D
David Cordero


Shinji es un joven de 15 años que no sale de su cuarto y dedica su vida a jugar videojuegos. Él cree que si estuviera en un mundo de fantasía como aquellos en los que juega en su computadora, llevaría una vida admirable y no la de fracasado que tiene. Un día le atropella un camión y reencarna en uno de esos mundos, lo celebra y se preguntara que será lo primero que haga, y entonces se da cuenta de que... ¡Su primer reto será superar su pasado!


Drama No para niños menores de 13.

#acción #aventura #drama #espadas #fantasía #bullying #dios #novelaligera #superación #isekai #videojuego
0
231 VISITAS
En progreso
tiempo de lectura
AA Compartir

SI EL CIELO NO ESTUVIERA OSCURO, NO SE APRECIARIA BIEN EL BRILLO DE UNA ESTRELLA.

“La vida real es un juego de mierda, definitivamente la odio. El mundo y la sociedad actual están podridos, todos llevan caretas, son falsos. La verdadera naturaleza de la gente sale en los juegos en línea, allí no tienen que preocuparse por ser políticamente correctos, o cumplir una serie de normas, o sobre la opinión que tienen de ti los demás. Puesto que cuando vuestra partida termine, probablemente nunca más os volveréis a ver.”

“Odio a todos esos que van de héroes cuando hacen algo que está bien. Curiosamente lo hacen cuando les mira todo el mundo, si no hay nadie mirándoles apartan la mirada del problema.”

“Odio a todos esos que dejan atrás sus ideales o voluntad, para evitar el conflicto con alguien que es superior a ellos en la escala social o económica. O que evitan el conflicto con sus propios amigos, o familia, por miedo a estar solo.”

“A todos esos les plantearía una pregunta. ¿Cómo estas realmente solo, en un entorno rodeado de gente donde no eres tú mismo o solo en tú habitación haciendo, diciendo y pensando lo que te venga en gana?”

“Estos problemas en los juegos en línea no existen, para mí por eso no veo erróneo decir que la realidad está en los juegos en línea, ¿Qué es más real un mundo con magia y espadas hecho de pixeles, pero con personas genuinas, o un mundo sin magia ni espadas hecho de tierra y más materiales, pero con personas que pueden llegar a ser enteramente una mentira?”

“Sé que no todos en el mundo virtual son genuinos y que tampoco todos en la realidad son falsos, pero sí sé que es mucho más fácil ver la personalidad real de las personas en el juego, que en la vida real. Si te peleas con cualquiera en la vida real por lo más mínimo, casi siempre habrá alguien que te multe, te juzgue o te castigue sin ni siquiera conocerte. Esto ya está mal de por sí, pero está aún más mal cuando le añades que esa persona que te juzga o multa o castiga, también puede estar haciéndolo por intereses personales. Además, los castigos suelen ser bastante grandes.”

“En el mundo virtual hay castigos, pero son muy pequeños comparados con los del mundo real, también hay gente que te juzga, pero eso da igual porque como dije antes, cuando acaba la partida no so volvéis a ver. Por pelearte con alguien con un statu quo más alto en la realidad obtienes multas de amplias cifras y cosas por el estilo, en el mundo virtual te banean una semana del servidor. Como las consecuencias por hacer lo que quieres son menores, la gente suele pues eso, hacer más lo que quiere en el mundo virtual. Por eso que sean más reales allí que en la propia realidad.”

“Si tan solo estuviera en uno de esos mundos de fantasía, la cosa sería diferente y podría ser un fuerte espadachín al que muchos envidian y respetan, como lo soy en los videojuegos. Ojalá pudiera vivir lo mismo que muchos protagonistas de anime[1] y reencarnar en un mundo parecido al de videojuego. Si eso pasara, me esforzaría por llevar la mejor vida posible, y no ser un fracasado como lo soy en este mundo.”

Esos eran los pensamientos de Shinji respecto a la vida. Él se pasa los días encerrado en su cuarto desde sexto de primaria, su día a día actual y desde que empezó el instituto es levantarse, coger algo de desayunar, come solo en su cuarto. Luego va andando solo hasta el instituto, una vez dentro no habla con nadie del instituto y presta una dudosa atención en clases durante las 7 horas de duración. Cuando vuelve a casa se mete en su cuarto y no sale para nada. Por suerte, todavía mantiene un mínimo de higiene, porque le gusta meterse en el agua cuando se baña.

Él ahora mismo tiene 15 años y estaba jugando a un juego que el catalogaba como nivel dios, era su [2]MMORPG favorito, ese era el juego dónde él se tiraba día y noche. Ahora mismo Shinji acaba de derrotar a otro jugador en un duelo.

-Vaya juego de porquería, tu espada está desbalanceada totalmente y el juego no ha hecho más que favorecerte, en igualdad de condiciones te reviento, un gamer[3] de verdad no usa esas mierdas chetadas. –Dijo el perdedor por el chat escrito.

- Un gamer de verdad, no le echa la culpa al juego cuando pierde y hace autocrítica para llegar a ser mejor. En tu caso has perdido porque no examinaste ni te adaptaste al estilo de pelea del rival. –Respondió Shinji.

-Lo que tú digas viciado, anda sal un poco a ver el mundo real, seguro que tu cuarto huele a muerto. Como tu vida social.

-En este mundo, una espada te puede llevar a cualquier lugar al que quieras ir, de hecho, es la mejor amiga y la primera necesidad de un espadachín, para muchos es una extensión más de su cuerpo, forma parte de ellos. Es un mundo virtual, pero aun así me siento más vivo aquí que en el mundo real. No veo motivos para salir de aquí, simplemente este mundo es infinitamente mejor.

Tras ese mensaje Shinji, se fue del lugar donde se enfrentó con ese chico en el juego y se fue a luchar contra monstruos de alto nivel junto con más gente en el juego. Cuando pasaron unos 20 minutos, Shinji murió en el juego y de repente fue obligado a cerrar sesión. Sus padres lo estaban llamando para hablar con él y parecía un asunto muy serio por lo que él no se podía negar.

“Al menos he muerto de manera digna luchando como un gran espadachín. Ya me van a volver a molestar mis padres.” –Pensó Shinji.

Shinji fue donde estaban sus padres.

-Hijo, no puedes seguir escapando de la realidad y refugiándote en esos jueguitos tuyos.

Esa fue la primera frase que soltaron sus padres por la boca, Shinji y sus padres empezaron una ardua discusión, donde ninguno le cedía terreno al otro. Sus dos puntos de vista se enfrentaban en una encarnizada batalla, hasta que uno de sus padres harto de la terquedad del niño, gritó la típica frase.

- ¡Si tanto quieres estar solo, estas castigado en tu cuarto, pero que sepas que voy a cortar el internet, te doy 30 segundos para salir de mi vista y que sepas que voy a cortar la luz para que no puedas hacer nada literalmente!

Shinji miró a sus padres con una mirada fría, sin remordimientos y con soberbia.

“Gracias por darme la razón, papá solo estás posponiendo el problema abusando de tu posición porque sabes qué si hubiera continuado la discusión, me hubieras tenido que dar la razón explícitamente y reconocer tu derrota.” -Pensó Shinji de mientras se iba.

Una vez que Shinji llegó a su cuarto cerró de un portazo y se tiró a la cama aburrido.

“Qué bueno es tener imaginación en momentos como este.” –Pensó Shinji.

Al pasar unos 10 minutos Shinji se secó la mano derecha, tiró unos pañuelitos de papel a la basura y decidió algo.

“Me aburro, sin internet no se puede hacer casi nada. Me escaparé por la ventana y me iré al centro comercial, que hay wifi abierto, para jugar algunos juegos del móvil.”

En ese momento él se dispuso a hacerlo y lo consiguió fácilmente. Aunque él no salga de su cuarto, sorprendentemente para un chico de su edad está bastante bien físicamente y tampoco es feo precisamente. Mide 1 metro con 70 centímetros y pesa 63 kilogramos, es delgado, pero con suficiente musculatura a pesar de no hacer más ejercicio que andar hasta el instituto.

Su pelo es normal, negro y más bien corto. Los ojos suele tenerlos de color marrón casi negro, cuando le da la luz directamente se ponen verdes. Casi siempre lleva ropa negra y cómoda. Hoy no era la excepción.

En el camino hasta el supermercado, lo único en lo que pensó es que era una pena que él no tuviera datos en el móvil, porque así ni hubiera tenido que moverse, pero era entendible que no tuviera, porque nunca salía de casa. Sería un desperdicio comprarlos para alguien que no sale.

Cuando ya estaba a la distancia de cruzar una carretera, ya le llegaba el wifi por lo que se puso a jugar antes de cruzar. En ese momento por no prestar atención cuando cruzaba la calle, le atropelló un camión.

“He muerto siendo un virgen fracasado…” –Pensó Shinji.

Él sintió un gran dolor cuando le golpeó el camión, afortunadamente fue una muerte instantánea prácticamente.

A pesar de eso, de repente se dio cuenta de que podía abrir los ojos y de que sentía que su cuerpo estaba completo, estaba tumbado en algún sitio, este sitio era blandito más o menos. Al principio pensó que habría sobrevivido y que esta era la cama de un hospital, o que simplemente soñó escaparse de casa y acababa de levantarse de un sueñecito. Cuando abrió los ojos no sabía que estaba pasando ni lo que le deparaba el destino.

- ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy tumbado en medio de la hierba de un bosque si debería estar muerto?

Al mirar a su alrededor se dio cuenta de que el mundo era un poco diferente al que él conocía. Esto lo confirmó cuando vio un goblin[4], el típico monstruo que en los juegos siempre es débil.

Cuando vio esto no se lo podía creer, empezó a gritar y saltar de alegría debido a que sus plegarias habían sido escuchadas. En 5 segundos se detuvo porque se dio cuenta de que si seguía así muchos monstruos irían hacia él, y Shinji estaba totalmente desarmado.

“¿Tendré alguna habilidad especial increíblemente chetada? debo tenerla, al fin y al cabo, yo debo de ser alguna clase de héroe que ha reencarnado aquí para hacer algo grande. ¿Cuándo tardaré en formar mi harem[5]? Quiero como mínimo una loli[6] y una semihumana de grandes pechos.” –Pensó él.

Shinji empezó a buscar la salida de ese bosque mientras hacía toda clase de movimientos con las manos. Estaba viendo si conseguía hacer magia o abrir el menú para ver sus stats[7] o algo.

Pasaron 5 minutos y Shinji descubrió que, moviendo su brazo de arriba hacia abajo medio metro con el dedo índice extendido, se habría el menú. Al hacerlo una pantalla azul aparecía delante suya, en esta había una representación de su personaje y varios parámetros.

Shinji Hikigaya, Humano Lv.1:

Fuerza: E 20.

Agilidad: E 20.

Resistencia: E 20.

Destreza: E 20.

Magia: F 0.

Ninguna magia aprendida.

Ninguna habilidad aprendida.

“Nah, seguro que en cuanto pelee subo rapidísimo de nivel, por lo pronto parece que soy un humano promedio. Los parámetros supongo que van de la F a la S o al menos eso me dice mi experiencia en juegos, siendo la F la más baja y según vaya incrementando obtendré la E, D, C, B, A y S. No tengo idea como subir de nivel, conseguir magia o habilidades, pero supongo que peleando.”

Shinji intentó salir del bosque para ir a algún pueblo porque sin arma no podría ni con un goblin, mientras buscaba la salida vio unos cuantos animales y unos pocos monstruos, pero tampoco vio ningún humano. Esto le preocupaba, pero no le dio importancia, de todas formas, él tenía pensado actuar solo por ahora.

Durante horas, dio incontables vueltas y huyó de enemigos una y otra vez. Si no tuviera la experiencia de aquellos videojuegos que sus padres criticaban habría muerto hace rato, cuando ya estaba tan cansado casi al punto de desmayarse, empezó a llover.

-Con que no va ser tan fácil… llevo al menos 5 horas dando vueltas y huyendo y para colmo empieza a llover, por favor piernas aguantad un poco más. Hace poco vi una especie de cueva a lo lejos, tardaré unos 20 minutos en llegar a ella, rezaré para que no haya monstruos allí.

De mientras iba para allá, tuvo la suerte de no encontrarse ningún monstruo en el camino, pero la lluvia no hacía nada más que empeorar. Una vez llegó a la cueva una sensación de alivio le recorrió todo el cuerpo, parecía no haber monstruos, pero como estaba toda oscura no podía decir con certeza lo que había más allá de la entrada.

Se tumbó en la entrada y su barriga empezó a rugir, él nunca había sentido tanta hambre.

-Maldito mundo, si tan solo me hubiera dado una espada… Podría haberme dedicado a ir por donde quería y habría llegado a alguna ciudad, en vez de lo que he tenido que hacer que ha sido huir y huir de goblins, jabalíes y slimes[8]. O como mínimo si no hubiera llegado a la ciudad, ahora mismo si tuviera una espada habría cazado algo y podría comer…

Sus palabras se desvanecieron en el aire, como si nunca hubieran existido. En los últimos años, siempre era así cuando decía algo porque siempre estaba solo, pero esta vez por algún motivo le molestó que no hubiera nadie.

