yoruphantom Yoru Phantom

La verdadera MC está consciente de que el chico que ama se encuentra al otro lado de la pantalla. Ella desea más que nada en el mundo encontrarse con ese ser especial que cambio su vida por lo que decide viajar y buscar una famosa tienda que se especializa en cumplir los deseos de las personas, siempre y cuando estés dispuesto a pagar el precio del mismo valor por ello. ¿Podrá MC romper la barrera de las dimensiones que la separa de su verdadero amor o estarán condenados a verse tras una pantalla para siempre?


Fanfiction Juegos No para niños menores de 13.

#MysticMesenger #XXXHolic #707
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El deseo de ella

—No muchos pueden ver esta tienda así que supongo tienes unos ojos especiales— dijo la hermosa mujer de cabello negro mientras me observaba con curiosidad.

A pesar de que estaba en un país extranjero donde mi idioma no se hablaba para nada podía comprender cada una de las palabras de aquella mujer. Eso me confirmo que estaba en el lugar indicado con la persona que necesitaba justamente.

—No ha sido fácil el camino que he recorrido para llegar ante usted pero supongo que debo estar agradecida con este ojo... — dije en mi idioma y palpé mi ojo izquierdo.

La mujer evocó una sonrisa en sus labios y dio una fumada a la pipa que sostenía en su mano. Se encontraba recostada en un mullido cojín reposando su largo y delgado cuerpo vestido en un hermoso kimono negro de bordados de rojos y plateados.

—Eres interesante— dijo viéndome con curiosidad y se levantó del cojín para caminar a mí alrededor como si me estuviera analizando. Creí que había acabado de revisarme cuando de pronto tomó mi mentón con fuerza para acercar mi rostro al suyo y clavó sus ojos en mi ojo izquierdo con curiosidad. Se quedo un largo rato así hasta que casi caigo al piso de la impresión.

—Una maldición antigua...—murmuró con su voz y regreso a su cojín para tomar asiento nuevamente.

—Lo es...— confesé cabizbaja.

—Aun así es muy útil y conveniente "Verás la verdad que nadie quiera ver..."— comenzó ella.

"...Y el amor jamás lo verás aunque a tu lado pueda estar"— terminé la frase.

—Desde que tengo memoria con este ojo puedo ver cosas que normalmente la gente común no puede. No solo fantasmas si no el humo de putrefacción que rodea algunas personas haciéndome fácil saber en quien confiar y en quien no, sin embargo, como reza el hechizo, el amor no es algo que las mujeres de mi familia pueda obtener.

Mi abuela dijo que el origen de esta maldición fue porque un ancestro enamoro una bruja a la que le rompió el corazón. Este ancestro la enamoro indebidamente aunque él ya estaba enlazado con otra persona y tenía una hija fruto de esa relación. Obviamente, él no pensaba romper su matrimonio por ella y maldijo a su hija en castigo.

Actualmente, yo soy la actual portadora de la maldición...—

—Entonces ¿tu deseo es liberarte de tu maldición?— dijo ella soltando el humo de su pipa.

Negué con la cabeza y apreté mis manos estrujando la tela de mi pantalón en mis rodillas.

—Sé que el hombre que ame en este mundo me abandonará como pasó con mi abuela y mi madre. Aun sí quisiera estar con la persona que amo, la maldición actuará en mi contra y lo hará irse después de un tiempo...—expliqué sin evitar contener las lágrimas de mis ojos. — Pero fui afortunada... El hombre que amo no existe en este mundo así que mi maldición no lo afecatará—

— ¿Quiere decir que conociste a un hombre que no existe en este mundo?—me preguntó la bruja con curiosidad.

—Así es, quizás, él tiene su otro "yo" aquí en algún lado y aunque me vea no tendríamos ningún tipo de relación. El hombre que yo amo puedo contactarlo a través de una aplicación de teléfono— dije y extrajé de mi bolsillo mi celular para mostrarle la pantalla.

—Sé que es una locura y pareciera que esto es un sueño. Luce como un juego pero no lo es, él es real y se ha dado cuenta que estamos en lados opuestos de la realidad. Nuestro único contacto es a través de este aparato que le lleva mis sentimientos con palabras que no son del todo mías. Mi deseo es ir a dónde él se encuentra, si cruzo hacia su dimensión quizás... quizás ¡Podríamos ser felices juntos!—

La bruja en este punto me miraba con seriedad y yo trate de recomponerme apartando con mis manos las lágrimas que había derramado.

