Cuento corto
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Una pequeña muestra de una historia que jamás tendrá final.

-Amada esposa, ¡dejaste de estar al lado mío!-Exclamaba un hombre con corona.- Mi reina….¡Que grande es el reino sin ti!-



Mi nombre es Ángelus I, rey de Zedale. He pasado toda mi vida cuidando a mi pobre padre, el cual aún no puede superar la trágica muerte de mi querida madre y soberana predilecta del reino; Mariah V, reina de Zedale.


Mi vida no ha sido fácil, os lo confieso ... . Pero desde temprana edad, yo decidí poder convertirme en un rey justo, que es lo que mi pueblo reclama y necesita.



-Mi señor…El convite acaba de empezar. Ya puede venir a reunirse con los de su clase.-



-Lo haré, gracias.-Exclamé mientras colocaba mi capa azul en mis hombros.



-(Quizás pueda encontrar el amor de una vez por todas..)-Pensó la mujer mientras cerraba la puerta y se dirigía hacía el salón.



Jamás he tenido el placer de saber lo que es el amor y no creo que nunca pueda llegar a saborear el momento de poder tener a una mujer entre mis brazos, ya que tengo una reputación de seductor, aunque no los culpo, ya que lo que me hace más feliz es poder estar con aquello que de verdad amo; la batalla y poder estar con mis compañeros. Y lo demás, no le veo de suma importancia



-Usted no ha perdido el tiempo, ¿verdad?-Dijo la mujer de preciosa cabellera castaña.



-¿Por qué me pregunta eso?-Pregunté algo confundido.



-Todas esas damas están susurrando cosas inapropiadas que jamás podría llegar a pensar…Además de que antes de acercarse a mí, pude observar como estaba seduciendo con su gran hombría a nobles comprometidas y solteras..-



Quizás pueda parecer a veces un hombre despiadado y sin corazón, pero puedo garantizar que lo que me caracteriza como persona es mi gran corazón, al igual que mi sinceridad.



-Quizás eso es cierto, pero jamás daría una mínima esperanza a una mujer.-



-Hombre despiadado ....Maldito inventor de humo…¡Jamás vuelva a hablarme!-Gritó la mujer queriendo alejarse de él.



-Detente.-Ordenó el hombre mientras la cogía de las muñecas.



Sus ojos oscuros penetraban la mirada de la otra y así conseguir poder captar su atención.



Quizás quieras que siga más adelante la historia..Pero lamentablemente no puedo, ya que debo volver hacía atrás para poder mostrar toda mi vida y familia.



Mi padre, Livio V, fue hijo de unos campesinos. Era soñador y un seductor profesional gracias a su gran belleza que la vida le había otorgado. A la edad de 16 años ya se convirtió en uno de los mejores guerreros, lo que hizo que mi madre, a la edad de 19 años, se fijara en él.




-Señora, esto es para usted…La mujer más bonita y voluminosa que jamás haya podido ver en estas tierras.-Dijo el hombre de pelo castaño mientras se inclinaba y extendía sus brazos y dejaba ver una caja dorada.



-¿Para mí? ¿Está usted seguro que no hay ninguna otra dama que merezca esto?-Preguntó la princesa mientras miraba a su admirador por encima del hombro.




Acabó ella enamorada de él cuando el caballero le mostró todos los encantos que tenía. Y fue a la edad de 30 y 27 años cuando tuvieron a mis hermanos; Alejandro I, Victor VI,Graciella II y a mi, Ángelus I.




-¡El heredero de la corona e hijo mayor de todos, Alejandro I, rey de Zedale!-



Mi hermano Alejandro era muy contrario a mi; Era un hombre de familia, ya que le encantaba la idea de poder casarse y tener descendencia..Aunque lamentablemente, él acabó odiandome por atraer a las mujeres que él deseaba poseer.




-¿¡Cómo osas seducir a la princesa Adele?!-Gritó el de ojos oscuros a su hermano.



-No te quité nada, ya que esa mujer no es de mi propiedad.-Dije con frialdad.



-¡Eso es mentira! Ojalá nunca hubieras existido, así no me hubieras quitado el tesoro más preciado que tenía…-



A partir de ese momento, siempre tuvimos conflictos ya que comenzó a querer apoderarse de todo lo que me pertenecía. Pero por dentro tenía la esperanza de que un día se acabaría esa situación sin sentido y por fin estaríamos unidos, como lo estaban Victor y Graciella.



