axel-melgarejo1625109491 Axel Melgarejo

Él es un oficial de policía de la ciudad de Los Ángeles. Él es un personaje Random de un Anime Isekai Shonen que ha terminado por accidente en el mundo real. Ambos deberán detener a un peligroso asesino serial antes de que atrape a su próxima victima... si es que no se matan el uno al otro durante el proceso.


Acción No para niños menores de 13.

#anime #policial #isekai #shonen #homicidios #investigación #crimen #misterio
4
16.6mil VISITAS
En progreso - Nuevo capítulo Todos los sábados
tiempo de lectura
AA Compartir

PROLOGO: LOS HOMICIDIOS RITUALES Y EL GUERRERO DE LAS CINCO SHINJUTSUS DEL MONTE TIRAI

1

ALDEA KINSHI, ÉPOCA DE LOS CEREZOS

La tenue luz de la luna era lo único que lo iluminaba. Viendo su aldea desde la distancia, con la cabeza gacha y algunas lágrimas corriendo por sus mejillas, sentía la vergüenza crecer en su interior.

De cabello negro corto; pero con un flequillo pronunciado tapando su ojo derecho que poseía la maldición del Yokai, llevando ropajes negros junto a la soga blanca que amarraba la funda donde descansaba la espada sagrada conocida como: Seiken. Eraba Senshi, el guerrero elegido por los dioses, sabía que no podía volver a su hogar, al menos no hasta poder limpiar su nombre ante los pobladores que lo creían responsable de la muerte de su máximo líder. Largando a llorar, Senshi, se juró a si mismo que no descansaría hasta encontrar al asesino de su maestro y líder de su aldea mientras viviese. Una vez que lo eliminara podría limpiar su nombre delante de todos; pero sería una búsqueda en solitario, debido a que no deseaba poner a nadie en peligro, esta era su vergüenza y de nadie más.

Se encontraba dispuesto a partir cuando una voz conocida le preguntó

- Senshi ¿Te encuentras bien?

Mirando, con sorpresa, a su costado, se encontró con su amiga de la infancia y, en muchas oportunidades, única confidente aunque a él no le gustara admitirlo. Se trataba de Evelyn Maho. Una hermosa muchacha de cabello castaño rojizo, con ojos castaños, llevando una camisa de mangas cortas blanca, junto a unos guantes purpuras, una mini falda negra y un peto morado, su largo cabello estaba cubierto por un sombrero de bruja.

Evelyn era una principiante de magia que Senshi siempre debía de salvar en múltiples ocasiones debido a que ella todavía no sabía cómo poder usar su propia magia de forma efectiva. Viéndose descubierto delante de ella, se apresuró a limpiarse sus lágrimas mientras Evelyn le preguntaba

- ¿Acaso estas llorando?

- ¡¿Qué?!- mintió Senshi con un tono divertido- ¡No, para nada! es solo una pelusa que se metió entre mis ojos

- Escucha Senshi, oí lo ocurrido con tu maestro… yo… no puedo decir nada más que… lo siento mucho, de verdad- unas lagrimas corrieron por sus mejillas, Evelyn solía ser una muchacha muy sensible, de mucho coraje y valor; pero para nada alguien con una ruda actitud- también he oído lo que dicen de ti ¡Pero yo sé que tú no has sido!

- ¡Evelyn!- exclamó Senshi sorprendido

- ¡Yo creo en tu inocencia!- sentenció Evelyn con todas sus fuerzas largando algunas lagrimas

Senshi largó una exclamación de sorpresa al oír aquello. La mirada de Evelyn mostraba una decisión junto a un valor indiscutible e indudable. Bajando su cabeza otra vez y ocultando su triste mirada de los ojos de su amiga, Senshi, le contestó

- Poco o nada importa ahora si soy o no inocente… ellos siempre quisieron que yo me fuera del pueblo, solo era la vergüenza de la aldea debido a mi cruel pasado durante la batalla de Hinotoma en donde mi hermano murió y los Yokais me maldijeron- levantando su mirada de forma sorpresiva, mostrándose su enojo en la expresión de su rostro, Senshi, añadió con un grito- ¡Siempre fui un paria para ellos, lo mejor es que me vaya de aquí para siempre!

