Aquel Que Hábito En El Abismo Seguir historia

En un bar como es común había un grupo de personas hablando sobre rumores e historias atrapantes sobre heroes, guerreros, santas, magos, etc... Entre tantas historias destacaba una que todo aventurero decía y que todo viajero escuchaba cada vez que se llegaba o se hablaba sobre aquel pueblo, una historia sobre un abismo que se encontraba en el piso más bajo explorado de aquella torre abandonada.

Habían múltiples historias sobre aquel Abismo pero la que destacaba era aquella que hablaba sobre que si mirabas fijamente el abismo sentirías una presencia que te miraba desde el fondo de esa eterna oscuridad.

Esa presencia no siempre estuvo, solo apareció después de una noche en dónde las luces de la torre se apagaron repentinamente sin explicación y dejo de funcionar o eso se creía ya que la verdadera historia sobre la caída de esa torre no había sido contada y que solo el grupo que lo vivió sabe. La historia comienza hace más de 100 años antes, ocurrió una incursión de un grupo de aventureros dónde se dice que hubo un accidente que dejó encerrado a uno de ellos y cuando el resto de ellos escaparon la torre había dejado de funcionar y todo esto por un rumor que se había creado que hablaba de que en el último piso explorado había un mecanismo que llevaba a la sala de recompensas del último piso desconocido donde había grandes premios y que por su inmensidad se podría decir que entre las recompensas podría haber un artefacto de rango Mítico ya que era una de las torres más grandes encontradas en aquellos tiempos.

El grupo de jóvenes no inexpertos pues eran aventureros veteranos que formaron un grupo y ya llevaban 1 año juntos estableciendo grandes bases de compañerismo y trabajo en equipo entre el líder que era un arquero de buen ojo capaz de dar órdenes eficaces desde la retaguardia dónde observaba todo el campo de batalla, un guerrero que era el tanque que protegía al grupo y era como un ogro de fuerte e inamovible, una maga que servía en ataques a gran escala siendo la que administraba apoyo en lugares pequeños pero grandes ataques en zonas amplias, un curandero que daba los buff y curaba a los compañeros y los debuff a los enemigos y un asesino bastante raro ya que atacaba de manera directa al enemigo usando un par de dagas y artes marciales haciendo una combinación de poder con sigilo.

El grupo de estos 5 aventureros partieron a una misión sin sentido donde iban a explorar el último piso explorado el 250 que era la sala del último jefe derrotado para ingresar por una brecha entre el trono y una estatua que estaba detrás del trono donde se decía había un mecanismo que llevaba al final de la torre sin pasar por el jefe yendo directo al tesoro con ese rumor como motivo suficiente para investigar fueron a través de las ruinas ya exploradas de la torre donde a través de un portal instalado en el primer piso fueron directo al último dónde se regeneran todos los días los monstruos de todos los pisos de la torre los cuales derrotaron con facilidad hasta llegar a la sala del jefe al que derrotaron con el gran trabajo en equipo que tenían habiendo gastado casi todas sus energías el asesino llamado Gakusha senshi les dice:

“Deberíamos descansar de esta batalla unos minutos para estar preparados por cualquier trampa”.

A lo que el arquero llamado Hangyaku responde:

“No es necesario, por los rumores parece ser que es seguro ya que va directo a la bóveda del tesoro del jefe”.

Senshi dudoso acepta pero preocupado por lo que pueda ocurrir. Todos preparados y Senshi nervioso siente que algo malo va a pasar, pero para cuando nota una sed de sangre detrás de él ya era muy tarde el mecanismo había sido activado y el dentro del rango de teletransporte iba a ser enviado a un lugar desconocido mientras miraba la cara sonriente de Hangyaku diciendo:

“Por fin pude deshacerme de él estúpido que me opacaba y me quitaba méritos al llevarse la mayoría de logros”.

El resto solo miraba, el guerrero Kuyashī apartaba la mirada con arrepentimiento, el sanador Yoku fukai solo rezaba a su dios mientras sonreía con avaricia y la maga Midarana observaba con desprecio hacia abajo a Senshi.

Senshi, con una mirada vacía y cansada comprendió el escenario mientras estaba encerrado en la barrera de teletransporte e inmediatamente su semblante cambio a uno de furia y con la misma furia se mordía fuertemente el labio inferior con su colmillo, sus ojos oscuros y vacíos sin brillo se centraron en su grupo, sus uñas herían su mano por la fuerza con la que apretaba sus puños, en el último momento que tuvo antes de marcharse hacía lo desconocido gritó:

“¡SABÍA QUE ALGÚN DÍA PASARÍA ESTO, USTEDES TIENEN SUS CORAZONES SUCIOS Y TÚ MÁS QUE NADIE HANGYAKU, NO MORIRÉ SIN IMPORTAR A DÓNDE ME MANDEN Y VOLVERÉ POR MI VENGANZA!”

Entre gritos las palabras de Senshi y él desaparecieron, mientras Hangyaku sonreía al ver sufrir a Senshi.

Senshi después de ser teletransportado se encontró en un lugar oscuro lleno de luces... O eso creía él, ya que en verdad eran el brillo de los ojos rojos de las bestias que se encontraban en aquel Abismo.

Una historia que parece absurda ya que no habría razones para que una torre dejé de funcionar por una cosa así pero la torre no dejo de funcionar por eso...

Ese fue un cuento que nunca fue contado, un cuento que nadie sabe más que aquellos que fueron protagonistas de el, un cuento que todavía no ha terminado.