mannyrod Manny Rodriguez

¿Qué necesita una persona para ser feliz? ¿Autos costosos?, ¿Joyas?, ¿mucho dinero? ¿Qué se necesita para tener una vida perfecta? ¿Una enorme casa, con piscina, autos y ropa de marca? Bueno, yo tengo todo eso y no soy feliz, mi vida está tan cerca de ser perfecta como de que nieve en el infierno. Mas importante ¿que es el amor y como se encuentra? Creo que al creador se le olvido darme un poco o ¿no?.... Yo soy Luke y esta es la historia de mi vida perfecta…….


LGBT+ Todo público.

#drama #romance #lgbt #gay #boyxboy
4
2.1mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Capítulo 1 La sombra en la sonrisa

Como cada mañana suena el despertador a las 5 en punto, abro lentamente mis ojos y me los froto con el dorso de mi mano, para intentar despejar el sueño acumulado, después de unos minutos escucho el ya esperado golpe en mi puerta y la voz de mi madre hablando desde el otro lado


-Luke, despierta, un jovencito de….- -tu posición social, no despierta tarde- repito junto con ella imitando su pomposo acento, resignado suspiro y le digo que bajare en 10 minutos, así que muy a mi pesar me pongo de pie, me quito mi pijama, que consta de un pantalón celeste de seda y una playera del mismo color y material, me saco el bóxer de diseñador (o si, mi mamá insiste que por mi posición social toda mi ropa debe ser de diseñador, incluyendo mis calzones) y los tiro en el suelo, desnudo atravieso mi habitación y entro al baño.


Este es un poco grande, pero admito que eso me agrada pues tengo un lugar tranquilo para mí solo, el único en toda la casa donde no me siento vigilado, tiene un espejo de cuerpo completo en la pared izquierda donde contemplo mi delgado pero marcado cuerpo, mientras mis verdes ojos me regresan la mirada y por instinto peino mi cabello castaño, pegado a la puerta por donde acabo de entrar esta un lavabo de cristal con forma de tazón de cereal, frente a este se encuentra la ducha, la cual está rodeada por una pared de cristal, la abro y después muevo el grifo y el agua caliente cae sobre mi reconfortándome, estamos comenzando el invierno y en esta parte de Europa el clima es bastante duro en esta época del año, así que agradezco por el agua caliente.


Justo 10 minutos después, como había prometido bajo a la cocina donde mi madre, mi padre y mi hermano mayor toman el desayuno, Joana la cocinera se pasea entre ellos llenando sus tazas con café, solo verme me sonríe y yo le regreso el gesto, mi madre se percata y me saluda

-buenos días pequeño- dice jovialmente como cada mañana, nadie creería el infierno en que vivo, si observasen esta escena

-buenos días- me obligo a contestar con una falsa sonrisa, Joana suspira y al pasar por mi lado murmura -todo mejorara joven Luke- y se va, por unos segundos quisiera creer que lo que a dicho será verdad, pero sé que no y para muestra está el moretón que tengo en mis costillas, resignado me siento con mi familia y comienzo a desayunar, en un principio había pensado en fingir que tenía el estómago revuelto para no tener que pasar la mañana con ellos pero al percatarme que son huevos con legumbres sonrió, son mis favoritos, amo los chicharos con huevo y Joana lo sabe, ella preparo el desayuno exclusivamente para mí, suspiro y comienzo a engullirlo mientras mi mente viaja a miles de kilómetros de ese lujoso comedor.