- Senshi- murmuró Evelyn sintiéndose conmovida, levantando sus puños cerrados y mirando con gran pesar a su amigo, dio solo unos pasos hacia atrás; pero fueron lo suficiente para calmar a Senshi quien bajó su cabeza una vez más diciendo

- Algo que no pienso en retrasar ni un solo minuto… lo siento Evelyn; pero es mejor que sea así- dándole la espalda, Senshi inició su retirada que fue interrumpida al sentir como la mano de Evelyn tomaba la suya. Dando otra exclamación inarticulada, Senshi, se dio vuelta observando a Evelyn de rodillas pidiéndole perdón

- ¡Lo siento mucho Senshi!- exclamaba Evelyn rompiendo en llanto- ¡Debí ayudarte ese día y no pude hacer nada! Si no hubiese sido por tu ayuda lo más probable es que hubiese muerto; pero de nada sirvió aquel acto heroico si no pude salvarte de la vergüenza… yo también te juzgue en secreto; pero ya no mas

- ¡Evelyn!- exclamó Senshi sorprendido

- ¡Llévame contigo por favor!- le pidió entre lagrimas sin soltar su mano ni un solo minuto- ¡Quiero estar a tu lado en lugar de seguir viviendo al lado de aquellos cobardes que te condenaron de forma injusta!

- No digas disparates- le reprochó Senshi soltando su mano de forma brusca y rápida- eres una novata en magia y, fuera de curar personas, no sabes ningún hechizo poderoso ni tampoco alguna técnica de combate que pueda ser de ayuda

- Tú lo has dicho, solo se magia de curación; pero también sé como aprender algunas técnicas- le contestó Evelyn, abriendo la palma de su mano en la que un circulo color violeta se formó. Una vara de madera, con un cristal en la parte superior, salió del centro de aquel círculo violeta y ella lo tomó. Se trataba del báculo sagrado, el quinto Shinjutsu, algo que solo los archimagos podían poseer y aquella novata lo llevaba consigo- como saber cómo poder manejar esto por ejemplo

- ¡Evelyn!- volvió a decir Senshi sorprendido

- ¡Te acompañare quieras o no! Caso contrario las heridas que puedas recibir en este viaje te mataran- exclamó Evelyn con decisión, sonrojándose murmuró- no sabes curarte las heridas muy bien que digamos

Tras mirarla en silencio, Senshi sonrió y le respondió:

- Veo que no tengo otra opción- dándose la vuelta comenzó su retirada añadiendo- pero entiende que no tengo las intenciones de compartir mis alimentos

- ¡Tampoco pretendía comer aquellos bollos de arroz!- se molestó Evelyn con Senshi adoptando una pose similar a la de un cangrejo, sus ojos se agrandaron aun mas- ¡Tengo mi propia comida que es rica en proteínas mágicas!

- Si como digas- le contestó Senshi dándole la espalda comenzando su aventura- ¿vienes?

- ¡Sí!- le contestó Evelyn acompañándolo, siendo el inicio de sus aventuras

2

LOS ÁNGELES, SEPTIEMBRE DE 1977

Era su primer día en el departamento de homicidios y este era su primer caso, de cabello corto negro con varias entradas ya pronunciadas, el recién nombrado Detective de homicidios Tom Lewister se acercó a donde se encontraba la víctima, o mejor dicho donde se encontraban los restos de la víctima. El único modo de llamar aquel macabro descubrimiento era una masacre. Al bajar del coche, Lewister, se acercó a la escena del crimen. Los de huellas ya habían fotografiado todo y el forense aun estudiaba el cuerpo, con una sonrisa, Lewister lo saludó

- Buenos días, imaginó que usted es el Doctor Dellister ¿No?

Aquel hombre de mediana edad, con canas en las sienes, cabello negro, ojos verdes y tez blanca, se levantó del suelo y le estrechó la mano a Lewister diciendo:

- En efecto y usted debe ser el detective Lewister ¿verdad?- Lewister asintió y Dellister, riendo, le contestó- uno nunca se acostumbra a esto Detective. No importa cuántos años pasen, siempre es peor que la primera vez

- ¿Que tiene para mí Doctor?- le preguntó Lewister con una sonrisa, el médico forense le respondió

- Mujer de piel blanca, por lo menos de la mitad hasta cerca del pecho se puede ver la piel. Posiblemente de unos cuarenta años, desnuda con la mitad del cuerpo arrancado hasta los huesos y la otra mitad intacto- caminando por sobre el cadáver de la víctima, Dellister, continuó- marcas rituales extrañas, no parecen pertenecer a ningún tipo de culto conocido, je, quisiera decir que es la primera vez que veo algo así; pero… ya lo había visto antes, hace diez años atrás

- ¿Acaso se refiere a…?

