Juego de Mariposas Seguir historia

Anoche tuve el sueño más húmedo. Recuerdo el juego de dos mariposas debajo de la lluvia y de aquél farol de luz roja, sedientas de deseo, placer, su pequeña falda mostraba sus tan torneadas piernas, suavemente metí mi mano por debajo de ella. Acaricie su paraíso mientras la besaba. Mis dedos se convirtieron en la amante perfecta para su sexo.

Penetre uno de ellos y sin control derramó un poco de su néctar caliente... traviesa ella, desabrocho mi blusa y puso uno de mis senos en su boca, lo lame, lo besa, lo muerde... sin temor a nada baja hasta mi vientre dejando un camino de saliva tibia. Se detiene por un momento para jugar un poco, nuevamente comienza a bajar y llega al punto perfecto, separa golosamente mi segundos labios y penetra su lengua hasta el lugar nunca imaginado.

Comienzan mis gemidos, dibuja con fuerza sus labios con los míos, obligándome a decorarla toda, a probar el néctar que emana de ella.
Sabes mi pequeña mariposa hoy desperté mojada por ti.