Después de perder innecesariamente 20 minutos, pues mi madre aseguraba que esa pequeña arruga en mi pantalón era imperdonable y de lo difícil que era contratar una empleada que planchara bien y se empeñara en ella misma hacerlo hasta que la dichosa arruga desapareció, me fui a la escuela, como siempre mi padre me llevo, esta vez iba mi hermano, ¿qué les puedo contar?, ya se, el nombre de mi hermano es Pavlov tiene 20 años cuatro más que yo, está estudiando la universidad en Rusia pero estuvo de visita con nosotros este fin de semana, vuelve a su vida en aquel país, no tengo una buena relación con él, de hecho consiste en ignorar la existencia uno del otro, lo que me causa una verdadera tristeza, porque cuando él se fue, creí que se despediría de mí, pero solo me dijo “por fin me libre de todo esto, arréglatelas como puedas”, así que, el premio para el mejor hermano no es de Pavlov


Mi madre, Dios, es una mujer religiosa perfeccionista, ahora no me malentiendan, no tengo nada contra las religiones, yo no las profeso pero no estoy en contra, además creo en Dios, pero ella, Minerva esta mujer es fanática a morir, sin embargo cree que con dar mucho dinero a causas de caridad religiosa estará en el cielo.


Para mi madre todo tiene que ser perfecto, yo debo ser el chico perfecto, tengo que levantarme todos los días a las 5 am, comer una porción justa de lípidos, carbohidratos y proteínas, no comer entre horas, hacer 2 horas de ejercicio al día pero solo los aprobados por ella, porque es de neandertales querer tener grandes músculos, nada de bello facial, soy un hombre no una bestia, siempre con ropa de marca no me vallan a confundir con un marginado o un hijo de obrero, si, así de encantadora es mi madre, ¿novia?, bueno eso hasta que cumpla 16 años lo cual ocurrió hace 3 días, o si la fiesta más grande y glamurosa de toda Delux city, fue un asco, estoy seguro que ahora comenzara a buscarme alguna chica que sea “perfecta” para un jovencito “perfecto” como yo y claro que virgen hasta el matrimonio, aun siendo hombre eso no me convierte en una máquina de sexo, lástima que ninguna chica por más “perfecta” que sea, lograra hacerme feliz.


En cuanto a mi padre, bueno solo diré que es un mal nacido…. Agradézcanle a mi madre que me metió en la cabeza que los jovencitos “perfectos” no dicen groserías porque no me hubiera contenido para hablar de este hombre que se hace llamar mi padre….


El carro se detiene y bajo de el sin mirar a ninguno de los que está dentro y me pierdo en el tumulto de estudiantes, mi día en la preparatoria comienza…………….


Entro a mi primera clase y me siento junto a mis amigos Roy y Tyler, el primero es unos palmos más alto que yo, tiene pecas por todo el rostro y los hombros, el cabello rojo y unas facciones toscas que lo hacen atractivo, no rico ni mucho menos, pero mi madre lo acepta pues es famoso, es capitán del equipo de skater de la ciudad y en dos ocasiones ha quedado en segundo lugar en las nacionales y 3 años consecutivos primer lugar en las estatales, es una año mayor que yo y entro a esta escuela por sus patrocinadores, así que creo que por eso pasa el estricto régimen de mamá de “solo se amigó de los de tu clase”, el otro chico es hijo de un socio de papá, de piel oscura y sonrisa de comercial, en un principio nos odiábamos, nuestros padres querían obligarnos a ser amigos, pero por alguna razón terminamos siéndolo, de hecho si no fuera por ellos dos mi vida sería una total mierda.


Pensaba en eso mientras la señorita MCcoffin impartía matemáticas, en eso la puerta se abrió y el prefecto entro y le dijo algo a la maestra que no logre escuchar, la mujer asintió, el hombre salió y después entro un joven de aproximadamente mi edad pero de una estatura similar a la de Roy, no podía creerlo era él….


-Chicos, tal vez recuerden a su antiguo compañero Jason Pain- presentó la educadora, el recién llegado saludo al grupo con una sonrisa torcida, que hiso suspirar a algunas chicas, sus ojos se posaron en mí, sentí ruborizarme y la ira me inundo, por primera vez en 16 años solté una palabrota.

12 de Abril de 2021 a las 04:57 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Leer el siguiente capítulo Capítulo 2 Un reencuentro inesperado

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 11 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión