barbarafuentes Bárbara Delfina

La Princesa Sarah es una princesa que le prometieron todo, pero ha final no le dieron nada, fue traicionada y dañada por sus seres querido y por eso ahora buscará venganza. Historia concursante del #Songteen, Inspirada en las canciones " Queen Of Mean" en versión de Sarah Jeffery y Descendientes 3 - "Queen Of Mean" (Cover Español) en versión de Miree.


Drama Todo público.

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La Traición

Érase una vez en un castillo ubicado en el reino de Wicked, vivían dos hermosas princesas, una de ella era Sarah de 16 años y la otra era Miree de 15 años, cada uno tenía una característica particular, aunque Sarah era la más querida del castillo tanto por nobles y personas del pueblo que solo veían desde afuera del castillo. Ella era una princesa que era conocida por ser la más capacitada desde su nacimiento y seguía todas las reglas que le imponía su padre el Rey Arthur III, siempre fue alguien muy bondadosa e incluso jamás llegó a tocar nada que no le perteneciera o tuviera permiso del dueño cuando de trataba de posesiones, ella siempre sabía cuál era el lugar correcto en cada escala social y se comportaba a su manera, ella sabía que tarde o temprano iba a ser su momento de brillar y esperaba pacientemente cuando le tocará ponerse la corona y gobernar con tranquilidad y bondad.

Para cuando llegó el momento de anunciar a un nuevo gobernante su padre anuncio de manera bastante relajada que iba a escoger a su hermana la princesa Miree, su padre decía que ella tenía las aptitudes y la virtud de una verdadera reina. Sarah había quedado asombrada y al mismo tiempo bastante adolorida por la puñalada que le había hecho su padre con esas palabras, algo en ella se había roto.

Luego del anuncio oficial de la futura coronación de la princesa Miree, había llegado otra buena noticia. El príncipe Ben El Galán el tan amado por las dos princesas, en especial por Sarah ya que siempre la había protegido a ella, se creía su promesa de amor eterno, que él le había propuesto y decía que la quería sobre todas las cosas, por eso sentía que en la coronación él le iba pedir su mano como se correspondía, pero en su lugar eligió a Miree. En ese momento, la princesa Sarah solo se cuestionaba porque de todos no la eligió a ella, si no a su hermana que ya se creía que Miree no eran tan buena y qué la que se merecía todo era ella porque siempre lucho y se esforzó por todos, pero ya era muy tarde, ya no tenía nada de lo que aspiraba, en su mente solo rondaba esa pregunta, ¿Dónde está mi final feliz?, pero era claro que la promesa de sus padres no fue cumplida que todo era culpa de su hermana, ella seguro planeo todo, seguro manipuló a todos que ella era la villana de su cuento, no había otra salida. Así que la única opción viable sería retomar el poder y gobernarlos a todos para que se postrarán ante ella y hacerlos pagar por su traición, le iba a demostrar a su hermana que ella era la verdadera reina eterna y que no pasaría mucho tiempo para que eso sucediera.

Sentí un leve golpe a en mi hombro y volví a la realidad, allí se estaba celebrando la coronación y todo lo que era mío, ahora es de mi hermana, mientras todos se reían felizmente y diciéndole lo feliz que debería esta por ella, se preguntó por qué según ella la había dejado en la nada. Para cuando el Príncipe Ben vino a hablar con Sarah, por un momento se sintió feliz y algo sonrojada su amado seguro diría que fue obligado a estar en esa situación.

—Princesa Sarah tan encantadora como siempre, quisiera decirte que espero nos llevemos bien en el futuro, sabe cómo seré tu Rey.

Decía en ese momento con un tono alegre, la princesa aún no sabía cómo reaccionar así que le dejó continuar.

— Se que es repentino, no te dije nada. Fue que su majestad me pidió pensar sobre a quién iba elegir.

Hacia una leve pausa y durante ese momento se vio una luz de duda en los ojos, mientras siguió.

— Se que eres más capaz que Miree, pero ella tiene algo más especial y con mi guía y apoyo sé que lograra más que contigo, espero que no me guardes rencor.

El interior de Sarah se sentía como una daga atravesaba su corazón, pero algo en sus profundidades le decía que se comportara siempre bien y que solo debía hacer lo que era necesario, así que con una sonrisa calidad en el rostro, la joven guarda su dolor al ser traicionada y se decía que tenía que haber una explicación, así solo respondió.