—Es un deseo complicado— dijo la bruja moviendo inquieta la pipa en su mano.

— ¿Puede hacerlo?— pregunté esperanzada.

—Puede hacerse pero el precio que pagaras será demasiado caro, algo del mismo valor. No más, no menos— explicó la mujer.

— ¿Cuál es el precio?—pregunté tragando saliva.

—Tus ojos, ambos—dijo viéndome fríamente. —Al retirarlos la maldición que te aqueja no actuará pero tampoco podrás ver esa realidad.

—No puede ser...— dije sorprendida y luego me lance a ella para tomarla por la manga de su kimono en actitud suplicante.

—No me quejo del precio pero ¿No hay otra manera? ¿no puedo darle otra cosa? Si no puedo verlo cómo voy a encontrarlo. Seré como una botella de cristal naufragando en el mar— chillé desesperada.

— ¿Conoces la historia de la sirenita. extranjera?— me preguntó la bruja de repente.

—Sí, es una de mis cuentos favoritos— contesté soltándola y volví a mi asiento para escucharla.

—Ella pidió piernas para estar con el príncipe que amaba, sacrificó algo preciado para ella y al final, terminó siendo espuma de mar. ¿Estás consciente que ir a otro mundo no garantiza que la persona con la que has estado hablando te acepte? Tu misma dijiste que eso solo te permite contestar con respuestas predeterminadas, lo que quiere decir que no eres TÚ la que ha estado hablando con el hombre que amas, si no la mujer que él desea ver— sentenció y volvió a pegar los labios a su pipa.

Ella había revelado en voz alta uno de mis miedos, sabía que al tener solo esa manera de hablar con él, podría ser que la que le gustará no fuera yo si no la imagen que la máquina había creado de mí pero mis sentimientos por él no eran tan débiles y si estaba destinada a volverme espuma de mar, lo aceptaría. Era mejor, que quedarme maldita por el resto de mi vida.

—Yo...—

—Puedo quitarte la maldición por un precio menor, podrás tener la oportunidad de encontrar el amor aquí y no tendrías por qué perder tus ojos—dijo interrumpiéndome. —Lo que decidas, mañana lo haremos. Por el momento, puedo ofrecerte mi hospitalidad, tu viaje ha sido largo y seguramente costoso, puedes quedarte aquí. Maru y Moro te dirán donde puedes descansar.

Dos pequeñas niñas de cabello rosa y azul respectivamente tomaron mis manos y me llevaron fuera de la habitación de la bruja. Caminamos por un largo pasillo hasta una habitación donde había un futón y enfrente una bandeja con comida.

—Come— dijo la pequeña de cabello rosado.

—Gracias— les dije al momento en que se retiraban y cerraban la puertas corredizas de la habitación.

Estaba hambrienta, no había comido los últimos días porque necesitaba ahorrar cada centavo que había ganado de mi último trabajo para seguir buscando la tienda. Fue cuando cansada de tanto buscar y con las esperanzas casi rotas la encontré al otro lado de un callejón:

"La tienda de los deseos"

Había leído sobre ella en internet, gente que aseguraba que existía una tienda donde podían cumplir tu deseo si podías pagar el precio. Al principio, pensé que era una tontería pero luego de conocer a Seven y saber que él estaba consciente de que estábamos en realidades opuestas. Tenía que encontrar una forma de llegar a su lado.

Mire la pantalla de mi celular y entré a la aplicación, él último mensaje de Seven era "Trabajo en un modo de llegar hasta a ti"

No había mensajes de él en el chat grupal ni en los mensajes personales. Incluso en su estado mostraba "Espera por mí"

—Pronto podremos estar juntos, aunque no pueda verte. No me rechaces, no dejes que me convierta en espuma de mar...—dije en una plegaria mientras sostenía mi celular frente a mí.

Cuando termine de comer, me recosté en el futón cansada e intente dormir. El tiempo que había pasado en el sol caminando me estaba cobrando factura y me sentí agradecida de tener un lugar cómodo en el cual descansar. Estaba cerrando mis ojos cuando una de las chicas deslizó una pequeña urna con incienso quemándose en él.