Al oír sus propias palabras y analizarlas se molestó aún más.

“¿No era yo el que iba predicando que no había que echarle la culpa al juego? Con este mundo no tengo excusa, esto es un buen juego, tiene pinta de ser como lo que suelo jugar, no puede ser tan malo como el juego que era el mundo real. Dije que me esforzaría por llevar la mejor vida posible si algo así me pasaba, así que me lo tomaré lo más enserio que pueda.”

Él empezó a reflexionar sobre qué era lo que más enserio se tomaba, para tomarse esto con los mismos niveles de seriedad, la respuesta fue fácil.

“Sí, lo que más enserio me tomaba era el videojuego, está decidido me lo tomaré igual que eso, no tengo que ser el fracasado que era en el mundo real, tengo que ser el valiente espadachín que era en el juego. Así que, a partir de ahora nada de echarle la culpa al mundo, algo habré hecho mal si ahora mismo estoy así… ojalá le pudiera pedir consejo a alguien o a algo.”

Él se tiró en el suelo, se puso en posición fetal para dormir porque ya era casi de noche. Pero no lo conseguía, Shinji estaba sintiendo un miedo tremendamente genuino que nunca antes había sentido. Antes tuvo momentos en los que sintió tanto miedo como ahora pero nunca fue por las mismas preocupaciones que en este momento.

“Y si aparece un monstruo de la parte oscura de la cueva, ahora no hay nada, pero tampoco sé cómo reaparecen los monstruos en este mundo. Si reaparecen en las zonas oscuras como en algunos juegos, ¿Qué haría? Salir tampoco es una opción, está cayendo una monumental, si me resfrío y me entra fiebre, aunque no sea alta, si me entra antes de salir de este bosque sería lo mismo que tirarme por un acantilado.”

-Papá… Mamá…

Shinji empezó a llorar, dos pequeñas lágrimas cayeron, una por cada ojo y cuando estas cayeron al suelo, el chico sorprendentemente logró conciliar el sueño.

Pasaron 3 horas y unos sonidos como de pasos despertaron al joven muchacho, este se levantó temblando de miedo y rezando porque fuera su imaginación. Este empezó a pensar las distintas opciones que tenía para sobrevivir.

“No he podido localizar de donde viene el ruido, pero por lo pronto solo he visto goblins que suelen ir en grupo o armados, jabalíes y slimes en el bosque. Si fuera de algunos de estos monstruos o animales peligrosos y estuvieran dentro de la cueva, ya me habrían atacado, dudo de que en esta cueva aparezcan monstruos más inteligentes como para esperar a que me duerma para atacar, por lo que debería de venir del exterior. Lo más inteligente será meterme más hondo en la cueva para que sea imposible verme desde la entrada de esta, o un poco más hondo dentro de la misma.”

El chico rezaba porque su deducción fuera correcta, pero según se fue adentrando en aquella cueva, tan conveniente como peligrosa. De repente sintió algo raro en su cuerpo, al seguir un poco más para delante, él vio una tenue luz.

“Debería de dar marcha atrás, no estoy en condiciones de ver si es un humano o un monstruo que emite luz, sería jugarme la vida a todo o nada y tampoco estoy yo seguro de que encontrar un humano aquí dentro sea bueno, tal vez me hace algo…”

Pero cuando intentó salir, al llegar al mismo punto dónde antes sintió algo raro, se dio cuenta de que no podía pasar.

“Seguramente sea algún tipo de magia, eso quiere decir que es un humano, dudo que en este bosque donde salen monstruos de bajo nivel, haya una dungeon[9] con esta clase de cosas, solo me queda averiguar si es bueno o no, lo mejor será acercarme y hablarle a esa persona de la forma más respetuosa que pueda, espero que hable mi idioma.”

Pero cuando llegó al sitio de donde salía esa luz, se quedó en la entrada observando que había dentro, para su sorpresa no había nadie y la cueva tenía su final en ese punto, había una espada y un árbol, el suelo no era como el de una cueva y había hierba, la luz venía de un pequeñísimo agujero que había en el techo de la cueva. La luz daba para iluminar al delgado árbol que medía más o menos un metro de alto y poco más.

Al ver eso el chico creyó que era alguna especie de trampa y que cuando entrara alguien le atacaría, pero si eso era así, él de todas formas no podía salir y tampoco tenía idea de cuánto duraría esa magia, también eventualmente caería por el cansancio o el hambre, cuando llegara ese momento si había alguien o algo allí, él no se podría defender. Por eso y porque esa espada era muy de su tipo decidió entrar, una vez entró una voz sonó en la sala, al principio Shinji miró para todos los lados, pero luego una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Bienvenido, como ya podrás intuir estás dentro de algún hechizo mágico, para deshacerlo vas a tener que destruir ese árbol partiéndolo con esa espada, si tienes 20 de fuerza y destreza con un golpe con algo de carrerilla deberías poder. ¿Fácil cierto? un humano promedio podría. Espero que lo puedas completar los más rápido posible… si lo consigues esa espada será tuya. Si no lo consigues, eventualmente entrarás en un profundo sueño.

“Lo más inteligente sería pasar la noche dentro de este hechizo y por la mañana conseguir la espada, si ningún goblin ha robado esta espada, significa que no pueden entrar aquí, seguramente otros monstruos tampoco puedan, eso haría si no fuera por la parte del final del mensaje de lo más rápido que puedas. Lo haré ahora en vez de jugármela, no quiero malas experiencias.”

Shinji cogió la espada, esta era una espada larga de una mano, era de un color azul casi negro, idéntico al cielo nocturno, a Shinji el diseño le pareció simplemente precioso. Además, la espada era del tipo que a él más le gustaban y como ya tenía asumido que iba a conseguirla, lo primero que hizo fue mirar si podía abrir un menú también en la espada para ver sus parámetros al igual que hizo con él mismo.

Tras varios intentos descubrió que esto se veía deslizando el dedo índice a través de la hoja hasta recorrer más o menos 25 centímetros, las especificaciones de la espada le sorprendieron tanto como le gustaron.

Night sky sword[10]: La fuerza de la espada será equivalente a la fuerza de su portador.

“Esta espada… es perfecta para alguien como yo, la podré llevar por siempre y encima su diseño me encanta, esto es demasiado bueno. Dejando eso de lado, no me gusta que no puedas ver parámetros específicos como dureza, filo o precisión, supongo que solo pueden verlo los que tengan alguna habilidad especial o son herreros o algo.”

Él se decidió a empuñar la espada contra el árbol, cogió carrerilla y le pegó con todas sus fuerzas, pero el árbol ni se inmutó, Shinji en ese momento pensó que le había engañado esa voz y que necesitaba más golpes o unos parámetros más altos. De todas formas, como no podía salir de ahí, no podía incrementar sus habilidades.

Shinji probó de todo, le pegó tantos golpes como gotas de agua habían caído esa noche de tormenta, hasta probó activar todas las habilidades de espada que conocía de otros videojuegos, una por una. Para su desesperación, ninguna se activó, y así un chico de 15 años recién cumplidos, muerto de miedo y sumido en la desesperación, golpeó ese árbol tantas veces como pudo hasta quedarse sin energías y desmayarse.

-Comprende, destruye, crea. Si quieres cambiar el mundo primero deberás cambiarte a ti mismo. Según tu actuación en esta prueba, obtendrás algo de igual valor.

Una voz dijo eso horas después de que Shinji cayera desmayado, en ese momento Shinji se despertó, y notó su cuerpo más pequeño, él tenía una sensación muy cálida y nostálgica al mismo tiempo.

-Tranquilo Shinji, todo va a estar bien. Mama hará hasta lo imposible por ti, lo juro, tú felicidad es la mía y tu padre opina igual que yo.

Dijo la persona que abrazaba al pequeño de mientras ella misma se aguantaba las lágrimas y el dolor de ver a su hijo llorar desconsoladamente.

El pequeño era él, Shinji había vuelta a la época más difícil en su vida, cuando tenía 11 años e iba a quinto de primaria. Él en el momento que había reencarnado estaba llorando en los brazos de madre, por eso la calidez que sintió.

Aunque ahora mismo el Shinji que estaba en esa escena era el de 15 años con el cuerpo de su yo de 11, este siguió llorando al igual que lo hubiera hecho aquel niño. La única diferencia eran los motivos de su llanto, en esa época sufrió un caso bullying que nunca superó. El bullying era dentro y fuera de la escuela, dentro era un poco más calmado, pero seguía siendo grave, por eso él empezó a no salir de su cuarto. Huyó de sus agresores o mejor dicho agresor, al ir a un instituto diferente del que debían ir los niños de su colegio, y al no salir de su cuarto donde él estaba seguro.

Debido a esa experiencia, Shinji nunca socializó con nadie una vez ya estaba en el instituto. Sus padres hicieron todo lo que estaba en su mano para intentar ayudarle, pero no tuvieron éxito, por lo que decidieron acudir a un profesional. Desafortunadamente ellos eran pobres, les daba el dinero a duras penas para comer y tener una vivienda.

A pesar de eso su padre cuando Shinji estaba en primero de instituto, le consiguió pagar bastantes sesiones en el psicólogo (donde vivían casi toda la sanidad y en parte la educación no era pública). Pero estas nunca funcionaron, cuando terminó el año, el padre de Shinji no podía seguir aguantando todo el trabajo extra que tenía que hacer y Shinji no fue más al psicólogo. Su madre por su parte, buscaba trabajo, pero como ella siempre fue una mujer con una salud muy delicada, cada vez que se esforzaba un poco más de lo que podía, se enfermaba. Cuando la aceptaban en un trabajo, terminaba enferma rápidamente por tener que hacer bastantes tareas de la casa y trabajar, al estar enferma rendía poco en el trabajo y la echaban.

La supuesta justicia o el colegio nunca hicieron nada, dando igual lo que hicieran los padres de Shinji.

“Lo siento, lo siento mama. Lo siento papa, me marché de la peor forma posible y os dejé solos, me marché y me quedé solo. Sé perfectamente que yo soy vuestra felicidad, me lo dijisteis y dejasteis en claro mil veces, aun así, yo lo que único que hago es causaros problemas. Creí que al vivir en un mundo de videojuego sería feliz, pero veo que un inútil es un inútil dando igual el mundo o la realidad donde esté…” –Pensó Shinji.

Shinji en ese momento quería disculparse por todo lo que había hecho antes de marcharse, pero este no podía. Como ahora tenía su cuerpo de 11 años, dedujo que sus padres no saben nada de lo que hizo, decirles eso solo la preocuparía más.

En vez de decir eso, Shinji tras un minuto llorando sin parar dijo otras palabras que calzaban mejor con la situación, buscando inconscientemente en las palabras de su madre un poco de luz para iluminar la oscuridad en la que él mismo se sumergió.

- ¿Por qué? ¿Por qué dios me odia? ¿Por qué la realidad es tan injusta? Prometo que me esforcé, me esforcé tanto…

-La realidad, el mundo y dios pueden ser injustos, pueden cerrar todas las puertas que hay para que llegues donde quieres estar. Pero hay gente que nunca te cerrará las puertas, hasta cuando tú mismo te cierres, yo y papa intentaremos abrirte para que sigas adelante y recorras tu camino, ese el deber de los padres cuando crían a su hijo. Shinji, por favor prométeme que cuando papa y yo no estemos serás fuerte, y si es necesario abrirás esa puerta por ti mismo… para que tengas la mejor vida que puedas, por favor prométemelo, hijo mío.

La madre de Shinji echó una lagrima al decir la última frase. Shinji en ese momento solo siguió llorando y no respondió, porque sabía que de ninguna manera tenía la fuerza suficiente como para ser sincero al responder, cuando pasaron 10 minutos paró de llorar y se fue al cuarto de baño para bañarse.

El chico se quitó la camiseta que estaba toda sucia de mientras se miraba al espejo, es normal que estuviera todo sucio porque ese día estuvo literalmente en la basura. Al quitársela pudo ver su piel llena de moretones y heridas. También al mirarse al espejo, pudo ver claramente sus ojos marrones, su mirada era la misma que tuvo cuando vivió por primera vez ese día, era tan profunda y oscura como el cielo nocturno en una noche sin estrellas. Al ver esto Shinji empezó a recordar bien lo que pasó antes de que el Shinji de 11 años llegara a llorar en los brazos de su madre. Ese fue el día en que sus alas que ya estaban flojas fueron cortadas definitivamente, el dolor por la herida tras años desapareció, pero sus alas hasta el momento nunca volvieron a crecer.

(Shinji no tiene los recuerdos tan precisos ni tampoco sabe lo que otros piensan, esto no es lo que recuerda Shinji, es lo que pasó.)

Ese día hace unas de horas el Shinji de 11 años estaba realmente contento y entusiasmado, lo que era raro en él desde hace un par de meses, específicamente desde que empezó quinto de primaria tras volver de las vacaciones de verano.

-Mama, ¿Me acompañas luego para ir al parque?, he quedado para jugar con Miguel.

-Va… vale.

