j-j-juarez Juan Jose Juarez

Esta es la historia del comienzo de uno de los personajes de la novela "Crónicas de un Viaje Dimensional".


#26 en Cuento Todo público.

#relatos-de-personajes #343 #crónicas-de-un-viaje-dimensional #drama
Cuento corto
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Capítulo Único

En una tarde de invierno, cuando el sol empezaba a ponerse, los gritos de una mujer quebraron el silencio, el desgarrador ruido provenía de una de las celdas de aquel lugar, una mujer entrada en años intentaba con todas sus fuerzas dar vida al niño que llevaba en su vientre, la única ayuda que recibía aquella mujer era la de su esposo, un hombre de mediana estatura y de piel oscura, la animaba con palabras dulces mientras agarraba al niño que salía a la vida.

Pasado un tiempo por fin el llanto tan esperado llegó y el padre orgulloso lo levantó con cuidado.

—Por favor, déjame cargarlo —rogó la cansada mujer.

—Espera mi Luna, ya te lo llevo —le respondió con dulzura mientras cortaba el vínculo que unía a madre e hijo, y después de envolverlo en un trapo limpio se lo acercó a la madre, pero esta yacía inmóvil, no reaccionó ni cuando el padre puso con suavidad al niño en su pecho.

—¡No! —gritó el padre apartando al bebe y colocándolo en un pesebre de paja, sin perder tiempo utilizó todos sus conocimientos para salvar a su amada esposa, pero todo fue en vano, la pobre mujer había muerto antes de poder siquiera ver a su hijo.

El niño creció sano al lado de su padre, vivían en un domo de esclavos, el padre del niño era el curandero de ese lugar, él había aprendido de generación en generación en una pequeña aldea al otro lado del mar.

—Estos remedios me los enseñó mi padre —le comentaba mientras mezclaba unas hierbas.

—Huele horrible —le respondió aquel niño que ya tenía tres años.

—Lo sé, pero sirve para curar el dolor de estómago. —Sonrió el padre haciéndole después una mueca de asco, el niño rio feliz.

El niño se llamaba Rsmet, y creció a lado de su padre sin percatarse bien de todas las atrocidades que pasaban a su alrededor, para él, eran cosas cotidianas y así era como le habían enseñado a vivir, sin decir palabra frente a los guardias y obedeciendo a todo lo que le dijeran. Él era el único niño de aquel lugar, pero eso no lo desalentaba, siempre tenía con quien jugar, ya que por su genio dulce y servicial era apreciado por casi todos en el centro de esclavos, desde algunos guardias hasta las señoras encargadas de limpieza y cocina, todos lo trataban con ternura y lo llamaban “pequeño chaman”, incluso una de las hijas del dueño lo saludaba con una sonrisa cada vez que no había nadie cerca; aquel niño era feliz en su ignorancia.

Una mañana de invierno, aquel niño alegre salto de su cama feliz, era un día especial para él, cumplía ocho años, y el patrón de ese lugar le había prometido que conocería el exterior, era el mejor regalo que le podrían dar, por fin saldría de ese domo.

—¡Arréglate rápido! —su padre entro apresurado en la celda donde dormía—, nos van a ayudar.

El niño no entendió lo que su padre quería decir, pero obedeció sin protestar siguiendo a su padre en silencio. Varias veces trato de formular una pregunta, pero no supo como hacerlo. Al final su padre rompió el silencio volteó hacia él y lo abrazó con fuerza.

—No permitiré que tu vida termine como la mía o como la de tu madre. —La mención de su madre fue de improvisto dejándolo sin palabras, ya que su padre nunca la mencionaba. —Marco Divo planea venderte como pago de una apuesta que perdió —el pobre niño no daba fe a lo que su padre decía, pero al ver las lagrimas en sus ojos se quedó callado—. La señora que trae la verdura me prometió que te llevaría para criarte ella.

El padre volvió a abrazar a su hijo con fuerza, y el niño, aunque no entendía lo que pasaba supo que ese día sería la última vez que lo vería. Así que lo abrazó con todas sus fuerzas tratando de decir en ese abrazo todo lo que tenia atrapado en su garganta.

—Ya es hora, tenemos que movernos rápido.

Sin decir otra palabra, el padre jaló del brazo a su hijo conduciéndolo a la puerta que daba al exterior, la cual estaba abierta como lo había prometido la señora, pero al cruzarla se dio con la sorpresa de que había personas esperándolos, la señora de la verdura estaba parada a lado de Marco Divo, este le estaba entregando una pequeña bolsa de cuero, los habían traicionado. Antes de que pudieran reaccionar, unos guardias tomaban al padre por los brazos arrancándole a su hijo a tirones que gritaba y luchaba por evitarlo.

—Rak Nha’s, llévale el pago a tu amo y dile que espero con ansias la revancha —este hizo una reverencia al señor Divo y tomando del brazo al pequeño niño que seguía luchando lo lanzó dentro de un carruaje de madera. El golpe contra los barrotes metálicos hizo que el niño se mareara, pero antes de que perdiera el conocimiento escuchó el grito de su padre.

—¡Sé siempre obediente!

Y esa fue la ultima vez que vio y escuchó a su padre. Dejó que la tristeza le ganase y se hecho a dormir, esperando llegar a su nuevo hogar, donde seria un esclavo y seria tratado como tal.

11 de Octubre de 2021 a las 23:02 5 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

Conoce al autor

Juan Jose Juarez Escritor de fantasía, amante de los dragones y los mundos medievales.

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Autora Sem Nome Autora Sem Nome
Que linda estória!
August 17, 2023, 13:20

  • Juan Jose Juarez Juan Jose Juarez
    Me alegra mucho que te guste, espero que le des una oportunidad a mis demás cuentos ☺️ August 17, 2023, 13:21
  • Autora Sem Nome Autora Sem Nome
    Ciertamente, voy a leer. Te estoy siguiendo para acompañar tus historias. Gracias, Juan! August 17, 2023, 13:38
Alice Lovecraft Alice Lovecraft
¡Fascinante historia! Ha sido muy grato disfrutar de ella.
October 28, 2021, 15:52
Yorgelis Socarrás Yorgelis Socarrás
Me encantó
October 12, 2021, 16:15
~
Agregord
Agregord

este es un mundo en una dimensión alternativa, donde la tecnología no es tan desarrollada, opacada en su gran mayoría por la magia, criaturas fantásticas y la ley de los grandes guerreros. Leer más sobre Agregord.