Dos minutos antes de la medianoche Seguir historia

La población entró en pánico cuando supo que anda suelto un asesino serial. Los medios lo retratan como un pervertido, un inadaptado social que busca satisfacer alguna depravación sexual. Su sello personal consiste en matar a la medianoche, ni un minuto más, ni un minuto menos, es tan exacto en sus crímenes que la gente comenzó a llamarlo “El Asesino del Reloj Suizo”. A mí me da curiosidad el apodo, ¿cómo saben las personas que él mata exactamente a esa hora? Mira que pienso en idioteces cuando estoy nerviosa pero no puedo evitarlo, es muy tarde y estoy sola en la calle.

Me quedo parada en la acera, a la espera de que pase algún vehículo. Estoy alterada porque el “Asesino del Reloj Suizo” está rondando en busca de su próxima víctima y la fría oscuridad no es buena para una estudiante flaca, como yo. A lo lejos veo acercarse a un policía y suspiro de alivio: esta noche no estaré sola. El hombre sonríe y me dice que me acompañará hasta que me haya marchado, hay un asesino serial suelto y una mujer solitaria es un imán para cualquiera, homicida o no.

Le agradezco y sonrío al ver mi reloj: faltan dos minutos para que sean las doce de la noche. Lo que la gente desconoce es que el Asesino no mata a las doce en punto sino dos minutos antes de la medianoche. Yo sí lo sé muy bien, no es ésta la primera persona que mato.