valentinalm Valentina Lopez

Linda es la chica más loca de todas, y con los amigos más estúpidos del mundo que siempre hacen lo que ella dice. Pero esta vez Linda tiene una idea bastante descabellada: Un juego de falsas parejas entre su grupo de amigos para elegir quien se queda con un premio que todos quieren y que además será la oportunidad perfecta para disfrutar los últimos meses antes de graduarse y perder su libertad adolescente… ¿Logrará sobrevivir la amistad a este juego? ¿Qué cosas descubrirán de quiénes eran sus más cercanos amigos? ¿Quién obtendrá el premio? ¿Qué va a pasar después de la graduación?


Ficción adolescente No para niños menores de 13.

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Capítulo 1: MÍA

-Linda, ¿hablas en serio?- grité desde el vestidor después de una larga carcajada.


Intentaba entrar en el precioso vestido azul que vi en el maniquí, mientras Linda me contaba su nueva idea. Al darme cuenta que ella no se rio después de decir semejante barbaridad, me preocupé. Asomé la cabeza con dificultad para darme cuenta que Linda estaba hablando muuy en serio. No se que hice con mi pesado cuerpo, pero cuando menos lo pensé estaba en el suelo, con el vestido mal puesto y la risa de Linda al fondo. La miré ceñuda.


-Déjame ayudarte cariño- dijo aún entre risas. Me levantó y comenzó a acomodarme el vestido, tras un momento exclamó- Si, estoy hablando en serio. Me pidieron encontrar una forma de solucionar el problema del premio, es algo ridículo but is also funny...


-¿Algo ridículo? Linda, ¡es un juego de niños!- exclamé exageradamente. Ambas reímos.


Créanme, pensarán que estoy exagerando ante un simple juego, pero es que las ideas de Linda siempre me ponen muy nerviosa. Esta ocurrencia no está ni cerca de ser la peor. Una vez nos hizo caminar 8 Km ida y vuelta en medio de la noche al otro extremo de la ciudad, porque había oído de una megafiesta que no nos podíamos perder. Al llegar nos dimos cuenta que se trataba de una reunión de reencuentro de la promoción del 77' de John Adams. Estuvimos toda la noche rodeados de ancianos nostálgicos y tardé 3 semanas en recuperarme físicamente de 2.000 horas de caminata por la ciudad. O el otro día, que nos convenció a todos de ir vestidos de payasos a la fiesta de Serena porque escuchó que habría premio al mejor vestido. Lo que ella no sabía es que era el mejor outfit ¡¡no el mejor disfraz!! Fuimos el centro de atención y burlas toda la noche.


Linda es la persona con las ideas más locas del universo, y también la persona con los amigos más idiotas que siempre van tras ella. Aunque bueno, debo ser justa al decirles que por algún milagro celestial, siempre la pasábamos bien con las ocurrencias de Linda. La noche de los ancianos al otro lado de la ciudad tuvimos alcohol gratis y pusimos nuestra música favorita sin parar, y después de la fiesta de Serena fuimos el tema de conversación de toda la escuela por semanas. "son el mejor grupo de la escuela" "adoraría ser su amiga" y cosas así se escuchaban por los pasillos.


Y es que linda tiene ese encanto, yo lo llamaría más bien un superpoder: puede estremecer el mundo entero a su paso, pero logra que termine en algo especial. Peeerooo, esta nueva idea era simplemente tonta, no tenía ningún objetivo o propósito, era solo un juego de niños...


-¿Por qué se te ocurrió esa tontería? podemos hacer, no sé, una rifa- Linda estaba tras de mí, la miré a través del espejo buscando evadir mi propio reflejo embutido en el vestido.


-Mía, es que no importa el por qué. You know how it is: Linda lo hace mientras sea nuevo, curioso...


-...Y divertido -completé. Era su ley de vida y la repetía siempre que iba a hacer cualquier cosa. Me gustaría tener ese mantra, para mí es más algo como: "Solo trata de sobrevivir y no te estrelles muy fuerte en el camino".


No pude evitar más mi cuerpo en el espejo. En mi defensa, el maniquí se veía precioso con el vestido azul, lo hacía ver delgado y feliz. Yo parecía más un envuelto azul para llevar. Linda me rodeó suavemente.


-Amiga, ¿sabes? el problema no eres tú- dijo analizando mi reflejo seriamente- es el vestido. Es muy pequeño para un ser humano promedio.


-¿Estás segura?- dije.


-¡Por supuesto!- respondió poniéndose frente a mi- Sooo, vamos humana promedio, busquemos algo de tu talla.


-Linda, no estoy segura que encuentre algo para mi aquí, ya me probé muchos vestidos y ninguno es perfecto para la ocasión- me quejé.


-Te probarás 500 vestidos si es necesario- dijo jalándome del brazo- La graduación es en 3 meses, tenemos tiempo suficiente para hacerte brillar en el día más importante de nuestras patéticas vidas.


Me dejé llevar a regañadientes hasta los estantes, segura de que ningún vestido del planeta me iba a quedar bien.


~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~


Kian y yo pasábamos otra tarde de jueves estudiando en la biblioteca. Hoy tocaba geografía, ¡compleja, fea y necesaria geografía! Pero Kian parecía entender mucho más los complejos libros que detallaban las relaciones de las grandes potencias en cada periodo histórico, que el Juego de Linda, que llevaba 10 minutos tratando de explicarle.


-Déjame ver si entendí- dijo después de un largo silencio analítico- Cada semana dos de nosotros salen en una cita romántica...


-Si, pero no es una cita real real, es todo fingido, pero debe parecer real- aclaré.


-Okay- me miró confuso- y Linda estará por ahí capturando el momento a detalle, como un paparazzi.


