elliot Elliot Ainsworth

La caída del reino divino y su encuentro predestinado en el reino mortal.


Fantasía Fantasía histórica No para niños menores de 13. © Derechos Reservados

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Carpa de Brocado

Originalmente Él, era solo un pez, pero los cielos lo convirtieron en un dragón, era arrogante y presumido a pesar de ser un dragón celestial nunca tuvo interés por los dioses o las diferentes deidades en el reino celestial Él, era diferente a los demás dragones que prestaban sus servicios a aquellos dioses, se decía así mismo que Él, era la voluntad de los cielos, entonces porqué debía servir a otros.


Aquellos que nacieron siendo dragones no podían entenderlo, había pasado toda su vida como pez, tratando de escalar a lo más alto y fue debido a que no se rindió, que los cielos le otorgaron este cuerpo, era la voluntad del cielo, no era la voluntad de esos dioses, su cultivo estaba por encima de aquellos que alcanzaron la divinidad, todos estaban celosos de su poder y temerosos de el, como no tenía interés en someterse al servicio de esos dioses, ni tampoco sentía interés por el reino de los mortales, se recluyó a si mismo en lo profundo de las montañas, era tan poderoso que podía destruir ese reino flotante en los cielos y devorar a sus hermanos este no parecía un dragón celestial en lo absoluto, más bien parecía una gran calamidad, los dioses se preocuparon por esto y poco a poco lo tomaron como una amenaza una amenaza que debía ser eliminada para evitar la caída del reino celestial, si no tenía intención de someterse a ellos, no les servia por lo tanto, lo clasificaron como enemigo de los cielos.


Este enemigo estaba tumbado en lo más profundo de una cueva en las montañas, su arrogancia no era lo único aparte de su enorme cuerpo sino también su pereza, que había crecido con el paso de los años y aunque parezca poco creíble su nivel de cultivo también creció en gran medida, con este nivel de cultivo no existía rival para el, en los cielos en la tierra.


A menudo las aves, que sobrevolaban por encima de la montaña, le preguntaban a este dragón cuanto tiempo más ignorará el mandato del reino de los cielos pero este dragón se negaba a responder y a menudo solía hablar consigo mismo, aunque decir esto no era más que un decir, porque claramente su rugido y las palabras que iban detrás de este eran claramente escuchadas en toda la montaña por todas las criaturas que en ella habitaban.


—No tengo ningún interés en esos inmortales que olvidaron las enseñanzas de su propio gran maestro, en que se han convertido las grandes leyendas. ¿Cual era el camino.? —Todos son tan ruidosos, solo quiero vivir en armonía en esta montaña, los asuntos de los mortales e, inmortales no son asunto de este dragón.


—Un hombre de avanzada se abría paso atravesando los grandes arboles al pie de la montaña, apoyado con un palo utilizado como bastón, se abrió paso hasta la cima de la montaña.


—Eres tu otra vez viejo calvo, cuantos años han pasado desde la ultima vez que subiste hasta aquí, sabes que no me gustan los visitantes entonces porque te empeñas en subir hasta aquí.


—Todos los dragones han desaparecido, eres el único que queda en el cielo, debes abandonar esta montaña donde te has recluido durante cientos de años, aunque has vivido durante tantos años, aun eres como un pequeño niño.


—Que hay de ti viejo calvo, has cultivado durante tanto años y aun así, no eres un dios ni ninguna deidad. —No quiero escuchar sermones de un hombre que aun no corta sus lazos mundanos.


—¿Los tres grandes tesoros los has olvidado.?


—Esos tesoros no tienen nada que ver conmigo, soy la voluntad de los cielos. —He escuchado a las criaturas en esta montaña murmurar entre ellos, que uno de mis hermanos descendió al reino mortal, también escuche que el mortal con el que este hermano mío se encontró huyo en cuanto lo vio, que tienen de grandiosos los seres humanos, aun son criaturas ignorantes.


—Todos estamos ligados a un destino, nunca dejamos de estar ligados a el, el reino mortal es un caos, pero los dioses se niegan a actuar a favor de los mortales, han olvidado que ellos una vez lo fueron.


—Están huecos por dentro, han pasado cientos de años dependiendo de las oraciones y la quema de incienso a sus nombres y ahora que se encuentran con una catástrofe sienten miedo. ¿Qué los hace diferente a los humanos comunes.? —La naturaleza de este mundo físico debe seguir su curso.


—Pero y si no es la naturaleza, que es lo que harás, seguirás sumergido en las aguas en lo profundo de esta cueva.


—Los corazones destilan veneno, en el camino hay lobos y chacales, antes de preocuparte por los demás, deberías preocuparte por ti mismo, viejo calvo te queda poco tiempo de vida, entonces porque malgastar ese ultimo soplo de vida, en asuntos que nada tienen que ver contigo, porque llegar tan lejos por el bien de otros.


—Es solo que no puedo soportar ver como los jóvenes, abandonan esta tierra tan temprano.


—La energía espiritual en está montaña es tan pura, el olor a muerte ya cubre los cielos, que hay para salvar, la oscuridad cubre el dia, las aguas se han vuelto turbias, incuso si este dragón desciende no hay mucho que pueda hacer.


—Eres la voluntad de los cielos. ¿Hay algo que no puedas lograr.? Solo estas haciendo un berrinche como un niño mimado, no has madurado en lo absoluto.


