Desde hace poco he estado algo sorprendido por la vida. Estos últimos tiempos no han sido nada fáciles, recreando en mi vida alguna obra de teatro trágico que intente igualar lo que me estaba pasando. No sé si de manera tan extrema, pero este año se me ha acercado a ver la maldad del ser humano. O la torpeza más bienintencionada posible, también.
Detrás de unos relatos cortos, o de unas imágenes, hay borracheras para dejar de seguir llorando, días de huelga de hambre, momentos en los que no he podido más, pero tengo que seguir porque no puedo salir de mi cuarto y, en general, sacrificios innecesarios para defenderme de personas que se aprovechan de ti a la mínima.
Gracias a eso, no sé ni cómo, empecé a verle el lado bueno a las cosas. Porque si estás en el abismo, y no puedes salir, vas a empezar a ver al polvo del suelo como tu almohada. Así que esta situación me ayudó mucho en la vida. Me di cuenta de que no soy especial, de que si me enfrento al mundo real no valgo la pena, de que el universo va a morir y con él, todo lo que conocemos desaparecerá del horizonte que tenemos para hacer algo, haciendo a la vida un compendio de sinsentidos que alarmarían a más de uno. Me di cuenta de que no soy lo que pensaba que era.
Y puede que no se vea como algo tan positivo. Qué sentido tendrá mencionar las cosas malas, si la mayoría de gente está esperando el argumento que lo cambia todo. Pues encontré una suerte de visión medio corrompida del mundo, sí, pero eso me hizo dar cuenta de que tengo que mejorar en muchas cosas. Porque si vamos a criticar ciertos comportamientos, deberíamos saber cómo hacerlos mejor. El mundo está lleno de quejumbrosos: sobran, de hecho.
Así que aquí sigo, sin valer nada pero con la convicción de cambiarlo, pero como en toda historia de vida, las cosas no pueden ser tan fáciles.
Resulta que poco a poco me he estado cansando de la vida. No de vivir, ojo: de la vida. Como que quieres más racionalmente al hecho de sentirte vivo, mientras que la ilusión por... lo que sea, se va perdiendo.
Es complicado explicarlo, pero te das cuenta de que no estás con las mismas ganas que antes.
Gracias por leer!
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