— Está bien, entiendo la política de mi padre aparte que no puedo negar la supremacía del Reino Fairy en un asunto como este, así que solo me queda apoyar a Princesa Sucesora Miree.

Dijo un gran dolor en su interior mientras lo decía con una voz algo quebrada.

Su hermana o a la que ahora consideraba como a esa niña caprichosa y algo estúpida, que no tenía ningún conocimiento sobre política, había entrado a la sala de una manera tosca ignorando completamente el protocolo un protocolo que Sarah había practicado años tras años en solitario, así que al entrar llega corriendo a abrazar al príncipe, molestando enormemente a su hermana, aun así luego de la pequeña escena todos estaban comentando sobre la futura coronación, hablaban de Miree y su gobierno futuro, mientras Sarah se veía muy irritada, Miree se le acerca y pregunta.

—Sarah, ¿crees que primero debo pensar en la corona?, o ¿En el vestido para ese día especial?

Miree se veía dudosa mientras decía esas palabras para continuar hablando.

—Hermana necesito que me ayudes, sobre la organización y los preparativos para mi coronación, claro está si no te parece mucha molestia.

Esas palabras se sentían humillantes para Sarah, era como si su hermana le dijera que esa coronación era inevitable y que quería alejarla de los brazos de su amado Ben, todo era una humillación directa. Aun así, sentía que debía comportarme aparte que muy dentro de mi sentía como si una voz me dijera que ignore sus palabras y que siguiera fingiendo ser una princesa perfecta ante los ojos del mundo y seguido de una hermosa reverencia respondió.

—Oh querida princesa sucesora, es parte de mis funciones ayudarte, ya que me concedieron el honor de tener el título de dama de la corte, un título muy respetuoso que cumple el trabajo de complacerle en todo lo que necesita.

Pudo decir de manera bastante cortes, así continuo su conversación bastante tranquila con su hermana dónde solo pautaron las reglas de la ceremonia, solo espero que todos se fueran del salón, más que nada porque aún sentía que debía esperar que era momento de pactar una venganza que ya fue suficiente sufrimiento y que no se iba a dejar abusar por nadie. Ya que en su reinado nadie se burlaría de ella, solo debía esperar pacientemente mientras planeaba su idea, porque al fin al cabo ella solo reclamaba lo que le pertenece por derecho, ella no era una villana solo reclamaba justicia.

El tiempo paso, el odio y el rencor la absorbían poco a poco, su alma se estaba tiñendo de colores muy oscuros, poco a poco odiaba a cada una de las personas del reino, ya que desde el anuncio su comportamiento había cambiado, antes le mostraban respeto ahora solo era la burla del pueblo, ella sentía como todos la veían como una peste, pero no sabía por qué mientras a ella la odiaban tanto, a la caprichosa Miree, la adoraban. Cuando ella siempre fue una niña mimada y malcriada, incluso el príncipe Ben ignoraba totalmente a Sarah e incluso solo mimando a la próxima reina, esto hacía que la joven estallara en molestia, pensaba sobre cómo Ben solo consentía a su hermana y a ella solo la desecho como un juguete. Más cuando ella fue la que más quería bienestar por su pueblo, Miree solo fue una niña que nunca se interesó por los asuntos políticos. Se indignaba ya que como una princesa tan inculta iba a manejar los asuntos del reino, gobernar no era solo mostrar el rostro y ya, era una gran responsabilidad sobre todo por las gestiones de los tributos del reino, los impuestos imperiales, las fronteras, relaciones diplomáticas con distintas naciones y los asuntos internos de las personas comunes, no era solo ser una muñeca amable.

Lo que le angustiaba era que Miree le dejaba todos estos asuntos con ella, mientras ella se iba a perder el tiempo. Aun así, era inaudito como Sarah manejaba los asuntos con audacia por sus estudios de pequeña y nunca era reconocida por esos logros.

Para cuando llegó la reunión trimestral dónde los nobles de Fairy por ser un reino vecino y aliado incondicional también tenía un voto fundamental en la gestión de estado que tenía Wicked. Pero para esa reunión, Miree le había dicho a su hermana que no necesitaba asistir porque ella que iba a ser la futura reina tenía que asistir. Para Sarah eso fue demasiado extraño y más teniendo en cuenta que su hermana jamás había asistido a otra conferencia o debate con anterioridad, solo se bañaba en los lujos de la corona mientras yo hacía todo el trabajo difícil así que en ese momento se alarmó por la situación, aunque en su corazón aún tenía un poco de esperanza que su hermana quisiera dar más de sí misma para mejorar para cuando llegara al trono. Aunque todo resultaría en una esperanza perdida, ya que en esa cámara de reuniones ocurriría algo que torturaría a Sarah por el resto de sus días.

