No se veía estrellas ese día, solo una luna llena que emitía luz como si fuera la ultima vez que lo iba a poder hacer, tampoco se escuchaban grillos... solo un par de pasos rápidos y.. agitados, una hoja cae y se rompen las ventanas a causa de lanzarse para escapar de una casa ajena mientras el dueño les grita: —¡REGRESENNOS NUESTRO DINERO MALDITOS!— , eran asaltantes... o más bien estafadores.
Mientras un perro... callejero que, despertado por el ruido y con una de sus patas traseras lastimadas empieza a seguirlos con el objetivo de que le den de comer y sentirse seguro.
— ¡La camioneta esta muy cerca! —dijo con apuro uno del grupo— . En eso se empieza a oír una sirena, y ven como unas luces de color rojo y azul se expanden y acercan más y más, agitados empiezan a correr como si estuvieran en una competencia, la camioneta ya estaba a pocos metros de una tienda, la persona que los esperaba ya tenia las puertas abiertas y molesto soltó—VENGAN RÁPIDO BASURAS—
…cuando por fin lograron entrar a la camioneta, — ¿Y el otro? — dijo el conductor — , voltearon y el estaba... ahí, tirado en el suelo, sujetado por un policía. En la perspectiva del atrapado las ultimas palabras que escucho de sus compañeros fue "arranca".
Los estafadores perdieron a 1 de sus compañeros y sin darse cuenta... se les unió 1 nuevo. El
conductor solo — murmuró — estuvo tranca —
Un animal cuyos pasos no se escucharon, y que ahora estaba escondido en el ultimo asiento de
la camioneta.
El perrito se tomo una siesta, estaba cansado, y al parecer sería un viaje largo, pero, por lo menos en ese pequeño momento fue afortunado, En sus sueños empezó a tener recuerdos de su vida o más bien difícil vida.
Momentos cortos pero tan reales y con mucho peso por encima, sin conocer madre ni padre, solo un hermano que desafortunadamente habría fallecido a causa de una luz... una luz con ruedas y olor a gasolina.
Gracias por leer!