En una casa vivía una familia de clase alta, conformada por su mamá y sus 3 hijas. Una de ellas, era una excelente abogada; la segunda hija tenía habilidad en los deportes. La tercera, por ser la menor, seguía en la escuela. Una tarde tenía clases de arte, donde podía descubrir su talento. Sus amigas la esperaban, estando en la clase el maestro pidió dibujar y pintar su animal favorito. Al pasar unas horas, cada uno de los estudiantes, presentó un dibujo. Hubo unos muy buenos. Pero la niña, al momento de mostrar su dibujo, obtuvo un cinco por algunos errores. La niña salió de clases molesta, su madre esperaba en el automóvil luego de camino a casa.
Contó lo bueno de su día, pero no lo malo, diciendo cuánto le encantaba dibujar y pintar. Al escuchar eso, su madre estaba feliz, al saber que su hija encontró su talento. Ya en casa, la niña subió a su cuarto para ocultar su trabajo. Mientras su madre salió a comprar unas cosas. Compró herramientas de dibujo y pintura, para darle la sorpresa a su hija. Pasó un tiempo que su hija bajó las escaleras, y la mamá le cuenta sobre la sorpresa. Su hija estaba emocionada, se llevó todo a su cuarto. A pesar de tener todo para hacer buenos trabajos, su actitud y el enojo no le permitían mejorar.
Dibujó muchas cosas, pero no salían como quería. En un momento perdió la calma. Rompiendo y tirando al suelo los materiales. De pronto su madre escuchó ruidos y entró al cuarto, encontrando el desorden y a su hija sentada, en el suelo, con una mirada triste. Se acercó y le dijo: "Estás bien, su hija, poco a poco le contó lo malo en clase de arte. La mamá comentó: "Tu trabajo tuvo errores, hija, pero no significa que sea feo o malo. Necesitamos de las fallas para saber dónde mejorar. Una calificación puede cambiar; al terminar, le dio un abrazo y se fue a dormir. Al escuchar las palabras de su mamá, se quedó despierta, pensando y dibujando tranquilamente.
Segundo día.
Se fue a la escuela con su nuevo dibujo. Al momento de revisarlo, recibió aplausos y una mejor nota. Al llegar a casa buscó a su madre y le dio las gracias. Dejando en la mesa sus dos dibujos, el bonito y el feo que creía.
Moraleja.
Si algo sale mal, ¡no te rindas! No pongas mal cara, inténtalo otra vez. Las cosas no llegan cuándo tú quieres. Toman tiempo, ten presente buena actitud, sé paciente, llegará tu momento.
Gracias por leer!
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