El sótano está oscuro, sólo lo alumbra una lámpara qué cuelga del techo con muy poca luz, escucho la respiración de las tres personas que tengo delante de mi, tengo miedo. Se que ha llegado la hora, pero no quiero hacerlo.
-¿Mami ?- digo mirando a la mujer que está amarrada en una silla, ella sólo suelta un sollozo, a su lado izquierdo está mi papi, y a su lado derecho está mi mejor amigo, los quiero mucho y por eso tengo que hacerlo.
-Mi vida, no importa lo que pase, tú no tienes la culpa de esto, no tengas miedo- Me recuerda mi madre, no puedo, no quiero, veo como aparecen las sombras en el rincón de la habitación, me dicen que ya a llegado su hora.
-Vamos niña, les harás un favor, esté mundo es muy cruel para ellos, sí de verdad los amas, Hazlo- Dice una acercándose a mi y me entrega un arma.
-Lo lamento tanto mami, te quiero- Apuntó a su cabeza mientras ella llora desconsoladamente, y disparó, su grito hace que llore.-No quiero seguir, ya no más-Grito hacia las sombras.
-Ya no hay vuelta atrás, cariño-Me dice la sombra mayor
-Papi, perdóname-Digo llorando, mi padre tiene la mandíbula tensa
-Siempre supe que serias una desgracia , y no me equivoqué - Otro disparo suena en la habitación, sólo me queda uno, Colton , mi dulce Colton .
-No, por favor no lo hagas, yo puedo ayudarte, no les hagas caso...No, porfavor no,-Mi Colton está llorando, no me gusta ver llorar a Colton.
-HAZLO DE UNA MALDITA VEZ-Me grita una de las sombras, me acercó a Colton, llevó mi mano a su mejilla y la acaricio.
-te amo-Es lo último que dice, pongo el arma en su frente y disparó. Después todo se vuelve negro y escucho unas risas lejanas, pero todo es muy confuso, hasta que ya no siento nada.
Andrea Corniel
