, y como no había mucho por excavar, jugamos mejor a los exploradores y cazadores de tesoros.

Desde que tengo memoria siempre me han gustado las pinturas y en especial pintar, siempre ha sido un talento mío el estar elaborando obras artísticas, por eso, no me extrañaría que esos utensilios tan similares a las brochas y botes de pinturas que estaban sobre aquel marco enorme con símbolos extraños me pareciera como una especie de sitio ancestral para pintar.

- Oye, ya hay que irnos de aquí, este lugar no me gusta nada…

- Calla, ¡y observa mi obra maestra!

- ¡Ya vámonos! Nos van a regañar nuestros padres…

- Vete tú, a parte ya casi termino… solo un poco más… ¡Listo!

- WOW, ¿Qué es eso? – Miraba asombrado el cuadro – Lo llamo… ¡Phinteschko!

- ¿Cómo?

- ¡Phinteschko! Porque es muy pintoresco… así como me dicen en la escuela...

- Ahhh y ¿Qué hace el?

- Es el amo de las pinturas, él vive en ellas y ¡puede salir de ellas para jugar conmigo!

- Wow… ¿Fintesko ehh?

- ¡Phinteschko! Debes aprenderte su nombre y decirlo correctamente o el… ¡TE COMERÁ!

- Ok, ok… Phintesco

- ¡Phinteschko! Inténtalo otra vez…

- ok… Phintescko

- ya casi lo tienes, pero intenta decirlo así… Phin-tesch-ko

-Phin-tesch-ko

- ¡BIEN!

- ¡Phinteschko!

- ¡MUY BIEN!

Estábamos muy alegres por nuestro descubrimiento y haberle dado un nombre a mi creación, sin duda es un evento del cual no me arrepiento en lo absoluto…

Fue en el regreso que yo tenía en mi mano otro dibujo sobre un lienzo que había hecho poco después. Al salir de aquel extraño lugar, al ya estar retirándonos de ese sitio un hombre con un traje negro nos había levantado del suelo y nos estaba amenazado. Estábamos llorando y ese hombre estaba pegándonos, de repente nos inmoviliza con una especie de polvo y con su mano empieza a bajarse el cierre, andaba luego quitándose el pantalón ¡Iba a abusar de nosotros!

No sabíamos que estaba ocurriendo, y pronto el señor se había abalanzado sobre mi amigo, estaba llorando con mucha fuerza a pesar de sentirse muy débil, pedía que llamara a Phinteschko para que nos salvara, el hombre se estaba burlando vilmente de ese nombre… No sé si fueron nuestras lagrimas que cayeron sobre aquel cuadro o qué, pero lo que paso después jamás se borraría de nuestras mentes… El señor se detuvo y vio mi cuadro y dijo…

- Vaya pero que dibujo tan más bonito, ¿Quién lo hizo?

- Fui yo… - Decía asustado, pero casi inmóvil

- ¿Cómo llamas a ese cuadro niño?

- La casa de Phinteschko… - Me estaba quedando medio dormido

- Con que Fintesko ehh… saben, yo tengo algo muy pintoresco por aquí… - y cuando el señor iba a empezar a retirarse su única prenda que le quedaba encima, eso salió del cuadro… Tenía la misma forma que mi dibujo… Sabíamos que era Phinteschko… Nos quedamos dormidos entonces...

Cuando habíamos recobrado la memoria el sujeto había desaparecido, en ese instante no sabíamos que había ocurrido… Al tomar de vuelta el cuadro, algo rara tenia, no sabía que era, pero se veía diferente, era bastante siniestra la imagen, no fue hasta un par de meses después cuando volvimos de aquel extraño país a mi tierra natal, fue en la escuela cuando las cosas verdaderamente raras se hacían más y más frecuentes, sobretodo en la escuela.

Como siempre me gustaba pintar y dibujar, un montón de personas se acercaban a mi área de trabajo para ver qué y cómo lo hacía, generalmente me aclamaban como un pintor sublime y cada vez que terminaba un cuadro los profesores y mis compañeros gritaban ¡Que pintoresco!

A todos les encantaba lo que dibujaba, como eran los primeros días los niños ya no se sentaban a mi alrededor a observar mis creaciones, pues estaban emocionadísimos de compartir con sus amistades lo nuevo que habían hecho en ese periodo vacacional.

Por alguna extraña razón la primera aparición de Phinteschko no fue en el recreo, fue a la salida de la escuela en el parque, un compañero que me reconoció se quedó de inicio a fin para observar la pintura que hacía, se suponía era un elefante, tras haberlo terminado el niño grito ¡Que pintoresco! Y de pronto una especie de trompa sale del cuadro y atrapa la cabeza del niño, por alguna razón su cabeza quedo atrapada en un espacio dentro del cuadro, y pronto su cuerpo desprendió su cabeza, como si mi cuadro se hubiera tragado la cabeza del niño y refunfuño su nombre que hace tanto le había dado – ¡Phinteschko!

Estaba asustado, pero de repente esa cosa volvió a salir para seguir comiendo el cadáver de ese niño, no sabía que estaba pasando, pero sabía que eso me daba mucho terror y mientras yo solo lo observaba, inmóvil como una roca, esperando yo también ser devorado… Pero no fue así, solo me observo, pareciera como si estuviera emocionado por verme y después entro de vuelta a la pintura, de pronto el cuadro dejo de verse como un elefante rosado, ahora era el mismo elefante, pero con algunos cambios y con tonos muy intensos y se veía bastante hermoso, mucho más hermoso de lo que me hubiera imaginado, era el mejor elefante que jamás había visto…

Anécdotas así hay muchas, no fue hasta después de 3 semanas que descubrí que el patrón de asesinato del cuadro era a raíz de decir Pintoresco… Más nunca volví a pintar en la escuela, fácilmente se había tomado como personas desaparecidas a más de 20 alumnos y alrededor de 3 profesores y yo sabía que estaba pasando, cuando intentaba decírselo a las autoridades me tomaban como un tonto que hacia bromas pesadas de muy mal gusto…

En ciertas ocasiones aproveché de esto para librarme de asaltos o arrestos después de que ocurriera un asesinato y me viera involucrado, no estuvo bien, pero debía ser listo, tenía una tarjeta de presentación con el nombre de “Pintoresco, pintor profesional” como arma de defensa personal. Con el tiempo descubrí que aquel cuadro cuando atacaba a alguien, después de comerlo y refunfuñar ¡Phinteschko! y luego volver a entrar a su cuadro, era porque quería corregirlos.

De alguna forma entendía lo que pasaba y podía comprenderme cuando lo llamaba, no hablaba, pero con el tiempo le enseñe nuestro idioma y posteriormente practicábamos juntos otros idiomas, fue así como nuestra relación simbiótica se forjaba con los años.

Sin duda Phinteschko era todo un personaje, anécdotas con el tengo miles, y hoy se ha comido a otra de mis novias. Este es sin duda, el drama de protegerme de mi propia fama.

3 de Febrero de 2018 a las 08:07 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Continuará…

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

Historias relacionadas