-Dato bastante perturbador, pero correcto.


-Y al final de todas las citas, ella elegirá a la pareja ganadora, sin ninguna preferencia o subjetividad, sino únicamente basada en el nivel de... ¿romanticidad? ¿es eso una palabra?


-Es gramaticalmente incorrecto pero pragmáticamente permitido- contesté con mi voz de Einstein, o más bien mi voz del maestro Harrison cuando le preguntaban algo en medio de su clase.


-Está bien - dijo riendo- basada únicamente en el nivel de romanticidad que la pareja le transmita. Y ellos serán los afortunados ganadores del tan deseado premio.


-Un concurso justo para ese nivel de recompensa- puntualicé sarcástica.


-Es ridículo- Dijo Kian alzando la voz.


-Lo séeee- contesté igualando su volumen. Alguien hizo "Shhh" en algún lugar tras la estantería. Me cubrí la boca y reímos en voz baja.


-¿Por qué no hacer una simple rifa o una ruleta? sale tu nombre y ¡pum! eres el feliz ganador- dijo Kian en voz baja.


-Sabes que Linda nunca haría eso. Tuvo que pensar una solución descabellada para que alguien se quede con el premio. Jamás nos pondríamos de acuerdo de otra manera.


-Nunca debimos poner semejante responsabilidad en sus manos, pésima decisión, pésima...


-No exageres- le dije entre risas- lo cierto es que lo estuve razonando bastante, y aunque es una estupidez, como todo lo que viene de Linda, no es tan difícil, y es hasta un poco divertido- Kian me miró escéptico pero yo procedí- Todos somos amigos, hay confianza ¿no? Será un simple juego de actuación, una oportunidad para pasar la tarde con uno de tus amigos mientras hacen algo nuevo. Y al final, si lo haces lo suficientemente bien, te quedarás con el premio.


Permanecí seria. Ni yo misma me lo creía, pero estaba hablando en serio. Se trataba de un premio gordo, y todos merecíamos tenerlo. La única forma de no discutir por la elección de los afortunados era con una idea como las de Linda, y era bastante soportable en comparación con... cualquier otra de sus ocurrencias. Kian me observó midiendo mi nivel de seriedad ante lo que acababa de decir. Al darse cuenta que lo decía en serio suspiró negando con la cabeza.


-Eeeesta bien- dijo sin mucho ánimo- Creo que podría soportarlo mientras no tenga que besar a ninguna de ustedes- Ambos nos reímos.


-¿De qué hablas chico nerd? ¿ni siquiera yo soy digna de recibir un preciado beso de tus labios?- Dije acercándome a él en broma, lanzándole besos sin parar. Kian se resistió entre risas hasta que oímos otro "Shh" del otro lado de la biblioteca. Nos acomodamos de nuevo y volvimos a nuestros textos. Para nuestra suerte, apareció Tai con su eterna sonrisa (Gracias por salvarme de las grandes potencias del mundo y su extensión territorial Tai, nunca cambies). Se sentó en nuestra mesa con una montaña de libros.


-¿Qué hay chicos?- dijo sonriendo.


-Todo bien hermano- Contestó Kian- ¿Qué son todos esos libros?


-Hoy tenemos grupo de lectura, así que estaremos descubriendo la bella historia de...- se detuvo para ver el nombre en una de las portadas- ...de Dostoievski, Noches Blancas.


-Una hermosa obra- comentó Kian tomando uno de los libros para ojearlo.


-Hermano, ¿hay algo en este planeta que tu no hayas leído ya?- Preguntó Tai exaltado. Yo me reí de su impaciencia.


-Bueno, al menos no dentro de esta biblioteca- contestó Kian orgulloso.


-Oye Tai- dije interrumpiéndolos- ¿has hablado con Linda estos días?


-Quieres hablar del juego ¿no? porque cuando ella me lo comentó mi respuesta fue...


-¿no?- Trató de adivinar Kian


-Bueno, en realidad mi respuesta fue tal vez- continúo Tai- Cualquier cosa que solucione lo del premio está bien para mi.


-Pero es una tontería- reclamó Kian


-Si lo piensas mucho, todo es una tontería. Estamos jóvenes, hay que hacer tonterías mientras podamos- reflexionó Tai. En parte tenía razón. Kian suspiró pensativo. Tai, sin parar de sonreír, se levantó.


-Bueno chicos, los dejaré tranquilo. tengo una cita con Dostokriski- dijo mientras se levantaba.


-Dostoievski- le corrigió Kian.


-Como sea- dijo alejándose. Kian y yo reímos. Después de un momento Kian tomó uno de los libros.


-Bueno, ¿Dónde nos quedamos?- preguntó pasando las páginas. Yo no quería más libros por hoy. Miré el reloj.


-¡Oh Dios que tarde está!- exclamé exageradamente- será mejor que me vaya.

Kian me miró divertido. Me levanté y tomé mis cosas.


-¿Nos vemos después de clase?- le pregunté.


-Hoy me quedaré hasta tarde. Pero no te preocupes, nos veremos mañana en la fiesta.


-Oh, es cierto, LAAA fiesta. donde todo se decidirá. ¡Que emocionante!- le dije.


-No me lo recuerdes, me da dolor de cabeza- Respondió Kian tirándose a la mesa.


Sonreí y me aleje tan pronto como pude. Un poco más de las relaciones fronterizas y sus características y mi cabeza explotaría. Pero ahora la idea del juego me emocionaba un poco, sobre todo por las palabras de Tai:


"Estamos jóvenes, hay que hacer tonterías mientras podamos"

30 de Julio de 2021 a las 17:15 0 Reporte Insertar Seguir historia
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