Así que mientras la reunión se realizaba, Sarah había encontrado una manera de escabullirse entre las puertas traseras de las cámaras de ministros para escuchar lo que su hermana iba a plantear, el ruido de la otra sala que se encontraba cerca no dejaba escuchar bien lo que se podía percibir del ruido de la sala de reuniones, así que con su esfuerzo solo pudo escuchar lo que dijo su hermana

—Debemos hacer algo respecto a Sarah sigue siendo una amenaza para mi trono y el de Fairy, deberíamos casarla con el coronel del ejército Marítimo de la República Autónoma de Chistal, el conocido Mr. Hook, para que esté se la lleve al fin de mundos, por todos los océanos.

Dijo Miree mientras aún el ruido de afuera molestaba a Sarah, siguió escuchando el resto.

—Creo que sería lo mejor, para contentar a la fracción de noble que no estuvo de acuerdo, no puedan hacer nada para quitarme el Reinado.

Esas eran las palabras de Miree, una urgida traición fue lo que pensó inmediatamente Sarah, se había quedado helada de la revelación y más cuando sabía la reputación del Coronel Hook, sabía que era un déspota traicionero como ninguno y un reconocido genocida de su república, es hasta conocido como un pirata que toma lo que quiere e incluso está en malos términos con el reino, prácticamente su casamiento era una condena probatoria, casarse con ese hombre era incluso peor que morir en la horca, en su mente todavía pensaba porque tanto su hermana como su padre pensaban en hacer está boda, que cosa tan mala Sarah había hecho, ella solo se comportó bien durante esos meses y no causó ninguna sospecha de rebelión, no había roto ninguna regla y aún no había cruzado ninguna línea, tampoco planeaba hacer un golpe al palacio, su única idea de retornar el trono era demostrando su valor, así que la princesa se armó de valor para ir a interrumpir la reunión cuando escucha como alguien se había levantado para pedir la palabra, al escuchar su voz cuando pidió permiso se dio cuenta que era Ben y esto la detuvo, dejando que el hablara.

—Antes que todo, consejo y su majestad deberían considerar lo siguiente.

Esa respuesta volvió a nacer una pequeña esperanza dentro del roto corazón de Sarah de que tal vez su príncipe aún atesoraba esas noches de amor en los cuales se profesaban su amor eterno, ella sentía que tal vez la iba a defender que no la iba abandonar como el resto de su familia y seguidores, el tal vez aún era su brillante caballero que aún vela por ella, pensaba que estaba obligado a casarse con la traidora de su hermana y que su corazón aún la tenía a ella, en ese momento, el joven prosiguió.

—Recuerden que la República Autónoma de Chistal sospechara si se la damos a la princesa Sarah como un regalo, más cuando estamos en tan malos términos.

En sus palabras el joven quiso hacer una pausa, pero mordió un poco el labio y dijo.

—También conocemos que la princesa Sarah no es una tonta, también tendrá su sospecha, sin contar que entregar una princesa a ese país les daría más prestigio y poder.

Al terminar esas desgarradoras palabras, solo Sarah se cuestionaba porque su hermoso príncipe azul estaba diciendo eso, no era posible, el que le había prometido hasta el mundo, ahora le quitaba la poca esperanza y deseo que le quedaban, ahora sabía que era otro traidor más, mientras sus lágrimas caían por el shock emocional se siguió escuchando.

—También cabe la posibilidad que ella arremeta contra nosotros, pidiendo la ayuda a los nobles que se ocultan en la oscuridad, aquellos están contra del reino en secreto.

Decía el príncipe Ben, mientras Sarah aún impactada de las palabras solo seguís escuchando todo, continúa.

—Anime a sus los soldados para una rebelión de Estado y así ella como una reina vil, sería su símbolo de legión, incluso existe la posibilidad que sea la reina vil de la oscuridad, todo un desastre.

Hace una leve pausa y mientras ella solo sollozaba en silencio una voz, esa pequeña voz en su mente solo le susurraba que aguantará que esto solo era el inicio y que debía escuchar todo para así planear bien sus movimientos así que solo se quedó quiera entre lágrimas y Ben decía.

