Me levanté asustado durante la noche, mientras sentía un vacío en mi pecho y la sensación de que estoy malgastando mi vida. Últimamente siento que las horas de la madrugada pasan en un pestañeo y las del día se me hacen eternas...
Creo que me encuentro algo confundido, sin saber si mis decisiones me llevan por buen camino.
Quizás es cosa mía, discuto muy seguido con mis padres y a veces siento que ellos no me entienden, les hablo y es como si le hablara a una pared...
Ese día, prepare el desayuno, prendí la televisión y vi que sucedió un accidente; al parecer un hombre ebrio atropello a una familia que iba caminando por la senda peatonal. Mientras bebía el desayuno comentaba -Ojalá ese hombre se pudra en prisión-.
Luego salí a caminar porque necesitaba un poco de aire fresco. Había un poco de neblina, de todas formas es mejor que estar en mi casa… Me senté en el cordón de la vereda con mi vista perdida en el puente, mi corazón decía que ya no sienta más y mi cabeza que vaya hacia allí. Me levanté y decidí caminar rumbo a dónde mis pensamientos querían llevarme.
Al llegar pensé que no tenía sentido el seguir esforzándome, que no había alguna razón para seguir adelante, no era bueno en la escuela o que no tenía amigos y si me pasaba algo nadie lo notaría.
Cruce el barandal, este estaba bastante frío pero a la vez tan cálido
-Creo que es lo mejor-dije mientras veía hacia abajo y con mi último aliento dije:
-Adiós, asquerosa vida-
Luego de decir esas palabras solamente dejé mi cuerpo caer, cerré los ojos y espere mi final. Pero... ¿Será que esto fue lo correcto? De todas maneras, ya era demasiado tarde para arrepentirme…
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