TEATRO • TAEKOOK Seguir historia

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Aplaudía junto a las demás personas que se encontraban dentro del gran auditorio, solamente que él estaba alejado de todos para que no le reconocieran.

A lo lejos, podía observar a su chico de sonrisa cuadrada riendo en grande mientras inclinaba el cuerpo hacia delante, agradeciendo a los presentes por estar ahí en el ensayo.

Así es, dentro de pocos días su tutor ya no sería más este... Taehyung estaba a punto de graduarse y eso significaba que la sub-relación sexual que tienen, o lo que sea que por el momento llevan en conjunto, llegue a su fin.

Porque aunque el mayor niega y asegura que las cosas seguirán igual, es imposible mantenerlas de la misma forma en la que se están dando... el convivir dentro de el mismo edificio por más de ocho horas les facilita los encuentros que han tenido con regularidad, a este punto Guk puede jurar haber tenido sexo por cada clase que recibe.

Lo que más le entristece es el hecho de que Tae se ha comportado diferente las últimas semanas, no sabe si realmente lo hace para que él se sienta bien ya que probablemente no le vuelva a seguir hablando... o porque existe esa pequeña, pero muy pequeña posibilidad de que el mayor se haya encariñado de la misma que forma que él lo hizo.

Incluso han llegado a comer en el descanso entre clases, sorprendiendo en demasía a los demás estudiantes, puesto que Taehyung no es generalmente del tipo que se junta con personas que no son de su círculo.

Jeongguk sabe que no debe ser paranoico, porque de esa forma el adiós se le hará más difícil cuando tenga que suceder... pero el contrario tampoco se lo hace fácil.

—Oye... —giró la cabeza hacia el mayor, no sabía que se encontraba tan sumido en sus pensamientos hasta que este le alzó la voz.

Y ahí estaba, parado a unos metros, vestido de traje con su ahora nuevo color de cabello... tan negro como la oscuridad en la que él siente que se encuentra... con todo el puñado de emociones que jura poder agarrarlas con la mano, pero sin poderlas controlar aún.

—Disculpa, yo... me desconcentré por un momento, te veías realmente bien ahí arriba —sd levantó rápido y de la misma forma se acercó al contrario, alzando un poco la cabeza para poder mirarle el rostro.

—Gracias, no debiste esperar aquí, ya es muy tarde imagínate lo que dirán tus padres —acomodó su mochila con un movimiento de brazos mientras agarraba mejor la toga que vestiría el último día de clases.

—No hay problema, les dije que estaría contigo repasando para los exámenes.

Taehyung alzó las cejas y en modo burlesco le sonrió, situó su vista hacia atrás dándose cuenta que las luces del teatro seguían encendidas.

—Ven —se dirigió a Guk justo después de la loca idea que se le ocurrió, no pensó en realidad las consecuencias que pudiese traer aquella decisión pero tampoco es como si le importara demasiado.

—Pero allá no es la salida —Jeongguk dijo mientras era prácticamente arrastrado por el mayor de su muñeca izquierda, subieron al escenario en el cual existía bastante eco... el mínimo sonido se escuchaba fuerte ahí arriba.

Ya en el centro, Taehyung dejó sus cosas a un lado y las del menor también... situó a este en medio del todo y se colocó detrás suyo.

—El año que viene estarás aquí arriba justo como ahora, y yo... espero encontrarme en cualquiera de esos asientos que están ahí. Viéndote triunfar Jeonggukie —colocó sus dos manos alrededor de las caderas de este, sintiéndolo tenso en ese momento.

Jeon empezó a hiperventilarse, el corazón le latía más rápido de lo normal al escucharle decir todo aquello, ¿Entonces realmente pensaba seguir viéndole? O algo mejor... ¿Y si Taehyung desea hacer que su relación sea más seria?

—Como ya lo sabes Guk, la gente me conoce por ser alguien correcto, inteligente... Nunca ocasiono problemas —acariciaba por encima de la camisa del uniforme la cintura del pelirrojo— Pero sobretodo nunca un mentiroso, así que si tus padres creen que su hijo se encuentra recibiendo tutorías... —colocó el mentón sobre el hombro derecho de Jeon, palpando lo nervioso que este se hallaba por los espasmos al sentirle temblar.

—Debemos estar repasando, ¿No lo crees? —besó la oreja del menor y mordisqueó un poco con sus dientes.

Jeongguk suspiró antes de tragar duro y encararle, amando la mirada que Taehyung le estaba dando... podría jurar que la misma ha ido cambiando con cada encuentro y que ha tomado un carácter dulce.

Inclinó un poco su cabeza hasta poder entrar en contacto con la frente del mayor, —¿Estás completamente seguro de esto? —esa pregunta salió con un doble sentido, añorando que Taehyung le entienda lo que en realidad estaba consultándole entre palabras.