Su madre no sabía que responder, no se lo esperaba porque hacía mucho que este no salía de casa para nada más que ir al colegio. Aunque esto se supone que sería motivo de alegrarse, ella solo se preocupó.

Cuando terminaron de comer ellos dos solos porque el padre de familia estaba trabajando, fueron los dos juntos hasta allá, cuando llegaron el otro niño llamado Miguel estaba esperando sentado en un banco con un balón, el niño parecía que tenía miedo de algo.

- ¿Nos echamos un partido? –Dijo Shinji.

-Sí.

Los niños empezaron a jugar mientras la madre de Shinji les miraba desde el banco, Shinji y Miguel estaban lo suficientemente lejos como para que no oyeran su conversación.

- ¿Por qué, por qué sigues jugando conmigo después de todo lo que he hecho? –Dijo Miguel.

-Está claro ¿No?, somos mejores amigos, tú mismo lo dijiste en las últimas vacaciones de verano.

Miguel hizo esa pregunta porque desde que empezó el curso, Shinji empezó a ser acosado, al principio él le defendía, después de 1 mes se mantenía al margen y desde hace 3 semanas, él simplemente no podía hacer otra cosa que no fuera unirse a los acosadores. Si hacía cualquier otra cosa, él sería el siguiente.

“Ya ha habido 3 veces en las que me he tenido que unir a esa gentuza para insultarte, pero tú me has perdonado las 3 veces como si nada y ahora estás jugando conmigo como si nada pasara. Shinji no sé si es que eres muy fuerte o te preocupas tanto por los demás que finges estar bien para que estén tranquilos, sea lo que sea me parece admirable, quisiera ser como tú. Yo por mi parte, lo siento, lo siento mucho, tengo miedo de todo, de defenderte y de no hacerlo, ojalá pudiera hacer algo.” –Pensó Miguel.

Cuando pasó media hora, aparecieron en el parque 3 niños de la misma clase del colegio que Shinji, estos iban acompañados de dos madres.

Shinji y Miguel rápidamente echaron un vistazo a quienes eran y suspiraron aliviados al unísono, porque el Jony no estaba, es decir, el niño que era el principal acosador de Shinji y que magistralmente era capaz de manipular a todos los demás niños, metiéndoles miedo para que acosaran también a Shinji.

Una de las dos madres fue a hablar rápidamente con la de Shinji.

- ¿Usted es la mama de Shinji? Podríamos hablar un rato a solas, si no es mucha molestia en su casa mejor, me hijo me dijo que queda cerca. –Dijo la primera madre.

-Es que… No sé, no puedo dejar solo a mi hijo, usted comprenda.

-No se preocupe mujer, prometo que vigilaré muy bien a todos. –Dijo la segunda madre.

Ante eso la madre de Shinji no pudo decir que no, además porque la primera madre se veía realmente apurada, parecía urgente.

La madre de Shinji se fue, los niños que llegaron más tarde jugaban por un lado y Shinji y Miguel por otro, sin mezclarse lo más mínimo o dirigirse la palabra o tan siquiera la mirada.

Pasó media hora y un niño de los otros 3 se cayó al suelo, estaba fingiendo que se desmayaba, ni Miguel ni Shinji se dieron cuenta. Ese niño, era el hijo de la madre que estaba en el banco, automáticamente la señora se levantó y fue para ayudar a su hijo.

-Pepe, ¡¿Estás bien!? ¿Qué le ha pasado a mi hijo, porque no responde?

-Señora, no nos mire así, nosotros estábamos jugando y de repente se ha desmayado, lo mejor será que lo coja en brazos y lo lleve al hospital, por suerte queda cerca de aquí. Ojalá que el tiempo de espera para que los atiendan no sea mucho. –Respondió uno de los 2 niños.

La madre sin pensárselo cogió a su hijo en brazos y se fue corriendo, en un minuto ya estaba fuera de la vista de los niños, Miguel que era más perceptivo que Shinji se dio cuenta de que no había ningún adulto vigilándoles al poco tiempo de estar solos.

-Corre Shinji.

Esas fueron las palabras que dijo Miguel mientras le cogía del brazo a su amigo, y empezaba a correr para ir a la casa de Shinji que era la más cercana, pero cuando cruzaron la esquina, la cara de los 2 se tornó a una de auténtico terror.

-Chicos… adonde vais con tanta prisa, somos amigos, ¿Qué tal si jugamos y nos reímos todos juntos como siempre?, Miguel espero que seas cooperativo con el grupo y no te vayas, sin ti ya no es divertido.

El Jony dijo esas palabras con una gran sonrisa. Ya no había escapatoria, tenían delante a ese abusón que, aunque tuviera 11 años, parecía tener varios años más por su físico tan grande y alto para su edad.

“¿Cómo que jugar y reír todos juntos? Cabrón, lo único que hacéis es jugar con Shinji, como si él fuera un objeto dedicado a vuestro sádico entretenimiento, escoria.” –Pensó Miguel.

Entonces empezó el espectáculo, el primer juego consistía en jugar al futbol por equipos de 2, el Jony se puso de portero y los otros niños intentaban marcar en la portería. El primero en marcar 3 goles gana, el equipo que ganaba y el portero le podía lanzar 5 penaltis al perdedor, con la regla especial de que los perdedores tenían que estar puestos de culo en pompa mirando hacia la pared.

Obviamente el Jony se dejó marcar queriendo y el equipo de Shinji perdió, una vez eso pasó, los 5 penaltis de cada niño fueron todos a parar al culo de Shinji, cada uno dolía más que el anterior.

Y así hubo muchos más “juegos” en donde abusaban de Shinji de todas las formas posibles. Tras media hora así, el Jony soltó unas palabras que Shinji nunca olvidará.

-Chicos, ¿Quién es el que ha perdido más veces? ¿No recordáis que dijimos que el primero que perdiera 10 veces en los juegos sería tirado a la basura como castigo?

- ¡Sí, es cierto!, Ahh… que pena Shinji, creo que eres tú. Bueno para un hombre no es nada esto, ¿Verdad? –Respondió un niño.

Entonces todos incluido Miguel, fueron arrastrando a Shinji hasta al contenedor de basura más cercano contra su voluntad, una vez llegaron lo tiraron adentro entre los 4 y el Jony dijo.

-Bien, maloliente Shinji tienes que estar 5 minutos allá dentro, si no lo cumples, luego te obligaremos a estar 10.

“¿Realmente tengo derecho a llamar a esta gente gentuza? Lo único que hago es decir que ojalá pudiera hacer algo en vez de actuar. Realmente soy la mayor escoria aquí, no tengo derecho ni a mirar a Shinji a la cara.” –Pensó Miguel.

De mientras Shinji que estaba rodeado de basura y con el cuerpo y la mente destruidos por todo lo que pasaba, no paraba de pensar en unas cuantas cosas.

“¿Por qué a mí? ¿qué le he hecho a ese chico? Le odio, no es solo que me joda a mí, me ha quitado hasta mi amistad con mis amigos y con mi mejor amigo o… sí, será eso, nunca fuimos mejores amigos. Él seguramente estaba fingiendo serlo, como mucho éramos simples amigos, una amistad superficial porque al menos yo, nunca sería capaz de participar en esto si mi mejor amigo o alguien que aprecio mucho es la víctima, por mucho que luego me vaya a perjudicar, no lo haría. Todos llevan caretas, solo decían que eran mis amigos para divertirse junto a alguien, solo me querían como amplificador de diversión. Si me quisieran como un amigo de verdad y no como un juguete, definitivamente no podrían hacer esto.”

Con esos pensamientos Shinji se quedó llorando durante 20 minutos dentro de la basura, luego se fue para su casa llorando y cuando llegó siguió llorando en los brazos de su madre que estaba a punto de salir para ir a buscarlo.

Shinji estaba metido en la bañera, que estaba llena de agua caliente, cuando terminó de recordar ese fatídico día, dado a que recordó eso un pensamiento se le vino a la mente.

- ¿Por qué los humanos no podemos ser como esta agua? El agua envuelve suavemente a quien sea y lo acepta. Te purifica limpiando tú suciedad, y es capaz de hacer que sientas una calidez inigualable. Incluso es capaz de hacer que los humanos no se peleen, al fin y al cabo, dar un puñetazo o una patada dentro del agua es casi inofensivo, porque su fuerza y velocidad se reducen mucho. Por el contrario, a los humanos nos gusta ver como otros se pelean e incluso pagamos por ello. En vez de aceptar a los demás, y envolverlos suavemente como si de un cálido abrazo se tratara, creamos odio que solo trae más odio, no intentamos entender al otro y ponernos en su lugar. Somos egoístas.

Al terminar de decir lo que pensaba Shinji tuvo otro pensamiento, pero este no lo dijo en voz alta.

“Yo tampoco intenté entender a mis padres y fui egoísta, no soy quien para criticar a nadie. Ahora tengo la oportunidad de intentar superar mi pasado y reconciliarme, pero más que un bonito reencuentro, creo que esto es una pesadilla que en cualquier momento me va a dejar roto, sin la poca fuerza que tengo…”

“Antes no le pude prometer nada a mi madre, y eso que hace escasas horas decidí luchar para no dejarme vencer por ese mundo. ¿Tan poco vale mi palabra?”

“Lo intentaré hasta no pueda más y muera, alomejor solo me estoy aferrando a mi minúsculo orgullo, pero realmente quiero hacer algo. De todas formas, seguramente muera pronto, esto ya me lo veo venir, si no supero mi pasado rápido, mi cuerpo morirá de hambre o deshidratado, y aunque no sea así, si no rompo ese árbol seguramente no podré salir. Solo es una teoría, pero creo que el árbol y el que hubiera luz, es cosa de esa espada, cuando escuché esa voz, parecía que me hablaban directamente al cerebro, curiosamente tenía la espada en la mano. También me parece muy inusual que esa espada sea más fuerte contra más fuerte sea el usuario.”

“Parece que si no supero mi pasado no podré cortar el árbol, si el día de hoy fue el que me cortó las alas, el de mañana fue el que hizo que nadie las pudiera reparar. ¿Seré esta vez capaz de hacer algo? Por mucho que diga que lo intentaré hasta la muerte, llevo años huyendo de mis padres, lo más probable es que si fallo y no salgo de mi pasado rápido, por volver a vivirlo quede tan traumado como para no poder moverme, como para no poder seguir un camino.”

“Si no le pasa nada a mí cuerpo cuando estoy aquí, puedo intentar huir de las peores partes esperando a que vuelva al otro mundo, pero… ¿No me estaría contradiciendo? Critico el hecho de haber huido por 4 años de mis padres, ahora que me doy cuenta de mí error, pero ahora quiero seguir huyendo. ¿Acaso soy tonto?”

Lo que vivió el día de mañana cuando tenía 10 años, se merecía esa frase de que, por la culpa de lo que pasó ese día, nadie pudo reparar sus alas. Shinji al no encontrar respuestas, empezó a recordar lo que pasó ese día.

(Shinji no tiene los recuerdos tan precisos ni tampoco sabe lo que otros piensan, esto no es lo que recuerda Shinji, es lo que pasó.)

-Maestra, ¿Puedo ir al servicio?

-Sí.

Shinji salió de la clase, el niño de 11 años iba pensando en lo que sucedió el último día, donde lo tiraron a la basura. Tenía muchas dudas.

Para ir al servicio, había que pasar por delante de la puerta del director, cuando Shinji pasó por delante de aquella puerta, escuchó unas voces y decidió mirar por un huequecito de la puerta, vio una escena que jamás olvidará.

-Pero… ¡Pero es que son tontos! ¡No ven que hay un niño que está sufriendo un claro caso de bullying! En este caso es mi hijo, pero como si no lo fuera. Deben hacer algo, es su deber como escuela.

-Señora, el responsable del acosador en cuestión, tiene un puesto muy importante, si nos metemos en asuntos tan gordos, este colegio y mi posición se verían muy afectadas. Por favor comprenda la situación, y deje de ser egoísta con otros niños, deje de pensar solo en el bien de su hijo. Este centro enseña a muchos más que a su hijo, si me meto en esto, no saldrá bien parado este centro educativo y hará que la educación de muchos sea detenida por al menos unos meses.

-Yo… ¡¿Egoísta?! ¡Aquí los únicos egoístas son ustedes y la supuesta justicia de este mundo que está corrupta! Además, ¿De verdad cree que el fin justifica los medios?

-No me importa, tal vez no, pero es lo de menos. El poder lo justifica todo, por eso no quiero pelear con una familia rica.

El director paró un momento para coger aire y pensar y siguió hablando.

-Vale, y… bien, ¿Qué hará? No puede cambiar a su hijo de instituto porque no hay plazas libres en otros colegios, dejar de traerlo aquí sería delito por su parte. Creo que no tiene dinero para mudarse porque si no ya lo habría hecho. Solo le queda denunciar, cosa que sería poco efectiva, porque no tiene pruebas fehacientes más que su palabra. Si lo hace de todas formas es un proceso lento y con el dinero que tiene la otra familia en cuestión, sería muy fácil hacer que todos estén en su contra. El centro no hace nada por eso mismo, ya hemos intentando todo por las buenas, solo quedaría denunciar, si lo hacemos para ellos comprar el juicio sería fácil. Y si lo hace usted por sí misma, no dude que yo y este centro seríamos enemigos, ¿Acaso no lo ve?

