trini-granizo-roman1596762665 Trini Granizo Roman

¿Puede ser más fuerte el amor que la venganza? Erick Clayton juró siendo aún muy joven ante un ser muy querido al que destrozaron que sólo viviría para la venganza, desde ese entonces solo respiraba para llevarla a cabo y hacerle pagar a sus enemigos cada tormento y lagrima que derramó su querida Emily. Pero con lo que no contaba es que no todo saldría como esperaba, llegando Analía como un huracan derrumbando todo lo que con ansias construyó. ¿Se puede odiar a una persona y no poder respirar de tanto vacío cuando no lo tienes cerca? Analía Dawson es feliz viviendo rodeada de naturaleza y hermosos paisajes, hasta que todo cambia y su padre manda a buscarla para que vuelva a su tierra natal. Desde ese entonces su vida da un giro que jamás pensó, conociendo a un demonio oscuro que sólo vive para la venganza y descubriendo un secreto desgarrador de su familia.


Romance Romance adulto joven Sólo para mayores de 18.

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PRÓLOGO

La noche era fría y estaba desierta, en el cielo las nubes se estaban volviendo cada vez más negras y grotescas. Cristal y Emily, dos mejores amigas de veintidós años daban por terminada la noche de fiesta y esperaban un taxi para volver a casa. Había pasado más de una hora y todavía seguían esperando.

—Cristal vuelve a llamar, se está tardando mucho— espetó Emily abrazándose a si misma por el frío.

—No entiendo como un puto taxi puede tardar tanto. Emily no sé como todavía no te has sacado el permiso de conducir, si yo tuviera toda la pasta y coches que tiene tu familia ya lo tendría hace años—

—Sabes perfectamente que el dinero no es de mis padres, es de mi primo. En cuanto a conducir lo he intentado, pero le tengo demasiado miedo. Cada vez que agarro el volante empiezan los sudores y el nerviosismo. Acuérdate que la última vez casi atropello a Erick, definitivamente lo de conducir no es lo mío— las chicas rompieron a reír.

—Es verdad pobre Erick, todavía me acuerdo cuando al apartarse cayó golpeándose contra el bordillo y se partió el brazo justo antes de irse de campamento con sus amigos. Le jodiste todo el verano—

—Sí, aunque han pasado dos años todavía me lo recuerda. Ese sinvergüenza siempre suele dejarme en ridículo contándolo cuando más gente hay— Emily hizo una mueca al recordar la última vez que la dejó avergonzada, pues lo hizo frente al muchacho del que estaba enamorada en ese entonces.

—Ese primo tuyo no tiene remedio, espera que crezca. Te aseguro que cuando pasen unos años va a tener suspirando a todas las mujeres, pues con solo dieciséis años ya va apuntando maneras. Es demasiado guapo y esa forma de hablar tan madura que tiene, después está todo ese dinero y empresas que le dejó su padre—

—Si verdad, es muy maduro para su edad. Debe ser que al pobre no le ha quedado de otra, pues aunque mi madre lo trata igual que a mi hermana y a mí no es lo mismo, perdió a sus papas con solo cinco años en el fatídico accidente de helicóptero— de pronto se iluminó el cielo escuchándose un trueno y a los pocos minutos empezó a llover con fuerza, rápidamente se resguardaron bajo el techado del antro del que habían salido hace rato.

Al cabo de unos minutos salieron los dos muchachos tan simpáticos con los que horas antes habían hablado y coqueteado. Pronto las invitaron a seguir la fiesta en casa de un amigo y prometieron que cuando ellas quisieran las llevarían a casa de su amiga, ya que este fin de semana se quedaba a dormir con ella. Pues Emily se estaba empezando a enamorar del hermano mellizo de su inseparable Cris, como está la llamaba. Enseguida negó, los chicos parecían buenas personas, aunque conocía a uno de ellos de vista en la universidad algo dentro de ella le gritaba que debía estar en alerta.

Cristal que le encantaba la diversión intentó convencer e insistió bastante a su amiga para ir aunque sea un rato, pero Emily volvió a negar. Cris decidió que sí que iría y pronto fue detrás con ellos, así que a regañadientes su amiga también se dispuso a subir al auto para no dejarla sola. Cristal aplaudió muy contenta ya que al final se salió con la suya, pero de lo que no tenía ni idea es que ese sería el mayor error de su vida. Pues no imaginaba lo que esa fría y lluviosa noche les esperaban a las dos, ya que ellos estaban totalmente ebrios y drogados.

—¿Dónde queda esa casa?, está demasiado apartada. Es mejor que volvamos— comentó decidida Emily, Ya que estaban adentrándose en un lugar apartado donde habían acantilados y estaba todo desierto.

—No te preocupes ya falta poco, justo está un poco más arriba— comentó el joven rubio muy amable sin dejar de mirarla, efectivamente nada más pasaron un desvío ya se veía una pequeña cabaña y pronto llegaron.

Al entrar estaba completamente vacía y pronto comprendieron que les habían mentido y no tenían buenas intenciones.
Se dispusieron a salir cuanto antes, pero rápidamente las sujetaron con fuerza y empezaron a rasgar sus ropas. Las muchachas se debatían con todas sus fuerzas, pero ellos eran más fuertes. Las violaron y las dejaron abandonadas a su suerte. En una cabaña en lo alto de la nada, incomunicadas y completamente desechas.