—Lo mejor sería dejarla a el Rey Jack de la Nación del norte, se dé buenas fuentes que es un maltratador de mujeres y las usa como si fueran objetos, tiene a su disposición 8 esposas. Aparte que tiene el mal hábito de llevar a todas a la locura y luego las desecha, sería una buena forma de tenerlo de aliado, aparte de que quitaríamos la posibilidad de deje de ser la líder y símbolo de la oscuridad, así podremos vigilarla, en la desecharía a ella en el momento indicado.

Todos aplaudieron con una gran sonrisa de aceptación, estaban encantados con el plan del príncipe y cuando Sarah termino de escuchar el discurso su corazón que estaba demasiado alterado, el dolor y el sufrimiento eran demasiados para una joven. Se sentía como ser empalada por Miles de lanzas y que en el pecho solo desaparecía su corazón, su mente daba vueltas, sus pensamientos ruedan como el Vaivén de las ruedas de un carruaje, estaba muy confundida, no lograba entenderlo porque la querían desaparecer, no comprendía sobre los nobles rebeldes y la idea de ser su líder y símbolo, ella estaba segura que jamás hubiera hecho eso, sabía que alguien la había incriminado, estaba atónita ella nunca sería una reina vil o haría nada de eso, pero todos esos pensamientos y el palpitar acelerado de su corazón, hizo que su cuerpo no pudiera aguantar y cayó desmayada.

Tiempo más tarde despertó toda confundida sin entender que me había pasado, mientras iba despertando iba recordando poco a poco lo que le había hecho perder la conciencia, se sentía tan traicionada, ya que todos lo que amaba y querían, la odiaban. Así que mientras pensaba en el suelo, porque todo lo que escucho, ella nunca había Sido mala, nunca había contactado con los nobles rebeldes y mucho menos sería su símbolo o líder, si sabía que en muchos de los reportes de la situación leyó sobre ellos, aunque en la historia del reino también estaban en las leyendas, unos nobles que se llamaban así mismo la oscuridad y que eran tan ruines como para planear cosas horribles y apoderarse del reino, procesando aún la información le vino a la mente la idea de que todo se solucionaría si hablaba directamente con su padre, era su único escape y como era su hija querida seguro la entendería, mientras caminaba hacia la habitación de su padre, escucho desde unas de las habitaciones la voz del príncipe Ben, aún curiosa se acercó a la habitación donde miro por un pequeño hueco entre la puerta pudo ver cómo el príncipe se daba besos y mimos con su hermana, también mientras veía escucho a Ben hablar con naturalidad.

—Muestro plan está saliendo a la perfección, gracias por ayudarme a tener el control del reino.

Vino otra vez ese sentimiento de incredulidad hacia mí, pero está vez, no tenía dolor, ya sabía que esto era un juego sucio como condenar a sus familiares para luego celebrarlo, era inaudito, pero siguió escuchando.

—Mi princesa sabe que haría cualquier cosa por usted, ahora tu eres la única que puede gobernar.

En ese oscuro pasillo la joven entendió, que ellos solos le vieron la cara de estúpida, le habían despojado de todo, le habían difamado e incluso la habían utilizado como peón a sacrificar, todo era simplemente un sucio plan, pudo entender que la querían hacer pasar por un chivo expiatorio y en su mente luego de quebrarse, solo pudo escuchar alegremente sobre que debía demostrar cómo era ser una reina malvada, que los hiciera tragar tierra y devolverle el mismo trato que le habían dado, que debía vengarse, traer justicia al reino, se dio cuenta que su padre no le iba a creer, porque su hermana hizo todo a la perfección pero aún se decía que encontraría la manera de igual ganar ese juego. Así que siguió su camino hacia la habitación de su majestad y durante el pequeño trayecto vio al ministro Carl, era un noble que no tenía mucha relevancia, pero sabía que era uno de los que estaban dentro de la cámara, pero nunca soltó palabra durante el tiempo que ella escucho también, mientras llegaba a la habitación del rey.

Carl se acercó a ella pidiéndole disculpas amablemente y diciéndole que el rey estaba en una junta muy importante, así que harta de seguir siendo la tontita del reino se fue en camino a también espiar esa junta cuando el ministro la detiene, le susurra.

