wereyes W. E. Reyes

El flujo de las historias de canta en algún final, quizás inesperado. Sus protagonistas tendrán que averiguarlo.


Cuento Todo público.

#challengeroctubre #bruja #witchtober
Cuento corto
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I

—¡Este mundo no te pertenece, hechicera! —gritó Marcus— “libertas est”—conjuró.

Una vorágine esmeralda brilló sobre Amaris, siendo capturada. La mujer de voluptuosas curvas se retorcía de dolor, con los ojos rojos inflamados de furia. Al estar apresada fue forzada a soltar a su prisionera Rosario. Vicenzo se acercó a toda prisa y la tomó entre sus brazos. Aprovechando que estaba capturada hizo uso de Colmillo de Dragón atravesando el corazón de la bruja. Esta desapareció convertida en un fino polvo de rubí, como ceniza refulgente, que brillaba con los rayos de la luz de luna llena que se colaba por los vitrales sin cristales.

«Haz cumplido, acabaste con mi enemiga», oyó la voz de Apeth en su mente, «Vuelve en paz a tu reino con tu amada». Volvió a escuchar.

Desaparecieron ambos en medio de un pulso de dorada luz, volviendo al castillo Braccioforte y a tiempo para su boda.

La luz dorada latió otra vez.

—Profesor Stein, Nakamura… oh, este, bueno lo que era ya completó el ciclo en Evolución.

—Bien Jonas, será el primer navegante. NV-001.

—Doctor, pero su forma…

—¡Bah!, Evelyn, es ideal, una masa transparente, ¡que mejor! Las futuras naves serán fáciles de controlar… Imagínate. Por un hueco podrá introducir sus gelatinosos “dedos” que se conformarán en diversas estructuras geométricas, tendrá…

—Sí, doctor —interrumpió la ayudante—. Grandes capacidades de adaptación. A propósito tenemos cuatro sujetos más. Y la unidad de exploración espacial ha confirmado el prototipo de la primera nave interdimensional

—¡Excelente, excelente!, por fin la humanidad expandirá sus fronteras…

—Disculpe profesor, “ellos” no son humanos.

—¡Tonterías!, Jones… esos son detalles, son solo detalles.

«Podría tener un ejército de babosos y dominar la galaxia», reía dentro de su mente.

Soñaba con imperios galácticos y que al día siguiente en el lanzamiento del “puro espacial”, por fin la esencia de la humanidad aunque fuera gelatina, dominará todo el universo.

El dorado latir de un pulsar de electrones amarillo apagó su corazón. Stein jamás sabría el futuro de sus sueños.

Marcus no lograba comprender del todo como era que aquel misterioso caballero había acabado con Amaris, cuando un golpe de nueva realidad lo materializó a él y a los Paladines del Honor en el gran salón del castillo donde habitaba, aún, aquella maligna y oscura dama.

El dragón Furia de Flamas y la bruja Amaris se encontraban de nuevo frente a él.

—¡Te sorprendes de mi poder!, estúpido, viejo e inútil anciano. A mí, ni la muerte me puede detener —reía y bailaba— No sabes de mi real poder.

Haciendo uso de su magia negra invocó seres de ultratumba, las piedras del piso se transformaron en pequeños demonios alados que volando a velocidad del sonido se convirtieron en proyectiles tratando de matar a los Paladines del Honor, los cuales levantaron sus escudos imbuidos con magia angelical. Los demonios caían convertidos en secas hojas de otoño melancólico.

—¡Bien, bien!, Ja, ja, ja. No esperaba menos de tus Púdines del Sabor —reía de manera psicótica la bruja.

Esqueletos sangrantes con carnes apenas pegadas a los huesos, como un ejército cadavérico putrefacto se abalanzó sobre los héroes. Sir Borracho hacía lo que podía, pero no lograba mantenerse derecho. Sus espaldas eran protegidas por su mujer Lady Comilona, la cual aplastaba los zombis con sus enormes ollas de frijoles. El tufo de Sir Borracho despachó veinte enemigos.

