Un cambio inesperado Seguir historia

“Regresé a Venezuela a visitar a mi familia. En principio, solo se trataba de un viaje por dos meses, pero ya llevo casi dos años. Todo por la pandemia”

La afirmación anterior, es de Damián. Un venezolano de 40 años de edad, que había emigrado a Uruguay en 2018. Luego, a principios de 2020, regresó a su natal Venezuela a visitar a su familia, pero el confinamiento lo tomo por sorpresa, teniendo que aplazar su regreso.

Desde entonces, la grave situación económica que atraviesa su país y las nuevas condiciones que se exigen para viajar, le han hecho cuesta arriba su regreso. En consecuencia, su viaje ha sido aplazado en muchas oportunidades.

En Uruguay tenía trabajo, vivienda y hasta seguridad social, explica este hombre. Ahora, en Venezuela, apenas me mantengo gracias a un trabajo de medio tiempo por internet y la buena voluntad de unos amigos, continúa diciendo.

Dice que lo que gana no le es suficiente para pagar los trámites de su pasaporte que venció estando en Venezuela, hacerse una prueba por Covit que ahora le exigen para viajar, pagar un seguro de viajes obligatorio, entre otros gastos que antes no eran requeridos.

Su viaje, si su aerolínea no lo pospone nuevamente, está previsto para diciembre de este año. Claro está, primero debe completar todos los trámites mencionados.

Como esta, existen muchas historias de personas que han quedado recluidas en diversos países, por el confinamiento. Complicando de esta manera su situación laboral, migratoria y hasta emocional, porque muchos no han podido ver a sus familiares.

Por suerte, la situación de la pandemia ha venido mejorando paulatinamente y ya muchas personas, han podido continuar su itinerario de viaje.

Esperemos que el protagonista de esta historia, pueda retomar su rumbo y regresar a Uruguay.