j-j-juarez Juan Jose Juarez

Es un pequeño cuento de decisiones erradas y otras acertadas, en busca de fortuna y amor.


Cuento Todo público.

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Rak Nha’s, el mercenario caído

El joven de diecisiete años de edad, recién graduado de la academia militar de Ismahru entró a su humilde hogar con la alegría en el rostro en busca de su anciana abuela, quien lo había criado desde muy joven a causa de la muerte de sus padres en un terremoto, cuando él apenas era un bebé de pocos meses de edad.

Su abuela se encontraba sola en casa. Debido a su avanzada edad no pudo asistir a la ceremonia. El gallardo joven había logrado graduarse entre los cinco mejores guerreros de su promoción, la cual había superado a todas las anteriores.

La ausencia de su abuela no molestó al joven, y en vez a quedarse a participar de la recepción que habían preparado para todos, fue en su búsqueda.

La anciana mujer se encontraba en su habitual silla, mirando el bello jardín en el patio central de la pequeña vecindad en la que vivían. Cuando el joven la vio, corrió a sus brazos entre lágrimas de dicha, la anciana al escucharlo llegar le alzó los brazos llenándolo de besos y felicitaciones por sus logros. El joven pasó toda la tarde a los pies de su abuela, contando cada parte de la ceremonia, sin desestimar cualquier detalle por más mínimo que fuera; no quería que su abuela se perdiera de nada. La expresión de aquella mujer reflejaba todo el orgullo y amor que sentía por él, y él al relatar todo con tanto detalle, trataba de demostrar lo importante que era, sin importar en la precaria situación económica que estuvieran, ellos eran felices.

Ya habían pasado tres años desde la graduación, y ahora ya era todo un militar, con una carrera en ascenso, se había hecho conocido por varios superiores y alguno que otro noble de la zona que, con indirectas, le pedían que dejara la milicia y prestara servicios con ellos, pero él tenía la firme convicción de seguir escalando en el ejército; era la forma más segura y sin tantos riesgos de conseguir dinero para cambiar su posición social, aunque la paz entre naciones y reinos se había mantenido muchos siglos, la carrera militar era una de las mejores pagadas una vez que ascendieras.

Una noche se quedó para terminar un conteo rápido de unos bienes que habían llegado, esto le tomó más de lo que tenía previsto. Pasaron varias horas del tiempo que le correspondía su guardia, pero orgulloso de haber terminado se encaminaba a su casa cuando escuchó varios ruidos que le llamaron la atención, apretó la empuñadura de su espada y se acercó con cautela a donde provenía aquel ruido.

A lo lejos divisó que se trataba de un barco mercante que estaba arribando al puerto, con curiosidad se acercó mas para ver de qué se trataba. El que estaba supervisando aquel arribo era su capitán, a su lado se encontraba un sujeto corpulento e imponente, le llevaba más de una cabeza de porte, aunque la luz era muy tenue pudo notar que el sujeto le entregaba un pequeño cofre que el capitán revisó, desde donde se encontraba no se veía cual era el contenido, aunque se podía imaginar lo que contenía.

Rak Nha’s se quedó un momento más para ver el desembarque, lo que no le pareció nada sospechoso, o algo por lo que valiera la pena intervenir, así que, con igual sigilo que se acercó, empezó a alejarse de esa escena, su capitán le tenía buena estima y no quería que eso cambiara, pero entonces escuchó un grito que rápidamente fue ahogado, dudó en voltear por varios segundos, intentando convencerse de que era otra cosa y no lo que imaginaba, cuando volteó pudo cerciorarse de que se trataban de personas encadenadas, eran esclavos.

Respiró buscando la calma de su mente, mientras se repetía a si mismo que ese no era asunto suyo. Sus pensamientos lo distrajeron de su entorno, y fue muy tarde cuando quiso reaccionar, un par de hombres lo amenazaban con sus espadas, haciéndolo salir de su escondite.

Cuando lo empujaron delante de su capitán, este le habló como si fuera una conversación cotidiana, pero Rak Nha’s sentía una ligera nota de amenaza en la forma de hablar, al final le preguntó si quería ser parte del negocio o irse. El hombre puso un par de monedas de oro en su mano, era el pago de tres meses de sueldo, con ese dinero podría darle una mejor vida a su abuela, con ciertos lujos y sin privaciones esenciales, así que aceptó el trato.