Amaris montó su dragón y tras proferir un sacrílego hechizo se convirtió en una bola de fuego hirviente que se proyectó sobre ellos.

¡Originale corpus est! —exclamó el anciano mago.

Una vez más la hechicera del mal quedó atrapada en el influjo del mago más poderoso de la historia. Un blanco brillo apresó a las malignas criaturas. De el salieron dos mujeres…

El corazón dorado latió otra vez.

NV-001, se preguntaba que hacía en ese cuadrante del espacio. No recordaba bien su origen. Había algo en su memoria que se encontraba bloqueado. Lo que estaba en su mente era que navegaban por diferentes partes del universo. Siempre en busca del conocimiento. Recordaba que NV-003, su oficial de mantenimiento le había hablado de un problema con el motor de empuje. Él, como capitán al mando, se había llevado el relicario que constituía el motor de salto interdimensional. Debía estudiarlo y ver porqué no estaba funcionando adecuadamente. No lograron la última vez hacer el salto espaciotemporal y dirigirse a la constelación Escorpio. Además un extraño aparato había surgido desde dentro de uno de los paneles en el pasillo final a la izquierda de la entrada de la nave. Sucedió justo cuando el collar del hipercubo comenzó a mostrar fallas.

Sus gelatinosos apéndices se introdujeron por los diversos recovecos de la reliquia, hasta que una luz azul llenó la escena. Él, y su cinco tripulantes se encontraron en un a estructura llena de ventanas. Trató de avanzar y percibió con horror un extraño ser que mostraba en su mente, dos extremidades superiores, dos inferiores, un tronco… y una especie de bola sobre este último con un agujero al centro y dos espeluznantes sensores de luz visible, saliendo de ella. Esa cosa tomó una vara que terminaba en un rectángulo cubierto de mechas y me lo clavó en la cabeza.

—¡¿Quienes sois!? —exclamó Lady Justicia.

—… Yo soy Ángela y ella es Joan, estamos buscando respuestas… llegamos aquí y entonces…

—Fueron poseídas por el espíritu de Amaris y su dragón —dijo Marcus.

«¡Poseídas!, es esto algo del demonio, ¿cómo puede ser, no tiene sentido?», pensó Joan.

—Este no es su tiempo ni lugar, reditus est —exclamó, las poseídas retornaron a su hogar en medio de un torbellino azul.

Ángela no pudo hacer mas que conformarse, había tratado de encontrar algo que calmara su ser y la agonía de su amor perdido…

Joan fue a ver a Liam al hospital psiquiátrico, se le veía y escuchaba mejor. No hablaba ya de seres gelatinosos. El collar dorado había quedado en su anterior aventura.

—Al fin siento que el poder de la reliquia nos permitirá por fin acabar con esta dama oscura. ¡Vamos mis Paladines, a la lucha!

La bruja eterna logró zafarse de la magia de Marcus y les envió una serie de espectrales figuras, hombres, mujeres y niños que habían sido devorados por ella. Marchaban hacia ellos como un ejército de muertos caminantes salidos de las catacumbas.

—¡Por qué no nos ayudaron!, ¡nuestro tormento es eterno!.. Hemos sido engañados, violados, destrozados y muertos por un poder del que no nos pudimos defender… ¡¿Dónde estaban ustedes, oh poderosos Paladines del Honor?! ¡Dónde está nuestra justicia? Nuestros hijos fueron devorados y convertidos en ponzoña negra. Nos quemaron vivos, desgarraron nuestras carnes, nuestro sufrimiento no termina —se escuchaban las guturales voces de los seres del inframundo.

Avanzaban derritiéndose sus caras como una colada lechosa que hacía salir sus desorbitados y sangrantes ojos que luego caían a sus pies para ser aplastados, como uvas, por ellos mismos. De sus descarnados huesos pendían trozos de carne roja que dejaban una estela carmesí de sangre coagulada formando ríos en el empedrado. Diablos alados se unieron al festival del horror, mientras Amaris volvía a montar a su dragón cuya cara había cambiado a una reptil calavera de cuencas vacías y de rojos; y refulgentes cuernos.