Taehyung sonrió antes de darle un pico en los labios, —Te estaría mintiendo si dijera que en serio estoy seguro, pero hasta que cualquier cosa suceda... —dirigió la vista hacia los apetecibles y rosados labios del contrario, arreglando las palabras en su mente para darle el mensaje correcto— Déjame hundirme en ti y hacer que los dos disfrutemos, déjame marcarte lo que sea necesario para sentir que eres mío, y por sobretodo... permíteme besar tus labios siempre que quiera porque me he vuelto adicto a ellos, Jeongguk.

Empezaron un beso necesitado, uno que pueda hablar por ellos sobre lo confundidos que estaban sin necesidad de usar las palabras, y así fue... Guk colocó sus manos sobre los hombros de Taehyung y este siguió con las caricias en la cintura del menor, dónde ya tenía puestas las manos desde un principio.

El mayor guió el beso en todo momento, deleitándose con el sabor de la cálida boca contraria en todo su esplendor... recorrió dentro de esta con su lengua, acariciando la otra moviéndolas en círculos.

Se daban pequeñas pausas por la falta de aire, soltando sus alientos sobre los labios del otro, Tae delineándolos por consiguiente antes de tomar en conjunto una nueva bocanada de aire para poder seguir besándose.

—¿No hay... nadie... que pueda entrar? —preguntó el menor, recibiendo la respuesta negativa del contrario dentro de su boca mientras le seguía besando.

—Tengo una copia de las llaves de la entrada, me encargaron que yo cierre al salir... además, son más de las cinco, no hay nadie aquí dentro aparte de los dos.

No perdieron tiempo en el transcurso, fueron quitándose cada vez más y más prendas que cayeron sobre las frías tablas de madera del escenario.

Cuando hubieron quedado por completo al desnudo, Taehyung volvió a tomar la iniciativa, empujando con su mano derecha la cabeza del pelirrojo hacía abajo... haciendo que este se arrodille de inmediato.

—Jeonggukie, no tenemos clase de teatro en el colegio pero supongo que entra como actividad extracurricular, —empuñó las gráciles hebras de cabello acercando las mejillas del menor hacia él, precisamente hacia su medio erecto pene que lo restregaba sobre la lechosa y suave piel del contrario para estimularse.

—Esto debería ayudarte pequeño, debes vocalizar bien... sobretodo si quieres esos puntos extras al final de la clase. Ahora di "ah" y abre esa pequeña boca tuya para poder ayudarte —Tae se ayudaba ahora de su mano vacía, acariciando su ya duro falo mientras embarraba su presemen sobre los pómulos de Guk.

Este último le obedeció, abriendo lo que más podía su cavidad bucal, la cual había llenado en todos esos segundos de su propia saliva para que la palpitante y venosa carne del contrario pudiese entrar toda dentro de él.

De una sola estocada, las caderas del pelinegro se movieron hacia delante... empalando su pene dentro de toda la boca de Guk.

Un sonoro gruñido se escapó del interior de Tae, sonando más alto de lo normal por el eco del grande espacio ahí arriba.

Jeon le encantaba la sensación, porque realmente podía sentir la sangre circulando por las venas del pene de su mayor, que ahora se encontraba siendo atendido por su cálida boca.

Trató de llegar un poco más lejos, abriendo la boca y cerrándola para ver si podía acaparar lo que le quedaba de extensión por cubrir.

El glande del contrario llegaba si quiera hasta casi al final de su garganta, complacido con lo grueso que es el miembro de este prácticamente dejándole sin espacio para que el aire pueda circular dentro suyo.

Cuando los dos se acostumbraron, el clásico movimiento comenzó, dándole paso a un sinfín de acciones.

Taehyung seguía con la mano firme, bien agarrada de los mechones rojizos del menor, controlando la velocidad y fuerza con la que le embestía.

Procuraba hacer que este le engulla todo el pene, puesto que con la fuerza que imponía, sus grandes bolas llegaban a impactar contra el mentón y manzana de Adán de Guk... sonando tan fuerte como si estuviese cogiéndose el culo de este.

Jeongguk soportaba la extensión dentro suya lo más que podía, ahuecaba las mejillas cada que la extensión llegaba al final de su garganta para darle una sensación de succión... movía la lengua alrededor de esta para causarle cosquillas, sobretodo en la parte de abajo donde el pene es más esponjoso que nada.

Por breves segundos, debían parar un poco ya que la carne era lo suficientemente larga y ancha como para arremete con sus amigdalas, provocándole arcadas que eran muy bien controladas por el menor.

Taehyung sacaba cada dos minutos su pene por completo de la boca de Guk, viendo como por los labios se me escurría una gran cantidad de saliva hasta caer al piso... así mismo como en su pene, con la velocidad de las arremetidas, la saliva encima de este creaba pequeñas burbujas debido de la fricción, excitándole más.

El mayor sentía que estaba a punto de correrse luego de que la felación durase un poco más de diez minutos, en el continuo movimiento feroz que estaba impartiendo sobre la garganta de su chico.