A los dos días la policía encontró a Emily abrazada al cuerpo sin vida de Cristal, pues terminó arrojándose por un acantilado cayendo al mar y terminando ahogada. Emily confesó todo solo una vez sin separarse de su amiga frente a la policía, su mamá y Erick. Desde ese entonces su mente se quedó en aquel lugar y no volvió a decir palabra alguna. A partir de ese día Erick juró a su queridísima prima aferrada a el cuerpo de su amiga que solo viviría para la venganza, Emily solo le miró y asintió cayendo por sus ojos lágrimas descontroladas.LaLa noche era fría y estaba desierta, en el cielo las nubes se estaban volviendo cada vez más negras y grotescas. Cristal y Emily, dos mejores amigas de veintidós años daban por terminada la noche de fiesta y esperaban un taxi para volver a casa. Había pasado más de una hora y todavía seguían esperando.

—Cristal vuelve a llamar, se está tardando mucho— espetó Emily abrazándose a si misma por el frío.

—No entiendo como un puto taxi puede tardar tanto. Emily no sé como todavía no te has sacado el permiso de conducir, si yo tuviera toda la pasta y coches que tiene tu familia ya lo tendría hace años—

—Sabes perfectamente que el dinero no es de mis padres, es de mi primo. En cuanto a conducir lo he intentado, pero le tengo demasiado miedo. Cada vez que agarro el volante empiezan los sudores y el nerviosismo. Acuérdate que la última vez casi atropello a Erick, definitivamente lo de conducir no es lo mío— las chicas rompieron a reír.

—Es verdad pobre Erick, todavía me acuerdo cuando al apartarse cayó golpeándose contra el bordillo y se partió el brazo justo antes de irse de campamento con sus amigos. Le jodiste todo el verano—

—Sí, aunque han pasado dos años todavía me lo recuerda. Ese sinvergüenza siempre suele dejarme en ridículo contándolo cuando más gente hay— Emily hizo una mueca al recordar la última vez que la dejó avergonzada, pues lo hizo frente al muchacho del que estaba enamorada en ese entonces.

—Ese primo tuyo no tiene remedio, espera que crezca. Te aseguro que cuando pasen unos años va a tener suspirando a todas las mujeres, pues con solo dieciséis años ya va apuntando maneras. Es demasiado guapo y esa forma de hablar tan madura que tiene, después está todo ese dinero y empresas que le dejó su padre—

—Si verdad, es muy maduro para su edad. Debe ser que al pobre no le ha quedado de otra, pues aunque mi madre lo trata igual que a mi hermana y a mí no es lo mismo, perdió a sus papas con solo cinco años en el fatídico accidente de helicóptero— de pronto se iluminó el cielo escuchándose un trueno y a los pocos minutos empezó a llover con fuerza, rápidamente se resguardaron bajo el techado del antro del que habían salido hace rato.

Al cabo de unos minutos salieron los dos muchachos tan simpáticos con los que horas antes habían hablado y coqueteado. Pronto las invitaron a seguir la fiesta en casa de un amigo y prometieron que cuando ellas quisieran las llevarían a casa de su amiga, ya que este fin de semana se quedaba a dormir con ella. Pues Emily se estaba empezando a enamorar del hermano mellizo de su inseparable Cris, como está la llamaba. Enseguida negó, los chicos parecían buenas personas, aunque conocía a uno de ellos de vista en la universidad algo dentro de ella le gritaba que debía estar en alerta.

Cristal que le encantaba la diversión intentó convencer e insistió bastante a su amiga para ir aunque sea un rato, pero Emily volvió a negar. Cris decidió que sí que iría y pronto fue detrás con ellos, así que a regañadientes su amiga también se dispuso a subir al auto para no dejarla sola. Cristal aplaudió muy contenta ya que al final se salió con la suya, pero de lo que no tenía ni idea es que ese sería el mayor error de su vida. Pues no imaginaba lo que esa fría y lluviosa noche les esperaban a las dos, ya que ellos estaban totalmente ebrios y drogados.

—¿Dónde queda esa casa?, está demasiado apartada. Es mejor que volvamos— comentó decidida Emily, Ya que estaban adentrándose en un lugar apartado donde habían acantilados y estaba todo desierto.

—No te preocupes ya falta poco, justo está un poco más arriba— comentó el joven rubio muy amable sin dejar de mirarla, efectivamente nada más pasaron un desvío ya se veía una pequeña cabaña y pronto llegaron.

Al entrar estaba completamente vacía y pronto comprendieron que les habían mentido y no tenían buenas intenciones.
Se dispusieron a salir cuanto antes, pero rápidamente las sujetaron con fuerza y empezaron a rasgar sus ropas. Las muchachas se debatían con todas sus fuerzas, pero ellos eran más fuertes. Las violaron y las dejaron abandonadas a su suerte. En una cabaña en lo alto de la nada, incomunicadas y completamente desechas.

A los dos días la policía encontró a Emily abrazada al cuerpo sin vida de Cristal, pues terminó arrojándose por un acantilado cayendo al mar y terminando ahogada. Emily confesó todo solo una vez sin separarse de su amiga frente a la policía, su mamá y Erick. Desde ese entonces su mente se quedó en aquel lugar y no volvió a decir palabra alguna. A partir de ese día Erick juró a su queridísima prima aferrada a el cuerpo de su amiga que solo viviría para la venganza, Emily solo le miró y asintió cayendo por sus ojos lágrimas descontroladas.

19 de Junio de 2021 a las 00:39 0 Reporte Insertar Seguir historia
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