-Por dios…Estos niños…¡Jamás aprenderán a comportarse como verdaderos hombres de la realeza!-Suspiró Graciella.



-Concuerdo totalmente contigo querida hermana, ellos no deberían ser poseedores de la corona del reino.-



Dejando de lado a toda mi familia la cual ya está explicada, paso a hablar de una mujer la cual jamás había conocido.



-¿Así que usted es Ángelus I?…Un placer, supongo.-



Esa joven desde el primer momento que la vi, pude observar que escondía algo detrás de esa faceta tan fría, y por eso, escondí la corona y me convertí en el caballero y protector de la princesa, algo que ella no tenía idea.



-¿Quién es usted, hombre de armadura plateada?-- preguntó la joven de ojos verdes.



-Siento con toda mi alma no poder revelar mi verdadera identidad, pero no quisiera arruinar todo. Lo único que ha de saber, es que yo, pienso estar todos los días de mi vida protegiéndola y sirviendola como princesa que es.



Quizás fue con ella donde aprendí la verdadera palabra de lealtad hacía alguien, pero no me dí cuenta hasta que de verdad pude sentir cosas que jamás había sentido hacía otra mujer.



-No creo sinceramente que esa mujer sea buena para ti. Además, es mejor desterrar a esa familia, ya que esconden un gran secreto…-



Mucha gente estaba en contra de esa familia por tener unas tierras ricas en todo tipo de materiales, como el hierro, en alimento, en oro…. Y por eso tuve que vivir escuchando como querían desterrar a esa jerarquía.



-¿Usted también va a querer desterrar estas humildes tierras? ¿Por eso tiene tanto interés en poder acercarse a una de mis hermanas?-Preguntó una mujer con una corona abundante de piedras preciosas.



-No vengo a conquistar estas tierras, mi señora. Solo a ofrecer una duradera amistad entre nuestras tierras.-



-Si supiera príncipe Ángelus los hipócritas que me han dicho esas mismas palabras y luego venían como sucias cucarachas a pedir la mano a una de mis pobres hermanas… Y los más valientes a mi.. Pero no pienso caer en la tentación de confiar, ya que a la única persona en la que yo confío y rezo es en nuestro señor, que podrá librar las tierras de Garden de aquellos impuros como usted.-




Pero finalmente, pude entender a la reina de Garden. Los príncipes y reyes de muchas de sus ciudades lo único que buscaban era la manera de ser más poderosos que los otros, aunque eso tuviera que decir pisar a aquellos que humildemente trabajaban duro para tener lo que actualmente tenían.



Yo, Ángelus I, Rey de Zedale, cierro esta honorable explicación y me despido para poder comenzar a cumplir con mis obligaciones como rey que soy.



Y por supuesto, quiero recalcar que la vida no tiene sentido si no actúas como de verdad sientes ...Y aquellos que utilicen las malas acciones para satisfacer sus desmesurados deseos, serán sentenciados el día del juicio final, por nuestro padre y señor, el cual decidirá nuestro destino.



Alea iacta est.




14 de Enero de 2022 a las 22:52 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Continuará…

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𝗪𝗵𝗶𝘁𝗲 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 𝓢𝓸𝔂 𝓾𝓷𝓪 𝓰𝓻𝓪𝓷 𝓪𝓯𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷𝓪𝓭𝓪 𝓪 𝓵𝓪 𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓽𝓾𝓻𝓪 𝔂 𝓻𝓮𝓬𝓸𝓻𝓻𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓮 𝓵𝓪𝓻𝓰𝓸 𝓬𝓪𝓶𝓲𝓷𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓿𝓮𝓻𝓽𝓲𝓻𝓶𝓮 𝓮𝓷 𝓾𝓷𝓪 𝓰𝓻𝓪𝓷 𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓽𝓸𝓻𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓪 𝓽𝓻𝓪𝓷𝓼𝓶𝓲𝓽𝓲𝓻 𝓼𝓮𝓷𝓽𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸𝓼 𝓪 𝓶𝓲𝓼 𝓵𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻𝓮𝓼. 𝓓𝓲𝓬𝓱𝓸 𝓽𝓸𝓭𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓸, ¡𝓑𝓲𝓮𝓷𝓿𝓮𝓷𝓲𝓭𝓸𝓼 𝓪 𝓶𝓲 𝓹𝓮𝓻𝓯𝓲𝓵 𝔂 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓸𝓼 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓮𝓷 𝓶𝓲𝓼 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪𝓼!

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