u16119565021611956502 Lizbeth Portieles Sánchez

Los sentimientos fluyen a través de las líneas. De la tinta común, se hace el milagro portentoso. Mediante la rima, una mujer busca dar honra a quienes la merecen, sus padres, su hijo y la poesía. Este poemario va dedicado al amor filial.


Poesía Todo público.
1
155 VISITAS
En progreso - Nuevo capítulo Cada 15 días
tiempo de lectura
AA Compartir

A ti

A ti, que hoy ya no estás, te regalo una lágrima. Porque a dónde has ido no puedo acompañarte, ni enviarte flores de agradable perfume, la envuelvo en papel de seda. Allí mis dedos no te alcanzan, no te rozan, no te deparan las tiernas caricias que he atesorado desde que marchaste. No imaginas, papá, cuánto pesa el silencio de tu ausencia infinita. Se desgarra mi alma aún sin ver tu retrato. Sin escuchar tu canto, se destroza en fragmentos diminutos de cera, y por más que lo intento, la recompongo a tientas sin la luz de tu abrazo.

De memorias y sueños he llenado mi saco, y lo arrastro conmigo siempre que doy un paso para tenerte cerca en las noches de insomnio, en los días festivos y en aquellos momentos en que duele mirarlos. Son muchos los recuerdos, mas ninguno me sobra. Todos los atesoro, dentro de mí los guardo

No es vana la esperanza de un cántico fortuito. Tu voz no te ha seguido, perdura en mi garganta. Y en mis dedos, ¡qué extraño!, presiento que has dejado pedazos de tus manos. Te mueves bajo tierra con mis pies y mis brazos, y como en un descuido, entregas a los niños el beso de tus labios incrustado en mis labios.

23 de Marzo de 2021 a las 00:38 0 Reporte Insertar Seguir historia
2
Leer el siguiente capítulo Mujer y madre

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 4 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión

Historias relacionadas