- ¿¡El qué no veo!? ¡Que todos ustedes son unos hijos de puta! Eso sí que lo veo.

-No, deje de preocuparse por su hijo y sea feliz. Deje de lado lo que le pase al chaval y miré por su propio beneficio, en otras palabras, sea egoísta, así funciona este mundo…

- Si fuera tan fácil como eso, ya lo habría hecho. Simplemente no puedo, no puedo ignorar el dolor al ver su rostro cada vez que viene del colegio o cada vez que sale fuera… no puedo.

La madre de Shinji se desplomó y empezó a llorar en medio de la sala.

Al ver esto Shinji salió corriendo hasta el servicio, porque no quería ver más, con lágrimas cayendo de sus ojos repitió una frase en su cabeza.

“Si fuera tan fácil como eso, ya lo habría hecho. Simplemente no puedo, no puedo ignorar el dolor al ver su rostro cada vez que viene del colegio o cada vez que sale fuera… no puedo.”

Dado a esa frase, Shinji empezó a cortar toda relación con sus padres, porque empezó a pensar que él era el culpable su dolor y sufrimiento. Otra razón más para no salir de su cuarto…

“Cuantas veces habré tenido charlas contra el bullying en este mismo colegio... Y ahora que alguien lo sufre, no hacen nada y evitan el conflicto para no llevarle la contraria a un ricachón. Esto no es culpa de mi madre, ni de mi padre, es culpa de este mundo que está podrido. Odio a esta gente, solo evitan el conflicto con alguien que es superior a ellos según la sociedad de porquería donde vivimos. Se podría decir que mi madre también lo evita, pero es distinto.”

“Ella ya lo ha intentado todo, ha hablado con el director, ha hecho todo lo posible para hablar con los tutores del acosador, pero nunca han accedido. Ha intentado enseñarme a defenderme, pero bueno, ese hijo de puta me saca más de una cabeza y viene acompañado, no puedo hacer nada. Que ella no ponga una denuncia no es evitar el conflicto, es ser prudente. En un mundo tan podrido como este si alguien tan pobre como ella, le pone una denuncia a un ricachón y el colegio y todo está en su contra, lo único que podría sacar es más desgracia. Es imposible que salga bien de esta en un mundo como este, al menos si yo no puedo ser feliz, que ellos lo sean.”

“Entonces… mama sufre por el lazo que tiene conmigo, si me distancio ese lazo se ira debilitando… Mamá, por favor, sé feliz.” –Pensó Shinji.

Shinji salió de la bañera, y se empezó a secar. Tras recordar ese día, llegó a una conclusión.

“No sé lo que debería hacer, pero definitivamente hay una cosa clara, que tras hablar con mi madre me he dado cuenta de mi error, al pensar que, si ellos no me veían serían más felices. Es cierto que les he dado muchos problemas, pero al intentar alejarme de ellos para no hacerles daño, solo les dañé más, yo era el más egoísta ahí. Solo hice eso para poder pensar que estaba haciendo lo correcto, y que era bueno que me alejara para que ellos no sufrieran más supuestamente. Aparte, estaba subestimando totalmente a mis padres, ellos son unos muy buenos padres, para un buen padre la felicidad de su hijo siempre es la prioridad.”

“Al hacerlo y alejarme todo lo posible de mis padres sufrí mucho. Dicen que los padres sufren más que su hijo cuando este tiene problemas, ahora veo que es cierto, ahora que los he perdido. Al menos me gustaría despedirme de ellos como dios manda, antes de que muera porque mi cuerpo se quede deshidratado o porque no supere esta prueba.”

“Mi madre me dijo que ellos dos, siempre intentarán abrirme puertas, para que salga adelante y recorra mi camino, incluso lo harán cuando yo mismo me las cierre. Creo que al menos ya sé cuál es mi siguiente paso.”

Cuando por fin se decidió a hacer algo, ya había terminado de secarse. Acto seguido se puso el pijama y salió del baño. Su madre estaba preparando la cena, su padre como no estaba en el salón viendo el fútbol, supuso que estaba en el jardín mirando las estrellas, ya que esos eran los dos sitios donde solía estar su padre cuando estaba en casa.

Fue a buscar a su padre al jardín, este era pequeño al igual que la casa, pero había espacio suficiente como para tumbarse. Su padre estaba tumbado mirando el cielo nocturno, esa noche el cielo estaba completamente oscuro, era una noche sin estrellas.

-Papa, ¿Mama ya te ha contado todo?

-Sí… por eso estoy así, me ayuda a pensar relajadamente. Aunque tampoco me hace ser de mucha ayuda, ya sabes que nunca he sido muy listo.

Shinji se tumbó al lado de su padre.

-Siendo sincero, ahora mismo lo único que quiero es huir, huir de todo y darme por vencido. –Dijo Shinji.

-Shinji, ¿Quieres que te cuente la historia de cómo, engañé a tu madre para que estuviera al lado de alguien como yo?

“Qué tiene que ver eso ahora, viejo idiota… eso es lo que hubiera dicho hace un par de días. Confiaré en él, si no confío en mi padre ¿En quién voy a confiar?” –Pensó Shinji.

-Ahora que lo pienso nunca lo he escuchado, me parece bien.

“Habla como si fuera más mayor, aunque seguramente son imaginaciones mías.” –Pensó el padre de Shinji.

-Tu madre, me rechazó al menos 7 veces, ya he perdido la cuenta. Era hasta cierto punto normal, al fin y al cabo…

Shinji le quitó la palabra a su padre y empezó a disparar palabras como si fuera una metralleta.

-Eres feo, pobre, tonto, calvo desde los 20, no se te da bien comunicarte, no eres bueno en los deportes, tu físico no sirve para nada. Te olvidas de todo, ganas muy poco dinero, a duras penas mantienes a tú familia…

-Vale, sí ya he entendido, al final voy a deprimirme yo también. ¿Puedo continuar?

-Sí.

- Por aquel entonces yo estaba en bachillerato, era el más tonto de toda la clase, y todo lo que has dicho e ibas a decir antes. Como habrás podido notar, conscientemente e inconscientemente la gente suele dividirse en clases sociales, como si de un sistema de la edad media se tratara. Yo antes de conocer a tu madre, siempre era de los que seguían como un perrito faldero a los de más arriba, para que no se metiera nadie conmigo a pesar de mis pintas. A cada rato tenía que doblegarme a otros y dejar de lado como yo realmente pensaba.

- ¿Mama cómo era?

- Tenía unas notas en la media y era una de las más guapas de toda clase, pero eso no fue lo que me hizo lanzarme a por ella, también era odiada por muchos, pero tenía sus amistades.

Cuando empezó a hablar de su esposa, la mirada del padre de Shinji parecía brillar, era totalmente distinta.

-Lo que me hizo enamorarme de ella, fue lo que me dijo nada más conocerla, llevábamos 1 mes en la misma clase, pero casi nunca habíamos ni hablado. Ella se acercó a solas cuando nadie más escuchaba lo que decía y me dijo:

-Sé que no soy alguien con derecho a juzgar a nadie, pero ya no aguanto ver más a alguien así. Te odio, odio a los insectos como tú. No sabía que había gente tan patética.

-Al principio me ofendí, pero al pasar el tiempo. Vi que no me lo dijo por mi apariencia o mis notas ni nada de eso, porque ella se juntaba con gente aún menos agraciada que yo. Al pasar un tiempo le fui yo mismo a preguntarle, cuando le pregunté porque lo hizo, me dijo:

-Te ofendiste, así que acerté. ¿O acaso tú te consideras humano? ¿No estás doblegándote a diario como si fueras inferior contra aquellos que según la sociedad son mejores que tú? Vete de mí vista, no mereces estar postrado delante de mí, yo no hablo con insectos. Vuelve cuando seas humano.

-Yo me enfadé muchísimo al ver su respuesta, había dicho la verdad de mi vida. Al ser tan patética esa verdad, no la acepté del tirón, me mentía a mí mismo diciendo que esa tía estaba loca, pero por alguna razón no podía parar de pensar en ella. Eventualmente empecé a espiarla, al hacerlo me di cuenta de que ella por no seguir los constructos sociales tenía demasiados problemas, problemas por ser ella misma, pero siempre los solucionaba. Al ver esto entendí que era cierto lo que ella dijo, y que quería cambiar, nada más darme cuenta de que ella me dijo la verdad con esas palabras, me confesé por primera vez, su respuesta fue:

-Me he dado cuenta de que últimamente me espías, no hay nada peor que un insecto acosador, vete si no quieres que te ponga una orden de alejamiento.

-En el momento me puse muy triste, pero luego me puse a pensar y vi que era normal, porque si me había dispuesto a cambiar. Pero hasta la fecha todavía no había hecho nada. Entonces comencé un durísimo reto, lo llamé: “Operación para ser un humano.”

-Papa, realmente eres patético.

-Ya lo sé hijo, fue dificilísimo, pero poco a poco fui mejorando, en el camino perdí a casi todas mis supuestas amistades porque ahora no me doblegaba ante ellos, porque pasé de ser quien elevaba su ego a tratarlos como iguales. Por eso, me empezaron a llover insultos de todos los lados. Al finalizar la escuela me daban incluso palizas. Pero nada de esto fue en vano, cada vez que hacía un avance, me confesaba. Tras tres meses en la operación para ser un humano, la llamé como si fuera a confesarme, si lo hubiera hecho, esa hubiera sido al menos la octava vez.

- ¿Qué le dijiste?

-Que quería rendirme, por ser yo mismo y dejar de ser un insecto recibía solo cosas negativas, fue durísimo, lo único que me motiva a seguir era que cada vez que me confesaba, ella me respondía de mejor manera, y reconocía que parecía más humano. Pero seguía sin aceptarme la petición, esa vez cuando le dije que quería rendirme, me dijo lo siguiente:

- Me pareces admirable, he visto mucha gente que pone sus cambios de gordo a flaco y cosas así, de superación personal. Pero nunca pensé que vería un de insecto a humano. Realmente tienes mi respeto, creo que lo has logrado y… ¿Ahora te quieres rendir?, ¿qué clase de idiota se rinde después de lograr recorrer gran parte del camino? Si quieres te puedo ayudar, es la parte más fácil, solo te queda hacerte respetar siendo tú mismo, y aprender cuando es que sí que tienes que fingir para evitar conflictos. Como todo en la vida, a veces también es necesario, pero si lo haces todo el rato es malo, ningún extremo es bueno.

-Entonces acepté sin dudarlo, ese proceso me llevó otros 3 meses, pero cuando terminé, mereció la pena. Me sentía mucho más realizado conmigo mismo, por fin la gente me reconocía por quien era, dado a eso fui a confesarme por última vez, esta vez pensaba que nada podría detenerme. Su respuesta fue la siguiente:

- Tienes mi respeto y amistad, pero sigues sin ser muy listo, ¿Has hecho algo para enamorarme o para demostrarme tu amor? Todavía no has hecho nada por mí, todo lo que has hecho hasta ahora ha sido por ti. Eso admito que es un comienzo, si no te amas a ti mismo, ¿Es posible amar a otros? No te desanimes, aunque diga que es un comienzo, algunas personas ni consiguen este comienzo…

- Yo estaba destruido, me había esforzado tanto y ahora estaba en la situación, en la cual partía la mayoría de gente de mi edad. Intenté mostrarle mi amor con palabras, pero no pude, nunca me aceptó. Cuando pensaba que era imposible que yo fuera su novio, escuché de mi abuelo que, si subías una escalera, que tiene 100 escalones, 100 veces en 100 minutos, sin ninguna ayuda externa, y terminabas justo a medianoche, y orabas en la iglesia a la que daban esos escalones, cualquier confesión sería efectiva, así que lo probé. Lo intenté, pero con mi físico me desmayé sin ni hacer la mitad…

-Confirmo que dabas pena.

- Como vi que no podía hacer ni la mitad, empecé a entrenar. Día y noche, cada vez que podía estaba allí haciendo el tonto subiendo escaleras. Realmente en mi mente esa era la única opción que veía, para que ella me aceptara, así que me lo tomé muy enserio. Tras meses así, llegó el día en el que por fin creía estar preparado.

-Y… ¿Lo lograste? ¿No?

-No, bueno se podría decir que sí, pero no como tenía que ser. Esa noche cuando me quedaba 1 minuto y solo tenía que subirlos una vez más, me desmayé por todos los esfuerzos que hice, pero cuando me levanté que no lo hubiera conseguido era lo que menos me importó. Yo estaba en lo parecía ser la cama de la habitación de una chica, la hermosa adolescente que me llamó insecto deliberadamente, estaba llorando, nada más que me desperté me pegó una cachetada y tuvimos la siguiente conversación:

-Eh, ¿Qué hago aquí? ¿Lo conseguí?

- ¡Idiota! ¡Idiotaaa! ¡Idiotaaaaaaaa! (sonido de cachetada) ¡Idiotaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

-Pero… ¿Qué he hecho ahora?