Las embarcaciones llegaban dos o tres veces al mes, la mayor parte de esclavos eran conducidos al “paladín”, así le llamaban a una vieja y abandonada fortaleza, donde nobles de todo el continente iban a ver como los mataban o algunos a torturarlos. Esos esclavos tenían la suerte echada desde que ponían un pie en el puerto. En cambio, Rak Nha’s con cada embarcación se hacía de más dinero, empezando a llevar una vida de lujos.

Pasaron cinco años desde que empezó a participar en el contrabando de esclavos, ya era conocido por la mayoría de contrabandistas, era respetado y temido, conocido por no perdonar errores y tomar la vida sin piedad de los que los cometieran. Ascendió en la milicia con el padrinaje del capitán, que ahora era general. Juntos ampliaron el negocio de contrabando que tenían, no solo trayendo esclavos para el “paladín” si no para lo que les pidieran.

Cuando el rey de Ismahru falleció y su hijo menor tomó el trono, las cosas empezaron a cambiar, el joven monarca proclamó la ley que prohibía a los esclavos, lo que era un mal negocio para Rak Nha’s y su padrino, así que estos decidieron dejar el contrabando por algunos meses, para investigar rutas alternativas para no ser capturados.

Una mañana Rak Nha’s se dio con la peor sorpresa, su anciana abuela había enfermado, los años habían hecho estragos en sus pulmones y empezaba a escupir coágulos de sangre, trajo a los mejores médicos de la ciudad, pero nadie le daba esperanzas, sin embargo él no se resignaba, y utilizó todos los contactos que tenía en el bajo mundo, entre las sombras obtuvo una ligera esperanza, le dijeron que un barco de contrabando traería una medicina mágica de los ancestrales, que podía curar cualquier mal.

Él sabía que el riesgo era demasiado alto, pero la vida de su abuela era más importante, así que se contactó con el capitán del barco. Llegaron a un acuerdo para hacer el desembarco a media noche en una pequeña caleta a unos cuantos kilómetros de la ciudad, él se encargaría de que no hubiera nadie para detenerlos, pidiendo como único pago la medicina.

En la noche, salió furtivo de casa y se dirigió a dicha caleta, cuando llegó, se encontró con una pequeña patrulla de cuatro militares que vigilaban aquel lugar, sin dudar se acercó a ellos, quienes lo reconocieron y saludaron, incluso uno de ellos lo admiraba, cuando se distrajeron sacó su espada y sin piedad acabó con sus vidas, después hizo las señas que había acordado con el capitán.

Cuando la embarcación terminó de descargar, el capitán le entregó la medicina como habían acordado, Rak Nha’s tomó un caballo y partió raudo a su casa, pero cuando llegó, vio las lámparas del cuarto de su abuela prendidas, con el miedo abrazando su mente corrió escaleras arriba, cuando entró al cuarto, vio a un medico y a su empleada de confianza de pie al lado de la cama, el médico le indicó que tuvo un ataque muy severo y no logró salvarse. El mundo de Rak Nha’s se empezó a derrumbar, el amor por su abuela comenzó a agrietarle el corazón, se arrodilló a su lado y besando su arrugada mano, rogó su perdón.

No tuvo tiempo de terminar de llorar su muerte cuando su criado entró sin aliento en la habitación, contándole que cuando la abuela tuvo el ataque, él fue a buscarlo al cuartel, pero no lo encontró, en cambio escuchó como un soldado le decía al mayor que él estuvo en la caleta y que vio a Rak Nha’s matar a sus cuatro compañeros para dejar desembarcar a los contrabandistas. Un escalofrió recorrió su espalda, volteó a ver a su abuela muerta y tomó la decisión de escapar, ya nada lo ataba a esa ciudad y había echado todo su por venir a la borda.

Rak Nha’s pasó los siguientes diez años como un mercenario, siempre ocultándose de su ciudad natal, ya que su cabeza tenía precio. Realizó todo tipo de trabajos para mantenerse con vida, en esta nueva faceta también fue reconocido por sus habilidades, temido y respetado llevó una vida lujuriosa, y aunque pocas veces se le encontraba sobrio, nadie se atrevía a contradecirlo.

