Las Tacitas 2: Un nuevo mundo Seguir historia

Un día después de que Amanda vuelva a ser buena, ¡decidimos hacer una celebración!

-"¡Qué bien que de nuevo seamos amigas!"- dijo Sofía.

-"¡Sí!"- dijo Agüina y Melina.

-"Oigan, ¿no creen que debería haber una celebración por esto?"- dijo Amanda.

-"¡Sí! ¡Buena idea!"- dijimos todas.

-"Mmm, ¡podemos hacer una pijamada!"- dijo Melina.

-"O un campamento"- dijo Agüina.

-"O, si de repente hacemos... ¡Un picnic!"- dije yo.

-"¡Oh! ¡Qué gran idea! ¿Cómo no se me había ocurrido?"- dijimos todas.

-"Sí, además es simple y divertido. Me gusta lo simple"- dijo Agüina.

Todas miramos raro a Agüina.

-"Mmm, ¿qué pasa? No me miren así, mírenla así a Melina, ¡por favor PAREN!"- dijo Agüina.

-"Un ratito por favor, chicas. Déjenme hablar un ratito con Sofía sobre algo"- dijo Amanda.

-"Ok"- dijimos todas.

-"Sofía, ¿voy a estar en Las Ministazas, con Melissa?"- preguntó Amanda a Sofía.

-"Mmm, eso depende de que si quieres unirte"- dijo Sofía.

-"Ah, ok. ¿Y no te molestaría si...?"- dijo Amanda.

-"¿Si qué?"- preguntó Sofía.

-"¿Y si hago un grupo con Melissa y Minigil?"- preguntó Amanda, muy feliz.

-"Oh, puede ser... Pero hablaremos de eso más tarde"- dijo Sofía, un poco nerviosa.

Entonces Las Ministazas y Amanda fuimos a buscar un campo para ir de picnic. Recogimos la comida que necesitamos para llevar y un poco de agua.

-"Wow, nunca antes estaba tan tranqui... ¡Ah! ¿Qué es ese sonido?"- dijo Agüina.

-"No lo sé, suena aterrador"- dijo Sofía.

-"¡Aww! ¡Qué ternura!"- dijeron todas

-"¡Bah! Solo es un sucio conejo"- dijo Melina.

-"¿Qué? ¿Sucio? ¡A mi no se me llama sucio! ¡Estoy más limpio!"- dijo el conejito.

-"De repente son cazadoras de conejos, nadie sabe..."- pensó el conejito.

-"¡Adiós!"- dijo el conejito, y se fue. Muy nervioso y asustado...

-"Ja, ja, ja. El conejo sucio se fue por vergüenza. (Sigue riéndose)"- dijo Melina.

-"Melina, tal vez deberías darle más respeto al conejo..."- dijo Sofía.

-"Sí, ¿además no viste que se asustó con esos tiernos ojitos?"- dijo Agüina.

Todas miramos raro a Agüina.

-"¿Qué?"- preguntó Agüina.

-"¡Bah! ¡Esas chicas NO me agradan! ¿Y si me transformo en un monstruo para que dejen de molestarme? ¡Oh! ¡Buena idea conejo! ¡Ahora van a ver quién manda en este campo!"- dijo el conejito.

-"¿A quién le hablas, hermanito?"- preguntó una conejita, que era su hermana.

-"¡Nada! ¡Nada!"- dijo el conejito.

-"¡Ahora a festejar!"- dijo Melina.

-"¡Melina! ¡Se supone que es un picnic tranquilo! ¡Siéntate donde estabas! ¡Es una ocasión muy especial!"- dijo Agüina.

Un sonido extraño suena en unos arbustos.

-"Hola, soy la hermana de el conejito que vino hace unos minutos, ¿quieren un té?"- preguntó la conejita.

-"¡Sí, por favor!"- dijimos todas, excepto Melina.

-"¡No! ¡Yo no tomaré té!"- dijo Melina.

-"Oh, ¿pero no te molestaría una limonada?"- preguntó la conejita.

-"Emm, ¡sí por favor!"- dijo Melina, sin poder resistirse a una limonada.

-"Bueno, después de todo, los conejitos no son tan malos como lo pensaba..."- dijo Melina.

Todas miramos raro a Melina.

-"¡No me miren así!"- dijo Melina.

-"¡Tomen sus bebidas! Ah, ¿puedo sentarme con ustedes?"- dijo la conejita.

-"¡Sí, claro!"- dijo Sofía.

-"¡Gracias!"- dijo la conejita y se sentó.

Las Ministazas y yo disfrutamos del picnic y luego fuimos a casa para hacer una pijamada.

-"¡Listo!"- dijo el conejito, con unas risitas malvadas.

Continuará...