- ¡Acaso no lo ves! ¡Llevas meses subiendo esa maldita escalera, por una superstición de que si lo consigues cualquier confesión será aceptada! ¡Cada vez que lo intentas quedas desmayado sin fuerzas y entrenas hasta la extenuación! ¡Cuánto más quieres preocuparme!

-Entonces, ¿Me has estado observando todo este tiempo?

- ¡Sí, pedazo de idiota! ¡Inútil! ¡Encima va el tío y no lo consigue por sí solo!

- ¿Qué quieres decir… con por sí solo?

-Digo que no lo conseguiste por ti mismo.

- ¿Cómo? ¿Entonces lo he conseguido?

-Cuando te desmayaste, subí yo la vez que faltaba, y luego oré en la iglesia esa. ¿Crees que si así funcionará también?

- ¿Cómo…?

-Te amo, ¿Quieres ser mi novio?

-Shinji, cuando dije como, yo estaba todo rojo intentando procesar la información. Entonces ella me agarró de la mano, y dijo esas palabras que nunca olvidaré. En el momento no respondí porque me desmayé al oír sus palabras.

-Papa, hasta cuando ganas eres patético.

-Cuando desperté habían pasado un par de horas, y ella estaba a mi lado toda enfada, tras volver a pegarme, por fin pude responder. Luego de responder, ella me besó y al finalizar el beso le hize una pregunta, cuando se la hice me volvió a pegar, ese día recibí mucho. La conversación fue algo así:

- ¿Cómo, Por qué te has enamorado de mí?

(Sonido de puñetazo.)

- ¿¡Eh!? ¿Ahora que he hecho?

-Me tomo como una falta de respeto esa pregunta. La pregunta si acaso sería, ¿Qué no he hecho? ¡Idiota! Creo que es imposible que tras hacer todo lo que has hecho, no terminará enamorada de ti.

-Shinji, ¿Comprendes lo que intento decirte?

-Aparte de que mi padre da pena y es patético desde siempre, y que tenía la cara morada porque le pegaban constantemente. Creo… que sí.

-Sorpréndeme hijo.

-Tuviste muchas derrotas por el camino, cada vez que creías haberlo conseguido, te dabas cuenta de que había más trabajo que hacer. Las derrotas que tenías las reconocías, pero nunca las aceptaste. Cuando aceptas algo significa que estas conforme con ese algo, cuando lo reconoces significa que eres capaz de ver ese algo, pero no necesariamente debes estar conforme.

-Aún hay más, aun así, el objetivo era hacerte entender eso que has dicho. Hay personas que no saben expresar lo que sienten con palabras, esto pasa sobre todo con los hombres, si no pueden expresarlo con palabras, lo hacen con actos. Por eso es que muchos hombres, se pelean físicamente y luego tan amigos, hay gente que solo puede expresar su determinación, voluntad u opinión así. Igualmente hay gente que solo ve esa determinación o voluntad con actos, para tu suerte a ti se te da mejor que a tu padre lo de comprender y usar palabras. Ahora que lo pienso, alomejor tu madre me pegaba y luego me decía porque lo hizo para que comprendiera un poco mejor, de esa manera estaría expresándose de las dos formas con actos y palabras. También, si yo hubiera podido hacerle ver a tu madre todo lo que la amaba con palabras, no hubiera tenido que hacer todo lo de las escaleras... ¿Patético cierto?

-Sí, fue patético, pero has mejorado, mira lo bien que te has expresado ahora papa.

- ¿Ah, esto? Me lo dijo tu madre, menos el comentario final, todo son palabras que tu madre me dijo hace años. Solo he reproducido sus palabras.

-Papa, para una vez que habías quedado completamente genial, vas y lo arruinas. Lo confirmo, mi padre es totalmente patético.

Entonces la voz de la madre de Shinji, los llamó para comer. Los dos se levantaron, una vez de pie, el padre miro a su hijo.

-Shinji, no te puedo pedir que seas fuerte, yo con tu edad era más insecto que humano. Pero, por favor prométeme que, vas a reconocer tus derrotas y no las vas a aceptar. ¿O acaso quieres ser menos que este viejo patético?

El padre de Shinji extendió el dedo meñique hacia su hijo.

-Prometido, además yo definitivamente te superaré papa. No seré un viejo patético, eso tenlo por seguro.

Dijo Shinji sonriendo mientras entrelazaba meñiques con su padre.

“Realmente ha madurado, Shinji me llenas de orgullo. Hasta alguien como yo se daría cuenta de que esas palabras no son vacías.” –Pensó el padre de Shinji.

Shinji y su padre se fueron a comer. Shinji, estuvo toda la cena en silencio, toda su atención estaba puesta en encontrar una solución.

“Piensa, si en el mundo que más triunfaste fue el virtual. ¿Qué hiciste allí, pero no has hecho aquí? ¿Cómo puedo derrotarlo?” –Pensó Shinji.

Cuando terminó de comer y ya estaba en su cuarto, creyó encontrar una solución.

“¿Cómo he podido olvidar algo tan básico en una pelea? Incluso antes de ser transportado por primera vez, sabía esto. No es la solución, pero ahora sé cuál va a ser mi siguiente paso.”

Shinji, por primera vez en años se fue ansioso a la cama porque ya fuera mañana. Él estaba genuinamente confiado, igual que cuando iba a combatir en un videojuego.

Dentro de dos días…

Shinji se despertó, no había nadie en casa. Lo cual era normal, su padre estaba trabajando y ayer su madre dijo, que tenía revisión en el médico por la mañana a esas horas. Él se vistió, preparó dos bocadillos y se fue andando para el colegio. Shinji estaba muerto de miedo, al mismo tiempo que estaba entusiasmado.

Cuando llegó a clase todo fue normal, es decir acoso y clases aburridas, al menos hasta la hora del recreo. Una vez llegó el recreo, cogió los dos bocadillos y salió de la clase, el chico parecía buscar a algo o a alguien, tras unos minutos buscando fue a preguntarle a un maestro.

- ¿Dónde está Jony? ¿Está castigado sin recreo en el aula? No le veo por ningún lado.

-Sí, está castigado en el aula donde da clases.

-Gracias.

“Así mejor, ahora que recuerdo él solía estar un día a la semana sin recreo. Siempre era así.” –Pensó Shinji.

Shinji se dispuso a entrar en el edificio, donde estaban todas las clases. Para su objetivo, este era el mejor escenario que podía tener. Lo único malo, era que si la puerta de la clase estaba cerrada con llave. Shinji probablemente tendría que esperar otro día, lo cual era muy riesgoso, porque no sabía que pasaba con su cuerpo real.

“Los maestros la mitad de los días se olvidaban de cerrar, pero dudo que se olviden de cerrar si hay alguien dentro castigado. Aun así, esto no haría diferencia ya que siempre hay maestros en la puerta para salir al recreo. Si hay un niño castigado, ¿No bastaría con avisarlos para que ese niño no salga al recreo?” –Pensó Shinji.

Cuando llegó vio que la puerta estaba cerrada con llave.

“Genial, yo intentando ayudar a alguien y jugándome la vida, y sigo con mi misma suerte de siempre. Espero que con los 30 minutos de recreo me dé tiempo de robar la llave de la clase y hablar con él.” –Pensó Shinji.

Shinji se dirigió a la sala donde guardaban una réplica de todas las llaves, abrió un poco la puerta y vio dos maestros tomando café en la salita. Al ver los dos maestros que eran, él se calmó mucho.

-Maestra de lengua, Miguel la estaba buscando. Quiere practicar análisis de sintagmas, que el examen es pronto…

La maestra de lengua salió corriendo antes de que Shinji terminara.

“Ah, esa tía sí que ama su trabajo, mejor dicho, amargar la existencia con sintagmas. Eso no lo debíamos de ver tan pronto y era lo único que nos ponía.”

El maestro de matemáticas salió tras ella.

“Y… ahí va el segundo, todavía recuerdo que lo único que quería ese maestro era ligarse a la de lengua.”

Sin oposición, Shinji robó la llave. Y fue hasta la clase donde su acosador, el Jony estaba castigado. Este abrió la puerta y entró.

Desde que Shinji entró, este empezó a estar más nervioso que nunca, temblaba todo como si fuera un flan, gradualmente él iba estando más nervioso, según avanzaba el tiempo y se iba acercando a ese chico, que le hizo la vida literalmente imposible. Este último por su parte estaba tan sorprendido como nervioso Shinji, al ver lo que este último estaba haciendo. Dado a su sorpresa, él ni se movía del sitio, solo intentaba averiguar que pasaba.

“¿Ha robado la llave de la clase? Pero, ¿Qué ganaría? ¿Acaso es tan tonto como para que quiera sacarme, y que le acose en el recreo como siempre?” –Pensó Jony.

Shinji se sentó al lado del chico que le acosó durante años y le puso en su mesa uno de los bocadillos que preparó por la mañana. Su voz temblaba, pero ahora mismo sus palabras eran genuinas y decidas, su mirada un tanto compasiva, pero al mismo tiempo con algo de odio lo dejaba claro. Shinji las siguientes palabras las hubiera dicho, aunque no estuviera en una prueba para superar su pasado.

-Toma, para ti. ¿Debió ser terrible, ¿verdad? Ahora entiendo porque nunca traías bocadillo y siempre me lo quitabas, probablemente ella no te da nada de comer por la mañana, puedo intentar ayudarte si quieres…

El día de ayer…

Shinji se levantó, hoy era el día por el que se fue ansioso a la cama. Creer saber el primer paso qué hacer para superar tu pasado que te atormentó por años, es para estarlo desde luego. Shinji desayunó con su madre, su padre ya se había ido a trabajar, cuando terminaron de comer, su madre se fue a vestirse. Shinji aprovechó ese momento para robarle un poco de dinero.

Shinji fue a vestirse y cuando terminó, guardó el dinero en su bolsillo. Cuando los dos estaban listos, se fueron los dos andando hasta la escuela.

Una vez en la escuela, lo típico, un poco de acoso y clases aburridas por aquí y por allá. Cuando llegaba el recreo, acoso sin llegar a tirarle a la basura, pero bastante grave igualmente. Tras ese calvario, sus ganas cesaron y pensó de nuevo en rendirse. No lo hizo por una sola razón, la promesa que le hizo a su padre.

Cuando terminó el colegio, Shinji no se fue a su casa, sino que este siguió a su acosador. Jony, se iba a su casa andando por lo que solo tenía que seguirle, gracias a su experiencia en videojuegos Shinji sabía cómo seguirle el rastro sin que Jony lo notara.

La casa donde su acosador entró, era espectacular, grandísima, una vez entró le perdió el rastro totalmente, sobretodo porque Shinji no iba a entrar adentro.

“Me estás diciendo en serio, que a este rival no le puedes analizar, en serio que lo que recordé ayer no me va servir. Menos mal que me lo olía y cogí dinero, voy a comprar comida para almorzar y me llevaré toda la tarde fisgoneando la casa, desde fuera mirando por sus ventanas y lo que se me ocurra. He tenido suerte, de que, aunque la casa es grande visualmente alcanzas a ver todas las ventanas si te pones en la posición correcta.”

Shinji se fue a comprar, cuando volvió había terminado de comer lo que compró, y así puso su plan en ejecución. Si se daba cuenta alguien de lo que estaba haciendo, era probable que le cayera una gorda.

Tras 5 horas, Shinji descubrió claramente que pasaba. Lo decisivo que vio y escuchó Shinji fue lo siguiente.

Una mujer se queda parada delante de una foto, en esta foto sale otra mujer, más joven y un tanto parecida a ella, la mujer del cuadro aun así es considerablemente más guapa.

-Siempre fuiste mejor que yo. Hermana, nunca comprenderé porque me ayudaste tanto, cuando estaba en la ruina, te desviviste por dar de comer a tu hijo y por darme el dinero que te pedía, solo me aprovechaba de ti y lo sabías, siempre me lo gastaba en placeres mundanos. Siempre fui una buena para nada, por mucho que me esforzara la gente me comparaba contigo y parecía que yo era basura. Te odio, al final tú moriste por ser buena, moriste por exceso de trabajo, por ser madre soltera y tener que cargar conmigo, es decir, con un parasito. Moriste por tu propia bondad. ¿Sabes lo que hize con los ahorros para los estudios de tu hijo, después de que moriste? Me puse un par tetas y engatusé a un viejo millonario, ahora ese tío está muerto, increíblemente tuve una hija con él. De todas formas, le estoy agradecida, mi casa es gigante y tengo dinero, casas y empresas para toda la vida. Y tú moriste.

Después de eso, la señora siguió andando, tenía dos exámenes en la mano, se sentó en una silla. Shinji supuso que uno era de Jony que sería el hijo de la mujer de la foto, y el otro de la hija que tuvo la tía esa con el millonario.

La señora se cabreó.

- ¡Es que este niño nunca aprende! ¿¡Por qué saca mejores notas que mi hija!?, ¡será cabrón el hijo de esa desgraciada que siempre me dejaba en ridículo! Se va a enterar.

Shinji siguió escuchando, al seguirla lo que escuchó fue claramente como le pegaban a alguien. Él ya había visto suficiente, mejor dicho, no quería ver más. Aunque ese que estuviera recibiendo los golpes fuera la persona esa que más odia, él no quería eso.