—Yo, como un noble oscuro te puedo decir que estamos a favor de su persona, queremos que sea la reina vil, no solo del reino Wicked sino también del reino Fairy, sabemos que se merece todo, siempre será considerada la reina de la oscuridad, sabemos cómo hacer que su reinado será interminable.

Con una grata sonrisa y una reverencia se fue, en su cabeza solo escuchaba otra vez una voz que decía que el pacto ya estaba hecho que siempre fue la reina destinada a gobernar, ella no lograba entender lo que sucedía y se cuestionaba tanto a su voz interna que solo intentaba ignorar, aún había preguntas rondando como la posibilidad de ser reina de Fairy, ese noble de verdad era uno oscuro, ella será esa reina. Mientras seguía confundida retomo el paseo para espiar la reunión de su padre, nunca sabría que ese sitio sería dónde ocurriría el suceso que definió toda su vida y marco la derrota de todos sus enemigos.

Llegó a la parte detrás del salón del trono, era una escotilla oculta que solo las conocían las personas más importantes del castillo, ya que es una vía de escape por si llega a tener una revuelta o asedio directo al palacio. Mientras se acomodaba en el sitio para escuchar y ver entre los huecos de la escotilla, la joven se percató que había un ministro de La República Autónoma de Chistal, era el Sr. Gil. Se veía con una mueca iracunda, ella creía que tal vez estaban en una acalorada discusión, en ese momento se escuchó al señor decir.

—Le recuerdo su majestad que prometió una pequeña fortuna a la República Autónoma de Chistal, a cambio de acabar con los algunos navíos, déjeme recordarles que nosotros no somos tan tontos como para no saber que eso navíos eran del reino de Fairy.

Decía el ministro bastante irritado, parecía que el rey había hecho un tipo de acuerdo con los piratas de Chistal, la princesa estaba curiosa sobre este pacto por lo cual siguió escuchando.

—Para nosotros al descubrir esto, nos dimos cuenta que su reino quiere opacar todo el comercio de opio para ganancia neta en oro, aun sabiendo que el comercio y la exportación de ese producto solo es posible para ustedes que son los principales productores, aparte que atacar a puñaladas traperas a su aliado más cercano como son el reino de Fairy, les daría todo el mercado para afianzar su poder y riquezas. Aun acabando con muchas vidas en el proceso.

Se podía notar que eran palabras duras, el ministro tomo un poco de agua y prosiguió.

—Es hasta gracioso que nos llamen vulgarmente piratas a nosotros un reino casi marítimo, cuando son ustedes los deudores y traidores en sus tratos.

En sus palabras directas al Rey hicieron que este solo aumentará su guardia, respondiendo inmediatamente.

—Eso son solo meras suposiciones, solo pedí la destrucción de un contrabandista nada más, yo le estoy haciendo un bien a los reinos e incluso a la misma humanidad por esta orden, también mi reino ha estado en crisis un el rumor de una próxima rebelión por parte de un noble que pronto ejecutaremos, por eso pido más tiempo para hacer el pago.

El rey flaqueaba un poco en sus palabras, se podía oler el miedo en el aire, con eso último la princesa comprendió porque iban a darla en un trato como parte del pago, era hasta irónico como el mismo plan del príncipe había detenido este proceso de pago, la princesa envuelta en irá solo quería quemarlo y destruirlo todo, solo pensaba en lo sucio, lo ruin y hasta patético todo lo que había hecho su padre. Se escucha un gran suspiro y una respuesta del Sr. Gil.

—No, nos importa lo que cree que hace por la humanidad Rey Arthur III, solo cumpla su promesa, le daremos solo una semana, sino entenderá las consecuencias de sus actos. También como le dije que nos molesta la reputación de piratas ruines y déspota, pero si llega a ser necesario tomaremos lo que es nuestro por derecho.

El rey estaba temblando muy asustado, nunca su hija lo había visto así, el solo asintió, se veía con una cara pálida. La princesa tuvo una idea de usar esa deuda a su favor, así que pensó que debía conocer a las personas de ese reino, más cuando se dio cuenta que era un miedo infundado por el mismo reino. Así que con mi fuerza de voluntad algunos aliados acabaré hundiendo a los dos reinos que me hicieron este gran daño en mi corazón, haré que todos caigan en mi red, que sean destruidos en mi ruin plan y para que, si final se inclinen ante la reina más infame que se llamará a sí misma, la Reina Del Mal.

14 de Abril de 2021 a las 05:51 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

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