- Si, el “Asesino del Orbe”- le contestó Dellister con un suspiro- supongo que como detective debe de estar enterado que cada diez años ocurre un asesinato de carácter ritual incomprensible. Esto ocurre desde mil novecientos cincuenta y siete: una mujer desaparece, los familiares denuncian su desaparición y, nueve días después, aparece asesinada. Siempre de forma macabra y con varios círculos alrededor que parecieran formar un mensaje. Al principio fue uno, en mil novecientos sesenta y siete fueron dos, ahora son…

- Tres- finalizó Lewister sorprendido

- Exacto, tres círculos puestos sobre el cadáver de la víctima, dos a los costados y uno en el centro donde se encuentra su cráneo. Luego del asesinato, todo permanece en calma hasta pasado diez años

- Leí los periódicos de la época doctor- le contestó Lewister- la prensa siempre está interesada en todo aquello que sea una historia jugosa para ellos, incluso si eso es algo macabro. El Asesino del Orbe parece llevar una especie de extraño patrón, la primera vez fue una mujer, diez años después dos mujeres y ahora…

- Con ella sería la tercera este año. Su predecesor estuvo investigando el caso hasta antes de su retiro, temo que no pudo cerrarlo- le respondió el doctor guardando sus objetos médicos- este desgraciado fue su obsesión durante años

- Pues yo cerraré el caso que él no pudo lograr- le contestó el joven Lewister con mucha confianza en sus palabras

- Buena suerte con eso- sonrió Dellister retirándose del lugar- le daré más informes una vez que haya terminado de revisar a la víctima. Usted trate de investigar el caso, estoy seguro de que podrá resolverlo

Lewister asintió iniciando una investigación que lo llevaría a un punto muerto debido a que no tenia sospechoso alguno y los ataques se detuvieron de un modo tan abrupto como comenzó. Pasarían otros diez años antes de que el Asesino del Orbe volviese a atacar; pero, para ese entonces, Lewister tendría mas de tres casos de homicidio sobre la mesa que resolver.

3

LA RUTA DEL SABIO, ALDEA DE KENJA NO MICHI

Su entendimiento de la magia era pobre y ahora estaba en el suelo dispuesta a ser asesinada por el maligno Burakkuseji, el poseedor del cuarto Shinjutsu. Evelyn podía poseer el báculo del quinto Shinjutsu; pero le era imposible de controlarlo todavía y aquel hombre de cabello blanco largo atado, barba igual de larga con un kimono negro que lo cubría de pies a cabeza, se disponía a matarla con su técnica especial: Cosmic Death.

Riendo, Burakkuseji, se mofó de Evelyn diciendo:

- Así que una pobre aprendiz de hechicera creía que podía ganarme y usar el quinto Shinjutsu así de fácil- rió Burakkuseji acercándose a donde estaba Evelyn quien se encontraba en el suelo incapaz de moverse debido a las heridas que tenía en el cuerpo y por el miedo que poseía. Aun con toda ese pavor, Evelyn, largó una exclamación inarticulada ante tal revelación haciendo reír aun mas a su agresor- ¿Qué? ¿Acaso piensas que el Shinjutsu es un pobre truco de magia niña? No, es mucho más que eso. Es un poder divino que puede ser capaz de abrir puertas a tierras desconocidas si lo deseas. Algo que se llega en base al duro esfuerzo y entrenamiento. Solo la perseverancia, la auto confianza junto a la férrea disciplina son capaces de darte el control sobre el Shinjutsu

El cuerpo de Burakkuseji resplandeció con un aura escarlata que enrojecía su propia piel. Largando una risa más profunda, Burakkuseji, exclamó:

- ¡Algo que yo poseo y controlo a la perfección! Mientras que tú, pequeña ¡Solo eres una pobre principiante que huyo de hogar para estar con su noviecito! Que patético. Me reiría si no fuese tan triste