Un día cuando estaba en el mercado de un pueblo, en busca de licor, conoció a una hermosa mujer, de ojos claros y cabellos oscuros, la siguió por el mercado intentando conversar con ella, pero lo único que consiguió fue indiferencia y miradas de asco y desprecio, mas no se rendiría, y desde ese día dejó de tomar, incluso comenzó a bañarse de forma seguida, y la esperaba todos los días en ese mercado.

Después de varias semanas insistiendo logró sacarle una sonrisa, lo que hizo que su destruido corazón volviera a latir, la mujer se llamaba Shantal. Así comenzaron a conocerse cada vez que ella iba al mercado, Rak Nha’s se sentía vivo de nuevo cada vez que ella le sonreía. Después de varios meses viéndose de esta manera, Rak Nha’s quería formalizar su relación, pero ella, por su trabajo no podía irse con él, Shantal estaba muy agradecida con sus señores, que la trataban de la mejor manera y se había ganado la confianza de ellos.

A la semana siguiente, después de mucho pensarlo, Rak Nha’s esperó a Shantal en la entrada del pueblo y pidió una audiencia a sus amos, pero ella se negó con nerviosismo, no quería decirle ni siquiera los nombres, pero Rak Nha’s no aceptaría un no por respuesta. La siguió sin que ella se diera cuenta, hasta llegar a unas carretas que la esperaban, se notaba por sus ropajes que eran mercenarios, dudó en acercarse, cuando de una carreta elegante bajó un señor alto, de piel blanca, con ropas finas, un esclavo se acercó con una sombrilla, caminando detrás de él, se acercó a Shantal, después de varios minutos conversando ella levantó la mano en su dirección.

Rak Nha’s entró en pánico, no podía creer que la mujer que amaba lo había traicionado, con rapidez los mercenarios que estaban en las carretas saltaron y corrieron a rodearlo, al verse sin salida sacó su espada y se dispuso a defenderse, pero Shantal gritó que se detuviera. Levantó la mirada hacia ella y vio que caminaba al lado de su amo que se dirigía hacia él.

—Tranquilicémonos un poco —dijo aquel señor haciendo señas a sus mercenarios para que bajaran las armas—, camina conmigo un poco Rak Nha’s.

Al escuchar su nombre bajó la espada, lo reconocía de algún lugar, pero no podía recordar de donde, sin guardar la espada se puso a caminar al lado de él.

—Hace mucho que no te veo, desde que escapaste de Ismahru —le palmeó con amabilidad el hombro y continuó—, para ser exactos, ya pasaron diez años, me sorprendió cuando Shantal me pidió su libertad para vivir contigo, ¿quién hubiera pensado que mi pequeña Shantal se fijaría en el poderoso Rak Nha’s? —Rio bajo sin dejar de caminar hacia su carroza—. Pero yo no quiero perder a una sirvienta tan especial como Shantal, así que te propongo que en vez de que se vaya contigo, tu seas el jefe de mi guardia y mi protector cuando tenga que salir de mi domo, tengo muchos enemigos, a pesar de mi atrayente personalidad.

Rak Nha’s se quedó en silencio escuchando la propuesta, su mente lo llevó a sus recuerdos y al precio que tenía su cabeza, si el monarca de Ismahru se enterara de que trabaja para él, lo comprometería y pondría en riesgo a Shantal. Pero, como si le hubiera leído la mente, el señor lo sacó de sus pensamientos.

—No tienes que preocuparte por el precio de tu cabeza, con un par de movimientos y un par de pagos a personas específicas, se borrará todo —detuvo su caminar y se volteó hacia él—. Solo tienes que jurarme tu total lealtad y todo te será concedido, dejarás de ser perseguido y lo más importante: una vida con tu amada Shantal.

No lo pensó mucho, cayó de rodillas y cortando la palma de su mano juró completa lealtad a Máximos Lodos, empezando su vida bajo el mando de este, y viviendo con su amada esposa Shantal.

19 de Octubre de 2021 a las 17:49 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

Conoce al autor

Juan Jose Juarez Escritor de fantasía, amante de los dragones y los mundos medievales.

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Agregord
Agregord

este es un mundo en una dimensión alternativa, donde la tecnología no es tan desarrollada, opacada en su gran mayoría por la magia, criaturas fantásticas y la ley de los grandes guerreros. Leer más sobre Agregord.