Su pelvis se inclinó hacia delante, permitiéndole al menor ahora sí acaparar por completo todo el pene dentro suyo...

Ama cuando llegan a ese punto, su nariz pudiendo tocar y olfatear el vello púbico del pelinegro cada que llega al final.

Cuando el mayor alcanzó el orgasmo, Jeongguk se apresuró en engullir la extensión hasta el fondo... su rostro palpando la velluda pelvis de este, y quedándose quiero para que el otro pueda desfogar y terminar de vaciarse dentro de su tráquea.

Esperó a que el pene estuviese flácido para poder sacarlo ahora sí de su boca, lamiéndose los labios al acabar.

—Gracias por ayudarme a vocalizar, profesor... ¿Puede ahora usted ayudarme? Tengo otro lugar que necesita ser atendido lo más rápido posible.

Y eso fue suficiente para provocarle otra erección a Tae, este sonrió ladino mientras se alejaba unos metros del pelirrojo... regresando con lo que el menor estaba seguro, eran sogas delgadas.

—De espaldas, alumno... hoy es probable que no pueda caminar al final de todo esto, así que te facilitaré el trabajo para que no tengas que estar de pie —colocó un metro de soga alrededor de la cintura contraria, afianzó el agarre haciendo que su pene quede justo en medio del culo de Jeon.

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Los jadeos y gemidos del pelirrojo se escuchaban bastante alto por el gran espacio donde se encontraban, no podía mentir que le resultaba bastante morboso el lugar y la forma en la que estaban llevando a cabo las cosas... pero mientras él y el mayor lo estuviesen disfrutando, no le daban mayor importancia aparte del placer sentido.

Jeongguk, atado con la soga por completo... nudos alrededor de sus muñecas y muslos para poder mantener el peso de este en el aire, y una en medio a la altura del abdomen... lo suficientemente alta como para mantener su culo hacia arriba.

Detrás de él, Taehyung arremetiendo con locura su punto dulce, mientras mira como la lechosa piel del pequeño se vuelve de un color rojo intenso por la presión colocada.

La fuerza de la pelvis del pelinegro era suficiente para crear un vaivén con el cuerpo de Guk.

Tae mantenía sus brazos sobre su cabeza, flexionando el abdomen por la posición en la que se hallaba, embistiendo el menudo cuerpo contrario que parecía caer sobre su pene específicamente para clavarse de nuevo todos los centímetros dentro.

—¿Te gusta esto Jeonggukie? —nalgueó con fuerza el glúteo derecho del mencionado, divisando segundos después como la marca de su palma quedaba grabada en un rosado intenso— ¿Se siente rico? ¿Sientes cómo mi verga abre tu culo tan ancho para poder caber ahí dentro?

Jeon se excitaba cada vez más... el juego sucio de palabras que el mayor usaba, lo bien que se siente ser llenado por la anchura del pene de este, junto a el insistente dolor en varias partes de su cuerpo por las sogas irritando su blanquecina piel.

No podía mentir, le encanta ser tratado de esa forma y Taehyung es la persona que le hizo describir esa parte de él.

—¡Me encanta! Por favor, más duro... Pégame más duro, mete tu pene aún más lejos, llena mi estómago de tu semen hasta que no pueda con más... ¡Te lo suplico! —la lengua del menor fuera de la boca del pelirrojo soltaba hilos de saliva, mientras que lloraba del éxtasis que estaba experimentando, realmente lo estaba disfrutando.

Dentro de él, sus entrañas recibían el trozo de carne de Taehyung gustoso, fruncía la salida para crear succión y que el glande del mayor sienta más placer... pero nada se comparaba con sus estrechas paredes, junto a la anchura del pene contrario, estimulaba la próstata de Guk en demasía.

Tembló sobre el aire cuando el primer orgasmo le golpeó, viendo como su esencia caía en hilos pegajosos hasta el piso.

Los testículos del pelinegro nuevamente creaban ese vulgar sonido al impactar con los cachetes del menor, al que sin duda le encantaba oírlo.

Tae se agarró de los hombros y cabello del menor de nuevo para profundizar y acelerar las arremetidas, halando la cabeza del contrario hacia atrás mientras su tronco inferior se movía con frenesí... estimulando aún más por la rapidez el culo de Guk.

Los dos eyacularon al mismo tiempo, Jeon nuevamente en el piso dejando un charco de semen, y el pelinegro llenando a chorros el recto contrario...

Cuando desató a Jeongguk este en serio no podía levantarse, el tiempo colgado con sus extremidades soportando su peso le jugó en contra.

Después de haber limpiado todo y vestirse junto al menor, se quedaron unos minutos adicionales sentados en una de las butacas... Guk encima del mayor mientras este le abrazaba por detrás.

Mientras repartía silenciosos besos por el cuello contrario, dijo lo que llevaba dentro suyo desde hace ya días... por fin seguro de hacerle la pregunta.

—Quiero que seamos exclusivos, Jeongguk...