“Juro que seré como el agua, no quiero ser más hipócrita. Quiero ayudarle, también quiero saber sus motivos para pegarme con exactitud, aunque probablemente fuera la manera de expresar su sufrimiento. Pero antes que nada quiero ayudarle, no dejaré que nadie pase por lo que yo pasé.”

Cuando Shinji llegó a casa, le cayó un sermón monumental por estar desaparecido durante tanto tiempo y no poder dar explicaciones. Aun así, a su juicio valió la pena totalmente.

Al día siguiente…

Tras Shinji ofrecerle su ayuda a la persona que le hizo la vida imposible, paró de hablar por 3 segundos donde hubo un silencio extremo en la sala y ellos 2 cruzaron sus miradas. Jony podía ver claramente como aquello no era una broma o un malentendido, este vio en la mirada de aquel chico que acosaba diariamente como él estaba totalmente comprometido a sus palabras.

-Quiero ayudarte, pero no lo malinterpretes. Te odio, te odio más que a nadie en el mundo y no te perdono ni termino de entenderte, pero no puedo ignorar tu situación. De hecho, he estado pensando y creo que ya sé cómo solucionar lo tuyo…

Unas pequeñas lágrimas cayeron en la mesa donde Jony se sentaba.

-Por favor… vete, si te pillan te meterás en un lío.

Sin decir ni una palabra Shinji se fue, nada más que el chico salió de la clase, unas palabras que nadie escuchó salieron de la boca del acosador, mientras que lágrimas salían de sus ojos.

“Nunca nadie me ha dicho unas palabras como esas, siempre que me hablan o son palabras indiferentes por parte de mi hermana o maestros, o de odio por parte de mi madrastra, o palabras que son solo para entretenerme con mis amigos. ¿Por qué has hecho esto, Shinji? El que hallas robado la llave para entrar, que al parecer has investigado mi situación bastante porque ni el colegio ni nadie sabe eso, y tu mirada me confirman tus palabras, pero no entiendo porque lo haces. Qué irónico, las primeras palabras que me transmiten esperanza me las ha dado alguien que me tiene como la persona que más odia…” –Pensó Jony.

-Esto simplemente es injusto, ¿Por qué alguien como yo después de todo lo que he hecho merecería ayuda? No he hecho nada para tenerla…

Jony empezó a comer y echó unas pocas lágrimas.

“Es una pena que le caiga agua…” –Pensó Jony.

Cuando terminó el recreo, todos volvieron al aula. Todo siguió igual a pesar de los actos de Shinji, lo cual era lógico porque Jony estaba en la otra clase, de mientras tenía clase, Shinji estaba reflexionando.

“Ahora en el cambio de clase, los que antes fueron mis amigos vendrán a meterse conmigo porque creen que, si no lo hacen ellos serán los siguientes, Miguel no se meterá como siempre a menos que Jony esté delante. Me pregunto cómo reaccionaran hoy al ver como él me trata, me dijo que fuera porque podía meterme en un lío. Gané, quien diría que sería así, de todas formas, todavía no quiero irme porque me queda trabajo por hacer. ¿Confesaran todos esos que una vez dijeron que eran mis amigos, que realmente no lo eran porque me dejaron de lado por su bienestar? ¿Qué hará miguel? Hagan lo que hagan, creo que nada cambiará mi opinión de que todos llevan caretas. No es fácil perdonar lo que me hicieron.”

Antes de que Shinji se fuera a casa tras terminar las clases, este cruzó miradas con su acosador. Los dos se entendieron a la perfección, el mensaje era un claro te veo luego.

“Solo me queda rezar para que mis padres vean los resultados de mi esfuerzo. Es muy improbable que me dejen por lo último que ha pasado, pero si me dejan verle de nuevo, terminaré con esto de una vez.” –Pensó Shinji

Una vez que llegó a casa, Shinji empezó a comer e hizo una pregunta con algo de duda en su cara, ese día estaban allí a la hora del almuerzo sus dos padres.

- ¿Puedo ir luego a jugar al parque?

-No. –Respondió su madre.

“Shinji… el otro día me pareció más maduro, le dije que no se rindiera y ahora pregunta por ir al parque. ¿Lo habrá conseguido? Mi esposa no sabe nada de lo que hablamos el otro día, y al igual que yo tampoco sabe porque desapareció. Tal vez solo estoy teniendo una fe ciega en él porque quiero que vayan mejor las cosas, pero creo que debo de hacer algo.” –Pensó el padre de Shinji.

-Shinji, cuando termine de dormir la siesta vamos los tres juntos. ¿Te parece bien?

- ¡Sí, gracias papá!

Su madre se sorprendió, su padre sonrió, porque la cara de Shinji era totalmente distinta, ahora mismo su mirada brillaba, resplandecía. Al ver esto la madre no se opuso, cuando terminaron de comer, Shinji fue el primero en irse de la cocina.

- ¿Sabes qué hizo ayer en el tiempo que estuvo desaparecido?

-Ni idea.

- ¿Entonces por qué le dejas que salga? No has visto lo que está pasando.

-Antes de responder y ver su mirada, aquellos ojos verdes, tenía fe en él, es decir, creía en que él superaría sus problemas, pero no tenía nada que comprobase que los superaría. Al ver su respuesta entusiasmada y mirada tengo esperanza, creo en él con motivos que lo comprueban. Hace un par de días, tuve una charla con Shinji en el jardín de mientras mirábamos el cielo nocturno que ese día estaba completamente oscuro, sin estrellas. Ese día él me pareció mucho más maduro, hoy me ha demostrado que realmente ha crecido. De alguna manera, me da la sensación de que, si repitiera hoy esa escena el cielo no estaría tan oscuro, porque su mirada de ahora brillaba, alguien que está sufriendo no puede mirar así, para mí brillaba tanto que parecía la estrella más brillante del firmamento…

La madre de Shinji sonrió, al mismo tiempo que puso su mano sobre la frente de su marido.

- ¿Tienes fiebre? Nunca esperé que lograrías expresarte así. Has mejorado, esta vez no has tenido que subir escaleras durante meses.

-Quien sabe, creo que al verle yo también he pensado que quería seguir adelante y no aceptar lo que tengo, bueno ahora a dormir que he tenido un día duro en el trabajo.

Dijo el padre de Shinji mientras bostezaba e iba hacia el salón.

“Como siempre esta es la persona de la que me enamoré, nunca puede quedar o parecer tan genial como él es realmente. Siempre hace algo para arruinarlo, un poema de Shakespeare no puede terminar con un tengo sueño y un bostezo, idiota.” –Pensó la madre de Shinji.

Cuando pasó un tiempo, fueron al parque los tres como dijeron. Al salir de casa, Shinji estaba realmente impaciente, su estado de ánimo era positivo, pero se le notaba algo. Estaba contento y entusiasmado, pero todavía tenía una espina clavada en el pecho.

Cuando llegaron al parque, aunque los padres de Shinji creían en él, estos estaban todavía a la defensiva, se sentaron en el banco que solían sentarse y se pusieron a observar todo minuciosamente. Era de esperar después de lo que han pasado, Shinji por su parte se dirigió de inmediato con los demás niños.

Allí estaban todos los compañeros de clase que una vez Shinji consideró amigos, también estaba la persona a la que él alguna vez llamó mejor amigo. Para finalizar también estaba la persona que Shinji más odiaba y odia, su acosador, Jony. Parecía como si alguien se hubiera encargado de reunirlos a todos, de hecho, había sido así Jony el que se encargó de reunirlos para la ocasión.

Como ya era costumbre los niños, incluido Miguel, aunque se le notaba reacio y molesto a hacerlo, empezaron a meterse con Shinji bajo el mismo pensamiento que decía lo siguiente.

“Si no le insulto, me lo harán a mí.”

Este pensamiento había sido implantado en sus cabezas inconscientemente por Jony, el chico que era el cabecilla de todo, además de ser muy alto y fuerte físicamente para su edad.

Desde que empezaron a meterse con él, Shinji se quedó quieto en el sitio con la cabeza baja. Por su parte Jony desde que empezaron los insultos y burlas también se quedó quieto en el sitio con la cabeza baja al igual que Shinji. En ese momento ambos estaban a unos 5 metros, separándolos en el medio tirando hacia donde estaba Shinji estaban los demás niños.

“Los dos tienen problemas, el acosador y el acosado. La única diferencia es que los problemas del acosado son creados a partir de los problemas del acosador, así que el que tiene el verdadero problema sería el acosador. El más débil no es el que es insultado, es el que insulta. Por eso Shinji es tan admirable, su solución fue destruir los problemas del acosador, aunque todavía no haya destruido mis problemas sé que lo hará, porque esa es su voluntad. Alguien que es capaz de ofrecerse para ayudar a la persona que más odia y de hecho afirmar que lo hará, alguien que fue capaz de enfrentar sus miedos y arriesgarse a confrontar a su acosador cara a cara. Alguien así solo merece mi respeto y confianza, juro que obraré a tu favor a partir de hoy Shinji. Pagaré el precio de mis pecados y eventualmente me perdonarás, también lo hago por mí ahora mismo, cuando pienso en todos los problemas que le he dado a alguien como tú, solo me llega algo a la mente, soy un tonto.” –Pensó Jony.

Cuando pasó 1 minuto, Jony se movilizó y fue hacia donde estaban los demás. Y empezó a hablar lo que sintió en el momento.

-No merezco ni busco el perdón, tampoco soy nadie para hablar, pero… ¡Me parece que todos sois escoria! ¡¿Acaso ese chico al que estáis insultando, no fue vuestro amigo?! ¡¿Acaso él no os ayudó cuando teníais problemas?! ¡¿Acaso no os divertisteis juntos?! Yo no lo sé a ciencia cierta, al fin y al cabo, me mudé a esta ciudad cuando empezó el curso. ¡Pero sí que conozco a ese chico, Shinji, él no se merece esto, él es bondadoso! ¡Lo es tanto que ayudaría hasta a alguien que es peor que la escoria, y que odia desde el fondo de su corazón! Antes que yo empezara a acosarle, pude ver que todos ustedes erais sus amigos. ¡¿Vuestra amistad vale tan poco que se rompe cuando no os beneficia?! ¡¿Acaso vuestros lazos eran tan frágiles y poco importantes, como para que dejarais que una persona los robara y moviera bajo su voluntad?!

Todos estaban callados, sorprendidos y arrepentidos, Jony de mientras hablaba se movía agresivamente para expulsar los sentimientos que le venían a la par que lloraba y hablaba. Además de él, había otros dos que estaban llorando, Miguel y Shinji. Los padres de Shinji desde lo lejos, también estaban atónitos de mientras escuchaban el discurso del que una vez fue el acosador de Shinji. Tras decir esa última frase Jony paró 10 segundos para coger aire y calmarse un poco y continuó.

-Desde que empecé a acosarle, cada vez más gente se me unía por miedo a ser acosado. Aunque no lo parezca sé lo mal que se siente ser la diana a la que van los dardos, hay algunos que dan en el centro y duelen mucho, otros a los lados y no tanto, pero todos duelen. Por eso nadie quiere ser la diana, pero ¿Acaso no sería posible un mundo donde no hay que tirar dados que pinchen y duelan? No sé la respuesta porque conozco el mundo, pero si conozco el mundo dentro de los pocos que estamos aquí. Y por primera vez, tengo la esperanza de que es posible, lo siento Shinji, moví y robé los hilos que formaban los lazos que tenías con tus amigos como quise y te dañé por eso, lo siento por usarte como diana a la que aparentemente se tiraban dardos por diversión. Lo siento.

Ahora mismo, todos estaban con la cabeza baja. Cuando Jony terminó su discurso, se fue, los niños que estaban ahí presentes empezaron a acercarse a Shinji uno por uno y a disculparse con él.

Shinji desde que empezó el discurso de Jony no podía parar de llorar, tampoco le salían las palabras. Los niños cuando se disculpaban, hacían como Jony y se iban, dejaban espacio para que el siguiente reconociera su error. Al último que le tocaba disculparse, era uno de los tres protagonistas ese día, era el turno de Miguel, él ya había parado de llorar, por su parte Shinji lloraba todavía.

-Shinji, te dije que eras mi mejor amigo y era verdad, tú eras mi mejor amigo. Pero yo no fui tu mejor amigo, solo fui egoísta y miré por mi bien. Las veces que te intenté defender o quedarme a lo lejos para no tener que insultarte, no miraba por ti, ahora veo que lo hacía por mí. No soportaba la idea de verte sufrir y no hacer nada, por eso me metía para poder decirme que al menos lo intenté. Cuando empecé a insultarte, llegué a pensar que yo era escoria al no hacer nada por miedo, aun así, seguía no metiéndome y solo pensando en mí. Eso no es lo que hace un mejor amigo, yo debía haber estado a tu lado siempre, lo más cerca que pudiera y compartir tu carga. Antes el lazo que nos unía no era inquebrantable como debía ser el de un mejor amigo, o incluso el de un amigo de por sí. Sé que no merezco tampoco tu perdón, pero… ¿Me darías la oportunidad de empezar de cero? Shinji, mi mejor amigo.

