Una tarde anida donde el sol se esconde en el horizonte, daba paso al bello traje de noche luminoso. Todo se reflejaba en mis ventanitas y en el ancho mar. Los azules marinos, olas navegantes, agua salada, voz de viento y arena en la orilla. Me encontraba sentado, en el borde, encantado como las olas me saludaban, con ellas me acariciaba la brisa, el viento y la arena también. Me pongo de pie a tanta maravilla, me fui mar adentro, dándole un fuerte abrazo, me quede con ella, le Grité, ¡te amo! Felices, unidos por siempre en alta Mar.
AlmaCompositora🇨🇴
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