Los muertos hedían de maldiciones convertidas en espesa niebla oscura que penetraba las armaduras y defensas de los honorables caballeros. El poderoso mago sentía como se debilitaba.

«Si no hacemos algo pronto, esta depresión nos matará»

El artefacto dorado pulsó otra vez.

«Que haces estúpido terrícola con la reliquia sagrada», oyó el capitán Stevens en su mente.

—No me interesa vuestro pacto, he decidido meterla en el teletransportador. Adiós quienes sean ustedes. Cualquier pacto que implique dañar a la humanidad no va conmigo.

«Te arrepentirás estúpido hum…!»

El zumbido eléctrico del aparato hizo desaparecer el objeto.

Lady Justicia saltó sobre Amaris con la furia de la rabia de su amor asesinado, no le importaba nada, a punta de mandobles de su espada de plata logró hacer retroceder al dragón; le arrebató el brazo postizo a su enemiga y le destrozó su ya desfigurada cara. Furia de Flamas en posición rampante soltó una llamarada tan caliente como el sol. Marcus tuvo que usar todo el poder de su báculo para defenderse con un escudo mágico de torbellino verde. Sir Prudente aprovechó que la bestia tenía sus piernas levantadas y le atravesó el corazón con su espada Muerte Precisa.

—¡Al fin tengo todo el poder del Relicario Antiguo! ¡Morirás ahora! —exclamó Marcus.

—¡Mago Idiota! ¡Qué parte de inmortal, no entiendes!

La bruja usando sus oscuros poderes sanó a Furia de Flamas y se fusionó con él, en una bestia de inimaginable figura. Todo alrededor se puso negro, solo destacaba la titánica bestia sedienta de vidas. El torbellino de su aleteo fue suficiente para derrumbarlos.

Entonces Sir Borracho arrojó un tonel de vino sobre la cabeza de la bestia y la mató en el acto.

—¡Quééé…! Erick te pasas, es la última vez que te dejamos como Director del Juego.

—¡Vaya!, no es mi culpa. Tu sacaste un uno en el dado y aunque Amaris es “inmortal”, Ernesto uso la carta de mortalidad, y al sacar un veinte en el dado con su personaje de Sir Borracho y la habilidad de aplastamiento…

—Pero cómo…

—Déjame terminar, la bestia “Amaris fusionada” tiene cero resistencia al aplastamiento, está en el manual.

—¡Déjanos hasta ahí... nunca más jugamos contigo, además el juego es de calabozos, que mierda tiene que ver una nave espacial!

—¡Ok!... Para que me invitan, si saben como me pongo —dijo Erick.

—Mamá que divertidos son los humanos, esta historia es muy graciosa…

—Sí, basta Lilith, mañana tenemos que madrugar, recuerda que iremos a la nebulosa del Cangrejo a enfrentarnos con los Ojos del Infierno.

—¡Uh, qué bueno mami ese si será un buen entrenamiento con la reliquia dorada!.. pero y mis dulces.

—Sí, hija, te tengo tus dulces de Halloween , están en el cráneo de dragón, tal como te lo prometí.

—Feliz Halloween mamá.

—Igualmente peque.

1 de Noviembre de 2021 a las 03:00 0 Reporte Insertar Seguir historia
2
Fin

Conoce al autor

W. E. Reyes Cuentacuentos compulsivo y escritor lavario. Destilando sueños para luego condensarlos en historias que valgan la pena ser escritas y así dar vida a los personajes que pueblan sus páginas al ser leídas. Fanático de la ciencia ficción - el chocolate, las aceitunas y el queso-, el Universo y sus secretos. Curioso por temas de: fantasía, humor, horror, romance sufrido... y admirador de los buenos cuentos. Con extraños desvaríos poéticos.

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