Si antes Shinji lloraba, ahora mismo llovía. Desde que empezó el discurso, sus labios no podían producir ni una palabra, pero ahora como si tuvieran vida propia estos se movieron al instante.

- ¡Sí!

De mientras esas palabras salían de su boca, una sonrisa se dibujó en su rostro y Miguel le abrazó. Entonces todos los demás que ya se habían disculpado, empezaron a hablar y moverse.

- ¡Eh! ¡Yo también quiero!

- ¡Sí! ¡Empecemos de cero!

-Quiero jugar al futbol, pero antes va esto, ¡Creemos un lazo inquebrantable Shinji!

- ¡No volveré a jugar a los dardos! ¡Lo juro!

- ¡Sí! ¡Abrazo en grupo!

Todos los niños que estaban presentes empezaron a unirse al abrazo que Miguel le estaba dando a Shinji. Al principio fue bien, pero luego más que un abrazo, parecía un accidente de tráfico. Aun así, en ese momento a Shinji se le vino un pensamiento a la par que sus lágrimas cesaban, y sentía que la espina que todavía tenía en el pecho desaparecía.

“Se siente tan cálido, es como el agua de la última vez…”

Tras ese accidente de tráfico, todos empezaron a reír juntos.

Solo había uno que no estaba en ese accidente tráfico, este era Jony. Este cuando terminó su discurso se fue a hablar con los padres de Shinji, los otros niños solo se echaron un poco hacía al lado. Pero este se fue, tenía que disculparse con más gente, cuando se acercó a los padres de Shinji, estos estaban a punto de llorar porque vieron el discurso del que se suponía que era el villano. Jony estaba secándose las lágrimas.

-Podría hablar a solas con ustedes, si es posible sería mejor que nos fuéramos a un sitio un poco más alejado.

Los padres de Shinji solo asintieron, después de todo el discurso que escucharon, no sabían muy bien como dirigirse a aquel chico. Caminaron durante 5 minutos y Jony se paró.

-Lo siento, siendo sincero lo que hice nunca tendrá una buena justificación. Empecé a acosar a su hijo, porque tenía envidia de la relación que tenía con vosotros, sus padres. Yo a los míos no los pude conocer, mi madre era madre soltera y murió cuando yo era muy pequeño, no la recuerdo casi nada. Me crio su hermana, ella desde que yo era muy pequeño, me ha insultado y acosado. Sufrí mucho, por eso cuando veía la relación tan idílica que Shinji tenía con ustedes, me sentía tan celoso y me llenaba la ira. Además de eso, no sé por qué, quería que alguien más sufriera mi dolor, seguramente era mi forma de pedir ayuda o desahogarme, o alomejor lo hacía porque pensaba que así mi vida era mejor, ya que al ver a alguien sufrir más que yo significaba que mi vida no era la peor. No pido que me perdonen, pero lo siento, por todo que los he hecho sufrir a ustedes y a su hijo, lo siento.

Jony se veía genuinamente arrepentido, el chico estaba con la cabeza baja. La que habló fue la madre de Shinji de mientras se acercaba al chaval.

-Eso ya está claro que es agua pasada. Ahora hay una cosa más importante, ¿Tú estás bien, necesitas ayuda? Yo y mi familia estaríamos encantados de…

Jony cortó a la madre de Shinji.

-Ya me ha ofrecido ayuda vuestro hijo. No exagero al decir que él es mi esperanza, creo plenamente en él, no hay por qué involucrar a más gente.

Los padres de Shinji sonrieron y se sintieron muy orgullosos de su hijo, cuando terminó de hablar, Jony empezó a caminar mientras se despedía.

-Bueno, ya dije lo que tenía que decir. ¡Nos vemos!

Los padres de Shinji le despidieron y se fueron de nuevo al parque, Jony se fue para su casa. Cuando llegaron vieron a todos los niños jugando sin preocupaciones y divirtiéndose. Se sentaron en el banco en el que siempre se sentaban y empezaron a hablar como siempre.

-Acertamos con el nombre de nuestro hijo ¿Verdad? –Dijo el padre de Shinji.

-Sí, como tiene varios significados alomejor era fácil acertar. Pero sigue teniendo su mérito. –Dijo la madre de Shinji.

Shinji es un nombre asiático, en japonés hay varias formas de escribir, principalmente se usan 2, el romanji y los kanjis. En romanji que sería con letras de occidente, Shinji es el lexema del verbo creer que sería shinjiru, por lo que se podría decir que significa creer. En kanji que es como con algo parecido a símbolos, el nombre se construye con 2 kanjis (真嗣), el primero es el kanji que se usa para la palabra verdadero, y el segundo es el kanji de la palabra sucesor o heredero, por lo que significaría verdadero sucesor o heredero. También hay otras fuentes que dicen que Shinji significa child of god[11] o true ruler[12].

Sus padres siguieron hablando de mientras los niños se divertían, cuando pasó un rato Shinji se percató de que Jony no estaba.

“Necesito encontrarle, todavía no le he dicho como puede solucionar lo suyo” –Pensó Shinji.

- ¿Alguno sabéis donde está Jony?

-Probablemente se haya ido a casa, su casa es muy rara. Si llamas no te dejan entrar, además son muy vagos, siempre tiene que ir Jony a ver quién es el que llama a través de un huequito que hay en la puerta, ellos pueden verte a través de ese huequito, pero tú no a ellos. –Contestó uno de los que más tiempo pasaban con Jony.

- ¿Se puede contactar con él por algún teléfono?

-No, de hecho, él no tiene teléfono propio y nadie sabe ningún número de teléfono de su casa, ni siquiera las madres.

“No puedo arriesgarme a llamar y empezar una conversación con él a través de la puerta, si se entera ella y no nos deja hablar, sería bastante malo, tengo que darme prisa. Aunque no se entere, lo más probable es que se dé cuenta si Jony pasa mucho tiempo en la entrada, aunque no nos escuche, nuestra conversación sería cortada. Solo queda una manera, tengo que confiar en él.”

Con esos pensamientos en mente Shinji hizo dos preguntas más.

-Primero, ¿Alguien tiene papel y boli? Segundo, ¿Podemos ir hasta la casa de Jony?

-Shinji, mi casa queda cerca y sé dónde vive. Podemos ir a por el papel y te llevó allí si quieres. –Contestó Miguel.

-Perfecto, voy a decírselo a mis padres.

Cuando los padres de Shinji le escucharon, aceptaron de inmediato y dijeron que se iban a casa. Que le esperaban allí.

Durante el camino Miguel y Shinji empezaron a hablar de cosas frívolas, sin importancia, como si nada nunca hubiera pasado. Shinji desde luego lo encontraba tan divertido como lo recordaba, el simple hecho de hablar estupideces con un amigo era muy divertido. De mientras hablaba, Shinji no podía parar de pensar en lo que había pasado y en lo que le depara el futuro.

“Después de todo, aquí estoy de nuevo. Para mí han pasado años desde la última vez que le vi, pero, aun así, parece que todo fuera igual que antes. Ojalá me hubiera dado cuenta de lo que tenía antes, no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes. Ahora mismo tengo una vida hecha aquí, pero lo más probable es que cuando mañana despierte, este en un mundo donde no conozco a nadie y en donde monstruos intentaran matarme. Qué irónico que para empezar una vida tenga que crear una y destruirla…”

“Ahora que lo pienso, en uno de mis mangas[13] favoritos decían algo así. Nunca entendí la frase, pero creo que ahora sí, decía algo como: El ave… lucha para salir del cascarón. El huevo es el mundo. Quien quiera nacer… deberá primero destruir un mundo.”

“Sí, este es el resultado de mis errores, errores que he pagado teniendo que hacer mi vida en un mundo que probablemente será más difícil que este donde estoy ahora, errores que he pagado teniendo que superar mi propio pasado, errores que he pagado superándome. Al final mi antiguo yo, solo estaba intentando justificar mi fracaso echándole la culpa al juego, diciendo que la vida era un juego de mierda. Que yo dijera eso… no tengo derecho a llamarme gamer.”

-Miguel, cuando terminemos de hacer lo que dije antes, ¿puedo quedarme en tu casa a echar unas partidas a la consola?

- ¡Claro! Ha cenar y dormir también si quieres.

-No, no hace falta. Quiero pasar esta noche con mis padres…

“Queda muy poco para que no los pueda volver a ver, creo que mañana cuando despierte estaré en la cueva donde caí desmayado porque ya se podría decir que superé mi pasado, cuando fui transportado por primera vez incluso me alegré, solo estaba siendo inmaduro, ingenuo y prepotente. No quiero dejarlos atrás, pero esto es el precio de mis actos y lo debo pagar, es mi responsabilidad eso lo sé. Esta vez mi capricho no se va a cumplir, al menos quiero despedirme como dios manda. Eso sí, estoy siendo muy optimista con lo de que ya he superado esta prueba, pero hasta que no solucione lo de Jony no quiero irme, aunque no gane nada, no quiero dejar las cosas así con él porque yo cumplo mis palabras, dije que le ayudaría. De todas formas, creo que con lo de ahora ya estará.”

Cuando llegaron Shinji escribió el siguiente mensaje en una hoja de papel.

-Soy Shinji, Jony no puedo dar explicaciones, pero tengo prisa por eso no me espero a decírtelo mañana en la escuela. Alomejor es una petición muy egoísta, pero… ¿Podrías arreglar hoy el problema que tienes con tu madrastra? Esta es mi opinión de cómo hacerlo: Probablemente tú hermana no sabe nada de todo lo que te hace tu madrastra, el otro día la escuché hablando y parece que quiere mínimamente a su hija. Por lo que no dejaría que su hija viera cómo te acosa. Es probable que tu madrastra empezara a insultarte porque veía en su hija y en ti, un reflejo de ella y su hermana, es decir tu madre. Creo que te acosa porque piensa que así sacaras peores notas y serás peor en general. Ella por lo que escuché siempre fue peor que tu madre, estando siempre a su sombra, por lo que desarrolló mucho odio, envidia y rencor hacia ella e incluso hacía si misma por su propia impotencia. Seguramente quiere que tú seas peor por miedo a que su hija pase lo mismo. Como ya podrás adivinar la pieza clave es tu hermanastra, si tiene un mínimo de bondad actuará y tu madrastra se verá obligada a parar. Buena suerte, confío en ti.

Cuando terminó de escribir los dos fueron a llevar la carta, cuando llegaron pitaron al timbre y los dos pusieron sus manos como si fueran a rezar y pensaron lo mismo.

“Por favor que sea Jony.”

Cuando escucharon unos pasos cerca, alzaron una vez la voz.

- ¿Jony?

-Sí.

“¡Toma ya!” –Pensaron los dos.

-Coge la carta, vete, léela y no hagas preguntas, por favor.

-Vale.

Después de eso los dos fueron a jugar a la consola como acordaron. Después de una hora jugando, volvieron al parque y jugaron allí con los demás niños hasta el anochecer. Cuando ya estaba de noche, Shinji se despidió de todos, menos de uno que dijo que le acompañaba a casa, ese era Miguel.

Ellos dos siguieron hablando despreocupadamente hasta que estuvieron delante de la casa de Shinji.

-Adiós. –Dijo Shinji.

Miguel se molestó.

-Sabes… siempre te despides diciendo adiós, eso me molesta porque lo considero muy triste, adiós es una despedida que hace solo eso, despedir. Nunca dice si habrá otro encuentro, creo que es mucho más reconfortante un hasta luego o hasta la próxima que expresa que crees y que quieres volver a ver a esa persona.

Shinji sonrió amargamente.

-Lo siento, lo tendré en cuenta siempre a partir de ahora. Te lo prometo.

-Hasta luego, Shinji.

Entonces Miguel se fue, cuando ya estaba a cierta distancia, Shinji soltó unas palabras casi susurrando que nadie escuchó.

-Hasta luego, mi mejor amigo, Miguel. Ojalá algún día nuestros caminos se vuelvan a cruzar…

Cuando Shinji dijo eso, la melancolía recorrió su cuerpo, se quedó un minuto callado en la puerta y eventualmente entró de la casa cuando pasó el minuto.

Al entrar sus padres le dieron la bienvenida y le dijeron que le estaban esperando para cenar, cuando Shinji llegó a la cocina se llevó una sorpresa.

- ¡Enhorabuena, Shinji! –Dijeron sus dos padres a la vez.

“Hacía años que no comía una de estas” –Pensó Shinji.

-No… no hacía falta. –Dijo Shinji.

- ¡Sí, sí hacía falta! Después de lo de antes, te mereces una recompensa.

-Bueno… si os ponéis así, por lo que sea la tomaré.