Olía a vainilla, me recordó a mi país.

Pronto me quede dormida y comencé a soñar. En mi sueño la bruja estaba ahí, era una luz luminosa en esa oscuridad.

— ¿Qué haces en mis sueños, bruja?— pregunté curiosa y consciente de que estaba soñando.

Ella se giró a verme con una sonrisa y movió su dedo índice de un lado a otro en forma negativa.

— ¿Mejor dicho tú qué haces aquí?—me preguntó con una sonrisa.

— ¿Eh? ¿Yo? No lo sé, solo sé que estoy soñando— conteste de manera torpe sin entender a qué se refería.

—Parece que el valor de tu ojo izquierdo se ha elevado— dijo ella de repente señalándolo con su dedo índice.

— ¿A qué te refieres?— pregunté confundida.

— ¿No te diste cuenta? ¿ No te parecieron tus sueños demasiado extraños?— preguntó ella de repente.

—Sí, he soñado cosas muy raras desde que era niña, siempre pero creí que era porque tenía una imaginación muy activa— le expliqué.

—Nada es casualidad, solo es el destino. —afirmó ella.

— ¿Eh?—solté

—Tienes una maldición pero también una bendición, los deseos e ilusiones de las mujeres afectadas por ese hechizo residen ahí. Te han conectado con esa persona para que tú seas feliz, quizás si te concentras puedas llegar hasta donde la persona que amas se encuentra. —Escuché cada una de sus palabras sin dar fe de ellas, estaba demasiado sorprendida para poder creerlo.

—Pero si me pasa como esas otras veces, mi cuerpo se quedará en tu hogar y solo mi mente viajara hacia donde deseo. Incluso si llego con él no podré quedarme y la maldición... yo aún...— expresé mis miedos en voz alta.

—Una maldición como la tuya solo es fuerte en el mundo donde fue conjurada si vas a otro mundo, está no te alcanzará. Si necesitas concentrarte para ir algún lado tal vez deberías usar esto— dijo depositando un par de gafas amarillas con rayas negras en mis manos. ¡Eran los lentes de Seven!

—Esto es...—dije tomándolas entre mis manos.

—Fue una parte de su pago, lo demás tendrás que hacerlo tú con tu propio poder — dijo la bruja envolviéndome con sus brazos alrededor de mi cuello.—Aunque no me molestaría para nada si me dieras ese ojo tuyo—susurró a mi oído.

—No puedo dártelo bruja pero si esto— dije girándome hacia ella para darle un fuerte abrazo.

—Gracias, muchas gracias— dije y concentré todas mis fuerzas y energías en el objeto que residía en mis manos. —Sin duda nos encontraremos, Saeyoung.

La chica de cabellos castaños que había ido a su tienda a solicitarle un deseo desapareció de esa oscuridad. Su cuerpo y su mente desaparecieron de ese mundo como espuma de mar al amanecer, se desvaneció sin dejar más rastro de su existencia que su celular. La bruja sostuvo el aparato entre sus manos y encontró una aplicación con mensajes y fotografías de la chica a lado de un joven pelirrojo que usaba unos extravagantes lentes amarillos con franjas negras. Se les veía feliz uno a lado del otro, los ojos de la chica no podían verse pero por la sonrisa de ambos supuso que eran felices en su nueva vida.

El joven "707" había encontrado el portal de la tienda de los deseos por internet, le había enviado un mensaje con su deseo:

"Guíala hacia mí, te daré lo que quieras"

Deseaba traer a su amada de otra dimensión a la suya, el deseo tardaría hasta que ella llegará a su tienda. El pago del chico había sido sus amados lentes y su dotación completa de Honey Budha Chips; las había entregado todas sin dudarlo. El pago de la chica, su celular, la única prueba de que ella había sido una persona "real".

Su maldición como ella le aseguró no la había alcanzado, sin embargo los sentimientos oscuros de la bruja que había hechizado a su familia habían perdurado. Sus ojos jamás se verían en ninguna fotografía pero Yuko supuso que eso no le importaría mientras estuviera a lado del hombre que amaba y vivieran felices.

22 de Enero de 2021 a las 17:04 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

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Yoru Phantom Un gato negro "El alma del artista siempre se mantiene dentro de sus creaciones". サソリ

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