Colmillos — Kookvmin Seguir historia

Taehyung amaba los libros de mitos y leyendas, amaba la ficción y las criaturas maravillosas que ese género permitía crear. Cada película de vampiros, cada dato sobre las creencias en los hombres lobo, cada mito leído o por leer. Todo le fascinaba.

Habiendo leído los mejores libros de muchas librerías y bibliotecas en su ciudad sobre ficción, se aventuró a una de las bibliotecas más antiguas del lugar. Se decía que estaba allí desde que la ciudad era pueblo, desde que en el mismo lugar quemaban brujas e inventaban monstruos como explicaciones a las rarezas del bosque cercano.M

Muchos afirmaban que detrás de esas paredes con estanterías y libros se ocultaban almas en pena, otros decían haber oído sonidos extraños y otros creían haber visto cosas inhumanas en el lugar. Normalmente, la gente no llamaba a la biblioteca por su nombre, sino que la nombraban como la Biblioteca Maldita.

Taehyung no sabía si todos esos rumores eran verdaderos o no, pero lo único que le importaba en el camino al lugar era la cantidad de libros, tanto nuevos como antiguos, sobre criaturas y situaciones ficcionales.

Sin mencionar que por los rumores, no muchos se acrcaban allí. Por lo que no habría tanto bullicio y podría leer en el mismo lugar en vez de volver a su casa dondé el ruido era, solo un poco, menor a que en las bibliotecas a las que asistió alguna vez.

El bibliotecario lo saludo con cortesia. Era un señor mayor pero parecía muy amable al momento de indicarle la sección que buscaba.

Luego de pasar por ahí y escoger un libro de diversos mitos y leyendas, buscó un buen lugar para tomar asiento y comenzar con su lectura.

En medio de su lectura, un olor desagradable llegó a sus fosas nasales. Parecía olor a podrido, pero tenía algo más que lo desorientaba. Luego de olfatear unos segundos más, un recuerdo volvió a el, alertandolo enseguida.

Recordó por un segundo, a su hermana en el baño limpiando su ropa sucia por el período que estaba pasando. Recordó preguntarle a su hermana que era lo que manchaba sus blancos pantalones, que olían tan mal, y recuerda cuando ella le explicó que era sangre.

Había olor a sangre. Había olor a sangre en La Biblioteca donde tantos habían dicho sospechar sobre cosas antinaturales, Había olor a sangre en el lugar al que tantas veces sus amigos le dijeron no ir.

Dejó su libro sobre el sofá donde estaba sentado antes de levantarse. Siguió un poco ese horrible aroma y se dió cuenta de que provenía del lugar donde él se había sentado anteriormente. Revisó todo el sofa, no encontrando nada. Al moverlo, casi lo devuelve a su posición orginal. Antes de poder acomodarlo en su lugar, Taehyung se dió cuenta de una puerta en el suelo. Una puerta tan bien camuflada, que casi la dejó pasar.

Se agachó y cuando ese horrible olor aumentó, decidio abrir la puerta.

Lástima que el destino no tenía los mismo planes. Forcejeó un buen rato, dedujo que estaba cerrada con llave. Intentó calmar su curiosidad, decidió que la puerta podría ser un sotano y que el olor podría ser por una rata muerta o algo por el estilo.

Tomó su libro y, solo por tomar una pequeña precaución y por alejarse del olor, fue a leer a otro sofa a una mejor distancia. Se propuso avisarle al bibliotecario sobre el olor al salir, seguramente el señor limpiaria o arreglaría el problema.

Baba chorreando de su boca hacia su mentón y cuello. Rápidamente se limpió y observó a su alrededor.

No había cambiado de posición en su siesta imprevista, pero lo que sí había cambiado era la posición del sol que ya nisiquiera era visible. Las luces de la biblioteca apagadas. Esperando que el bibliotecario siguiera allí o que la puerta de salida estuviese abierta, casi corrió a la entrada. Encontró todo lo contrarió a lo que necesitaba.

" Perfecto, ahora tendré que quedarme toda la noche " Casi hizo berrinche al pensar eso.

Era una noche fría y si bien Taehyung estaba bien vestido, no le era suficiente como para no coger un resfriado más tarde.

Buscando algún sofá cómodo para recostarse a dormir hasta que pudiera irse, pasó por su primer lugar de lectura. El olor a sangre ya no estaba presente, más bien ahora había olor a escremento de animal. No evitó taparse la nariz con una mano al acercarse más al lugar y tampoco evitó llenarse de sorpresa cuando notó que la puerta que había intentado abrir antes yacía abierta.

Él diría que lo dudó mucho y que tomó la desición con madurez, pero eso no sería cierto.

Guiado por su pura curiosidad, observó dentro. Había unas escaleras pero no había demasiada luz. De igual forma, se aventuró a bajar como pudo, cayendo en el proceso por la falta de iluminación y orientación.

El lugar era angosto, suponía que apenas de un metro o un poco más.

Caminó por ese pasillo hasta que una puerta detuvo su andar. Esta estaba situada al final del pasillo y estaba algo abierta. No sabía que esperar o que pudiera estar detrás de esa puerta por lo que la abrió por completo y dió un paso adelante. Parecía estar en un tipo de sala de estar, notó varias puertas más, supuso que alguien había transformado el lugar en su casa. Iba a irse cuando notó que el olor se hacía más fuerte y escucho una voz viniendo de otra habitación.

— Cuantas veces te he dicho que defeques en el inodoro y no en el suelo — Taehyung se asomó por la puerta medió abierta de una habitación, viendo como una persona le hablaba a un...¿Lobo?

El animal bajó la cabeza, como si se disculpara y sintiera verguenza de sus, según notó nuestro intruso, olorosos comportammientos.

Aunque de todas formas, ¿Qué hacía un humano recriminando a un lobo por no defecar en un inodoro? No es como si los animales fueran propensos a hacer sus necesidades en donde las personas. Y otra pregunta ¿Quién rayos tiene un lobo de mascota y vive bajo a una tenebrosa biblioteca.

— No te disculpes, mejor limpia tu desastre antes de que papá venga y se dé cuenta.

Tae estaba apunto de volver a quejarse mentalmente sobre lo que decía esa persona, hasta que vió como el lobo en tan solo segundos se convertía en un muchacho. No evitó caer desmayado cuando el animal...¿Muchacho? Cuando lo que fuera lo notó a él y a sus ojos abiertos como si hubiera visto un fantasma.

Antes de caer al suelo creyó que ver un fantasma hubuera hecho menos impacto en él.