Evelyn ahogó otra exclamación inarticulada mientras sus ojos se cristalizaban debido a la vergüenza, junto a la tristeza interna, que tenia porque Burakkuseji tenía razón en lo que decía. Alzando su puño, cuya energía escarlata comenzaba a reunirse alrededor de él, aquel enorme anciano de piel roja largó un grito lanzando su ataque especial:

- ¡COSMIC DEATH!- Evelyn cerró sus ojos; pero al ver que no había pasado nada los abrió solo para lanzar otra exclamación inarticulada al encontrarse a Senshi delante suyo con su espada alzada creando un escudo circular con un pentagrama en el centro, largando una risa gruesa y profunda, Senshi, le dijo

- Vamos, anciano, no deberías ser tan duro con ella. Al fin y al cabo solo es una muchachita- sonriendo, Senshi añadió- tampoco deberías de alardear tanto tu logro sobre el tercer Shinjutsu, debido a que no eres el único que puede alcanzarlo… o sobrepasarlo

- ¡Que!- exclamó Burakkuseji al ver que un aura azul cubría el cuerpo de Senshi

- ¡Prepárate!- exclamó Senshi alzando su cabeza de forma inesperada. El ojo del Yokai brilló desatando el cuarto Shinjutsu, Burakkuseji dio un salto hacia atrás gritando

- ¡No digas tonterías!

- ¡SEIKEN!- gritó Senshi concentrando toda su energía en la espada- ¡FLAME!

- ¡COSMIC DEATH!- rugió Burakkuseji lanzando su ataque

La energía azul golpeo la roja y se mantuvieron en lo que parecía un forcejeo eterno que debió de durar unos cinco segundos en realidad. La energía azul sobrepaso la roja y golpeó a Burakkuseji quien gritó:

- ¡Imposibleeee!- desapareciendo por el poder del Shinjutsu que lo desvaneció de la existencia misma.

El combate había acabado. Jadeando, Senshi, guardó su espada diciendo:

- Podrías tener el poder junto a la disciplina; pero te faltaba algo importante en tu vida- mirando con una sonrisa a Evelyn, finalizó diciendo- amigos

- ¡Senshiii!- gritó una voz fina proveniente de una criatura ovalada de piel blanca con alas de murciélago, orejas de ratón y ojos negros. Se trataba de Battomausu

- ¡¿Battomausu?!- exclamó en forma de pregunta Evelyn, solo para que sus ojos se llenasen de lagrimas y gritase- ¡BATTOMAUSU!

Levantándose del suelo en medio de aquel templo ancestral, Evelyn, abrazó a Battomausu con todas sus fuerzas. Recibiendo el abrazo de su tierno amigo, poco le importaba a ella que en tiempos de antaño intentase tocar sus senos con sus patitas porque ahora se sentía tan feliz de verlo que lo abrazaba con fuerzas sin darse cuenta de que aplastaba su cara sobre sus senos y a esa ratita alada le gustaba mucho aquello.

- Vaya, no creía que lo lograrías; pero al final me sorprendiste- lo felicitó una voz más desafiante, Evelyn vio sorprendida como aparecía, en medio de la noche, un joven apuesto pelirrojo de cabello largo y despeinado. Llevando un kimono negro con pantalones grises, se trataba de Akai Raibaru, un antiguo rival que Senshi combatió en el pasado y venció al dominar el primer Shinjutsu. Tras vencerlo, pudo haberlo matado; pero no lo hizo. Perdonó su vida y ganó su amistad aunque siguiesen siendo rivales, con una risa de seguridad, aquel muchacho de ojos verdes añadió- realmente te estás convirtiendo en un maestro de los cinco Shinjutsus, he de decir que me sorprendes cada día

- Oh vamos, no es para tanto- rió Senshi rascándose la cabeza

- Oh Evelyn- gimió de placer Battomausu al estar su cabeza tocando sus senos- ¿Qué colonia usas? Hueles muy bien

- ¡Ahhh! ¡Suéltame depravadoooo!- gritó Evelyn dándole una bofetada, que le dejó la mejilla roja con la mano marcada en la misma, que lo hizo volar a un metro de distancia aunque eso no cambio su expresión de placer en el rostro ni mucho menos abrió sus ojos cerrados o secó la baba de su boca.

El resto comenzó a reír mientras Evelyn largaba un grito de enojo al cielo.