La comida favorita de Shinji, desde siempre ha sido la pizza. Lo que había en la mesa era una pizza bastante grande para 3 personas o un poco más. Eso tampoco es que fuera muy especial, lo más especial era como estaba hecha, queso del caro que normalmente su familia no se puede permitir, masa hecha en casa etc…

La pizza realmente estaba deliciosa, pero lo que más disfrutó Shinji, fue poder comer de nuevo con sus padres sin que hubiera ninguna preocupación o tensión en la mesa. Desde que empezó a sufrir bullying él nunca tuvo una comida como dios manda con sus padres, por eso esta comida él la definiría como la mejor comida de su vida. La combinación del ambiente perfecto porque por fin podía estar con sus padres sin malos rollos, y la comida perfecta para Shinji. Esos factores hacían la fácil la decisión de decir que esa era la mejor comida que había hecho nunca.

Cuando terminaron de comer, ya era la hora de acostarse para Shinji, así que se despidió y se fue a dormir.

A la mañana siguiente…

Shinji se despertó y todavía seguía en ese mundo, lo cual lo sorprendió, pero también le alegró.

“Podré despedirme de mis padres como uno debe despedirse y no como me despedí cuando todavía vivía en este mundo, no me merezco cumplir todas mis metas, pero me gustaría. Lo único que falta, al menos de cosas que podía hacer en este mundo, es que algo me confirme que le salió todo a bien a Jony, pero eso ya sería mucho pedir.”

El chico fue a desayunar, allí estaban sus dos padres, su padre normalmente estaría trabajando. Pero ese día, es decir los miércoles, él trabajaba de tarde.

Cuando terminó de desayunar junto a sus padres, le tocó despedirse, cuando estaba en la puerta a punto de salir, él dijo las últimas palabras que intercambiaría con ellos.

- ¡Hasta luego! ¡Papá, mamá, os quiero!

- ¡Adiós hijo, yo también te quiero! –Respondieron sus dos padres a la vez.

“Mamá aquella vez no llegué a prometerte que sería fuerte, sigo sin poder asegurarte que llegaré a ser fuerte. Pero como le dije a mi padre reconoceré mis derrotas y no las aceptaré. Daré mi mejor esfuerzo para serlo, te lo prometo.”

Moviendo su brazo en señal de despedida Shinji, se fue de camino a la escuela como siempre hacía.

“No estaría mal quedarme un poco más…”

Por primera vez en años, Shinji tenía ganas de ir a la escuela y ver a sus compañeros.

Entonces Shinji despertó en aquella cueva.

Él abrió sus ojos lentamente, miró su mano derecha donde estaba la night sky sword, desde que la cogió por primera vez no la soltó, luego se sentó y miró su cuerpo. Una vez que comprobó su estado, suspiró dando gracias de que no hubiera pasado el mismo tiempo en ambos mundos, si así hubiera sido hubiera podido hasta morir, ya que él se llevó 3 días inconsciente en el suelo y eso es suficiente para deshidratarse, y muchos más problemas.

Shinji se levantó, se puso en la misma posición que usaba con su personaje cuando iba a combatir en los juegos en línea, y entonces empezó a gritar con todo lo que tenía y embistió sin pensarlo dos veces el árbol que tenía delante.

Normalmente Shinji hubiera razonado lógicamente antes de atacar como sería mejor hacerlo, y hubiera llegado a la conclusión de que, debería primero hacer algo de ejercicio ligero antes de ir con todo. Pero esta vez, la racionalidad y mente de Shinji estaba apagada.

El chico solo quería descargar sus sentimientos. La frustración por no saber a ciencia cierta si había ayudado a Jony, la impotencia de no haberle podido asegurar en el momento a su madre que sería fuerte, el arrepentimiento que sentía por no haber aprovechado más su vida en el otro mundo cuando aún vivía allí, y lo más importante, el odio que había acumulado hacia sí mismo por ser tan débil. Debilidad que le llevó a causar daño a los demás.

Ese golpe de espada de Shinji no cargaba con su vida, no era un simple deseo de sobrevivir lo que cargaba, ese deseo era lo de menos, aquel golpe de espada cargaba con sus sentimientos. Sentimientos que le decían que sobrevivir no era su meta, su meta era llegar a ser fuerte. Ser fuerte para no sentir nunca más esa frustración, ser fuerte para no sentir esa impotencia, ser fuerte para no sentir ese arrepentimiento, ser fuerte para no sentir ese odio.

Shinji en ese golpe imprimió su voluntad, una voluntad que le hacía tener el deseo de ser fuerte. Cuando Shinji se lanzó para arremeter contra ese árbol, sintió algo en el pecho, era algo ardiente, parecido a un fuego o una llama. Un brillo se hizo notable en toda la sala cuando el chico golpeó el árbol, tanto que deslumbró al propio Shinji. Al pasar unos segundos la luz se fue y Shinji volvió a ver y sentirse normal, en ese momento el árbol estaba roto por la mitad.

Shinji no se lo podía creer, no era que no se creyera que el árbol estaba roto. Él por instantes vio delante suya a un chico sonriéndole detrás del árbol cortado.

“Nunca pensé que me alegraría de ver a la persona que más he odiado, y que encima me esté sonriéndome. Me alegro que todo saliera bien.”

Shinji sin esfuerzas se desplomó en el suelo, estaba hiperventilando a más no poder, lo cual era normal porque después de que su cuerpo no se moviera por un tiempo, hacer lo que Shinji hizo no era la mejor idea.

“Lo logré… Aunque ahora que lo pienso, vaya comienzo más patético. Mi primer rival ha sido un ser vivo que no se puede mover, que no me puede atacar, que está desarmado y yo tenía una espada…”

-Espera… espada. Sé que superé mi pasado, pero ¿Hay alguna diferencia en mi fuerza, como para que ahora si pudiera romper el árbol?

Shinji miró sus estadísticas y seguían igual.

Shinji se sentó y dirigió su mirada hacia la espada en su mano derecha, la night sky sword.

“Esta espada es más fuerte contra más fuerte sea el portador. Mis estadísticas son las mismas que cuando intenté romper el árbol por primera vez. ¿Qué hay de diferencia en mi fuerza?”

“Y si no se refiere solo a las estadísticas, yo… ¿era más débil que un humano normal y por eso no pude cortarlo? Ya veo, por la frustración de ver que también era un fracasado e inútil en este mundo que es como el de un videojuego, mi confianza se esfumó y empecé a ser el mismo que era en el mundo en el que morí atropellado, solo que ahora era capaz de ver mi debilidad y que no podía culpar al mundo.”

“Yo era mi propio enemigo… por eso tuve que enfrentar mi pasado, mi propia oscuridad. Pensándolo mejor, creo que me odiaba a mí mismo, no aceptaba la idea de que fuera mi culpa ser un fracasado por eso me refugié en los videojuegos, y culpé al mundo.”

“Justo como dijeron mis padres, me refugiaba en ellos. Los videojuegos eran mi lugar perfecto, porque allí no me odiaba, puesto que el que vivía en esos mundos no era Shinji. Sino que el que vivía era un personaje creado para ese mundo llamado Shinji, era yo, pero a la vez no, puesto que en ese mundo no me consideraba, ni era un fracasado o un inútil.”

“Además de eso, me hacía daño alejándome de mis padres apelando que lo hacía por su felicidad. Todas esas mentiras que dije respecto a que el mundo virtual era el mundo más real o diciendo que la vida es un juego de mierda, ni yo mismo me las creía, por eso no pude convencer a mis padres con mis palabras. Si tú mentira no te engaña a ti, no engañará a otros. No me las creía porque realmente no llevaba razón y en el fondo lo sabía, solo estaba buscando una excusa para justificar mi fracaso. Yo nunca fui un iluminado portador de la verdad, solo era un victima que a través de sus falacias pedía ayuda a gritos, pero cuando llegaba la ayuda, huía de la realidad para castigarme más a mí mismo.”

“Nunca hice nada por dejar de sufrir y acepté mi sufrimiento como algo irremediable, por eso creo que me odiaba a mí mismo, me odiaba por todo el sufrimiento que pasaron mis padres e incluso mis amigos por mi culpa… Por no ser lo suficientemente fuerte como para cuidar de mí mismo y superar mis propios problemas.”

“Ahora me he podido dar cuenta de todo esto, puedo seguir adelante y recorrer mi propio camino por mí mismo, sin depender de nadie. Puedo confiar en mí mismo y cuidar de mí mismo, hoy he ganado al mejor aliado, a mí mismo. Al fin y al cabo, es una realidad innegable que la única persona que siempre vas a tener que aguantar es a ti mismo. Tal vez eso es lo que significa madurar, cuidar de ti mismo, enfrentar lo mejor que puedas tus problemas sin huir de ellos."

“Gran parte de esto se la debo a haber podido revivir mi pasado y cambiarlo, me gustaría agradecerle al que me ha dado la oportunidad de revivir esos momentos, pero, ¿quién es?”

Shinji se llevó pensando por lo menos 10 minutos antes de tener una teoría sólida.

“La espada… ¿Tendrá voluntad propia? Ahora que lo pienso, la segunda y primera voz que escuché, eran muy diferentes.”

- ¿Fuiste tú? Si mi teoría no falla, el hechizo que no me dejaba salir, así como la primera voz que escuché, probablemente lo puso el anterior portador de esta espada. Y la voz que escuché antes de volver a mi pasado… fue tuya.

-La espada me sumergió en mi más profunda oscuridad, justo como lo hace el cielo nocturno con el mundo.

Shinji se quedó pensando de nuevo.

- ¿Todo era una metáfora? La espada llamada night sky sword, un lugar lleno de oscuridad y una tenue y débil luz que salía de un pequeñísimo hueco en el techo para iluminar el lugar. Para salir de allí tendría que coger la espada y cortar el árbol, cuando lo hize toda la sala brilló estando llena de luz...

“El árbol, un ser vivo. Este estaba solo, en un ambiente totalmente desfavorable, de hecho, este ambiente era una cueva. Los arboles necesitan luz solar para vivir, esta le llegaba de una pequeñísima fisura del techo. No tengo ni idea de cómo haya conseguido el agua y otras cosas para sobrevivir aquí. Es normal, este es un mundo nuevo que no conozco.”

“Aunque no lo conozca, creo que ellos necesitan lo mismo para vivir. Del mismo modo que si alguien desde afuera viera como superé mi pasado, se quedaría asombrado porque parece increíble, imposible o surrealista. Yo me quedo asombrado al ver como sobrevive este árbol. Los dos tenemos algo en común, cuando no hay luz, se termina la partida. Al igual que un árbol no sobrevive sin luz, un ser humano no sobrevive sin esperanza.”

“La luz que apareció cuando corté el árbol, era esperanza. Que consiguiera cortar el árbol, es gracias a que pase aquella prueba. Si siguiera odiándome a mí mismo, me habría rendido y nunca me la habría conseguido pasar. Porque habría preferido seguir castigándome a dejar de hacerlo. Toda esa luz, es la esperanza que conseguí transmitirme a mí mismo, gracias a haber superado eso, ahora puedo volver a recorrer un camino. Esa es la definición de esperanza, poder recorrer un camino con certezas reales de que no vas a parar, dando igual las dificultades que vengan, porque sabes que de una manera u otra podrás superarlas.”

-Con que… para encontrar mi luz, tuve que sumergirme en mi oscuridad. Recordaré eso, alomejor es lo mismo para el mundo…

“Pensándolo mejor, si lo que he dicho es cierto, esto se ve sospechoso. Es como si todo hubiera sido pensando milimétricamente para mí, bueno la verdad es que eso de reencarnar en un mundo de fantasía… es más sospechoso y tampoco me sorprendí demasiado.”

-Sinceramente, tengo ganas de ver que me depara el futuro brillante que me espera. No, no es el futuro brillante que me espera, es el futuro brillante que crearé.

Shinji se levantó con energía y se fue de la cueva, cuando salió se encontró con la plena luz del día y llegó a una conclusión.

“Finalmente lo logré, logré dar mi primer paso en esta aventura. Seguramente ni antes ni ahora sé que lo conllevan estas palabras, pero… total, qué más da. Mamá te dedico estas palabras.”

- ¡Este es el primer paso de mi aventura! ¡La aventura de Shinji para convertirse en un fuerte espadachín al que muchos envidian y respetan! –Dijo Shinji mientras levantaba su espada apuntando al cielo.

[1] Series de animación realizadas en Japón.


[2] Juego de rol multijugador masivo online. Suelen ser mundos de fantasía con magia, espadas, mazmorras y sistema de niveles.


[3] Usado comúnmente para referirse a la gente que juega bastante a los videojuegos.


[4] Duende en español.


[5] Grupo de mujeres que están interesadas en ti de manera amorosa.


[6] Hembra con aspecto y voz de niña, puede ser mayor de edad o no.


[7] Estadísticas en español.


[8] Son como una especie de bolas o cubos de moco. Si les pegas un golpe, absorberán tu pie o mano y la derretirán. Su cuerpo es viscoso y ácido, si los cortas con una espada, se dividirán en dos y se harán más pequeños. Una vez llegan a un tamaño como el de una mano no son peligrosos y probablemente mueran, al no poder conseguir alimento por su tamaño reducido.


[9] Mazmorra en español, suelen ser sitios bajo tierra y oscuros donde salen monstruos.


[10] Espada del cielo nocturno.


[11] Niño o hijo de dios.


[12] Verdadero gobernante.


[13] Comic japonés.

30 de Julio de 2021 a las 16:18 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Continuará…

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~