—Quien es el que esta haciendo un berrinche como un niño, te corrí tantas veces de mi montaña y aun te empeñas es subí hasta aca, para soltar palabras que solo suenan bien, por tú bien es mejor que bajes de esta montaña no me culpes, si comienzo a sacudir todo y terminas callen do.


—No eres de los que hacen el mal, tampoco dañarías a alguien a propósito.


—Piensas que soy igual a esos hermanos míos, podrías decir lo mismo cuando este digiriendo te, en mis entrañas.


—Se que no harías algo como eso. ¿Porque sigues actuando como un ser malvado.?


—Esos inmortales me toman como un ser maligno, eres el único que cree que no lo soy.


—Nunca había visto a un ser maligno proteger a tantas criaturas bajo su regazo.


—Tan molesto, date prisa y baja de mi montaña.



—Está vez no me iré sin obtener una respuesta positiva de tu parte.


—Haz lo que quieras, no pienso seguir escuchando, eres solo un viejo.


—Acabo de recordar algo muy importante, nos conocemos desde hace muchos años pero nunca te e, llamado por un nombre.


—Este dragón no tiene un nombre, era solo una carpa antes de ascender, porque debería tener uno.


—Permite que este viejo monje te de uno.


—Haz lo que quieras, de todas formas no estoy interesado en uno.


—Zhang Jun, te llamaré por ese nombre en el futuro.


—¡No te estoy escuchando.!


—Entonces hablaré para mi mismo, Zhang Jun, espero que los años venideros sean de armonía en todos los reinos.


—La maldad existe en todas partes, sera difícil que haya armonía. No temo perturbar a los dioses, en la tierra los inmortales y yo estamos separados por unas cuantas montañas. —He olvidado como es el mundo exterior, parece que no puedo relajarme por toda la eternidad en lo profundo de esta montaña, con tantos visitantes inesperados.


—El viento trae el olor de la sangre, los ríos se han contaminado con la sangre de los inocentes, que trae a los dioses a mi morada.


—Dragón Celestial, eres considerado una amenaza para los cielos y la tierra, eres el gran demonio que trae desgracias a los mortales, se te acusa de atentar contra las leyes del cielo, devorando humanos, para incrementar tu poder.


—Como no pueden resolver todos esos casos de muertes sin precedentes haya abajo, buscan a quien culpar para así enaltecer el nombre de las divinidades y que la reputación de los cielos se mantengan en lo más alto a pesar de su incompetencia para manejar este asunto, entonces es fácil incriminar a otro cuya credibilidad es poca, aunque diga que no soy culpable, todos me señalaran como el presunto autor detrás de todos esos crímenes.


—Viejo monje ellos no saben que estas aquí, es mejor que te vayas, es mejor para ti no involucrarte en esto.


—No puedo irme y dejarte con esta situación.


—Estas preocupado por mi, no es necesario que lo hagas, es mejor que te vayas.


—Rezaré por que todo salga de la mejor manera.


—Dragón celestial si te inclinas hacia nosotros y admites tus pecados, se te puede absolver de ellos.


—¿Inclinar me, son todos ustedes dignos de esa reverencia.?


—Solo la muerte puede limpiar el pecado de sumergir el reino mortal en las tinieblas.


—Si quieres mi vida, tómala si puedes hacerlo no me culpen si muchos de ustedes pierden su vida en el intento, la calumnia no es justicia aunque el sol se oculte entre las nubes, eventualmente iluminara la tierra y la luz saldrá con los rayos del nuevo dia.


—El cielo se tiñó de rojo, aquel dia los dioses se alzaron en contra del ultimo dragón celestial los ríos se volvieron de un rojo, como llorando lagrimas de sangre. El reino de los dioses tuvo grandes bajas en su ejercito reducido a menos de la mitad, Él era realmente impresionante, pero no creo este muerto.


—Escuchas lo que acabo de decir hermano mayor, todos esos rumores sobre el dragón celestial.


—Hermano Ming, porque ignoras todo lo que este hermano menor tuyo dice.


—Porque se que a este hermano mío, le encanta inventar historias, vamos o la cena se enfriará.


—Si en el ultimo segundo no me hubiese convertido en humano no abría forma de que pudiera escapar de esa ataque con ese cuerpo tan grande, estoy adolorido por todas partes, nunca pensé que un cuerpo humano fuese tan difícil de controlar. —He estado durmiendo mucho tiempo en los últimos siglos estoy fuera de forma, viendo mi reflejo en el agua este cuerpo no se ve tan mal, a decir verdad también soy bastante guapo en esta forma.


—Sabia que mi señor no podía haber muerto tan fácilmente.


—Eres tú, como sea que te llames, espíritu de zorro.


—Los dioses están diciendo que erradicaron la fuente del mal y están esparciendo rumores falsos entre los humanos y las distintas deidades sobre mi señor.


—Déjalos que se pavoneen todo lo quieran, les haré pagar tres veces más, por todas sus calumnias y por destruir mi montaña.





3 de Abril de 2021 a las 23:27 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Conoce al autor

Elliot Ainsworth Un Simple pensamiento puede convertirse en una Gran Historia, eso es lo que creo. Soy Elliot me gusta escribir sobre mundos fantásticos. Quiero escribir una historia donde la persona que lo este leyendo, sienta que es el protagonista Me gustan Los Gatos, Los Perros, El Anime y Manga.

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