A la mañana siguiente, Senshi, miraba el sol salir por el horizonte, sintiendo como la fresca brisa del amanecer movía su flequillo, trayendo con ese amanecer la promesa de que podría mejorar su habilidad en el Shinjutsu. Cerrando sus ojos, Senshi, se permitió creer aquello encontrando felicidad en su vida.

4

LOS ÁNGELES, SEPTIEMBRE DE 1987

Otro asesinato ritual, siendo el cuarto en un mes, uno cada semana. Esto empezaba a exasperar al veterano detective de homicidios Tom Lewister. Diez años investigando el caso del “Asesino del Orbe”, diez jodidos años en los que llegaba a callejones sin salida y más especulaciones que hechos sustanciales. Su compañero, Stuart Jackson, miraba lo mismo que él, un cuerpo masacrado de una mujer que había desaparecido de su hogar haría una semana atrás. Aquel malnacido tenía prisa y era muy rápido.

Stu cubrió su boca, con su oscura mano, intentando no vomitar ante lo que veía y arruinar su elegante traje, tampoco era buena idea el tener pedazos de vomito en la barba negra recortada que llevaba consigo. Muchos de sus compañeros les gustaba bromear diciendo que Lewister y Stu eran los “Sonny Crokett” y “Ricardo Tubbs” de la sección de homicidios de Los Ángeles, cuando en realidad todos sabían que Stu era un hombre ambicioso que en cualquier momento ascendería a Teniente si se lo proponía; pero en aquel momento solo les importaba atrapar a ese enfermo mental que dejaba cuerpos muertos en las colinas boscosas de L.A.

- La victima ha sido identificada como Samanta Deliason de treinta y ocho años de edad- informó Lewister a su compañero mirando el cadáver- la causa de la muerte todavía no es clara; pero todo parece indicar que fue una puñalada en el corazón

- Como las anteriores victimas- resaltó Stu sacando su mano de la boca

- Si y como con las anteriores, parece estar dejando un mensaje con el cuerpo de las mismas- señaló con su dedo índice Lewister- el cuerpo se encuentra desnudo y descuartizado, ha dibujado cuatro círculos en el suelo colocando el tórax en el centro, los dos brazos en el primer círculo al costado derecho, las dos piernas en el segundo circulo al costado izquierdo, y la cabeza en el tercer circulo en la parte superior

- ¿Y que pasa con el cuarto circulo?- preguntó Stu sorprendido

- ¿Que acaso estas ciego Stuart?- le contestó Lewister molesto- el cuarto es el que se encuentra en el centro donde está el tórax

- ¿Que está tratando de decir o hacer este hijo de puta?- preguntó Stu caminando a los alrededores, alejando su vista del cadáver de la forma más disimulada posible

- Me lo he estado preguntando estos diez años, quizás mas desde que supe de los asesinatos cuando estaba en la sección de carreteras- le contestó Lewister, en diez años su cabello se había estado cayendo un poco y las entradas se habían incrementado mas todavía; pero aun se veía en forma a diferencia de otros que llevaban el mismo tiempo que él en el departamento- este es el cuarto asesinato, si este cabrón está siguiendo al pie de la letra su modus operandi entonces eso significa que él

- ¡No, ni hablar!- exclamó Stu furioso- ¡No pienso esperar diez años a que maté a otra persona solo para poder dar con él! ¡Tenemos que atraparlo de inmediato!

- ¿Cómo? No tenemos sospechoso alguno, los crímenes son al azar y las pistas no nos llevan a ningún lado. Me es imposible imaginar quien pueda ser el asesino- le contestó Lewister bajando la colina en dirección a su automóvil- pero no te preocupes. Estoy seguro de que, antes de que se cumplan diez años, daremos con el malnacido

Sin embargo pasarían diez años más sin nada en concreto, solo más especulaciones y callejones sin salida.

