Eliana Firpo
Rodeado de madera, calmo
tu fiel refugio perpetuo
yacerás como escultura angelical
entre opacos tules y lamentos
A paso lento y suave te llevan, danzante
a un destino silenciado por las caricias de lo eterno
se escuchan sollozos sordos, palabras pulcras
se escuchan lamentos ágiles, y lágrimas mudas
gélidas, caen por rostros palidecidos
y el ciprés vuelve a danzar, embellecido
gélidas lágrimas caen por tu hermosura de suspiros
más los suspiros no son de ellos, sino míos
Pues suspirar solo yo, por tu hermosura
y tu hermosura siempre fría, taciturna
y nuestro vals siempre perfecto, de la muerte
de dos almas flamantes danzando eternamente
Pues eterno solo tu belleza,¡tan efimera!
que reposa cual rosa en pedestal de cristal
¡que te bese la muerte y que haga infinita!
¡tu hermosura radiante y tus ojos de mar!
Y así despertarás en un sueño blanco
parecido a nuestro amor ante el altar
que suspiren y sollocen los de afuera
¡por algo que jamas comprenderán!
Y de un sueño blanco despertaste
¡ay! , aquella noche fugaz
canta el ciprés anostalgiado
Pero nunca nada dirá ...
se sentirá tal vez en el viento
el suspiro de dos almas danzar
y al abrir tus ojos de un sueño en penumbra
tal vez, palpitante ... harás mi alma retornar
Gracias por leer!
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