5

La noche era hermosa; pero no podía dormir, sosteniendo el báculo del quinto shinjutsu, Evelyn se sentía frustrada en más de un sentido ¿Cuántos años había pasado al lado de Senshi desde que huyo de su hogar? Debieron ser como cuatro, quizás cinco, años. No llevaba la cuenta en realidad; pero si tenía en claro los eventos por los que había pasado: primero fue de mucha más ayuda de la que pensó en un primer momento que seria, venciendo enemigos fuertes y poderosos; pero cuando Akai apareció las cosas cambiaron radicalmente. Siendo poseedor del primer Shinjutsu, era de esperar que ella no pudiera hacerle frente como a los otros; pero todo fue cuesta abajo desde que Senshi despertó el primer Shinjutsu, lentamente fue pasando de una amiga que salvaba a Senshi a una damisela en apuros. Posteriormente se convirtió en un chiste al verse, casi de forma constante, acosada por todos sus amigos. Desde Battomausu hasta el mismísimo Senshi al verla desnuda por accidente en los baños termales , caer encima de ella tocando sus senos, aunque siempre le daba una buena bofetada por hacer eso, mirando debajo de sus faldas por accidente o solo ser tocada en todas partes por aquella rata alada. Se sentía molesta, quizás peor, insultada por aquellos cambios tan repentinos e injustos; pero lo que más la molestaba era el hecho de que el sacrificio que hizo al abandonar su hogar, su carrera como maga y su familia para estar al lado de Senshi se fuera a la mierda por culpa de Battomausu, de Akai; pero, por sobre todo, del mismísimo Senshi. Evelyn hizo todo eso porque lo amaba y deseaba estar a su lado en el momento más duro de su vida; pero ni bien esos dos se entrometieron ella perdió respeto, perdió intimidad junto con la dignidad de ser algo más que solo la chica del grupo. Su timidez le impedía poder expresar sus emociones a Senshi; pero al verlo allí, tan solo, tan vulnerable y llorando, aunque él lo negase, le dio el impulso de tomar esa decisión. Su frustración la llevó a querer poder despertar los Shinjutsus, poder estar al mismo nivel de Senshi. Tenía en su mano un elemento tan poderoso que podía despertar el Shinjutsu sin necesidad de un entrenamiento tan duro como el que Senshi pasó en los montes de Atai; pero, como casi siempre cuando enfrentaban a un enemigo poderoso, no pudo vencer a su rival y este estuvo a punto de matarla si no fuese por… lo mejor hubiese sido que la matara antes que volver a ser la damisela en apuros que necesitaba a su héroe para salvarla debido a que ella sola no sabía hacer nada de utilidad. Era una inútil con un arma poderosa que no servía para nada al igual que ella, una aprendiz de hechicera que apenas si había pasado de curso y con ese infeliz muerto le era imposible el siquiera entrenar como lo hizo Senshi para poder vencerlo ¿De qué le serviría el entrenamiento si su principal rival ya estaba muerto y el próximo posiblemente la superaría en combate? siempre era así, toda la gloria para Senshi, todos los elogios para Akai, todas las risas tiernas para Battomausu y todas las burlas, momentos vergonzosos e hilarantes como también momentos inútiles para Evelyn. La inútil damisela en apuros cuya única función dentro de su equipo es ser la cara bonita y nada más. Apretando con fuerza el báculo del quinto Shinjutsu. Evelyn se maldijo por haber sobrevivido, se maldijo por haber tenido compasión por un idiota que solo estaba preocupado por sí mismo y su maldición antes que por los sentimientos de los demás que lo acompañaban. Siempre era la gloria de Senshi por sobre la humillación de Evelyn o de Akai, Battomausu era un chiste andante que todos querían por lo que a él no le importaba.

Se maldecía por haber acompañado a Senshi en un primer momento. El deseo de superación, que se encontraba muerto desde que su amado la salvó por enésima vez, se convirtió en una furia que ella misma desconocía tener. La furia de querer desquitar su frustración sobre su verdadero rival: Senshi.

Poco sabia Evelyn que aquellos pensamientos y dudas eran compartidos por alguien más que no se encontraba a su lado sino que la veía por la pantalla de un televisor, un muchacho de veinte años de cabello castaño y ojos azules que deseaba ver su anime favorito antes de partir a su primer trabajo como detective de la unidad de homicidios en la ciudad de Los Ángeles. Tenía que ir a investigar un homicidio de una mujer causada por un psicópata peligroso que atacaba cada diez años.

Colocándose su abrigo, el joven detective Samuel Denjer apagó el televisor y fue a encontrarse con su compañero el detective Lewister, que lo esperaba ese otoñal mes de setiembre del año de 1997.

24 de Octubre de 2021 a las 22:24 0 Reporte Insertar Seguir historia
1
Leer el siguiente capítulo PARTE 1: UNA NUEVA TIERRA

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 20 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión